Con mucho pena por no poder quedarmos máas tiempo, esta mañana nos hemos montado en la "Jardineira" que es como se llama una especie de autobús que es capaz de circular por la arena. Digo con pena por varios aspectos: primero nos ha encantado el lugar y damos gracias a nuestros amigos los brasileños "Cristiane y Marcelo", por la recomendación que nos hicieron de no perdernos Jericoacoara y segundo porque todo el mundo ha sido amabilísimo, desde el guía buggeiro "Pitônho", el dueño de la pousada "Casa Nostra" y terminando por "Luzia y Raimundi" los regentes del restaurante "Estrella do Mar". Todos ellos nos han hecho pasar un par de días inolvidables y nos vamos además con la sensación de haber pagado el precio justo por todo lo que hemos hecho y sin ser explotados por la identidad de turistas que queramos o no, la llevamos reflejada en la cara.

No hablo de las condiciones climatológicas porque desde que nos cayó un fuerte chaparrón en el Amazonas hace 2 semanas, todos los días hemos tenido buen tiempo y ya ni nos preguntamos que va hacer al día siguiente, porque estamos seguros que el buen tiempo continuará.

Una hora y media en la "Jardinera" y 4 horas más en un cómodo autobús nos han devuelto a Fortaleza, donde nada más llegar al hotel hemos buscado una farmacia para Carmen. Ayer cuando esperábamos sobre la duna la puesta de sol, un mosquito, avispa, o algo por el estilo le picó a Carmen en el brazo. Doloroso en un principio fue remitiendo hasta casi olvidarnos del tema, pero hoy por la mañana buena parte del brazo lo tenía muy hinchado y ha ido a más extendiéndose, ahora con fuertes picores. Le han recomendado una loción que parece no le ha resuelto nada, por lo que ha optado por ser fiel a sus principios de fe en "El Tigre" y recurrir a un remedio que nos dio buenos resultados y que compramos en Malasia cuando un bicho parecido le picó a nuestro hijo Manez.

La tarde la hemos pasado paseando por la línea de playas donde había varios partidos de fútbol con chavales y mayores a los que era un placer ver el dominio de pelota que tenían. En definitiva, día muy tranquilo para reponernos de la visita a Jericoacoara.

Mañana cogeremos otro avión con destino a Recife, como continuación de nuestro viaje por la costa en dirección sur y donde estaremos un par de días.

Día para olvidar. Carmen se ha despertado con el brazo muy hinchado y hemos pensado que lo mejor era que la viese un médico, por si acaso. Tenemos un seguro de viaje familiar con "Europea de Seguros, S.A." para todo el año y cobertura en todo el mundo, siendo la primera vez que lo he necesitado en los 4 años que llevamos pagando los recibos, los cuales cuestan muchísimos euros. Pues bien, debo decir que no recomiendo en absoluto esta compañía de seguros, porque han dado muestras de mucha incompetencia y además de una despreocupación total.

Hemos llamado desde Fortaleza antes de coger el avión, al número que nos indicaban en la póliza, para que nos explicaran a donde podíamos acudir cuando llegáramos a Recife. Una amable señorita nos ha informado de la clínica con la que tienen el concierto junto con su domicilio, indicándonos que para cuando llegáramos a dicha clínica estarían esperándonos, porque ella se ocuparía de enviarles la correspondiente autorización para que nos atendieran. Hasta aquí todo perfecto.

Cuando hemos llegado y después de explicarles la situación como hemos podido porque las recepcionistas sólo hablaban brasileño, nos han dicho que no habían recibido nada y que sin recibir dicha autorización por fax no nos podían atender. He vuelto a llamar a la compañía y claro está la señorita con la que había hablado ¡¡¡ se había esfumado !!!

He tenido que explicar de nuevo toda la situación a otro empleado que ha encontrado un expediente ya abierto, pero que no sabía nada de la dichosa autorización. Les he puesto en contacto a ambos: clínica y seguro, para que aclarasen la situación y han quedado en enviar el famoso documento. Después de un buen rato y a la vista de que no llegaba el fax, he vuelto a llamar y ha salido una tercera persona distinta, a quien he vuelto a explicar todo de nuevo, diciéndome que esperara. Viendo que pasaba el tiempo y sólo oía música y no voz humana, he decidido colgar porque la factura de mi teléfono móvil me iba a costar más que fletar un avión medicalizado y volver a casa.

Le he propuesto a la clínica que nos atendiera, yo pagaría la factura y lo arreglaría directamente con la compañía, contestándome que tampoco era posible porque según les he entendido la central de facturas ya estaba cerrada y no me podían hacerla ¡¡¡ acojonante la situación !!! La propia clínica ha vuelto a llamar a la compañía pidiendo por alguien que hablara portugués para no tener problemas de entendimiento, es decir la cuarta persona a quien ha habido que repetirle todo de nuevo descubriendo que habían cogido mal el número de fax. Al cabo de un rato por fin ha llegado el fax.

Un error lo puede tener cualquiera y equivocarse al coger el número de fax, pero lo que no es de recibo es que si el sistema devuelve el fax por no encontrar el destinatario, no hagan nada por solucionar el tema, ya que tenían mi número de teléfono porque me lo han pedido la primera vez que les he llamado y también el de la clínica porque para eso tienen un concierto con ella.

Al final nos han atendido diagnosticando una alergia de Carmen a las picaduras de esta especie de avispa, que aunque no reviste gravedad le han puesto inyecciones de hidrocortisona y le han recetado 2 tipos de pastillas, esperando que en 2 o 3 días esté ¡¡¡ como nueva !!!

Así que después de esto, lo que he sacado en claro es que no renovaré mi póliza de seguro de viajes con "Europea de Seguros S.A." a pesar de que me fue recomendada. He sufrido en mis carnes lo que yo llamaría ¡¡¡ desidia !!! y creo mi deber decirlo así para que se tenga en cuenta de los riesgos que se corren a la hora de contratar un seguro. Si realmente la cosa hubiese sido grave estaríamos todavía en el trasiego burocrático de papeles. Las demás compañías no conozco como funcionan pero me enteraré antes de contratar el siguiente año.

¡¡¡¡ Increíble pero cierto !!!!

Carmen se ha levantado con el brazo menos hinchado y con mejor humor. Así que después de desayunar nos hemos impuesto el objetivo de ir a Olinda en ómnibus. Un pueblo cercano a Recife con casas coloniales y bastantes iglesias muchas de ellas en estado bastante precario.

Hemos cogido un ómnibus hasta el centro y otro hasta el pueblo, lo que nos ha llevado más de 1 hora en total. En alguna ocasión ya hice algún comentario sobre el sistema de acceso y control de pago que se hace aquí en los autobuses y es bastante chocante. Existe la tarjeta sin contacto como en Donosti, un sistema moderno que contrasta con la necesidad de atravesar un torno que parece sacado de la 1ª guerra mundial.

Como se aprecia en la fotografía parece diseñado para que no se cuelen, principalmente chavales, pero si se tiene en cuenta que hasta una edad avanzada están exentos de pagar, uno se puede imaginar lo que ocurre cuando una señora intenta pasar con la clásica bolsa de la compra, más el niño y todos juntos a la vez, porque el torno controla que sólo gire para 1 persona. Si además la persona esta rellenita como también es muy habitual aquí, medio autobús y el cobrador incluido le ayudan: sujetando bolsas, pasando al niño por el aire para que lo recoja otro viajero, etc. mientras el conductor hace ¡¡¡ encabritarse !!! el autobús al arrancar de nuevo. Eso sí, el sistema se considerará comodísimo porque la señora no ha necesitado sacar la tarjeta de la cartera ya que el lector las lee desde su interior. Este sistema está implantado en todo Brasil y en todos los sitios he observado el mismo problema. A mi también me cuesta pasar con la mochila y la cámara, todos juntos y además empeora si estoy guardando las vueltas de lo pagado en la cartera, ¡¡¡ galopando por el vehículo !!! cuando al fin he conseguido pasar e intento agarrarme donde puedo.

