Nada más levantarnos y en ayunas nos hemos ido a dar un baño en el mismo sitio de ayer que tanto nos gustó. La temperatura del agua te permite disfrutar de un solitario baño matutino al que tan poco estamos acostumbrados. Después de desayunar hemos tomado dirección Nauplia del que teníamos buenas referencias.

Este lugar sin embargo no nos ha gustado, por lo que nos hemos limitado a darnos otro baño en una de sus playas y comer un bocadillo para proseguir viaje rumbo a Atenas. Tal vez el venir de la encantadora Monemvasia ha pesado mucho comparativamente.

Vía Internet habíamos reservado un hotel bastante céntrico y con piscina, requisito que mis hijos siempre me ponen cuando los contrato. La verdad es que este hotel (Novotel) está muy bien de precio, es muy nuevo y con garaje gratis, cosa bastante rara en Atenas. Hay muchos españoles y nada más llegar nos hemos dado otro baño. El calor que hace nos lleva a estar a remojo siempre que podemos.

Al atardecer nos hemos ido hacia la zona de la Acrópolis para cenar y verla de noche, ya que está muy bien conseguida su iluminación y es todo un espectáculo.

Hoy es domingo y lo hemos dedicado a recorrer la Atenas antigua en profundidad. Primero hemos subido a la Acrópolis antes de que calentara demasiado el sol y el resto del día, en todos los demás clásicos lugares de interés, dándonos otro atracón de piedras e historia.

Hemos iniciado el crucero de 4 días por las islas griegas, e iremos también a Kusadasi en Turquía. Serán visitas muy rápidas, navegando principalmente de noche y llegando a primera hora de la mañana a cada destino. En algunos casos haremos 2 islas en el mismo día, debido a su cercanía.

Para embarcar hemos tenido algunos problemas con los taxis. En El Pireo, aunque no quiero generalizar, los taxistas son una raza aparte. Son quienes mandan y deciden si les interesa cogerte o no. Más de una docena de taxis se negaron a llevarnos al terminal del crucero, porque no les debía interesar el recorrido. Cuando al fin conseguimos uno, le pregunté al conductor por este comportamiento y cual era el motivo de tal negativa. Sonriéndome ha dado a entender que como en todas las profesiones, hay comportamientos dispares. La verdad es que a él le salió bien. Además de darle una buena propina, ha cogido a otros pasajeros de vuelta. Así que ¡¡¡¡ ojo con los taxis en El Pireo !!!! sobre todo, si andas corto de tiempo.

El barco es pequeño pero está bastante bien, aunque un poco antiguo. El recibimiento ha sido muy cordial, pero no ha habido la clásica despedida de puerto con las serpentinas de las películas, lo cual es de agradecer.

Nos han informado de las excursiones que podríamos contratar, normas de seguridad, etc., y hemos zarpado a la hora con destino Mykonos, isla a la que hemos llegado sobre las 18 h.

Pasear por Mikonos al atardecer es una gozada. Mucho ambiente en las terrazas de los bares, una preciosa puesta de sol, un bonito paisaje y estrechas calles llenas de casitas blancas y tiendas iluminadas, muchas de gran nivel.

De vuelta al barco hemos cenado muy bien. La comida a bordo es muy buena y la tripulación encantadora. Se desviven por agradarte. Está compuesta principalmente por filipinos, hindúes y de Europa del Este.

A las 7 de la mañana hemos llegado a Kusadasi en Turquía. Nos hemos planteado apuntarnos a una excursión a Éfeso, pero hemos preferido hacerla por nuestra cuenta, ya que somos 4 y nos sale más barato coger un taxi. A las 11 h. debíamos estar de vuelta en el barco para proseguir viaje a la isla de Patmos, de nuevo en Grecia y no disponíamos de mucho tiempo.

Así que después de desayunar hemos desembarcado y hemos preguntado a un taxista el precio de una visita a Éfeso con espera incluida. Éste nos ha parecido bien, sobre todo, por la diferencia con el de la excursión y la mayor comodidad. Después nos hemos enterado que regateando hubiésemos conseguido la carrera por la mitad de lo que hemos pagado, pero estábamos cortos de tiempo y no estamos habituados a estos sistemas de tira y afloja.

Éfeso nos ha gustado mucho, porque, a diferencia de otros yacimientos te haces una idea de como era la ciudad en su tiempo, aunque los puristas dicen que las reconstrucciones realizadas pueden falsear la realidad. En cualquier caso, yo les preguntaría qué realidad ven, cuando las piedras están esparcidas por el suelo sin un contexto definido, como es el caso de otros muchos yacimientos.

