Hoy el día ha sido bastante menos agraciado que el de ayer, y es que para que se justifique un día de templos, estos deben tener cierta categoría y lo que hemos visto hoy, desde luego no la tenían.

Al menos, "Somchit" no dijo de salir del hotel más bien tarde, tal vez consciente de que el tema no daba para mucho y no nos quería hacer madrugar sin razón. El destino era una zona arqueológica llamada "Vat Phu" y se situaba en "Champasak" a unos 50 km. de "Pakse".

Sobre las 11 h. de la mañana llegábamos a la entrada del yacimiento y para las 12:30 H. salíamos después de haber estirado el tiempo todo lo que hemos podido, porque había poco que ver y además sin ningún interés. Para las 13 H. ya habíamos comido y volvíamos en coche a "Pakse" que nos esperaba con fuertes chaparrones, por lo que hemos optado por ir al aeropuerto y esperar la salida del vuelo de "Lao Airlines" con destino a "Vientiane". Nos hemos despedido del amable y poco hablador guía / chófer "Somchit", a quien podemos recomendar porque su comportamiento ha sido correcto.

Email: somchit_123@hotmail.com

Telf: +856 20 55635850.

El vuelo ha sido normal y ya de noche volvíamos al mismo hotel "Inter City Boutique" de la vez anterior en "Vientiane".

Un día pasado sin ninguna gracia que parece haber sido el precio pagado por disfrutar ayer de las cascadas del "Bolaven Plateau". No obstante, cuando vinimos, el avión venía lleno de extranjeros muy probablemente para ver sólo estos templos de "Vat Phu", que son muy nombrados. Ayer no los vimos en las cascadas, por lo que pensamos que se perdieron lo mejor y soportaron ayer lo que nosotros hoy.

Mañana cogeremos otro avión de esta misma compañía para trasladarnos a "Luang Prabang" en el norte de "Laos" para ver más naturaleza y una ciudad "Patrimonio de la Humanidad".

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Hoy estamos en el montañoso "Laos", en la que fue su antigua capital "Luang Prabang", famosa por sus templos de origen budista. Es la tercera ciudad en importancia en cuanto a población y el principal centro religioso, espiritual, y turístico del país.

Llegábamos al mediodía con tan solo 35 minutos de vuelo y en el aeropuerto no había nadie esperándonos, a pesar de contratar el servicio de transfer con el hotel "Pangkham Lodge", por lo que hemos hecho la reclamación al llegar. La habitación que nos han asignado tampoco era la contratada y les hemos pedido el cambio. El joven de la recepción aparte de hablar muy mal inglés no parecía muy puesto en el tema, hasta que ha aparecido una señorita con la que nos hemos entendido muy bien, incluso llegando a contratar un servicio de coche para ir a unas famosas cascadas dentro de un par de días.

El objetivo de hoy era gestionar las dos excursiones que haremos los siguientes días, además de la visita a esta ciudad que de entrada nos ha parecido muy acogedora y agradable. Así que nos quedaba por resolver la visita a unas cuevas y a otra cascada que por las fotos vistas nos ha parecido muy bonita. Después de preguntar en varias agencias la forma de ir a estos destinos, que juntos no formaban parte en ninguna programación, nos han ofrecido un viaje privado como única forma de poder realizarlo. Hemos decidido cogerlo porque es como mejor nos movemos y el precio era más que aceptable. Cada vez nos cuesta más encontrar soluciones para grupos que contemplen nuestros gustos, por lo que continuamente tenemos que recurrir a contratar un chófer y andar a nuestro aire.

El resto de la tarde la hemos pasado paseando y entrando en muy pocos lugares de interés porque dedicaremos un día entero a visitar "Luang Prabang" y queríamos repartir un poco en el tiempo todo lo que hay que ver.

En cuanto ha anochecido, cientos de pequeñas carpas se han instalado en la calle principal que se ha cerrado al tráfico, para vender en el denominado "Night Market" todo tipo de artesanía, souvenirs y ropa, como en cualquier ciudad asiática que se precie.

Mañana haremos la primera excursión a los alrededores de "Luang Prabang", aprovechando la climatología, porque está anunciado un enfriamiento de la temperatura y como queremos bañarnos en las cascadas debemos apresurarnos y aprovechar el calor que queda.

Parece que han vuelto los días que nos gustan. Varías visitas y un maravilloso baño en un entorno precioso ha sido lo que nos ha hecho pasar un bonito día.

Para las 8 de la mañana, salíamos en coche con "Ding" el chófer/guía que hablando muy poco ingles, no sabemos bien si era porque no lo dominaba o porque él era muy poco hablador, llevándonos primero a la cueva "Pak Ou" también llamada "La de los mil budas". Esta visita se suele hacer habitualmente navegando por el río Mekong desde "Luang Prabang", pero se tarda más de dos horas porque se va contra corriente y nosotros teníamos nuestro recorrido particular diferente a los ofertados para grupos. En una hora llegábamos al pueblo situado casi enfrente de la cueva, pero a la otra orilla del río, por lo que hemos tenido que coger una canoa con motor que en 10 minutos nos ha llevado al pie de la cueva.

Todavía no había llegado la masa de turistas, por lo que hemos deambulado nosotros solos por la cueva, o mejor dicho caverna, porque era una simple concavidad en una pared de piedra y tenía poca profundidad. Es un lugar muy visitado y había multitud de figuras de "Buda" de todos los tamaños y estilos que dejan los fieles que se acercan. Para nosotros lo mejor era el entorno, porque la cueva se levantaba en la misma orilla del río y el paisaje era muy agradable.

Cuando cogíamos la canoa de vuelta hemos visto como en ese momentos empezaban a llegar numerosas embarcaciones con los grupos de turistas.

El siguiente destino ha sido un pueblo llamado "Sang Hai", famoso porque elaboran una bebida a la que llaman whisky, pero que realmente es una especie de aguardiente con serpientes y escorpiones, que le deben dar sabor. Ya hemos solido probar estos brebajes con anterioridad y como curiosidad, pero nunca nos han gustado, así que hoy no los hemos probado. Sin embargo, lo que si nos ha gustado ha sido un centro religiosos budista con varios templos bastante cuidados que tenía el pueblo.

El siguiente destino ha sido el mejor, porque aunque ha refrescado el tiempo respecto a días anteriores, hacía el suficiente calor como para darnos un baño y disfrutar de unas cascadas llamadas "Tad Sae" y que nos recordaban mucho a la zona de "Plitvice" y "Krka" en "Croacia".

Cuando "Carmen" me estaba sacando unas fotos en el agua, he visto como todos el mundo empezaban a sacarle fotos a ella. Después me he enterado de que se había convertido en la atracción del lugar, al posarse varias mariposas enormes sobre su traje de baño que era igual al color de sus alas, por lo que debían sentirse muy a gusto y seguras, camufladas en Carmen. Estas grandes mariposas suelen estar revoloteando sin posarse nunca, por lo que todo el mundo ha aprovechado la ocasión para retratarlas y hasta lo han hecho con nuestra propia máquina, como se refleja a continuación.

Durante bastante tiempo hemos disfrutado de la fuerte y bastante fría ducha de agua que caía de la montaña camino del río Mekong y en donde hemos coincidido con una joven pareja de viajeros de "Madrid", que llevaban casi un mes viajando por "Laos". Durante un buen rato nos hemos contado experiencias de viajes, hasta que nos hemos ido a comer en una terraza para nosotros solos, disfrutando del bello entorno.

Mañana teníamos reservada la visita a otras cascadas, pero como el tiempo anunciado no es muy bueno la hemos retrasado un día, por lo que mañana lo dedicaremos a recorrer la ciudad de "Luang Prabang" y ver los numerosos templos que hay por todas las esquinas.

Hoy tocaba cambio de naturaleza por religión, visitando los numerosos templos que inundan todas las esquinas de "Luang Prabang", pero al final se reducen a 4 o 5 centros los que realmente sobresalen por su belleza, siendo el resto más de lo mismo, con una arquitectura muy similar y con mucho menos de conservación, lo que se traduce en que se mostraban bastante desconchados.

La ardua tarea la hemos comenzado sobre las nueve y media de la mañana subiendo en primer lugar a la colina "Phu Di", desde donde se tiene una vista de toda la ciudad y con algunas cuevas y budas repartidos por el camino. Una visita obligada si vienes a "Luang Prabang".

Después de bajar de la colina hemos continuado la ruta hasta el "Wat Sikounmuang", que apenas superaba el listón de mediocre.

El siguiente se le puede considerar ¡¡¡ La Joya de la Corona" y se llamaba ""Wat Xieng Thong". Era sin duda el mayor complejo y el más espectacular, en donde "Carmen" se ha tenido que cubrir las piernas con un pareo tradicional de "Laos". Lo extraño es que ha sido el único sitio de todos los que hemos estado en donde ha tenido que hacerlo, si bien, para las fotos quedaba más integrada con el entorno gracias a la nueva indumentaria.

Otro de los preciosos edificios era el museo situado junto al Palacio Real, en el que ya estuvimos la primera tarde nada más llegar y al que hoy hemos vuelto a entrar para deleitarnos con su fina belleza. Sin embargo, el Palacio Real de estilo colonial no tenía ningún interés arquitectónico.

Estas han sido las visitas a resaltar, porque lo que se dice ver templos hemos estado en muchos, e incluso en algunos a "Carmen" le abordaban los monjes estudiantes porque querían practicar el inglés que les enseñan. En cuanto yo que voy a lo mío con la fotografía, me alejo de ella, la abordan los de la túnica naranja y le comienzan a hablar en inglés, como si les aconsejaran no desperdiciar la ocasión de soltarse hablando de lo que sea.

La mayoría de los templos no merecían la pena el esfuerzo de caminar durante todo el día bajo un sol que se ha ido estableciendo en el cielo de forma definitiva, hasta producirse la primera puesta de sol desde que hemos llegado.