Cuando hemos llegado a Olinda, nos hemos topado con la "Oficina de Turismo" donde una eficiente señorita nos ha dado un mapa de lo principal que debíamos ver y nos ha trazado en un momento el mejor recorrido para hacer. Al principio lo que veíamos tampoco nos parecía que tenía interés: iglesias destartaladas, algún que otro museo y demás, pero hemos llegado a una zona donde casi todas la casas eran coloniales pintadas de vivos colores y además en la ventanas y entradas aparecían los muñecos que utilizan en carnavales, dándoles un bonito toque desenfadado.

Por la tarde hemos vuelto a Recife y dando una vuelta por el paseo marítimo hemos podido comprobar la prohibición de bañarse por el riesgo de ser atacado por un tiburón, lo cual debe ocurrir un par de docenas cada año, con consecuencias variadas incluida la muerte.

Mañana iremos a la zona antigua de Recife con la esperanza de que Carmen continúe mejorando del brazo. Hoy como estaba de mejor humor, le he estado tomando el pelo, diciéndole que parecía una tenista zurda, al estilo de Nadal, con el brazo izquierdo más desarrollado que el derecho.

Sigue mejorando el brazo de Carmen y hemos salido por la mañana a conocer la parte antigua y el centro de Recife. Para ello nos hemos acercando andando a una estación de Metro que estaba a unos 15 minutos andando. La estación se llamaba "Aeroporto" pero no estaba en el mismo aeropuerto sino que aunque se veía, había que andar otros 15 minutos por lo que no sirve el Metro como medio de locomoción a la hora de tener que tomar el avión. Los nombres de las estaciones confunden porque después nos ha ocurrido otro tanto con otra estación llamada "Shopping", desde la que para llegar al único centro comercial al que se refiere el nombre, había que andar otros 20 minutos y a veces entre favelas.

Creo que hemos visto todos los puntos de interés que tanto Lonely Planet como el mapa de la ciudad que nos dieron en la Oficina de Turismo aconsejaban visitar, pero la sensación que hemos obtenido es que Recife es una ciudad bastante incómoda para moverse y con pocas atracciones que merezcan la pena de ir.

Andar hemos andado mucho y a veces con un sol de justicia, terminando el día bastante cansados y encontrando un lugar estupendo para cenar, donde hemos podido saborear una picanha de cordero con abundante ensalada en la que por primera vez el tomate no era escatimado. Lo curioso es que nos ha costado menos que la cena de ayer de unas horrorosas hamburguesas en un restaurante de comida rápida a escasos 200 metros, y hoy hemos cenado en una agradable terraza con cerveza incluida. Así es Brasil, nunca sabes lo que te va a deparar, lo mismo paseas por zonas muy sucias con gente tirada en el suelo que no hace más que pedir dinero planteándote situaciones desagradables, como puedes estar en lugares modernos y limpios saboreando un refresco de lo más tranquilo y de forma muy agradable.

En cualquier caso esta ciudad es de las que menos nos ha gustado de todo lo que hemos visto del país y como mañana volaremos a Salvador de Bahía, esperamos olvidarnos pronto de Recife y disfrutar posiblemente por lo que cuentan de la ciudad más bonita de Brasil, aunque primero visitaremos el "Parque Nacional da Chapada Diamantina" en la zona interior, cambiando playas por bosques.

Hoy podríamos decir que hemos tenido un ¡¡¡ día atravesado !!! de los que suelen suceder cuando viajas por lugares extraños a los que no estás acostumbrado y con medios poco fiables.

El vuelo de Recife a Salvador de Bahía lo hemos hecho con "GOL", una compañía de bajo coste que nos ha funcionado bien. En el aeropuerto hemos cogido el coche que teníamos reservado en "Unidas" con mejor precio que "Avis". El problema lo hemos tenido una vez más con el dichoso mapa de "TOMTOM" Brasil.

Nada más coger el coche sobre las 4 y media de la tarde, hemos puesto el GPS para que nos indicara la carretera de salida de Salvador de Bahía que teníamos que coger para ir hacia el pueblo de Lençóis, cerca del Parque Nacional de Chapada Diamantina", donde queríamos llegar para dormir. Pues bien, el TomTom después de más de 1 hora de llevarnos por los arrabales de la ciudad indicándonos en muchos casos caminos inexistentes nos ha indicado una carretera de tierra sin salida, por lo que hemos tenido que reprogramar la ruta volviendo al aeropuerto de nuevo y buscar por nuestra cuenta la carretera adecuada.

Se ha hecho de noche y con un tráfico increíble de camiones hemos llegado a Feira de Santana, decidiendo quedarnos a dormir después de haber recorrido sólo 100 de los 400 Km. que esperábamos hacer. La carretera a pesar de tener 2 carriles por cada dirección era tremendamente peligrosa, la oscuridad y los camiones adelantándose unos a otros en muchos casos sin luces de posición, provocaban situaciones de auténtico riesgo por lo que en cuanto hemos avistado la ciudad, hemos parado en el primer motel que hemos visto en la carretera.

Ya nos ha extrañado que la recepción era una garita con una ventanilla muy pequeña y el chico nos ha entregado la llave que justo pasaba por el hueco. Cuando hemos encontrado el número de habitación ha resultado ser un tipo de motel en el que el garaje del coche es un reservado anexo a la habitación y se accede desde allí. Cuando hemos abierto la puerta se ha encendido la luz y la televisión se han puesto en marcha automáticamente mostrándonos de entrada y sin tocar nada una película de porno duro. Toda la habitación la ocupaba la cama que tenía espejos por todas partes, debía ser para no perder detalle de lo que allí ocurriera. El caso es que para evitar posibles situaciones de broncas y demás que se suelen dar en estos sitios, le hemos dicho al amable chaval de la recepción que preferíamos un hotel normal, comprendiéndolo e indicándonos donde encontrar uno.

Este tipo de cosas suele ocurrir cuando viajas y no ha sido la primera vez que me he visto en situaciones similares y aunque no nos importa el dormir una noche en una habitación ¡¡¡ sexualizada !!! preferimos tener seguridad y alejarnos de posibles riesgos que no llevan a nada bueno.

Al poco rato hemos encontrado un ¡¡¡ hotel normalito !!! con restaurante incluido para cenar, desde donde estoy escribiendo este diario. Mañana saldremos temprano para ver si recupero algo del tiempo perdido hoy.

A la 7 de la mañana salíamos en coche hacia Lençóis después de dar unas cuantas vueltas por culpa del TomTom que continúa dándonos quebraderos de cabeza. La carretera ha ido mejorando en cuanto a tráfico y en 4 horas hemos llegado al pueblo.

Hemos encontrado un hotel llamado "Lua Rara "muy bien de precio y con piscina incluida que además se ha ocupado des gestionarnos un guía, tanto para la excursión de la tarde por las cercanías, como la de mañana que nos ocupará todo el día. Aquí el guía es necesario y además obligatorio porque el parque es muy grande y muy fácil de perderse. Mientras llegaba la hora de salida hemos estado viendo el pueblo que nos ha resultado realmente precioso y muy cuidado, cosa bastante extraña en Brasil. Será que al igual que las carreteras de los Parques Nacionales, los pueblos también reciben subvenciones para mantenerlos limpios y recién pintados.

A las 13:30 H. ha aparecido nuestro guía "Gerardo" o al menos ese nombre le he entendido, porque habla de forma muy cerrada y nos cuesta saber lo que dice. Primero hemos subido andando hasta unas piscinas naturales de agua muy rojiza y que el color según nos ha explicado proviene de la impregnación de plantas de la zona y algo de óxido de hierro. Después de un agradable baño hemos continuado el paseo por un lugar llamado "Salâo de Areia", un conglomerado de rocas en las que el agua en su momento creó estrechos cañones y donde se recogían antaño diamantes, de ahí el nombre del Parque Nacional Chapada Diamantina". Gerardo durante 30 años trabajó en la mina de diamantes y reconoce que hoy en día aunque sigue en funcionamiento, justo extraen piedra preciosa para ¡¡¡ ir tirando !!! Daban ganas de ponerse a escarbar para ver si había suerte y encontrabas un diamante.

A continuación hemos subido a otra cascada donde de nuevo he aprovechado para ponerme a remojo debajo de la caída de agua. El sol apretaba mucho a esa hora y ha hecho mucho calor.

De vuelta al hotel nos hemos ido a aprovechar la piscina, que realmente era un "spa" de agua fresca y lo hemos disfrutado hasta que el sol se ha puesto.