Sobre el horario previsto hemos zarpado y nos hemos dirigido a la isla de Patmos en Grecia, lugar donde San Juan, desterrado de Éfeso, escribió el Apocalipsis. Cuando hemos llegado hemos alquilado un coche por 3 horas y nos hemos recorrido esta pequeña pero maravillosa isla. En cuanto a naturaleza, las numerosas entradas de agua, forman pequeñas bahías, calas y playas formando unos paisajes únicos.

Hemos disfrutado mucho conociendo esta isla, porque no nos esperábamos que fuera tan bonita.

A última hora hemos zarpado con destino a Rodas, donde mañana pasaremos prácticamente todo el día recorriendo la isla.

Hemos llegado muy temprano a la isla y después de desayunar hemos desembarcado en la ciudad de Rodas. En el mismo puerto hemos alquilado un coche para todo el día, ya que hasta las 18 h. no teníamos que volver a embarcar.

Rodas es una isla alargada con algo más de 100 kms. de longitud, pero el desplazamiento por la costa oeste nos ha costado bastante por el trazado de la carretera y la densidad de tráfico en algunos puntos. Esta costa no es tan árida como la del este y sopla un constante viento. Tiene muchas playas, aunque principalmente son de piedras. En la costa este es donde se concentra el turismo, porque están las mejores playas y calas. Aquí esta la llamada cala de Anthony Quinn, por su famoso baile en "Zorba, el griego".

Hemos visitado Lindos, que es un precioso pueblo de casitas muy blancas a los pies de su acrópolis y entre 2 preciosas calas. Lindos es un destino muy visitado y es un gran escaparate de tiendas y casas del siglo XVII.

A la tarde hemos vuelto a la ciudad de Rodas y después de entregar el coche hemos visitado su casco antiguo, el cual me recordaba algo al de Tallinn en Estonia.

De vuelta en el barco hemos cenado con unos agradables argentinos y una pareja de Ávila, en un ambiente que la tripulación se ha encargado de que fuera muy ruidoso y festivo.

A la 7 h. hemos llegado a Heraklion en la isla de Creta. Teníamos hasta las 11 h:. para ver la ciudad y nos hemos desplazado en un taxi a Cnosos, conocidas ruinas y hogar del minotauro. La verdad es que nos ha decepcionado bastante porque esperábamos un enclave algo mayor y más importante, ya que estaba anunciado como reconstruido y estaba precedido de bastante fama.

No hemos necesitado más de 1 hora para recorrerlo y hemos regresado en autobús de línea al barco, que ha zarpado con destino a la isla de Santorini. Hemos disfrutado de la piscina, hasta que hemos llegado a nuestro destino sobre las 19 h. Teníamos contratada una excursión para visitar la caldera y el volcán, ya que hacerlo por nuestra cuenta era complicado. Intervenían barcos y autobuses con muy poco tiempo disponible.

Ha sido una excursión preciosa. Santorini es la isla perfecta. El pueblo desparramado por el acantilado, enfrente un cráter sumergido todavía activo, un baño en aguas calientes, espectacular puesta de sol, descenso peligroso en burro y mucho más.

Un maravilloso broche final para un crucero que nos ha gustado mucho. Aunque no participamos en viajes organizados, este crucero ha estado muy bien planteado, con viajes de noche entre islas y libertad para montarte las visitas conforme a tus gustos.

Por la mañana hemos arribado a el puerto de El Pireo y nos hemos trasladado a Atenas, al mismo hotel en el que estuvimos antes de embarcar y que tanto nos gustó. En Atenas hemos pasado el resto del día, visitando algunos puntos que nos habían quedado pendientes, como por ejemplo, la ciudad Olímpica de los juegos del 2004. En 3 años que han transcurrido desde dicho evento, el complejo muestra una cara de abandono y deterioro, recordándome a lo sucedido con la Expo de Sevilla.

Como creo que ya hemos visto bastante de Atenas, hoy nos hemos ido a las playas de Glyfada, que se sitúan al sur entre El Pireo y el Cabo Sunión. Esta zona es la utilizada por los atenienses para los fines de semana, pero sin nada especial que ofrecer a los visitantes de fuera.

Mañana volvemos todos a casa, finalizando mi familia sus vacaciones y yo de retorno para resolver el tema de la reparación del chasis del vehículo. De cualquier forma, mi siguiente etapa era Turquía y pienso estudiar la forma de visitar este país lo antes posible, intentando que afecte lo menos posible este incidente a mis planes.

Por ello, aquí termino por ahora mis diarios de viaje hasta mi próxima visita a Turquía.