Mañana nos levantaremos muy temprano para asistir a uno de los ritos más curiosos de aquí y que se celebra todos los días sobre las cinco y media de la mañana, cuando los monjes desfilan de uno en uno, por una céntrica calle y los feligreses les entregan donativos, comida y regalos. Después volveremos a disfrutar de la naturaleza en las famiosas cascadas de "Kuang Xi", en donde pensamos de nuevo bañarnos en las piscinas naturales que se han formado.

Un día muy variado y casi perfecto, si no fuese por el madrugón que nos hemos dado para estar a las cinco y media de la mañana en el punto donde se celebraba el ritual de entrega de donativos a los monjes de "Luang Prabang". Pero lo mejor estaba por llegar al ver posiblemente la cascada más espectacular de cuantas hemos visto y han sido muchas a lo largo de todo el planeta.

Si consigues olvidarte del trasfondo de parodia turística que tiene el ritual de los monjes, el acto es curioso y de mucha plasticidad. Te das cuenta en cuanto observas un poco su funcionamiento, con las numerosas tiendas de venta y preparación de las ofrendas que hay a lo largo de la procesión, colocando banquetas con un cesto delante para que, en el caso de hoy, las hordas coreanas que eran sus principales clientes, llegaban con sus guías para participar en el evento, eso sí, vociferando y metiendo ruido como es habitual en ellos, y haciendo caso omiso de los carteles que indicaban mucho silencio para no perder el misticismo del momento, lo que no se consigue ni de lejos.

Una interminable fila de monjes de todas las edades, supongo que obligados a participar porque aquí todo el mundo vive del turismo y la cara que mostraban los mayores no era la de estar pasándolo muy bien, se desplazaban por delante de los donantes que introducían sus presentes en los recipientes que llevaban cada uno de ellos, y que cada pocos metros los descargaban en otros cestos que muy probablemente volverían a las tiendas para su repetición en el siguiente día. Está claro que los monjes no viven de mendigar y se llevarán una parte del negocio turístico, ya que son con sus bellos templos, una de las grandes atracciones de "Luang Prabang". Pero obviando este trasfondo, la colección de túnicas naranjas te hacen sentir que estás en otro mundo y que vives la imagen que nosotros al menos teníamos de "Laos", por lo que nos ha gustado.

Como quedaba mucho tiempo para ir a las cascada de "Kuang Xi", lo hemos aprovechado visitando un templo que ayer lo vimos a lo lejos con una cúpula dorada y que al final no ha resultado nada especial.

Haciendo tiempo, también hemos ido al pequeño mercado matutino, donde prevalecían las verduras y hortalizas con un aspecto limpio, porque ver la carne y pescado al aire con moscas, no invitaba ni a pasar por delante.

Por fin a las once y media han venido a buscarnos para llevarnos a las "cascadas de Kuang Xi" que tienen dos partes diferenciadas. Una a base de piscinas de aguas turquesa donde la gente se baña y que después de haber estado anteayer en las de "Tad Sae" no nos han parecido tan espectaculares como esperábamos,

y la auténtica cascada de "Kuang Xi", realmente excepcional. Impresionante se podría decir porque la belleza formada por el agua cayendo por diferentes conductos le dan una imagen que te deja sin palabras. Hay que destacar, que estas fechas son las idóneas para apreciar esta cascada en toda su plenitud al haber terminado recientemente la época de lluvias

El fuerte sol y la orientación del mismo ha hecho que las fotos no consigan transmitir la exuberante belleza y la sensación que se tiene al observar esta maravilla de la naturaleza, pero bajo nuestra óptica de disfrutar de los entornos naturales, esta cascada casi justifica un viaje a este país.

También hemos subido hasta a la parte superior de la cascada por un empinadísimo, duro y largo camino sobre el que hemos tenido que ir descalzos para encontarnos que desde arriba no se tenía una buena perspectiva de la caída del agua, porque uno no se podía acercar al borde.

Un magnífico colofón para nuestra visita a "Laos". Mañana cogeremos un avión a "Vientiane" para desde allí abandonar el país.

Día intrascendente de viaje en el que hemos cogido un vuelo doméstico a la capital de "Laos", para mañana coger otros dos que vía "Kuala Lumpur" (Malasia) nos llevarán a nuestro destino en la costa de "Krabi" (Tailandia). Así que, poco que contar, en apenas media hora aterrizábamos en Vientiane y como nos había quedado pendiente el templo/museo "Ho Phra Keo" bastante nombrado, en cuanto hemos dejado el equipaje en el hotel de siempre "Inter City Boutique", nos hemos dirigido a él antes de que cerraran a las cuatro de la tarde.

Después de aguantar andando un tramo de un kilómetro con un calorazo de muerte, hemos encontrado el templo cerrado por obras, lo que no nos ha sentado nada bien esta última visita, porque con las prisas ni habíamos comido.

Al anochecer hemos repetido lo mismo que hacíamos aquí en días anteriores, acercarnos por la orilla del río "Mekong" para cenar el pescado de este río que me gusta mucho porque lo asan en sal y adquiere un sabor muy especial, y además no pica. "Carmen", por su parte, suele preferir las múltiples verduras que también las cocinan con un sabor muy particular.

Así que, consideramos el día de ayer por lo bonito que fue, como último de visitas a este país que nos ha gustado mucho y nos ha sorprendido muy agradablemente, no contando el de hoy que ha sido obligado por los desplazamientos entre países.

Vuelvo a reincidir en decir que no hay como viajar para que la realidad haga caer mitos e ideas preconcebidas que la mayoría de las veces son equivocadas. Y esto nos ha ocurrido con "Laos", del que teníamos una imagen de país comunista muy cerrado y en el que lo único interesante que había que ver eran templos en la jungla y muchos monjes con sus túnicas naranjas. Pero nunca había oído hablar de la importancia del río "Mekong" en la orografía del país. Un río que atraviesa "Laos" de norte a sur, creando bonitos espacios abiertos en el paisaje y con el que convivimos todos los días del viaje.

En los tres lugares en los que hemos estado: "Ventiane", "Pakse" y "Luang Prabang", el río "Mekong" es parte de la vida diaria y por algún motivo lo hemos atravesado o visto todos los días. Igualmente he cenado pescado del "Mekong" los 11 días que hemos estado en "Laos" y casi todas las actividades y eventos practicados tenían que ver con él: Regatas de canoas, Festival de botes iluminados, innumerables cascadas en afluentes gregarios, puestas de sol, etc., siempre el "Mekong" como telón de fondo. De hecho, "Carmen" me comenta haber visto el eslogan de ¡¡¡ Laos, la joya del Mekong !!! y realmente es así.

Este río ya lo conocíamos de "Vietnam" y de los mercados flotantes en su delta, pero en "Laos" ha sido permanente su presencia y si querías pasar un rato tranquilo tomando una cerveza, pues igualmente terminabas en una terraza a orillas del "Mekong".

Por lo demás, consideramos que es un país que se debe visitar y que posiblemente lo hayamos hecho en la mejor época del año, cuando acaba de terminar las lluvias y las numerosas cascadas están a rebosar de agua, junto al "End of Buddhist Lent" en el que los monjes budistas terminan un periodo de recogimiento y se celebran los festivales de "Boats of Light - barcos iluminados" y "Boats Race - la gran regata de canoas en "Vientiane".

Nosotros hicimos coincidir el viaje en fechas, para poder presenciar estos eventos que no nos han defraudado en absoluto, viendo como la población celebraba estas fiestas con total relajación y como se nos rompían los esquemas, al no encontrar un país pobre ni oprimido, al menos lo que se aprecia como simples observadores. No hay que ver más que el nivel del parque de coches que circulan por las carreteras y también las numerosas motocicletas, con modelos en la mayoría de los casos bastante nuevos.

La zona sur de "Pakse" ha sido tal vez la menos agraciada, aunque el día pasado recorriendo la meseta de "Bolavent Plateau" fue estupenda, con sus cinco cascadas a cual más bonita. Lo que no nos gustó tanto fue la visita al yacimiento "Vat Phu" en "Champasak", que no respondió a las expectativas de lo que habíamos leído acerca de él.

Por último, "Luang Prabang" con sus numerosos templos, los monjes en procesión recibiendo presentes, la cascada de "Tad Sae" con sus relajantes baños en piscinas naturales de color azul turquesa, y la espectacular cascada de "Kuang Xi", que tuvimos la suerte de visitarla en su mejor momento porque bajaba cargadísima de agua, ha hecho que nos llevemos un recuerdo inolvidable de este país.

Otro día de transición dedicado a volar entre destino sin ningún contratiempo que es lo principal en estos casos. En este viaje parece que estamos abusando de entradas y salidas en "Malasia" que por cuestiones de precio de los vuelos, usamos a "Kuala Lumpur" para dirigirnos a otros países, ya que es base de la compañía aérea "Airasia". Esta compañía en muy pocas ocasiones se puede realizar un transfer sin entrar en el país y no pasar "Inmigración", lo que ha ocasionado que a "Carmen" ya no le queden páginas libres en el pasaporte para estampar tantos sellos. Esperamos que no nos pongan impedimentos en los varios puestos de "Inmigración" que todavía tendremos que pasar.

A "Krabi" llegábamos al anochecer y en el propio aeropuerto hemos cogido el coche de alquiler que teníamos reservado en "Avis" para dirigirnos al hotel "Alisea Boutique" en "Ao Nang". Teniendo que conducir un coche automático, por el carril izquierdo y de noche, es decir, lo que menos me gusta de entrada, hasta que me acostumbro a los mandos que están todos cambiados, y marchando además hacia un punto que no lo tienes muy claro si lo vas a encontrar. Gracias a la gran ayuda del APP "Maps.me" que nos ha indicado muy bien la ruta, no hemos tenido problemas para encontrar el hotel.

Mañana comenzaremos a movernos durante un par de días por esta zona, en la que ya estuvimos hace años y que nos encantó. Tenemos once días para recorrer principalmente zonas costeras e islas que es lo mejor que tiene "Tailandia".

Un estupendo día de relax en el que hemos estado en la península de "Railay". Una zona con algunas preciosas playas a la que se debe ir en una motora porque no hay carreteras, y grandes rocas kársticas que le dan un aspecto de paraíso perdido, aunque de perdido nada porque está hasta los topes de turistas.