Día bonito en un precioso pueblo de montaña, diferente a los vistos en este país y mañana esperamos ver lo mejor del Parque Nacional lo que nos llevará todo el día de la mano de nuestro guía Gerardo.

Con absoluta puntualidad se ha presentado nuestro guía Gerardo esta mañana y también al igual que ayer hablando muy poco, por lo que he tenido que recurrir a los temas manidos del fútbol y de los coches que gustan mucho aquí para que arrancara a hablar, con lo que me he enterado que Alonso acababa de quedar 2º y estaba a un paso de proclamarse campeón del mundo de fórmula I.

Hemos comenzado visitando la "Cascada del Diablo" que a las 9 de la mañana ya estaba a rebosar de gente, por ser domingo ¡¡¡ apretándose cervezas a diestro y siniestro !!! porque a esas horas ya hacía bastante calor.

No voy a explicar en todos los sitios que hemos estado porque me repetiría en los calificativos de: espectacular, precioso, bellísimo, etc. porque todo el día ha sido así. Lo resumiré diciendo que hemos estado en cascadas, lagunas, una enorme cueva, cenotes y en la cima de una montaña con un paisaje excepcional.

Como una imagen vale más que mil palabras lo mejor es ver el reportaje fotográfico para hacerse una idea de lo que estoy diciendo.

Regreso en coche a Salvador de Bahía por la misma carretera de ida al Parque Nacional y todavía con más camiones circulando si cabe. Un viaje muy incómodo de nuevo porque la sensación de riesgo de accidente la tienes constantemente. Las carreteras comarcales son como las que teníamos nosotros hace 30 años pero con el agravante que ahora hay muchos más vehículos circulando que entonces y además más potentes. Así es que ir en la misma dirección que un camión descargado y con un chofer ¡¡¡ aguerrido !!! ha sido una auténtica pesadilla. La potencia que tienen los motores actuales de los camiones les permite avasallar y adelantar incluso a coches, por lo que en carreteras de un sólo carril por dirección se convierte en una lucha de saber quien puede más. Por otra parte, las señales de tráfico poco cuentan y las rayas continuas muy pocas veces se respetan.

Al medio día hemos llegado al hotel "Colonial Chile" que está situado en el barrio de Pelourinho, por lo que es muy cómodo para moverse por el centro histórico. Enseguida nos hemos echado a la calle para visitar esta parte de la ciudad, bajando en el antiguo funicular a el puerto para informarnos de excursiones a las islas cercanas, ya que tenemos 2 días enteros aquí y queremos ver también los alrededores de Salvador de Bahía.

Aprovechando la hora de puesta de sol hemos subido a un barco que nos ha llevado al " fuerte de Sâo Marcelo " que está a un par de cientos de metros del puerto y hemos terminado el día probando en la cena el pescado de aquí, que estaba bastante bien preparado.

La primera impresión de Salvador nos ha gustado y a mí me ha recordado mucho a Valparaiso de Chile.

En un tour organizado en grupo hemos embarcado esta mañana para ver las islas de " Los Frailes" e "Itaparica". Hoy íbamos de turistas en toda regla, porque es la única forma de ver islas en un tiempo razonable. En una motora con forma de velero más bien antiguo, 70 personas más o menos con chaleco salvavidas garantizado según el guía, hemos salido a ritmo de samba con un grupo de músicos que no han parado de meter ruido en todo el día.

Hemos controlado donde se ponían en el barco para buscar nosotros el sitio más alejado de ellos, pero ha sido una lucha en vano. A mitad de travesía se nos han acercado donde estábamos sentados, tal vez pensando que hasta ese momento no se habían portado bien con nosotros y nos debían prestar más atención, poniéndome a menos de 1 metro un timbal que sonaba como si me estuviesen machacando los tímpanos.

La verdad es que la mayoría de la gente eran brasileños y parecían disfrutar por lo que cantaban y bailaban pero a nosotros se nos ha hecho eterno. Al principio se podía aguantar pero la música era tan repetitiva que ha terminado por aburrirnos.

Las islas en sí no eran nada especial. La isla de los Frailes tenía una bonita playa donde llegaban en masa todos los barcos turísticos con la gente cuyo objetivo era bañarse, tomar el sol y beber cerveza. Nosotros en ambas islas hemos optado por ¡¡¡ perdernos !!! y andar a nuestro aire hasta la hora de partida del barco.

A media tarde hemos vuelto a Salvador de Bahía bajo el estruendo de la música y encima les hemos tenido que dar propina a los componentes por ¡¡¡ darnos el día !!!

Mañana iremos en coche a las playas de la zona norte, para terminar de ver esta bahía y algunas de sus playas, porque todas es completamente imposible ni creo que merezca la pena. La costa es plana y el único aliciente es encontrar una playa que nos guste para disfrutar de la temperatura del agua que es realmente agradable.

El objetivo de visitas para hoy ha sido la costa norte de Salvador de Bahía y sus playas, pero primero nos hemos acercado al sur de la ciudad al barrio de " Bonfim " para ver un fuerte y una iglesia que estaban recomendados. Para nosotros lo único que ha merecido la pena ha sido el paisaje de Salvador desde otra perspectiva, con una playa larga que se extendía por varios kilómetros y donde cantidad de personas jugaban fútbol y voleibol.

El tráfico era horroroso y conducir un calvario. El coche que llevábamos no tenía aire acondicionado y abrir las ventanillas era todavía peor por los tubos de escape y el calor que entraba. A continuación por la orilla del mar hemos ido ascendiendo por los barrios ¡¡¡ ricos !!! en los que el llamado "Barra" condensaba los mejores hoteles y claro está, también las mejores playas. Más fuertes, faros e iglesias nos salían al camino llegando hasta "Itapuá" donde nos hemos ido a la playa a darnos un chapuzón. Mientras tomábamos una cerveza en la playa ha aparecido una joven vendiendo huevos pequeñitos cocidos del tamaño de los de codorniz nuestros y por más o menos 2 € y medio, nos ha vendido una caja de 30 con sal, lo que no ha parecido gustarle mucho al del bar porque habíamos declinado su oferta de comer un pescado con pinta de verdel seco. Pero por lo que hemos visto hasta ahora en Brasil, comprar cosas para comer mientras estás sentado en un bar de playa es algo muy normal aquí, por lo que nos ha dado igual lo que pensara. En nuestro país hacer esto es impensable y esa ha sido nuestra comida de hoy.

Por la tarde hemos entregado el coche cerca del aeropuerto, porque mañana viajamos muy temprano y teníamos problemas para sacar el coche del garaje cerrado donde lo dejamos por la noche, a la hora que necesitábamos hacerlo. Además encontrar el sitio de entrega era bastante complicado, a pesar de que cogí la referencia de su situación en el GPS de mano. Los viales tienen salidas muy distanciadas y si te coge el destino en el lado contrario, se vuelve muy lioso reorientarte de nuevo.

Hemos encontrado el sitio a la segunda intentona y entregado el coche sin problemas, devolviéndonos parte de lo pagado por llevarlo unas horas antes de lo que habíamos pagado. Esta compañía de alquiler "Unidas" es la primera que veo que lo haga, porque en el resto no devuelven nada.

En un autobús que ha tardado 1 hora y media hemos regresado al barrio de Pelourinho para echar un último vistazo a la zona. Hemos entrado en la iglesia de " San Francisco " donde el oro rebosa por todos lados y donde una vez más se constata la vergüenza que debe dar a los católicos, que todavía existan estos ¡¡¡ lugares de riqueza !!! con el coste adicional de su mantenimiento, cuando en su misma puerta existen cantidad de niños sucios y descalzos pidiendo para poder comer. Eso sí, también es cierto que algunos de ellos no lo empleen concretamente para ello.

Mañana cambiaremos de destino, adentrándonos en el "Mato Grosso do Sul", volando a "Campo Grande", puerta de entrada a "El Pantanal" en el interior del país.

Hoy ha sido otro día de transición que se suele dar en los viajes cuando te trasladas más de mil kilómetros. Entre que los aviones han salido con retraso, las escala de 2 horas que hemos tenido que hacer en Sao Paulo, los cambios horarios y demás, el día ha dado para poco, aunque una vez más hemos conseguido lo principal, organizarnos los 3 próximos días en el Pantanal.

Hemos llegado por la tarde y ya en el propio aeropuerto de Campo Grande hemos empezado a enterarnos de las posibilidades de visitar la zona del Pantanal, la forma de hacerlo y de los precios. Con esta referencia y después de dejar las cosas en el hotel hemos salido rápidamente a buscar la oficina de turismo que yo tenía referenciada en el GPS, para buscar más alternativas. Nos hemos decidido por la agencia que nos han recomendado allí, llamada "Ecological Expeditions " que además de las buenas referencias nos regalaban en su propio hostel el día de hotel que necesitamos a la vuelta a Campo Grande.

Una vez resuelto el tema, hemos dado una vuelta por la ciudad y aunque no tiene nada especial ni atracciones concretas para visitar, nos ha parecido muy tranquila, agradable y limpia, respirándose un ambiente distendido con mucha gente haciendo deporte y andando por sus parques.

El día lo hemos terminado en un pequeño restaurante en el que hemos disfrutado de una estupenda temperatura en su terraza y con los mejores precios de todo el viaje. Servían "sobá", el plato típico japonés que tanto me gustaba cuando estuve allí y que se le conocía como "noodles". En Campo Grande hay una importante colonia de japoneses procedentes de la zona de Okinawa, que trajeron este plato en su día integrándolo en la gastronomía de la zona. Carmen se ha inclinado por el "urucum", un pescado de la zona envuelto en queso fundido y tomate.

Mañana por la mañana salimos hacía " Miranda" en pleno Mato Grosso do Sul, para recorrer y ver principalmente la flora y fauna del Pantanal.

¡¡¡ Nada es como pensamos que debe ser !!! Parece una frase lapidaria pero realmente esquematiza una realidad. Pensábamos que nos íbamos a tierras inhóspitas porque era la imagen preconcebida que teníamos del "Mato Grosso" y ha resultado ser la zona con más calidad de vida de lo visto hasta ahora en Brasil. Las mejores carreteras, los sitios más cuidados y limpios, los mejores precios consecuencia de una buena oferta de servicios en competencia, etc. está aquí. Ayer ya nos pareció vislumbrarlo cuando llegamos a Campo Grande y hoy lo hemos corroborado al utilizar una carretera estupenda, ver paisajes impolutos, comer en la mejor área de servicio en que hemos estado y hospedarnos en un logde, con aire acondicionado y televisión por satélite, sobre el río Miranda. Además en plena naturaleza, rodeados de pájaros de todo tipo de pájaros en libertad que nos han revoloteado como si fuéramos conocidos de toda la vida.

El atardecer ha tenido otra gran puesta de sol y ya son muchas las que hemos disfrutado en Brasil. La de hoy ha sido espectacular en cuanto a los colores que se han formado. Las fotografías que se incluyen debajo dan fe del gran atardecer y de sus colores. Muy pocas veces ocurre que no sea necesario retocarlas para darles mayor intensidad, pero hoy no ha sido necesario hacerlo.

Después de cenar y ya de noche hemos salido para ver los jacarés (caimanes). Como había luna llena, tienden a esconderse buscando la oscuridad por lo que hemos visto unos pocos . Cuando estábamos observando uno de ellos que era bastante grande, su compañero/a al que no habíamos visto, ha saltado al agua junto a la barca desde no sé donde armando mucho escándalo y dando la impresión de que había caído dentro de la misma, lo que nos ha dado un buen susto.

Mañana tenemos todo el día de excursiones de un lugar para otro con caminatas y 4X4. Confiemos en que tengamos suerte con el avistamiento de animales, porque el tiempo ni nos preocupa. Todos los días hace un sol resplandeciente.

Temprano por la mañana, con nuestro guía brasileño Luis y el chofer japonés con ascendientes nacidos en Yokohama, hemos partido en una camioneta 4X4 para tratar de conseguir el mayor número de animales en su propio hábitat. La necesidad de salir temprano por la mañana se debía a que cuando el calor aprieta todos desaparecen ¡¡¡ para echar la siesta !!! así que si se quiere verlos, uno tiene que madrugar y salir a su búsqueda con los ojos bien abiertos para que no pasen desapercibidos ya que casi todas las especies juegan con el mimetismo para ser confundidos.

Pero nuestro guía Luis, que es nacido aquí y por lo tanto conoce hasta las piedras más pequeñas, ha sido capaz de llevarnos durante la mañana por un sinfín de lugares en los que hemos encontrado de todo. Durante 2 horas hemos circulado en el "todoterreno" parando continuamente y hora y media más andando por zona selvática. Nunca había visto tanto animal salvaje en su hábitat de forma tan concentrada y en tan poco tiempo. El reportaje fotográfico dará una idea de la cantidad de especies que he podido fotografiar disparando la máquina sin cesar.

Hemos parado para comer porque a esa hora era prácticamente imposible ver fauna, ya que los animales se retiran a sus escondrijos en la sombra. A media tarde de vuelta al lodge, hemos parado de nuevo varias veces para ver todavía algunas especies que no habíamos visto. Durante el trayecto, le hemos comentado a Luis sobre la agradable sorpresa tenida al encontrar el Mato Grosso do Sul tan evolucionado y nos ha contestado que en realidad así es en la actualidad, pero que el cambio se ha producido de 5 años a esta parte, porque hasta entonces no había carreteras, ni tampoco agua y electricidad, por lo que ahora están de maravilla gracias al señor Lula, de quien todavía no hemos oído ninguna crítica en contra de su gestión al frente del gobierno. Todo el mundo sonríe cuando decimos que ya sabemos que su marcha es temporal y que volverá en las próximas elecciones para continuar gobernando.

Un precioso día que nuestro competente guía Luis nos ha regalado gracias a su gran experiencia de esta zona y con quien mañana recorreremos el río en busca de nuevos encuentros.

Hoy hemos continuado como si estuviésemos viendo un documental sobre animales, pero en vivo y en directo. después de desayunar y acompañados de un matrimonio americano de Colorado, hemos embarcado en una pequeña pero comodísima motora con nuestro guía Luis, el mismo de ayer, al timón.

una vez más nos ha demostrado su gran conocimiento de la zona porque los animales han aparecido enseguida ante nuestros ojos, principalmente jacarés, garzas, nutrias muchos pájaros y varios capibaras.

durante un par de horas hemos recorrido primero el río Miranda y después un afluente de aguas negras, por lo que a partir de ahí los jacarés eran negros. Consiguen cambiar de color por mimetismo siendo unas veces negros, otras marrones y hasta a rayas claras y negras como atigrados cuando se mueven en aguas limpias.

Después nos hemos dedicado a pescar pirañas, convirtiéndose Carmen en la reina de las capturas con nada menos que 9 ejemplares, de los cuales, 4 se han soltado nada más tocar tierra y saltando han vuelto al agua y otro le ha mordido al guía quien ha tenido que curarse el dedo y ponerse una venda ¡¡¡ peligroso esto de pescar pirañas !!! y Carmen no hacía más que sacar y darles patadas para que no se volvieran al río. La pena es que está prohibido que las personas se las coman, si bien está autorizado dárselas a la jacarés como alimento.

Después de comer hemos vuelto a Campo Grande para mañana coger un avión que nos llevará a Puerto Alegre en la costa sur del país.

Como resumen de esta visita a Mato Grosso do Sul, decir que nos ha encantado poder encontrar tantos animales en libertad y en su propio hábitat. Una zona muy accesible, con bastantes comodidades y con la suerte de haber encontrado una buena organización en "Ecological Expeditions " y en el guía experimentado y amable llamado Luis Marcelo Indio, quien nos ha llevado a unos lugares preciosos y además hablando el suficiente español como para entendernos sin problemas. Así que si alguien está interesado en visitar esta zona, tanto la agencia como el guía Luis estarán encantados de ayudarle.

Cambio de región dirigiéndonos a "Rio Grande do Sul" en el sureste del país. Con escala en Säo Paulo hemos volado de forma ¡¡¡ bastante movida !!! a causa de atravesar muchas zonas de turbulencias hasta la capital de estado "Porto Alegre", con mas de media hora de retraso sobre el horario previsto. Todavía se nota el incipiente desarrollo de utilizar el transporte aéreo en los desplazamientos internos, porque a pesar de las grandes distancias existentes, es muy común tener que hacer un "transfer" de vuelos en Säo Paulo. Nosotros ya hemos venido 3 veces al aeropuerto y todavía nos hemos estado en la ciudad.