Un destino de playa pero de los buenos, porque la relación calidad / precio de los hoteles y restaurantes son de lo mejor del mundo.

Después de desayunar nos acercábamos andando al paseo de la playa de "Ao Nang" donde se sitúan muchas agencias en las que coger el billete para el transporte a "Railay". Las canoas salen con un mínimo de 8 personas y hemos tenido la suerte de ser los últimos en adquirir los billetes, por lo que no hemos tenido que esperar nada para partir. Sin embargo, a la vuelta si que nos ha tocado aguantar un buen rato hasta cubrir el mínimo requerido para que se pusiera en marcha.

La barca nos ha dejado en la playa oeste de "Railay", pero como teníamos previsto ver otras playas y cuevas, nada más bajarnos nos dirigíamos andando hacia la playa situada en el este de la península y que no nos ha gustado porque no tenía arena. También teníamos previsto subir a un lugar de vista panorámica, junto a una pequeña laguna, pero había que prácticamente escalar por el barro y justo en ese momento bajaba una pareja que a pesar de ir bien equipados para andar, estaban cubiertos de barro ¡¡¡ hasta las cejas !!!, lo que nos ha echado para atrás y decidido dejar la escalada para otra ocasión.

Después de andar un rato, llegábamos a la playa de "Phra Nang", que tiene una cueva en la que la erosión ha dado una curiosa forma a sus paredes exteriores con rocas que daban la impresión de poder desprenderse en cualquier momento. La playa lo tenía todo: preciosa arena blanca, aguas cristalinas con temperatura ideal para no salir de ella, solicitadas sombras al mediodía cuando el sol abrasaba y unos barquitos anclados en la orilla que te suministraban un amplio menú de comidas y bebidas. Y si además le añades la permanente sonrisa de los tailandeses, nos ha hecho sentir que habíamos encontrado el paraíso en la tierra.

Cuando a media tarde ya estábamos lo suficientemente quemados por el sol, volvíamos a nuestro precioso hotel para continuar en su agradable piscina, un rato más de relax y lectura, hasta que el buen chaparrón diario que parece darse aquí, ha refrescado el ambiente. La cena la hemos hecho en la orilla del mar probando la tan preciada barracuda.

Mañana esperamos seguir con el relax, que también se agradece cuando imprimes un frenético ir y venir por los destinos, al ritmo que nosotros lo hacemos.

Siguiendo con nuestra afición de ver cosas nuevas, hoy hemos visitado la isla de "Poda" que se sitúa enfrente de "Ao Nang", pero la cosa no ha ido tan bien como ayer. Desde el tiempo que nos ha obsequiado ya desde primera hora de la mañana con fuertes chaparrones, que nos han hecho dudar sobre el mejor destino al que acudir. Pero después ha vuelto a mejorar el tiempo y nos hemos animado a ver otra de las islas que yo había visto en Internet como recomendada por otros viajeros.

Así que, con la misma agencia de ayer que también ofrecía servicio de bote a esta isla de "Poda", salíamos con otras dos parejas que no hemos sabido descifrar por su idioma de donde eran. En cuanto hemos llegado a la isla, hemos tenido que pasar por ¡¡¡ caja !!!, para abonar el importe de la entrada porque esta isla pertenece a un Parque Nacional. El precio de la entrada ha sido el equivalente a 10 euros por persona, cuando el viaje de media hora en bote, ida y vuelta, ha sido de 5 euros. Todo para ver una isla bastante sucia con el único bonito detalle de un peñasco cercano, y con una playa bastante peor que la de ayer de "Phra Nang" en "Railay", que por cierto lo teníamos enfrente y casi lo hemos añorado, porque aquí no había ningún restaurante para comer, mientras que ayer teníamos a nuestra disposición numerosas y bonitas barcas ofreciéndonos de todo y sin tener que pagar ninguna entrada.

Hemos tenido que recurrir a un kiosko carísimo para comprar patatas fritas y unos vasos de noodles, como única alternativa para salir del paso. Nada más acabar la paupérrima comida han empezados los truenos a sonar, por lo que a los diez minutos ha comenzado a llover, con la suerte de que los compañeros de viaje estaban cerca y el barquero dispuesto a devolvernos a "Ao Nang" cuanto antes. Al menos, la barca tenía un toldo que nos ha mantenido secos la media hora de viaje, mientras el barquero iba calándose hasta los huesos, pero con una sonrisa permanente. Estos tailandeses son una maravilla en el trato, siempre amables y con cara amigable, aunque la procesión y mala leche supongo que la llevarán por dentro, pero ni se les nota.

En definitiva, un día peor y más caro que el de ayer, y con una isla a la que no merece la pena acercarse, con la de playas preciosas que hay en "Krabi".

Continuando la costa de "Krabi" hacia el sur, te espera la isla de "Ko Lanta". Una franja de tierra que parece una continuidad de la península pero que esta cortada por una estrecha franja de mar que la convierte en isla.

Bastante temprano salíamos en coche de "Ao Nang" y del estupendo hotel en el que nos hemos hospedado, tomando rumbo a las cercanías del aeropuerto de "Krabi" en donde se situaba la "Cueva y Templo del Tigre" distribuidos en dos zonas, una de ellas en lo alto de un enorme peñasco kárstico. Como estaba chispeando hemos preferido dejar esta visita para el último día que volveremos a pasar de nuevo por el mismo sitio, y continuar viaje hacia la siguiente visita, el centro "Hot Stream Waterfall". Un tinglado montado para que los turistas se bañen en un riachuelo de agua caliente, que no tenía ni cascada ni nada, salvo barro. Hemos pagado la entrada para nada, porque en cuanto lo hemos visto nos hemos dado media vuelta y marchado. Ni tan siquiera de una foto era merecedor el lugar. Sin embargo, no terminaban de llegar microbuses con gente que no sabemos donde se iban a bañar, porque ya estaban las pocas pozas que había, totalmente saturadas de bañistas sentados.

Como nuestro destino era "Ko Lanta", hemos continuado viaje hasta el límite de tierra en donde teníamos que coger un cochambroso ferry, para cruzar una lengua de mar. Por lo visto la isla de "Ko Lanta" parece ser una zona de musulmanes a los que el gobierno les presta muy poca atención, porque lo demás no se explica que todavía a estas alturas no haya un puente que una la isla a la península. Incluso a los cinco kilómetros, de nuevo hemos tenido que coger otro destartalado ferry, de los que te imaginas cuando aparece en el periódico la noticia de un hundimiento con desgracias personales. En esta segunda lengua, más estrecha que la primera, por lo menos se está construyendo un puente, aunque no se veía a nadie trabajar.

Al mediodía llegábamos al hotel "Noble House" un resort sobre una playa que nos ha dado bastante buena impresión de entrada, aunque la playa en sí, tal vez por estar en marea baja era bastante fea.

Después de un par de horas de lectura y baños en la bonita piscina, ya nos empezábamos a aburrir y cogiendo el coche, hemos ido a explorar la costa "este" de la isla, muy fea y sin ningún atractivo. Lo que se veía era muchos turistas occidentales en motocicletas por la carretera, posiblemente intentando distraerse un poco y buscando como nosotros algo de interés, cosa muy didícil de encontrar.

La vuelta al hotel ha sido en el momento de la puesta de sol, la primera que hemos tenido en "Tailandia" que con las famosos islas "Phi Phi" al fondo, ha sido el mejor momento del día. A veces nos empeñamos en buscar lugares fuera, cuando los mejores los tenemos como en el caso de hoy, en casa.

Mañana, bajaremos hasta el sur de la isla, pero por la costa oeste, que es donde se concentran la playas y hay más actividad turística. Caso de no encontrar nada que nos guste. tenemos el hotel con su playa y piscina como último recurso.

Aunque nos gustaría decir que todo lo que visitamos es precioso, no siempre es así. Esto nos ha ocurrido con esta isla de "Ko Lanta", que si bien ayer cuando nos acercábamos en el ferry parecía tener algo que ofrecer en cuanto a paisajes,

la realidad ha sido que es una isla muy fea y eso lo hemos comprobado hoy. La hemos recorrido por la costa oeste, que debe ser la mejor, pero ni aún así hemos encontrado algo que mereciese la pena.

Lo hemos intentado bajando con el coche hasta el extremo sur, en donde se sitúa el "Mu Koh Lanta Nat. Park, donde nos querían cobrar una entrada y que al ver las fotografías que allí mismo había sobre el parque y en las que simplemente aparecían un faro y una fea playa como las del resto de la isla, nos hemos negado a entrar, dándonos la vuelta a hotel. No era por el precio de la entrada que rondaban los 10 euros, sino que cuando ves lo que es, te sientes timado, como ayer en el "Hot Stream Waterfall" de camino a aquí.

Esta isla de "Ko Lanta", a la incluí en mi itinerario para ver lo que esperaba que fuera una continuidad de los maravillosos paisajes de "Krabi" que dan al mar de "Andaman", nos ha decepcionado profundamente, lo mismo que a los cientos de turistas que ves por la carretera en motocicletas, deambulando o buscando alguna playa mínimamente aceptable. Este destino es más barato que la zona de "Ao Nang", pero tanto: los paisajes, las islas, las numerosas actividades y excursiones que puedes hacer y la calidad de los hoteles, compensa con creces ese destino respecto s éste.

Menos mal que sólo hemos estado día y medio porque mañana nos marcharemos a la famosa isla de "Ko Samui", en la otra costa de la península que da al "Golfo de Tailandia".

Por la mañana salíamos de la costa del "Mar de Andaman" y por la tarde llegábamos al "Golfo de Tailandia". De isla a isla, con tres ferries de por medio y 350 km. de carretera.

Un viaje que auguraba como bastante desagradable porque parte del camino era de retorno hasta "Krabi", ruta que ya conocíamos porque la utilizamos hace un par de días, para después coger la carretera que cruza de "oeste" a "este". Además, debía llegar antes de las seis de la tarde a "Donsak" puesto que a esa hora salía el último ferry de coches a "Ko Samui".