Lo que si tiene una mención especial es el gran desarrollo que tienen las tarjetas como medio de pago para casi todo tipo de compras y servicios. Además de utilizar el Pin como medida de seguridad y no tener que firmar recibos, en ningún momento pierdes de vista la tarjeta, ya que no se la entregas a nadie. El uso de datáfonos inalámbricos es lo habitual y hasta los cajeros automáticos funcionan con un sistema en el que no se introduce del todo la tarjeta, evitando que se la ¡¡¡ trague !!! ni que te la olvides en la ranura. Así que sería bueno que nuestras entidades vieran como funciona el sistema de aquí, porque hay mucho que aprender.

Por lo demás el día no ha dado para mucho, tomándolo como un descanso después de haber pateado el Pantanal, tras los pasos de animales de todas la especies. Nada mas instalarnos en el hotel "Coral Towers " hemos salido a dar una vuelta porque hoy " Día de la Independencdia" era festivo y había mucho ambiente en un paseo de la costanera con puestos ambulantes y gente paseando.

Mañana visitaremos Porto Alegre que está considerada como una de las ciudades más sofisticadas y desarrolladas de Brasil, en donde el arte y la cultura tienen un lugar preferente.

¡¡¡ Para mi, Brasil es el país de los mosquitos !!! y como dice Carmen, si no los hubiera esto sería un paraíso. Primero ella tuvo el brazo completamente hinchado varios días a causa de una picadura y según nos dijeron en la clínica, con alergia. Ahora yo llevo 4 días con una parte de la mano ulcerada y no consigo cerrar la herida a causa de otra picadura. Ayer me picó otro mosquito en la palma de la misma mano con síntomas parecidos a la anterior picadura, pero como la estoy tratando con pomadas desde el principio espero que no vaya a más. Veremos como evoluciono los próximos días pero esto no me había pasado en ningún país, incluyendo, Costa Rica con sus bosques y Perú con su Amazonía.

Por lo demás, hemos salido temprano por la mañana para recorrer Porto Alegre mientras no hiciese mucho calor y hemos andado bastante sin encontrar nada que se pueda considerar de interés. Eso sí, parece más desarrollada que la mayoría de las grandes ciudades de Brasil y se respira cierto aire de preocupación por el arte y la cultura, con muchas casetas de venta de libros en una feria callejera, Bob Dylan actuando dentro de un par de días, etc.

Lo que si es de destacar es otra puesta de sol espectacular, con unos colores tan fuertes que sólo en Brasil he visto con tal intensidad y ya he perdido la cuenta del numero de veces en ciudades distintas que las hemos tenido. Cosa especialmente curiosa en un país cuya costa está orientada al este, pero las numerosas entradas de agua al interior y los numerosos ríos que desembocan en el Atlántico, consiguen cambiar la orientación en algunos puntos concretos de tierra, de tal forma que se pueden disfrutar de atardeceres únicos.

Mañana cogeremos el coche que tengo reservado para ir subiendo por la "Serra Gaucha" hacia el norte por el interior. Veremos cañones profundos y cascadas en un paisaje según cuentan impresionante.

A primera hora hemos vuelto al aeropuerto de Porto Alegre y no precisamente a coger un avión, sino el coche que teníamos reservado en la compañía "Unidas" y que lo entregaremos 500 Km. más al norte en Florianópolis, sin ningún cargo extra por esta opción.

Nuestro primer destino con el coche era Gramado, situado en plena montaña y cuando nos acercábamos ha sido como si de pronto estuviésemos de nuevo en Euskadi, con un paisaje muy similar.

Hasta el tiempo nublado y amenazando lluvia nos recordaba a nuestra tierra. Parecía mentira que en unos cuantos Kilómetros hubiese tal cambio, incluso hemos comentado que daba la sensación de que habíamos abandonado Brasil, ya que lo que teníamos delante de los ojos no tenía nada que ver con lo visto en el mes y medio que llevamos en el país.

Pues bien, cuando hemos llegado a Gramado, la sensación de cambio todavía ha sido mayor, porque al paisaje había que añadir además: casas de estilo alpino y las personas blancas y rubias de ojos azules. La colonia de europeos principalmente alemanes de gran poder adquisitivo, ha construido una réplica muy grande de su país en un paisaje que se asemeja al suyo, creando un entorno que nada tiene que ver con Brasil. Los únicos brasileños que se veían eran los que trabajaban en las carreteras y poco más. Con mucha antelación y pienso que ávidos de juerga han empezado a celebrar la navidad y el derroche de luces, ornamentación, cabalgatas, sonido, etc., da una idea de los medios monetarios tan extraordinarios con los que cuentan. Sobre ello, enseguida te viene a la cabeza la pregunta ¡¡¡ de donde sale tanto dinero !!! porque la economía de una población de 50.000 personas uniendo las ciudades de Gramado y Canela no da para mucho y desde luego no participan de la economía brasileña. Parece como si fuera una autarquía e inevitablemente te surgen conceptos que pueden explicar aún sin saber con certeza su origen: no extradición, 2ª guerra mundial, dinero traído de Alemania en la huida, etc.

En cualquier caso puedo decir que el nivel de vida que se aprecia y la gran cantidad de preciosos chalets existentes con lago artificial incluido, recuerda o casi supera a los pueblos alpinos de Suiza o de la región bávara.

Después de ver un desfile navideño hemos seguido en coche hasta Canela, distante a 7 Km. donde los precios de los hoteles se reducen ¡¡¡ un poquito !!! y en el que hemos cenado en una cervecería alemana: codillo y chuletas de cerdo como auténticos alemanes. Una grata experiencia culinaria cansados un poco de tanta "picanha" brasileña.

Nos hemos hospedado en las afueras del pueblo en el precioso hotel de campo "Alpes verdes", recomendado por Lonely Planet y esta vez con verdadero acierto.

Si ayer vimos Gramado, una ciudad sacada de un cuento navideño, hoy en Canela, nos hemos quedado boquiabiertos con algunas mansiones de película y urbanizaciones fuertemente custodiadas por personal de seguridad. Pero además Canela tiene atracciones naturales: una preciosa sierra, múltiples cascadas, parques naturales, conformando un entorno ideal para las excursiones.

Hemos pasado todo el día visitando bonitos lugares y disfrutando de un ambiente de naturaleza extremadamente cuidado y limpio ¡¡¡estamos seguros que sin darnos cuenta hemos abandonado Brasil y estamos en Europa !!!

El disponer de un vehículo nos ha permitido desplazarnos rápidamente de un lugar a otro consiguiendo ver en un sólo día todos los puntos de interés y terminándolo en un ambiente navideño de postal. Un bonito y tranquilo día de paseos.

Mañana continuaremos viaje en coche hasta Cambará do Sul, donde nos esperan un par de profundos cañones que queremos visitar.

Continuamos subiendo por la "Serra Gaucha" donde los pastos y la montaña dominan el horizonte. Estamos a sobre los 1.000 m. de altitud y la temperatura se nota principalmente a la noche. Aquí no es necesario el aire acondicionado y necesitamos edredones para dormir. El paisaje sigue siendo precioso y hemos abandonado las colonias alemanas y volvemos a sentirnos en Brasil, pero también se podría decir que en otro Brasil, diferente al que hemos vivido en el mes y medio que llevamos en el país. La gente de aquí se siente gaucha y se puede ver por la calle personas vestidas con sombrero de ala ancha y botas de montar a caballo. Atravesamos numerosas haciendas que dan la sensación de ser ricas por la cantidad de ganado que tienen y las casas que se ven. Continúa la extrema limpieza en todo lo que vemos por lo que nos llama la atención.

Hemos parado en Cambará do Sul y nos hemos dirigido a la granja ecológica y posada "Corucacas", en plena naturaleza con un paisaje abierto y de la que tenía información. Resuelto el tema de la habitación, nos hemos acercado a la Oficina de Turismo para recabar información de cómo llegar al "Cañón de Itaimbezinho" en el Parque Nacional "Aparados da Serra" que con una caída de 720 m. está considerado el Gran Cañón de Brasil. Tras 18 Km. de conducir por un camino de tierra hemos llegado y realizado dos caminatas de 3 horas en total que nos ha permitido ver desde diferentes lugares el bonito cañón y las 2 cascadas que tiene.

Otro bonito día de naturaleza con paseos cómodos y preciosas vistas que la naturaleza una vez más nos ha regalado. Mañana continuaremos viaje por carretera hacia Florianópolis, de nuevo en la costa para ir subiendo poco a poco hacia Río de Janeiro en los días que nos quedan, y finalizar nuestra visita a Brasil.

Día de conducir con un pequeño susto incluido. Como no quería hacer más kilómetros de los necesarios he optado por la vía normal que utilizan los lugareños para ir a la costa. Ello conllevaba cerca de 40 Km. por tierra sin asfaltar y precisamente por la sierra que visitamos ayer bajando posteriormente a nivel del mar. El caso es que hemos salido lloviznando y hemos repetido el camino de ayer, ya que la ruta pasaba por delante del "cañón de Itaimbezinho". Todo iba normal y justo cuando llegábamos delante de la puerta de entrada al cañón, el motor del coche ha dejado de funcionar.

Por un lado la mala suerte de tener una avería en pleno monte y sin cobertura telefónica, pero por otra parte, el que haya sido en la puerta de entrada al Parque Nacional y que justo en ese momento pasaba un camión con unos jóvenes muy amables, ha sido el lado positivo y de buena suerte. Hemos estado mirando entre todos la causa de la avería y todo parecía estar bien, por lo que yo me he acercado a la puerta de entrada al parque para ver la forma de poder ponerme en contacto con el servicio técnico de la casa de alquiler del coche. Me han atendido muy amable y por radio se han puesto en contacto con su central, diciéndome que iba a venir una persona para que le diese los datos y ella llamaría al servicio técnico para no tener problemas con el idioma.

Me he vuelto hacia el coche para esperar y entonces Carmen me ha dicho que habían encontrado la causa de la avería. Uno de los chicos se había fijado que cuando se intentaba arrancar el coche, caía líquido al suelo y en este caso era el combustible etanol que usa. Un manguito del tubo de combustible se había soltado, suponemos que a causa de algún golpe de la muchas piedras que saltaban cuando transitábamos por el camino, lo que le impedía que llegase el combustible al motor. Unido de nuevo el tubo a través del manguito, el coche ha arrancado de nuevo y no he vuelto a tener problemas en el resto del viaje.

Debo reconocer que en el fondo tengo suerte con las averías ya que siempre se han producido cerca de donde me han podido solucionarlas y esta vez sobre todo, porque estaba a 18 km. del pueblo por una carretera sin asfaltar y aunque había algo de tráfico, me hubiese tenido que trasladar hasta Cambará para poder pedir ayuda técnica, con la consiguiente pérdida de tiempo.

Hemos llegado sin novedad a Isla Catarina, aunque con mucho tráfico y tapones en la carretera debido a cantidad de obras que se están realizando para mejorar la densa circulación principalmente de camiones. En primer lugar nos hemos acercado a una playa del oeste de la isla, pero estaba tan masificada de brasileños de fin de semana que nos hemos ido a la costa Este, a la playa de "Barra da Logoa", mucho más tranquila y con hospedaje más barato.

Mañana esperamos que mejore el tiempo para visitar la isla y disfrutar de sus playas.

Hoy ha vuelto a salir el día muy nublado y hemos decidido cambiar de hotel porque no ibamos a aprovechar la playa tan cercana y el vuelo de mañana nos sale temprano, por lo que preferimos estar más cerca del aeropuerto para no madrugar tanto.

Nos hemos dedicado a buscar hotel en Florianópolis porque el que yo tenía referenciado, no había llegado a hacer la reserva ante la duda del itinerario que íbamos a seguir y ha resultado estar lleno y sin habitaciones libres, al igual que otros varios más que hemos visitado.

Al final hemos encontrado sitio en el hotel "Cecomtur", bien situado para lo que nosotros necesitamos y ha través del Skipe hemos hablado con nuestros chavales, alegrándonos saber de que todo marcha bien y están muy contentos de como llevan sus estudios universitarios.

Con esa tranquilidad hemos cogido el coche e ido a visitar el sur de la isla, en donde el tiempo era variable, a veces salía el sol y en otras parecía que iba a llover. Después de ojear los precios de varios restaurantes porque queríamos degustar las tan nombradas ostras de aquí, nos hemos sentado en el más barato que hemos visto aunque tenía un bonito embarcadero donde hemos comido. Las otras hay que decir que no estaban tan mal como yo pensaba, porque después de probarlas en Japón, Chile y San Francisco, éstas eran las mejores con mucho, pero aún y todo, nada que ver con las nuestras. Y es que es un problema ser de Donosti en temas gastronómicos, la mayoría de las veces nos es suficiente con poder comer, pero cuando ves anunciado insistentemente un determinado plato como si fuera una auténtica delicia, inmediatamente viene la comparación con nuestra gastronomía y no sólo se refiere a la forma de cocinar, sino que también la propia calidad de los pescados y carnes es muy superior.

Como dice Carmen, es una ¡¡¡ desgracia !!! tener tan buena cocina, porque en cuanto sales fuera se echa demasiado en falta y nada te contenta.

Mañana nos vamos a Sao Paulo, para conocer la capital financiera del país y en donde es posible (si da tiempo a que lean el mensaje que hoy les he enviado), que veamos a una pareja de brasileños muy viajeros con quienes estuvimos en el desierto de Atacama y con quienes hemos mantenido comunicación vía correo electrónico.

Después de entregar el coche tal y como teníamos previsto hemos acudido al aeropuerto para coger el último de los vuelos interiores del país que tenemos con "TAM". Esta vez el retraso ha sido de 1 hora y Sâo Paulo nos ha recibido con lluvia. Todo el día ha estado lloviendo con bastante intensidad y es el primero de estas características en las 7 semanas que llevamos en Brasil. Salvo un par de chaparrones el tiempo ha sido magnífico por lo que no nos quejamos. Además si tenía que llovernos, que mejor que aquí en la ciudad. Mucho peor hubiera sido la lluvia en las múltiples visitas a los destinos de naturaleza que hemos hecho, en los que el tiempo es clave para admirar en toda su intensidad los colores que se nos brindan.

Hemos llegado al hotel "Windsor" que por el nombre bien podía ser un ¡¡¡ lujoso y caro superhotel !!! pero nada más lejos, es sencillo y clásico al estilo de los años 60 aunque remodelado, bastante cómodo, barato y muy bien situado junto a la Plaza de la República.

Hemos preparado un itinerario con los puntos de interés que yo tenía, principalmente edificios que estaban recomendados y hemos salido a la calle. Al cabo de un rato ha comenzado a llover de nuevo y hemos probado a coger el "Metro" para desplazarnos, más que por las distancias ha sido por no mojarnos tanto, incluso hemos entrado en un par de iglesias a esperar si paraba de llover.

Nada de lo que hemos visto nos ha resultado curioso por ahora, influidos tal vez por el mal tiempo, salvo la cena en la que por primera vez en mi vida he estado en un restaurante en el que había "buffet de sopas", muy buenas por cierto, baratas y con el suficiente condimento como para no necesitar comer nada más.

Mañana seguiremos nuestra visita a la ciudad por el distrito financiero a lo largo de la Avd. Paulista.

También hemos recibido contestación por email de nuestros conocidos brasileños: Marcelo y esposa con quienes estuvimos en Chile y que quieren quedar con nosotros para que veamos el "Museo del Futebol", por lo que les llamaremos para saludarles.

Un bonito día en el que nos hemos reencontrado con Marcelo, el amigo viajero brasileño que tan bien nos ha recibido y a quien agradecemos enormemente su amabilidad. Este es uno de los mejores motivos para viajar, conocer personas y conservar su amistad a pesar de la distancia que en determinados momentos nos separa, pero que cuando te vuelves a encontrar revives con ellas los momentos que has pasado juntos.

Habíamos quedado con Marcelo a las 3 y media de la tarde en la puerta del Museo de Futebol (como se le llama aquí a fútbol) por lo que la mañana la hemos pasado visitando diversos lugares de interés bajo una amenaza constante de lluvia, aunque se puede decir que se ha contenido y nos ha dejado andar durante muchas horas.