De salida hemos tenido que coger los dos ferries que nos devolvían de la isla de "Ko Lanta" a la península, lo que nos ha llevado cerca de hora y media y eso teniendo suerte, porque sólo en uno de ellos nos hemos quedado fuera teniendo que esperar al siguiente transbordador.

Ya en la península, el tramo a cubrir era el de retorno hasta "Krabi" por una carretera de mucho tráfico y con obras, pero en cuanto hemos cogido la num. 44 que es la que cruza hasta "Donsak", punto de salida del ferry, ha sido una maravilla. Más de 150 Km. prácticamente en línea recta, por una carretera con 2 vías por cada sentido, ningún pueblo que atravesar y sin nada de tráfico. Hemos llegado a coger el barco que salía a la una de la tarde, algo que no nos lo esperábamos y todavía no entiendo que pinta esa maravilla de carretera sin que casi nadie la use, porque además es gratis.

La travesía en el ferrie ha durado hora y media y el tiempo mostraba una cara amenazadora, desluciendo el paisaje de "Ko Samui" desde el mar, que seguro que en días con sol debe ser muy bonito.

Al llegar a la isla, nos han tocado varios desvíos de tráfico, consecuencia de una feria de puestos de venta a la salida del puerto y a media tarde llegábamos al hotel "Crystal Beach Resort" en el que nos esperaba un precioso bungalow, una agradable piscina y la bonita playa de "Silver Beach".

Una tromba de agua nos ha echado de la piscina y a la hora de cenar después de ir al restaurante del hotel, sentarnos en una mesa, pedir el menú y ver que debíamos hacerla a base de bufete en el que predominaban los platos picantes y además caros, hemos optado por marcharnos a cenar fuera".

Mañana comenzaremos a visitar la isla con la esperanza de que el tiempo mejore, aunque está anunciado lluvia para varios días consecutivos. No obstante, nos armaremos de valor e intentaremos ver lo mejor que tenga "Ko Samui".

Esta isla no es lo que esperábamos. La fama como principal centro vacacional de "Tailandia" se deberá a que concentra gran cantidad de hoteles y resorts, pero lo que hemos visto de ella en cuanto a su costa, ha resultado que estamos hospedados en la mejor playa y en un resort estupendo en cuanto a ubicación.

Después de haber estado en "Ao Nang" en la costa de "Krabi", el resto de destinos hasta el momento son de muy inferior calidad. Allí daba gusto salir al atardecer a cenar, pudiendo dar una vuelta por su paseo de la playa, mientras que en el resto de destinos, esto es imposible de hacer. Las playas están apropiadas por los resorts y aunque puedes entrar a tomar una cerveza en sus terrazas, no es lo mismo porque te encuentras recluido en un entorno que no es el tuyo.

La climatología tampoco ayuda en absoluto. Cuando nos hemos levantado por la mañana hacía sol, pero enseguida se ha nublado y cuando salíamos en coche hacia el norte para visitar un par de templos, el cielo ya amenazaba lluvia.

También queríamos resolver una visita para mañana al Parque Nacional Marino de "Angthong", por lo que hemos preguntado primero en el hotel, la posibilidad de hacerla. Nos han echado un jarro de agua fría al decirnos que debido a las frecuentes tormentas en este mes de noviembre, los barcos no hacen esa ruta, por lo que no podríamos ir. No nos hemos desanimado y lo hemos intentado de nuevo parando en una agencia de viajes de camino, dándonos la solución de ir en un yate rápido, que en principio si hacía el tour a ese parque nacional. Pero nosotros estábamos interesados especialmente en ir a una de las islas que ofrece una vista panorámica muy bonita de todo el archipiélago, y al consultarlo ha resultado que precisamente esa isla quedaba fuera de la ruta que se hace ahora.

Así que al no poder hacer lo que más nos interesaba, nos hemos olvidado del tema y hemos continuado hacia el norte al templo llamado "Wat Phra Tai", que lo mejor que tenía era su ubicación en una lengua hacia el mar. Y hasta esto nos ha costado lo suyo, porque una fuerte tormenta ha descargado un diluvio que no nos dejaba ni salir del coche, teniendo que esperar dentro durante un buen rato hasta que ha amainado un poco.

Después nos hemos acercado al templo "Wat Plai Laem" que quedaba muy cerca del anterior y estaba muy bien cuidado. Todo un centro religioso de bastante nivel con varios edificios y grandes imágenes de "Buda".

Queriendo dejar algo para ver mañana, porque esperamos que vuelva a hacer mal tiempo, nos hemos vuelto al hotel parando a comer entre chaparrones de agua y aprovechando los momentos secos para leer en la piscina mirando al cielo y esperando el momento de tener que salir corriendo de nuevo.

Al atardecer hemos salido al cercano pueblo llamado "Lamai" para ver si eramos capaces de tomar una cerveza en alguna terraza con vista al mar. Cosa imposible porque después de recorrerlo por todos lados, sólo había mesas en callejones abarrotados de motos y muy cutres. Triste pero cierto, porque no nos ha quedado más remedio que volver a la terraza de nuestro hotel para tomar la cerveza, comprobando que sin duda era el mejor sitio.

Suponemos que mañana será más de lo mismo en todos los sentidos. Hemos dejado la visita a una cascada que dicen que tiene varios niveles, como algo para tener que hacer, pero mucho me temo que será otro día de deambular dejando pasar el tiempo. Lo mejor de todo es que pasado mañana nos marcharemos de aquí, de vuelta a "Krabi", pero a su zona norte.

Los pronósticos del tiempo no han acertado y hemos podido disfrutar de un día de bastante sol.

Después de desayunar hemos cogido el coche para acercarnos a la cascada llamada "Namuang 1", situada a pocos kilómetros del hotel y que no merecía la pena haber ido. A pesar de ir cargada de agua que siempre mejora su imagen, ésta no tenía ninguna gracia y hasta las fotos debido a la altísima humedad que había, parece que no han querido colaborar y han salido borrosas, lo que tampoco nos ha importado demasiado.

Cerca de esta cascada estaba la "Namuang 2", que era todo un tinglado de pequeños saltos de agua en mucho casos con pozas artificiales sobre las que descendían hasta toboganes de plástico. Todo ello amenizado con circuitos en 4W4, treking en elefantes y demás. Nosotros que somos mucho más de ¡¡¡ andar por casa !!!, hemos llegado caminando desde el aparcamiento por un empinado camino de tierra, que era el mismo utilizado por los coches de tracción a las cuatro ruedas.

En cuanto hemos visto lo que realmente era, nos hemos dado la vuelta descendiendo hasta el coche y volviéndonos al hotel, que con el día que ha hecho era el mejor lugar para estar con su bonita playa "Silver", sus tumbonas y piscina. Lo que se dice ¡¡¡ Relax en toda regla !!!, aunque sin el "masaje tailandés" que tanto te ofrecen aquí.

Hoy parece que ha llegado una hornada nueva de clientes al hotel, esta vez de franceses, con algún perro incluido que nos ha obsequiado con sus babas a toda la piscina y alguna joven tailandesa que hacía de guía y supongo que de algo más a uno de ellos.

Al atardecer de nuevo hemos salido a buscar algún sitio donde tomar una cerveza a la orilla de una playa, y al fin hemos encontrado un bar/restaurante en el que nos hemos sentado a beber y terminado cenando, en mi caso, una especie de anchoas fritas del "Golfo de Tailandia" bastante malas.

Así que hoy ha sido el clásico día de los que ofrecen las agencias de viaje, para estar en el hotel de playa, tostándote y leyendo hasta aburrirte, cosa que a nosotros nos sucede, bastante rápido. Por ello, deseamos que llegue mañana para marcharnos a "Ao Phang-Nga", de nuevo al mar de "Andaman" para disfrutar de su parque nacional marino y de sus peñascos calizos que salen desde el agua, creado esos paisajes que tanto nos gustan.

Hoy tocaba viaje en coche, empezando por pasar una hora y media en el ferry que lo hemos podido coger a tiempo. Eran las 9 de la mañana y con un precioso día y muy agradable travesía, el transbordfador nos dejaba en otro puerto distinto al que utilizamos para ir a "Ko Samui" en días pasados. Al igual que la vez anterior el Gps nos ha indicado la ruta, pero por lo que sea nos ha establecido un puerto de embarque diferente y como hay varios ferries que hacen la travesía a la isla, parece que ha querido repartir el trabajo entre diferentes compañías.

Una vez en tierra, la ruta que hemos llevado transcurría por la misma carretera 44 del otro día, por lo que esa parte la hemos realizado muy rápido. Después la cosa se ha complicado porque hemos andado por carreteras secundarias con muchas curvas y nos ha llevado su tiempo llegar a "Khao Lak", donde teníamos reservado el hotel "Baan Krating Khao Lak Resort" que nos ha sorprendido porque los bungalows estaban desparramado en una colina sobre la playa, con sólo un par de plazas de parking v bastante incómodo, con cientos de escaleras y sin ascensores. Además hemos tenido que reclamar que nos cambiaran de bungalow, porque aparte de funcionar bastante mal algunos elementos: baño, y ventilador, nosotros habíamos pagado una mejora en la habitación con vistas a la bahía y la que nos habían dado no tenía vistas debido a los árboles que cegaban el paisaje.

Con la nueva habitación la cosa ha mejorado y nos hemos marchado al pueblo a comer y a reservar una excursión para mañana al Parque Nacional de "Ao Phang Nha Bay", que por las imágenes que hemos visto, merece la pena la visita.

Resuelto el tema, hemos vuelto al hotel para un baño al atardecer en la bonita playa que tenemos debajo del bungalow, desde donde "Carmen" con el espectacular zoom de nuestra nueva cámara me ha inmortalizado disfrutando de un relajante chapuzón.