A la hora convenida nos hemos juntado con Marcelo sólo ya que su mujer Paula no ha podido venir por motivos de trabajo, es médico y estaba en la clínica. Nos hemos ido a tomar un café antes de entrar en el museo y hemos comentado como habíamos solventado cada uno de nosotros el tema del terremoto del Chile, ya que sucedió la noche del mismo día que estábamos juntos en el desierto de Atacama. Ellos debían coger el avión de vuelta a Sâo Paulo el día siguiente vía Santiago, pero el aeropuerto se cerró. Nosotros tuvimos suerte porque seguimos en coche al norte de Chile y pasamos a Perú por carretera, pero ellos tuvieron que esperar 3 días en Calama cerca de Atacama, hasta conseguir un autobús que los llevase a Buenos Aires en lugar de volver a Santiago, volando a Sâo Paulo desde Argentina y no desde chile.

El café se ha alargado tanto recordando cosas que casi nos ha dado la hora de cierre del museo y sólo por unos minutos hemos conseguido entrar. El museo de Futebol es una preciosidad. Puede parecer que el tema no tiene la suficiente importancia como para visitarlo, pero cuando un tema se trata tan bien y con los medios técnicos como los empleados aquí, resulta muy agradable. He recordado y visto imágenes que han pasado a la historia de cuando era chaval y nombres míticos que perduraran para siempre en este deporte.

Después nos hemos despedido con pena, deseándole que su próximo viaje a Chicago sea de su agrado y enviándole un fuerte abrazo a su esposa Paula. Esperamos que puedan visitarnos en un futuro en nuestra ciudad y recibirles tan bien como lo han hecho ellos.

Mañana cogeremos el último coche de alquiler para subir por la costa hacia Río de Janeiro, parando en pueblos y playas antes de dar por concluida nuestra visita a Brasil.

Continúa la lluvia. Nada más coger el coche en el fabuloso hallazgo que hemos hecho "Unidas" en el que no nos cobrarán recargo por entregarlo en Río de Janeiro, hemos cubierto los 250 Km. que separan Paraty de Sâo Paulo bajo un fuerte aguacero que no ha parado hasta la tarde. Ha sido una pena el tiempo porque el tramo de costa parecía muy bonito, pero como además había niebla el viaje ha sido bastante fastidioso.

Paraty, es un destino turístico muy preciado porque el pueblo está muy bien conservado con estilo colonial, calles peatonales, muchos restaurantes y cantidad de pousadas. Como estamos a mitad de semana está bien de gente, pero los sábados esto se debe llenar a tope.

Paraty era el punto de embarque de los diamantes y el oro que traían por la "Estrada Real" desde "Diamantina" vía "Ouro Preto", y por ello conserva todavía un estilo colonial similar al de "Minas de Geiras", con preciosas casitas de paredes blancas y marcos de colores chillones.

La costa debe ser realmente espectacular porque tiene numerosas playas aislada con difíciles accesos y multitud de islas, que esperamos poder visitar los próximos días si el tiempo lo permite. La primera impresión que hemos tenido de Paraty ha sido muy buena porque además de encontrar "Pousada Lua Nova" de buen precio, hemos cenado bien y barato.

Hoy por la mañana el tiempo ha salido bastante bueno y por la tarde ha ido empeorando hasta terminar lloviendo. Pero ya sabíamos lo que iba a pasar, gracias a la señora del hospedaje que se notaba que sabía mucho de meteorología y siguiendo su consejo nos hemos dirigido primero a las playas y después a las cascadas del interior.

Gracias a disponer de coche, hemos podido llegar a las playas que nos había recomendado y después he visto que una de ellas, la llamada "Meio" está considerada entre las 4 mejores de Brasil. Y será cierto, porque nos ha encantado a pesar de no tener las mejores condiciones de sol. Una pequeña y espectacular playa, separada por una especie de islote, con arena blanca y agua cristalina. Apartada y con un acceso no del todo cómodo a 17 Km. de Paraty, puedo decir que es una de las playas más bonitas y agradables que he visto a lo largo de este mundo y además cuenta con una piscina natural protegida entre las rocas en la que puedes nadar entre peces como si fuera un acuario.

Después no hemos dirigido hacia las cascadas (cachoeiras) visitando entre otras la de "Tobogán" donde se rodaron escenas de la película "La Selva Esmeralda".

La verdad es que nos ha parecido bastante pobre y con poco interés porque lo importante de aquí es la maravillosa "Costa Verde", donde la selva cae en picado al mar formando bahías y playas realmente impresionantes.

Mañana si el tiempo lo permite de nuevo, cogeremos un barquito para conocer algunas de las muchas islas que hay y disfrutar de nuevo del agua y de las playas.

Día de islas y playas. Con un tiempo no tan bueno como hubiésemos querido y conforme a las predicciones que nuestra simpática señora del hotel nos había hecho y en el barco "Banzai Ny" propiedad de japoneses que también nos lo había recomendado, hemos partido rumbo a varias islas y playas escondidas.

Si ayer nos sorprendió una de las playas que visitamos "Meio", hoy hemos estado en varias a las que el calificativo tan deseado de ¡¡¡ paradisiacas !!! les haría justicia. Pequeñas franjas de arena con un mar azul cristalino delante y una densa selva verde detrás. Playas sin acceso por tierra y a la que sólo puedes llegar en barco y por lo tanto semidesiertas.

Estamos terminando nuestro viaje con la idea previa que teníamos de lo que debía ser Brasil: un paraíso que esconde las mejores playas del mundo con unos paisajes vírgenes y una bellísima selva verde. Lo que no sabíamos era que esto se daba aquí en Paraty y tan relativamente cerca de Río de Janeiro. Creíamos que esta zona sería la válvula de escape tanto de Río como de Sâo Paulo para los fines de semana, pero está lo suficientemente lejos como quedar preservada de la masificación.

La flora llamada "Mata Atlántica" con su Parque Nacional "Da Serra da Bocaina" protegiéndola por el interior, conforma un paisaje de una belleza única en la que además hemos disfrutado de hasta cierta intimidad al no ser todavía época alta de turismo.

Este es otro Brasil y ya llevamos varios diferentes, el de los colores de su bandera, si bien desconozco si está inspirada en esta zona, pero los representa perfectamente: azul del mar, verde de la selva y amarillo de la arena de sus maravillosas playas. Sólo nos falta un poco más de sol que esperamos que mañana, último día de permanencia en Paraty salga en toda su intensidad para despedirnos y llevarnos un recuerdo inolvidable de un ¡¡¡ edén inesperado !!!

La propietaria de la pousada "Lua Nova" es una auténtica joya, mejor que una oficina de turismo, porque conoce los puntos más interesantes para visitar, predice el tiempo acertando y te aconseja dónde, cuándo y cómo debes ir a cada lugar.

Hoy cuando nos hemos levantado lucía el sol como ayer, pero ya se veían nubes amenazantes por lo que no hemos querido coger un barco para las islas y hemos recurrido a lo más cómodo y seguro, preguntar a nuestra consejera turística lo que podíamos hacer hoy. Enseguida nos ha preparado un plan aconsejándonos ir a la playa de San Gonçalo que está a unos 30 Km. de Paraty dirección Río de Janeiro.

No lo hemos dudado ni un momento, porque después de la experiencia de los días anteriores sabíamos que iba a ser el mejor plan, y como no podía ser de otra forma nos ha encantado. Hemos tenido un sol radiante, mientras que en la montaña se veían los negros nubarrones. La playa era paradisiaca y bastante larga por lo que hemos encontrado una gran zona sola para nosotros. Todo el mundo se concentraba en la entrada junto a las barracas de tomar cerveza y con música al estilo de la Zurriola en Semana Grande. Nos hemos alejado unos cientos de metros y aquello ha sido el paraíso: agua cristalina, un paisaje precioso de las islas, la temperatura del agua ideal y todo lo que uno se pueda imaginar. Yo habitualmente no suelo hablar de playas porque me parece muy difícil acertar cuando te preguntan cual es la mejor que ha visto, además viniendo de Donosti donde la calidad de la arena es difícil encontrar en otros sitios, pero esto es diferente, llevamos 3 días de playas increíble y lo de hoy ha sido el colmo, encontrar en sábado ¡¡¡ un lugar para nosotros solos en un entorno privilegiado !!!.