Esta playa que se llama "Sunset" porque aunque un poco justo se puede disfrutar de las puestas de sol, nos ha sorprendido con una en la que se combinaba el sol de fondo, con la lluvia, motivo por el que a "Carmen" que es muy previsora, se le ve con paraguas y no precisamente para usarlo como sombrilla. Y esto sólo ha sido el preludio de una fuerte tormenta que ha durado más de dos horas en las que ha caído un auténtico diluvio.

Esperemos que esta noche descargue todo el agua que quiera, pero que mañana el sol nos permita visitar el Parque Nacional, y disfrutar al máximo de sus paisajes de rocas calizas..

Volvemos a lo que nos gusta, los paisajes de islotes kársticos que emergen del mar creando unos entornos realmente espectaculares y esto para nosotros es lo mejor de "Tailandia". El parque Nacional de la "Bahía de Phang Nga" cumple de sobra con todos los requisitos que se puedan exigir a este tipo de formaciones rocosas. No se puede comparar con la famosa "Bahía de Halong" en "Vietnam", porque sus dimensiones son más reducidas. Pero sin embargo, los rincones de calas cerradas accesibles únicamente por pequeños túneles en los que te tienes que tumbar en la piragua, para poder pasar sin golpearte con el techo de roca, los manglares cerrados, cuevas y playas, son más curiosas que las de "Vietnam". Entre estos rincones se encuentra la isla de "James Bond", que ha tomado este nombre porque se rodaron escenas de una de las películas del afamado agente secreto. Pero al margen de este reclamo turístico del nombre, el lugar es maravilloso y es que quienes mejores saben cuales son los más espectaculares lugares del planeta, son los buscadores especializados en conseguir decorados únicos para la industria cinematográfica, y éste es sin duda único.

Por el nombre de este Parque Nacional Marino, pensábamos que su mejor acceso por cercanía era desde la provincia de "Phang Nga" y por eso nos vinimos a "Khao Lak" para hospedarnos huyendo de la vorágine de "Phuket", pero ha resultado que para ir a estas islas nos han llevado hasta ese centro vacacional, porque desde allí era donde partían los barcos. Así que después de hora y media de coche acompañados de dos jóvenes alemanas y de esperar otra hora a que terminaran de llegar el resto de acompañantes franceses, rusos, italianos y demás coreanos, partíamos del puerto en un barco con destino al archipiélago de islas que eran nuestro destino.

Primero hemos ido a la isla de "Koh Panak", montando en unas piraguas que nos han cruzado un enorme peñasco por un estrecho túnel hasta un manglar interior que estaba a rebosar de gente. Y este es para nosotros el gran inconveniente de los tours organizados, el gentío que te impide disfrutar de la belleza de los lugares, porque en muchos de ellos es muy diferente contemplar en solitario la fuerza de la naturaleza, a hacerlo entre gritos y gente pululando para sacarse fotografías. Pero no hay otra forma de acceder a este tipo de destinos y hay que aguantar lo que venga.

El siguiente destino ha sido la isla de "Koh Hong", que tiene el mismo nombre que otra en la que estuvimos hace años en la costa de "Krabi". Un estupendo y sonriente chaval muy activo nos ha llevado en canoa por los recovecos de las paredes de piedra, cruzando túneles, y disfrutando mucho del paseo por lo relajante y amistosa relación. Este chaval ya nos había llevado en la isla anterior y cuando nos ha visto que íbamos a montarnos en la canoa, enseguida se ha brindado a llevarnos él, tal vez buscando una generosa propina que se la ha ganado muy bien. Hasta la despedida final ha sido muy efusiva..

Después la "James Bond Island", con muchos tenderetes de recuerdos, pero al margen de ello muy bonita con su famoso pináculo central y retorno hacia el puerto con parada en "Naka Island", en donde cerca de una hora hemos estado bañándonos y nadando hasta una playa cercana.

Muy bonito el día de excursión, en el que al principio pensábamos que la organización iba a ser desastrosa porque hemos tardado en salir, pero que durante todo el día ha estado muy bien, tanto las comidas, mucha fruta y abundante bebida, como los desplazamientos del barco hacia los puntos concretos de interés.

Hoy tocaba descanso y visitar los alrededores de "Kaho Lak", que si no vas a los Parques Nacionales Marinos de las islas, poco tiene que ofrecer, salvo alguna agradable playa.

De cualquier forma, como lo que nos gusta es movernos, hemos salido después de desayunar con destino a unas cuantas cascadas, de las que sólo una de ellas, estaba indicada en la carretera de como llegar, ya que debía ser la más importante. Tampoco es que tuviera ningún atractivo especial, pero como estábamos solos y venía muy cargada de agua, respecto a las fotos de los carteles que la anunciaban, hasta nos ha parecido bonita.

Después, nos hemos dedicado a recorrer unas cuantas playas nada agraciadas y una vez más hemos comprobado que la que teníamos debajo del hotel era la mejor, por lo que a la tarde hemos bajado del bungalow, pero sin encontrar ninguna tumbona disponible, dedicándonos a bañarnos y a pasear por la playa. Ya comentamos que este hotel "Baan Krating Khao Lak Resort" era un ¡¡¡ quiero y no puedo !!!, intentando mostrar una cara ecológica de cierto nivel, al que no llegan sus servicios conforme al precio que se paga por la habitación. Y lo de tener media docena de tumbonas en la playa para repartir entre todos los huéspedes, no es más que otra a añadir a un restaurante bastante cutre.

Mañana retornaremos a "Krabi" haciendo alguna parada por el camino porque al siguiente día bastante temprano cogeremos un avión a "Kuala Lumpur" y otro a "Phnom Phen" en "Camboya".

Último día en "Tailandia", dedicado a visitar el "Templo del Tigre" al que ya fuimos cuando nos desplazábamos a "Ko Lanta" y que nos venía de camino. Aquel día estaba lloviendo y pensábamos que era un simple templo, pero cuando lo vimos nos dimos cuenta que tenía dos partes muy diferentes: una a nivel de la carretera y otra en lo alto de una gran roca caliza.

Así que hemos empezado por la parte cómoda de abajo, visitando los diferentes templos y budas repartidos por diversas zonas.

Concluida la zona baja, hemos mirado a lo alto del peñasco y en su cima se veía la otra parte de los templos, la de los osados que tienen que subir la friolera de 1260 escalones, algunos de ellos de más de 20 cm. de altura, por lo que la subida se antojaba dura. Arriba esperaba el gran buda y unas bonitas vistas que llegaban hasta el mar.

El tremendo calor y la humedad era otro inconveniente a tener en cuenta, pero no nos hemos amilanado porque después de estar en la "Montaña Amarilla" o "Huangshan" en china, esto parecía un simple paseo. Hemos arrancado la subida de escaleras con buen humor, que se nos ha ido quitando conforme veíamos a los que bajaban con cara de ¡¡¡ derrengados !!! y nos mostraban lo que nos quedaba por pasar. Los escalones estaban numerados no sé si para bien o para mal, porque te pasas todo el tiempo restando. Carmen por su parte, ha demostrado que se encuentra en forma, porque era muy difícil coger un ritmo con tramos de diferentes alturas de escalones.

El esfuerzo ha sido mayor del que esperábamos y después de subir durante 40 minutos y de realizar varias paradas para descansar, llegábamos a la cima chorreando sudor y totalmente empapados. Arriba, lo mejor era la vista porque el Gran Buda dorado y el tigre parecían más caricaturas que otra cosa.

Hemos terminado con la ropa totalmente mojada, por lo que nos hemos acercado al hotel "Palm Driving Resort" que está muy cerca del aeropuerto donde hoy mismo debíamos entregar el coche. Un hotel muy barato con un campo de golf al que acuden numerosos clientes a jugar. Lavada la ropa, duchados de nuevo y comidos en el restaurante, hemos llevado el coche al aeropuerto y dejado sin problemas, volviendo al hotel en un autobús de línea. Al chófer le hemos dicho que parara en un cruce que era un descampado, ante la mirada atónita de los turistas occidentales que lo llenaban y que se habrán preguntado, donde iríamos andando en mitad de la nada.

Hemos desayunado en Tailandia, comido en Malasia y cenado en Camboya. Por la mañana temprano salíamos del aeropuerto de "Krabi" antes de la hora, porque debíamos estar todos los pasajeros dispuestos y ha permitido que nos adelantáramos cerca de media hora al horario previsto. Seguimos como es natural viajando con "Airasia" que nos dejaba en el aeropuerto de "Kuala Lumpur" con tiempo para comer y salir a primera hora de la tarde con destino a "Phnom Penh".

En "Camboya" ya estuvimos el año pasado, concretamente en "Siem Reap" viendo los tempos de " Angkor" que tanto nos gustaron. Pero ya habíamos olvidado como funcionaba el tema del dinero y la divisa aquí, puesto que se puede pagar prácticamente en todos los sitios de forma indistinta con USD o RIEL camboyano, no dando los cajeros automáticos más que USD.

Lo poco que hemos visto en el trayecto del aeropuerto al hotel nos ha parecido muy agradable, con avenidas más modernas de lo que esperábamos y un hervidero de coches y motos que llenaban todas las esquinas. El hotel en el que nos hospedamos está situado en el "Riverside" del "Mekong" y se llama "Niron" que también nos ha encantado por sus modernas habitaciones que dan al río y la amabilidad de su recepcionista, que enseguida nos ha orientado en como desplazarnos mañana a "Sihanoukville" en la costa sur del país.

La idea es pasar unos días en la playa a la espera de que llegue el día 23 que es cuando comienzan los festejos del "Bon Om Tuk" o "Fiesta del Agua" en "Phnom Penh" que duran tres días con regatas de canoas y otras actividades en el río "Mekong".

Siguiendo el consejo del recepcionista nos hemos acercado a una agencia de autobuses que prestan el servicio en la que también hemos reservado la vuelta a "Phnom Penh", porque las fiestas mueven a muchos miles de personas que vienen a la capital a disfrutar del gran acontecimiento del país. Y justo hemos cogido los últimos asientos que quedaban.

Resuelto el viaje, hemos paseado un rato junto al río y sentado a cenar en un moderno restaurante pegado al agua, pudiendo contemplar los numerosos turistas occidentales y un gran gentío de nativos que de manera muy relajada disfrutaban del paseo.

Así pues, nos ausentaremos unos días para volver en el momento cumbre de estas importantes fiestas que parecen celebrar el fin de las lluvias, grandes cosechas de arroz y comienzo de una fructífera época de pesca.

Esta visita a la costa sur de "Tailandia", principalmente la que da al mar de "Andaman" ha durado 12 días distribuidos en 4 áreas, todas ellas cercanas entre sí y con costa, donde las playas e islas eran los principales atractivos.

Comenzamos nuestro itinerario en coche de alquiler por la costa de "Krabi" pernoctando en "Ao Nang", un agradable lugar con muy buena infraestructura de hoteles y buena relación calidad / precio. Desde allí se cogían los barcos que te acercaban a la península de "Railay", con su preciosa gruta y playa de "Phra Nang", sin duda uno de los sitios más bonitos de "Tailandia".

La siguiente visita fue a la costa sur que continúa a la de "Krabi" y que realmente es una isla llamada "Ko Lanta", que no nos despertó ningún interés. Muy incómoda de acceder teniendo que coger dos herrumbrosos ferries para llegar a unas playas poco atractivas y que donde mejor estábamos era en el propio hotel.

De "Ko Lanta" atravesamos la península, abandonando el mar de "Andaman" para ir al golfo de "Tailandia" cogiendo un ferry que nos llevó a la famosa isla de "Ko Samui". Esta isla tampoco nos gustó porque era simplemente un rosario interminable de buenos resorts, en los que prácticamente se pasa todo el tiempo dentro, porque salir a recorrer la isla no ofrece especial interés. En nuestro caso, estábamos por casualidad hospedados en uno de ellos situado en la mejor playa que vimos en la isla, por lo que aunque nos movíamos todos los días intentando encontrar otros lugares, siempre volvíamos al hotel para aprovechar sus instalaciones. El objetivo que llevábamos al ir a esta isla era visitar el "Parque Marino de Angthong" pero en esta época todavía los barcos no hacen el recorrido total, no accediendo a la isla en la que nosotros estábamos interesados y desde la que se tiene un paisaje completo del archipiélago que forma el parque.

Para cubrir la última área que estaba en el norte de "Krabi", volvimos al mar de "Andaman" cruzando de nuevo la península pero esta vez de este a oeste, para situarnos en "Kao Lak" desde donde podíamos acceder al principal objetivo que teníamos, ver el "Parque Nacional de la Bahía de Phang Nga". La suerte con el tiempo se alió con nosotros y tuvimos un día espléndido de sol, disfrutando muchísimo de la espectacular bahía y de sus grandes bloques de piedra caliza que emergen desde el agua.

De todo lo visto, la península de "Railay" y el "Parque Nacional de la Bahía de Phang Nga" han sido con mucho los mejores lugares en los que hemos estado, y que sin duda justifican por sí mismos, una visita a esta zona de "Tailandia".

Hacer 230 Km. nos ha llevado 5 horas en un microbús y eso que gran parte de la ruta se ha realizado por una carretera de pago que aquí llaman Highway, pero que no tenía más que un carril por dirección y sólo se ampliaba a dosen algunos pueblos grandes, pero como uno de ellos estaba ocupado permanentemente por motocicletas, los atascos eran continuos.

Ya nos ha costado más de una hora salir de "Phnom Penh" y es que este país al igual que "Laos", está experimentando un crecimiento un tanto desordenado. La clase media se puede permitir el lujo de comprar coche, todos nuevos modelos asiáticos, pero las infraestructuras viales no crecen al mismo ritmo, por lo que los desplazamientos son interminables.

Cuando hemos llegado a "Sihanoukville" en la costa, nos han asaltado unos cuantos jóvenes entrando en el microbús a cogernos las maletas. Como me he dado cuenta de su estrategia de pillar el equipaje para llevarte al hotel en su tuctuc, les he mandado dejarlo en su sitio y una alemana que venía con nosotros les ha echado una bronca que ni la "Merkel" es capaz de poner firmes a tantos como ha conseguido hacerlo nuestra compañera de viaje, que era bastante ¡¡¡marimacho!!!.

Después, el que nos llevaba al hotel nos ha preguntado extrañado por nuestra reacción, a lo que le hemos tenido que explicar que lo que para ellos era lo normal, para nosotros no lo era tanto.

Hemos realizado el check-in en el hotel "White Beach" y nada más entrar han empezado a descargar las nubes, por lo que hemos tenido que retrasar el baño en la piscina que nos queríamos dar, para quitarnos el calorazo del viaje.

En definitiva, otro de esos días en los que prácticamente no haces nada especial, salvo moverte por carreteras y zonas del país que no responden a lo que habíamos visto de "Siem Reap" o "Phnom Penh", donde todo es de color de rosa. Viendo la suciedad acumulada en las orillas de la carretera, y la basura amontonada en los mercados de calle que hay en casi todo los pueblos por los que hemos pasado, te das cuenta que nada tiene que ver unas zonas con otras, por lo que puede llevar a engaño a la hora de valorar un país. Todo lo que rodea al turismo está limpio y muestra su mejor cara, porque realmente lo pagas con los precios especiales que siempre te aplican, pero la vida cotidiana del pueblo es muy distinta y en cuanto te sales de tu entorno, compruebas la realidad del país.

Un día con muy poco interés salvo habernos encontrado con un médico pediatra jubilado llamado "Luis" que era chileno pero llevaba muchos años viviendo en Estocolmo. Una persona muy amena y de risa fácil que nos ha alegrado un poco la aburrida excursión porque no tenía nada que ofrecer, y hasta la organización y comida ha sido mala.

Con bastante retraso nos venía a buscar un tuctuc para llevarnos al embarcadero, parando en otros hoteles para recoger más gente. Al final hemos ido 5 personas en el tuctuc muy apretados porque estos vehículos están diseñados para los asiáticos que son pequeños y delgados, pero los viajeros que llevaba hoy casi salíamos por las esquinas: dos grandes suecos, un chileno/sueco y nosotros dosn los más menudos, lo que pienso que daba una imagen de chiste embotados en tuctuc.

Después de una hora de travesía, hemos parado en un pequeño islote para hacer snorkeling, pero el fondo tenía muy poca fauna y salvo algunos corales y erizos de largas, púas poco más tenía de interés.

Continuando la travesía nos han dado de comer de un pobre bufete y llegados a la isla de "Koh Rong Sanloem", hemos desembarcado para pasar un par de horas en su playa de arena blanquísima y agua caliente, debido a su poca profundidad. Un tiempo que lo hemos pasado hablando con nuestro amigo "Luis" que también ha viajado mucho y dándonos consejos sobre la experiencias pasadas.

La vuelta a tierra nos ha llevado dos horas y ha sido tortuosa al principio, porque han puesto la música a tope y nosotros estábamos bajo uno de los altavoces, lo que ha hecho que nos trasladáramos a la otra punta del barco para poder soportar el ruido.

Ya en tierra hemos tenido problemas para volver al hotel porque el tuctuc que nos había llevado no estaba esperándos, pero hablando con el chófer de un autobús encargado de llevar a otros pasajeros, amablemente nos ha introducido en el grupo y dejado a la puerta del hotel cuando ya estaba la puesta de sol, lo que hemos aprovechado para acercarnos a la playa para echar un vistazo.

Día muy insulso, porque la excursión no merecía la pena y gracias a que hemos entablado conversación con nuestro amigo el chileno, el día ha pasado más entretenido.

Viajar es ir de sorpresa en sorpresa. Ayer pensábamos que íbamos a ver una maravillosa isla y nos decepcionó. Hoy que creíamos que íbamos a pasar un día aburrido, ha sido lo contrario y las cascadas de Kbai Chhay nos han encantado. Además como hoy era domingo estaba llena de autóctonos y con la amabilidad que les caracteriza, se han mostrado muy agradables y simpáticos con nosotros.

Pero para conseguir algo hay que moverse y como siempre estamos dispuestos a la búsqueda de sitios nuevos, hoy hemos alquilado una motocicleta para ir a unas cascadas de las que ya teníamos referencia en el GPS de su situación, aunque también la información que tenía del sitio y las fotografías vistas, nos auguraban una visita sin mucho interés.

Así que en el propio hotel, hemos cogido la moto y nos hemos desplazado a la búsqueda de nuestro destino, por una ruta que después hemos visto que no era la adecuada, pero debemos fiarnos de nuestro GPS, porque al final te lleva, eso sí, esta vez por un trayecto mucho más largo.

De pasada hemos parado en una plaza en la que hay un par de estatuas de leones llamada "Golden Lions", que como todas las estatuas que se hacen en Asia, parecen caricaturas, eso sí, pintadas de un intenso color dorado como los budas.

Siguiendo la ruta hemos pasado por varios pueblos de auténticas chabolas, en donde por respeto ni me he atrevido a sacar fotos, pero en donde te das cuenta de como es un país fuera del entorno turístico. Abandonada la carretera nos hemos metido por una pista de tierra durante 7 km. por donde no circulaba casi nadie, pero como el GPS decía que íbamos bien, hemos continuado hasta llegar a un lugar con muchos puestos de venta y zonas para comer. Un estrecho puente que después hemos podido pasar en moto, nos llevaba a la auténtica zona a la que llegaban los vehículos y por donde después hemos vuelto a "Sihaknouville".

Nos ha sorprendido ver tanta gente después de hacer prácticamente solos el recorrido, y en cuanto nos hemos empezado a mover por los numeroso saltos de agua, nos ha encantado ver el relajamiento de la gente y que nos sonreían continuamente. Sólo hemos vistos otros dos occidentales que conducían motos de 4 ruedas y tal vez por eso les extrañaba vernos deambular por las cascadas.

Una familia con un precioso niño pequeño, estaban sacándose fotos ataviados con vestidos que suponemos típicos, pero eran los únicos que los llevaban, salvo las coronas que se vendían en los puestos. Viendo que estaban interesados en que yo también les fotografiase, hemos estado un buen rato con ellos y su precioso niño, sacando fotos que les enviaré a través de Facebook.