Mañana continuaremos viaje hacia Río Janeiro y mucho me temo que a pesar de que cuando me pongo en carretera lo que quiero es llegar cuanto antes a mi destino, volveremos a encontrar alguna playa en la que al menos nos daremos un chapuzón, porque no se puede desperdiciar esta bendición que la naturaleza ha regalado a Brasil.

Las noticias que han dado en televisión sobre la acción policial contra el narcotráfico en Río de Janeiro, nos ha preocupado un poco sobre como encontraríamos la ciudad, ya que las imágenes que mostraban eran de tenerla asediada con controles por todos lados y con disparos en la calle. Además nos han escrito nuestros amigos de Sâo Paulo interesándose sobre nuestra situación y de si habíamos conseguido entrar, lo que nos ha preocupado aún más.

Quien lo tenía más claro era como no, nuestra ¡¡¡ consejera turística !!! que hoy nos hemos enterado que se llamaba Zenilda y a quien he prometido promocionarla en ViendoMundo porque realmente se lo merece. Cuando le hemos preguntado acerca de cómo veía ella el tema, nos ha dicho ¡¡¡ son tonterías de la televisión, el gobierno acabará en algún momento con las drogas, pero por ahora sólo es para mejorar un poco el tema de imagen por las próximas olimpiadas y para que se vea que hacen algo !!! y que no nos preocupáramos porque todo lo íbamos a encontrar bien. Y así ha sido, salvo algunas tanquetas en la carretera a la entrada y algunos motoristas haciendo ruido por las calles con sus sirenas escoltando algún que otro autobús, el ambiente era festivo y la zona de Copacabana estaba a rebosar de gente.

Pousada Lua Nova

Zenilda Pinto

Rua Marechal Deodoro s/nº

Tfno. (24) 9821-2380

Paraty

En cuanto hemos dejado las cosas en el hotel nos hemos ido a la playa en donde hemos estado paseando por la orilla largo de todo Copacabana, disfrutando con la vista de los famosos cuerpos que se exhiben de ambos sexos. Eso sí, todos de color, porque los brasileños blancos no dan la talla en cuanto a cuerpos esculturales.

Esperamos que mañana continúe la calma al menos en la zona en la que estamos, aunque viendo la televisión nadie lo diría. Continuamente están emitiendo cómo la policía realiza acciones principalmente en zona de favelas y como responden los narcotraficantes creándose un peligroso fuego cruzado. En cualquier caso, a la tarde han debido de hacer una tregua y se habrán puesto todos a ver el partido por televisión porque el ¡¡¡ futebol es el futebol !!! como alguien ha comentado cuando volvía de aparcar el coche. Se han oído muchos cohetes festejando alguna victoria.

La acción policial contra el narcotráfico continúa acaparando titulares y reportajes en la televisión y cuanto más los ves, más parece una parodia propagandista que una cosa seria. Tal vez sea que aquí la información importante se trate de esta manera, pero nosotros estamos acostumbrados a otras formas, que aunque no quiere decir que sean mejores, al menos el formato y el contenido es más creíble.

La calle por otra parte sigue igual de relajada con un ambiente de lunes y de trabajo, similar a cuando estuvimos hace casi 2 meses aquí pero con más calor y gente en las playas. Por primer a vez hemos oído hablar no tan bien de Lula y lo curioso de este país es que nadie tiene reparos en contar abiertamiente su opinión, incluso a desconocidos como en nuestro caso. Lo que si se le ha reconocido es que sabe vender muy bien su imagen al pueblo, dándoles pequeñas limosnas como " la ayuda por cada hijo que estudie" pero que no resuelve los problemas de fondo.

En cuanto a las visitas que hemos realizado nos hemos ido en autobús a una playa al oeste de Río de Janeiro llamada Pepino, pero que después de llegar hasta allí no nos ha gustado y hemos retrocedido hasta Ipanema.

Como el día era bueno nos hemos dado un baño y vuelto andando por la orilla hasta llegar a la playa de Copacabana que está más cerca del hotel. Un día sin nada especial y tranquilo de los clásicos de espera para coger el avión de vuelta a casa.

Último día en Brasil y lo que parecía que tenía que ser un coñazo por la espera a que llegara la hora de partir, se ha convertido en un día muy agradable. Ayer vimos en un quiosco de prensa una postal en la que aparecía un precioso edificio que nos interesó por su diseño y que después de varias averiguaciones ha resultado ser el "Museo de Arte Contemporáneo", situado en la zona llamada "Niteroi" al otro lado de la bahía de Río.

Otras tantas averiguaciones porque pocos sabían de su existencia, nos ha llevado a coger primero "El Metro", después un moderno barco para cruzar la bahía y por último un ómnibus hasta la puerta del museo. El edificio, el lugar, el paisaje, el poco espacio físico que ocupa, la armonía de sus líneas, etc. en fin, todo en sí mismo es una auténtica maravilla. Su ubicación en una pequeña colina con las playas de "Niteroi" a un lado y toda la bahía con el "Pâo de Azuçar" ý el "Corcovado" al fondo y sin molestar en absoluto al precioso paisaje del entorno, le hacen que sea una de las mejores obras arquitectónicas que he visto, al menos en su exterior. Lo más sorprendente es que Lonely Planet no haga referencía a él entre los puntos de interés a visitar en la ciudad.

El fortísimo calor que hoy ha hecho en Río, nos ha llevado a volver a Copacabana y hacer tiempo en la playa, bajo una sombrilla, hamacas y nuestros ebooks para cubrir el tiempo entre baño y baño.

Al atardecer hemos vuelto al hotel a por el equipaje y marchar al aeropuerto para dar por terminada nuestra estancia en este singular país con un último bonito día que ha merecido la pena de pasarlo en Río de Janeiro y del que nos llevamos un muy grato recuerdo..

Nuestro estancia en Brasil de casi 2 meses pienso que nos ha permitido hacernos una idea bastante extensa de lo que es este país. Cuando me pregunten que me ha parecido Brasil tendré que responder ¿A qué Brasil te refieres? porque realmente tanto la naturaleza como el hombre ha modelado diferentes entornos y formas de vida.

Yo al menos he detectado los siguientes:

La Amazonía - Con Manaos y Belem como lugares típicos y personas en su mayoría de color. El río Amazonas marca un tipo de vida especial en sus habitantes, siendo en nuestro caso la aventura y la mala organización de la agencia que nos llevó de visita, la característica más importante.

La costa norte con Sâo Luis, Recife, Fortaleza y Salvador de Bahía en la que predominaban la gente de color y donde mejor se reflejan los vestigios e historia del país, con bellos paisajes de naturaleza como: Lençóis de Maranhenses, Jericoacoara y Chapada Diamantina.

El Pantanal en Mato Grosso do Sul - El Brasil más limpio, puro y virgen donde los animales viven en el más absoluto entorno natural sin la amenaza de cazadores, lo que ha originado que sean muy accesibles en cuanto a un acercamiento humano y poder captar bellas imágenes. La población indígena es muy respetuosa con el medio ambiente y muy acogedora con los visitantes.

Río Grande Do Sul - Al sur de Brasil con influencia de los países vecinos, Uruguay y Argentina, donde el mate y el churrasco son las estrellas de la gastronomía. Su gente se considera gaucha y por lo tanto su fisonomía nada tiene que ver con el resto del país. Y por si ello no fuera suficiente, las colonias europeas residentes en Gramado y Canela, confieren un aire alpino pudiendo contemplar en sus calles infinidad de personas rubias y de ojos azules, recodándote los típicos pueblos suizos de montaña, ya que incluso llega a nevar. La naturaleza le ha dotado de profundos cañones y cascadas en las cercanías de Cambará de Sul realmente preciosos.

Paraty - La Costa Verde. Una de las más bellas zonas que hemos podido contemplar en todo nuestro planeta. Comienza en Río de Janeiro y desciende por el oeste hasta Paraty. La exuberante selva se vuelca al mar formando las mejores playas del mundo, con un paisaje en el horizonte de islas que completan lo más espectacular de Brasil, después de "Las Cataratas de Iguazú".

Todo esto hace que nos hayamos traído un recuerdo imborrable de Brasil a donde no nos importaría en absoluto volver, sobre todo, con la experiencia adquirida en este viaje.