De vuelta a "Sihanoukville", nos hemos ido hasta las playas donde hemos encontrado un buen sitio para estar tumbados leyendo y dándonos repetidos baños de agua caliente, porque el mar casi quemaba. A media tarde se ha cubierto el cielo y unos nubarrones han aparecido echando agua a cántaros. Como veíamos que no era una simple nube pasajera, sino que la cosa de la lluvia iba para largo, nos hemos vuelto al hotel en moto, pero en cuanto nos hemos montado, el diluvio universal ha comenzado. Un cuarto de hora después, conseguíamos llegar totalmente calados, pero al final contentos porque la lluvia fuerte ha durado una hora más.

Mañana toca día de autobús. Otras 5 horas para volver a "Phnom Penh" y disfrutar de los días festivos con motivo de la "Fiesta del Agua" o "Bon Om Tuk" como se llama aquí.

Medio día lo hemos pasado en el autobús de vuelta a "Phnom Penh" y aunque pensábamos que íbamos a viajar apretados porque nos habían dado los últimos asientos, la realidad es que han fallado algunos viajeros y hemos ido ocupando dos asientos cada uno. Sobre las 3 de la tarde llegábamos al mismo hotel en el que estuvimos antes llamado "Niron" y que nos gustó mucho. Al marcharnos hace unos días les solicitamos que si podía ser nos adjudicaran para la vuelta en la que íbamos a pasar 4 días, la habitación del 6° piso, la más alta del edificio, porque se apreciaba desde fuera que tenía una estupenda terraza y un amplio paisaje del río "Mekong" atravesando la ciudad. Pues bien, nos la han dado y no sólo eran las vistas, sino que la propia habitación es mucho mayor que la anterior y a igual precio.

No solemos hacer propaganda de los hoteles y nos limitamos a pequeños comentarios reservando nuestras opiniones para introducirlas en los apartados de los web a través de los que contratamos: Booking, Agoda, Expedia, etc, pero por esta vez nos saltamos lo habitual y recomendamos que si vienes a "Phnom Penh", no dejes de mirar entre tus opciones este hotel porque su relación precio/calidad es de las mejores que hemos conocido.

Después de comer nos hemos acercado a la Oficina de Turismo, para enterarnos de los festejos que se van a celebrar a partir de mañana en la ciudad. Y allí nos han confirmado algo que ya habíamos oído pero que guardábamos esperanza de que cambiase, la no celebración de la famosa regata de canoas y que era uno de los principales objetivos de esta visita a "Camboya". Oficialmente no se conocen los motivos, unos dicen que se debe al accidente ocurrido hace unos años en el que murieron más de 100 personas por una avalancha, otros que el río Mekong lleva muy poca agua, incluso también que es una guerra de partidos.

El caso es que nos quedaremos sin ver este evento, que se debe parecer algo al de "Vientiane" en "Laos" en el que estuvimos hace un mes. Esperemos que podamos asistir a otras actividades que nos muestren cómo se vive y como celebran la gran "Fiesta del Agua" o "Bon Om Tuk", aquí en "Phnom Penh".

Después hemos vuelto al hotel a darnos un baño en su pequeña piscina y sentarnos en nuestra terraza sobre el río a contemplar con tranquilidad el movimiento diario de coches, motos y camboyanos paseando y practicando deporte por el concurrido paseo del "Riverside".

A mí me gusta "Phnom Penh", sin embargo a "Carmen", la cantidad de basura que se ve por todas las esquinas y es muy cierto que la hay llegando casi a niveles de "India", no le resultaba nada agradable. Hoy sin embargo, hemos estado en el "Palacio o Real" y es uno de los grandes recintos más importantes que existen en nuestro planeta. Impresionante se podría calificar el rico entorno que nada tiene que ver con el de sus aledaños, y lo mismo que el "Riverside" con su paseo "Sisowan Quay", estaba todo impoluto. Una pena que no se extienda esta faceta a otros lugares muy cercanos que sorprenden porque tienes que andar mirando constantemente al suelo para saber lo que pisas.

Aquí los horarios de trabajo y de actividad comienzan muy temprano, porque al mediodía lo mejor es retirarte al hotel, si puedes para darte un chapuzón y pasar las horas duras a la sombra. Por ello para las 9 de la mañana, salíamos por el paseo del río con dirección al primer punto del itinerario, que nos hemos marcado para hoy y que recoge los lugares más importantes que debemos ver. Sabemos que empezar por lo mejor, conlleva que lo que ves después no lo valores tanto, pero por si acaso el tiempo se enfada y llueve, queríamos aprovechar el precioso día que ha salido.

El "Wat Ounalom" ha sido nuestra primera parada, y era más bonito por fuera que por dentro, ya que las salas estaban iluminadas por cadenas de luces parpadeantes que le daban al sitio una imagen de ¡¡¡ casino al estilo chino !!! muy poco serio y si ya de por sí las efigies parecen muñecos mal hechos, la luz parpadeante de sus aureolas los hacía más de plástico barato.

El siguiente destino ha sido la estrella de "Phnom Penh", el Royal Palace", un impresionante y enorme complejo de bellísimas construcciones que te hacen preguntarte, cómo era posible que se hubiese construido en su momento, semejante obra tan monumental y lujosa, cuando en el pueblo llano, aún hoy todavía queda mucho chabolismo.

Dentro del "Palacio Real" se encuentra el "Silver Pavillon" donde el lujo se acrecienta todavía más con pagodas y estupas preciosas.

Paseando por allí he visto como se fijaba un monje en el trabajo tan delicado que tenía delante y no he podido resistir la tentación de inmortalizarlo, porque la túnica naranja es un complemento ideal a cualquier imagen de entornos religiosos. ¡¡¡ Creo que esta es la foto del día !!!.

Terminado el Palacio Real, por cercanía nos hemos dirigido hacia la plaza de la Independencia y al templo "Wat Langka", que después de donde veníamos ha resultado bastante anodino salvo una reproducción de un puente existente en "Angkor Wat", en el que unos forzudos parecen sujetar a un dragón.

Durante todo el día la actividad de la ciudad ha sido tan normal como otro día cualquiera, y al atardecer, mucha gente se ha ido concentrando en las cercanías del "Palacio Real" para cenar en plan familiar sentados en la hierba de los extensos jardines. Esta concentración junto con unos paupérrimos fuegos artificiales en el río Mekóng han sido las únicas actividades que indicaban que era un día de los de la "Fiesta del Agua". Un día de festejos que no ha tenido nada de especial.

Tal como esperábamos, visto lo bueno, para hoy nos quedaban destinos menos interesantes, Algunos templos y mercados.

Primero hemos estado en "Wat Phnom", donde en la entrada un chaval uniformado pretendía que le diéramos 2 USD que era el precio del tiquet sólo para extranjeros. Le hemos dicho que de acuerdo pero que nos tenía que dar el correspondiente recibo, a lo que se negaba. Claro, cómo no se iba a negar si no los tenía, porque había una ventanilla oficial en la que se compraban. Cuando hemos vuelto con las entrada nos ha dejado pasar mientras repetía la operación con otro grupo de 6 personas con la misma trama. Les hemos enseñado las entrada diciéndoles donde las podían comprar de forma oficial, lo que ha supuesto que en un momento le hayamos dejado de ganar 8 USD, todo un sueldo aquí. Cuando salíamos ya no estaba controlando las entradas, por lo que mucha gente entraba sin pagar.

Una forma más de engañar en este caso a su propio país, embolsándose supongo que un importante dinero que seguro que tendría que repartir con otros compinches posiblemente, los de la propia ventanilla, porque al comentarle este hecho cuando hemos ido a sacar las entradas, nos ha sonreído y ha pasado olímpicamente

Por lo demás, el templo no tenía interés para nosotros, pero debía ser un centro de culto importante en la ciudad porque había muchos fieles rezando y haciendo ofrendas.

Desde allí hemos caminado hasta el "Mercado Central". Un bonito edificio con una enorme cúpula que albergaba en su interior muchas tiendas de joyería, relojes de imitación y piedras preciosas, en el que según dicen si eres experto puedes encontrar ¡¡¡ buenos chollos !!!. Nosotros como no lo somos, nos hemos conformado con mirar y a tantear el precio de algún reloj de imitación.

Desde allí hemos cogido un tuctuc hasta el "Mercado Ruso" o "Phsar Tuol Poung", pero tampoco nos ha gustado aunque si hemos encontrado un reloj de marca conocida a buen precio. También hemos comprado fruta porque estamos muy cansados de la comida asiática y de la occidental italiana que es la que aquí te ofrecen. Así que después de un baño en la piscina nos hemos subido a la terraza de la habitación donde corría un estupendo airecillo y viendo la actividad de gabarras del "Mekong", nos la hemos comido. A la noche no nos quedará más remedio que seguir buscando algo fácil de digerir.

Al igual que ayer, el atardecer parece ser el comienzo de la fiesta cuando miles de camboyanos inundan el "Riverside" y algunas zonas de ferias y conciertos. Hoy la concurrencia parecía mayor porque a las 12 de la noche se celebra el "Moon salutation" o "Sampeas Preah Khe" y una comida especial de arroz con banana y jugo de coco "Ork Ambok".

Este último día en "Camboya" lo hemos pasado deambulando por la ciudad y viendo templos menores y mal cuidados. "Phnom Penh" al igual que muchas de las grandes ciudades, con un par de días suele ser suficiente para ver lo realmente interesante que te pueden mostrar, desde el punto de vista turístico y sin profundizar en nada concreto.

Completando los lugares marcados que traía de antemano y que había visto que tal vez merecieran una visita, nos hemos acercado al "Wat Saravon Decho", que gran parte del mismo estaba en obras y el resto no merecía la visita. Un descuidado templo que no debe merecer la atención necesaria para su conservación.

El siguiente era el "Wat Koh", un templo que en cuanto hemos entrado nos hemos marchado por la puerta de al lado, porque era un desastre. Suciedad, escombros, niños semidesnudos le daban un cariz de horfelinato de los que te preguntas como es posible que existan hoy en día, tan cercano al lujoso "Palacio Real" que da vergüenza acercarse porque eres un intruso en toda regla, pero así es "Camboya".

Como el "Mercado Central" se encontraba bastante cerca, hemos continuado andando parando en un moderno centro comercial de los que se hacen ahora en "Asia" y en el que sólo por el aire acondicionado daba gusto entrar. Allí Carmen ha encontrado la forma de paliar mi decepción por no celebrarse el "Racing Boats Festival" en el río "Mekong" y me ha ofrecido un símil de lo que debiera ser, con gran estilo remero.

Aprovechando que estábamos allí, hemos entrado en el "Mercado Central" para echar otro vistazo y pasar el rato hasta la hora de comer, repitiendo la comida a base de fruta de ayer en la terraza de la habitación del hotel después de un agradable baño en la piscina.

Intentando hacer alguna cosa nueva, al atardecer queríamos ir en un barco que anunciaba el ¡¡¡ sunset !!! que por el río nos llevaría a ver la puesta de sol. Una vez más el engaño era a todas luces el gancho para que lo cogieras, porque veíamos el sol poniéndose en la cara opuesta al río, lo que a simple vista hacía imposible que pudiera ver el ¡¡¡ sunset !!!. Así que otra tarde más hemos paseado entre el gentío por el "Riverside" como último contacto con "Camboya" que mañana abandonaremos.

Con esta visita hemos cubierto los tres destinos del país más turísticos y sin ninguna duda la estrella de "Camboya" son "Los Templos de Angkor" en "Siem Reap" en los que estuvimos anteriormente. El objetivo de este viaje era asistir a la "Fiesta del Agua" o "Bon Om Tuk" en "Phnom Penh", y conocer "Sihanoukville", un destino de playa en la costa suroeste.

"Phnom Penh" me gustó a mí especialmente por sus palacios, pero no tanto a "Carmen" por su suciedad y chabolismo en muchas zonas, cosa que no hemos visto en "Laos" y que en principio traíamos la idea de que eran países similares, pero no es así.

Nuestra intención era disfrutar de las fiestas más importantes del año, al igual que en "Vientiane" con las regatas de canoas, ya que las de aquí son muy famosas, pero sin conocer las auténticas razones este año no se han celebrado. Así que la ¡¡¡ Gran Fiesta !!! se limitó a barracas de ferias, mucha gente por la calle y grupos musicales en los clásicos escenarios callejeros.

En cuanto a "Sihanoukville" y sus playas, nos parecieron muy pobres turísticamente y con muy pocos servicios, optamos por irnos un día a una isla pero mejoraba muy poco el entorno. Sin embargo lo que nos gustó fue el día que pasamos en las cascadas de Kbai Chhay, situada a unos 15 km. de la ciudad para lo que alquilamos una motocicleta y de camino pudimos ver ese otro Camboya, el de los arrabales de chabolas y pobreza en algunos casos extrema. Por otro lado, en las cascadas parecía existir otra sociedad diferente a la vista en el camino. Allí todo era alegría, amabilidad, relajamiento y baños en un precioso entorno, seguramente vetado para muchos camboyanos que luchan sólo para poder subsistir.

Esperábamos más de esta visita a "Camboya", tal vez pensando que íbamos a repetir la agradable experiencia de "Laos", pero no ha sido así y nos ha parecido algo mediocre.

Volvemos a "Malasia" para pasar los tres últimos días de este viaje por el Sudeste Asiático. Cuando éramos jóvenes se hizo famosa la serie de televisión "Sandokan - El Tigre de Malasia", basada en una novela de "Salgari" en la que el protagonista, un pirata y guapísimo actor hindú, luchaba a diestro y siniestro contra los inglesess que merodeaban por el "Estrecho de Malaca". Y claro, eso nos dejó huella, por lo que como nos quedaban unos pocos días para coger el avión en "Kuala Lumpur" de vuelta a casa, hemos alquilado un coche y nos hemos ido a ver si encontrábamos a "Sandokan" o por lo menos al "Tigre de Malasia".

Este ha sido el catorceavo avión que hemos cogido en este viaje y una vez más ha sido con "Airasia", de la que seguramente seremos unos de sus mejores clientes. En el aeropuerto "Klia2" de "Kuala Lumpur", cogíamos el coche alquilado en "Avis" y poníamos rumbo a "Malaca" en la costa suroeste para llegar al hotel "Equatorial", cogido por error y con un precio excesivo para lo que acostumbramos pagar. En esta ocasión "Booking.com" nos confundió, porque nos dio los precios de la habitación en Dólares de Brunei, cuando nosotros pensábamos que eran en rings malasios, por cuanto el hotel se encuentra en Malasia y no en Brunei. Un hotel que tiene dos vertientes: la popular a la que llegan autobuses llenos de gente para pasar el fin de semana y la ¡¡¡ Club !!!, con habitaciones grandes. Un engendro de sistema en el si quieres te encierras en un ambiente elitista, pero si quieres desayunar en condiciones y no un simple café, o disfrutar de sus varias piscinas, no te queda más remedio que mezclarte porque son comunes. En definitiva ¡¡¡ Un sistema de nuevos ricos !!! que tanto se estila hoy en día en los países asiáticos.

Después de mucha parafernalia para que nos atendiera un empalagoso empleado en una recepción especial, porque éramos clientes Vip, nos han dado la habitación y hemos salido a echar un vistazo por los alrededores, porque cuando llegábamos en coche hemos visto que había mucho ambiente en la calle.

Parece una zona construido para el ocio, con calles preparadas para la atracción turística y muchas ganas de ofrecer cultura y consumo. Numerosos tenderetes de comida y escenarios con conciertos de diversos tipos eran visitados por riadas de personas que suponemos que por ser viernes llenaban todos los rincones.

Al anochecer ha surgido otra nueva atracción que parece entusiasmar no solo a niños: la de pasear en unas bicicletas que parecían un escenario musical. Antes eran las carrozas tiradas por caballos, pero ahora unas complejas bicicletas con diseños variados, música discotequera y luces de neón hacen furor entre esta cultura. Nosotros no entendemos donde encuentran el placer, aparte de los niños, de montarse en estos artefactos que te dejan sordo y se limitan a darte una vuelta por un par de calles. Si "Salgari" levantara la cabeza y viera la evolución al consumismo que hay en los escenarios de sus novelas, no se lo creería.

Mañana cogeremos el coche y daremos una vuelta por los lugares que traemos como recomendados para ver si encontramos algo más auténtico de "Malaca" que lo que hemos visto hoy.

Malaca no tiene nada que ofrecernos. Todo lo que no nos gusta lo hay en gran cantidad y con una diversión de fin de semana basada en atractivos de un curioso consumo de poca calidad. Una ciudad en constante atasco circulatorio con semáforos de hasta 4 minutos de espera conforme a los marcadores que lo indican sin ningún reparo. Ayer ya nos pareció algo extraño que nos costase hacer los 5 últimos kilómetros más tiempo que los 120 Km. anteriores por autopista desde el aeropuerto.

Como tenemos cerca del hotel una oficina de turismo, lo primero que hemos hecho por la mañana ha sido ir a informarnos de si había algo que no teníamos controlado y que mereciese la pena ir. No había nada más, pero si nos hemos enterado de que donde estamos hospedados es el centro de todo lo que hay que ver y hacer en "Malaca", así que prácticamente ya lo hemos visto todo y sólo nos quedaban un par de cosas en los alrededores, por lo que nos hemos dirigido a una mezquita llamada "Selat Melaka" que estaba sobre el agua, en la orilla del estrecho en el que se veían cruzarlo algunos barcos cargueros.

A la vuelta de la mezquita y hartos de estar atascados sin saber exactamente el motivo, hemos decidido dejar el coche en el parking del hotel confundiendo la entrada con la salida. Error que nos ha llevado a tener que alejarnos por una carretera de dirección única, más de 2 kilómetros sin poder retornar, pasando de atasco en atasco y tardando más de tres cuartos de hora en conseguir volver al hotel.

Dejado el coche, no lo hemos vuelto a coger porque es desesperante. El problema debe estar en la forma en que está diseñada la propia circulación, tal vez, para que no se coja el coche, pero el caso es que puede que se carguen lo que vienen buscando de atraer al turismo, aburrido de la poca agilidad que hay para llegar al destino.

Lo que estamos seguros es que el novelista "Salgari" no visitó nunca esta zona, porque si lo hubiera hecho debía tener una imaginación desbordante. Lo que la naturaleza le ha dado a "Malaca" no creo que inspire a nadie a escribir relatos de aventuras basados en lo que hemos visto, tanto del mar como de la parte terrestre.

Así que nos hemos refugiado en la espectacular piscina del hotel para leer y pasar el rato, hasta que por la noche al igual que ayer hemos paseado por el llamado "Jonker Walk" para cenar a base de picar por los puestos, que hoy por ser sábado estaba todavía más concurrida que ayer. Justo en una bocacalle estaba el templo chino "Cheng Hoon Teng" al que nos hemos acercado porque lo teníamos referenciado como visita de interés.

Mañana teníamos intención de ir a la isla de "Pulau Besar" pero veremos si nos sentimos con ganas de coger el coche y aguantar el desplazamiento hasta el puerto de embarque, porque lo que hemos visto hoy del mar no nos ha gustado nada.

Después de profundizar mirando en Internet y en las guías lo que podríamos ver en la isla de "Pulau Besar", hemos decidido no ir y dejar pasar este día moviéndonos por la ciudad y haciendo un recorrido en motora por el río, que si de entrada pensábamos que iba a ser un coñazo, después no ha sido así, porque transcurría por una curiosa zona de pequeñas casitas decoradas con grafitis.

El resto del día ha sido dejar pasar las horas despidiéndonos de los baños de la piscina por bastante tiempo, porque nos espera parece ser un duro invierno en casa.

Mañana volveremos con tranquilidad hacia "Kuala Lumpur" porque hasta la noche no sale el avión y pararemos primero en "Putrajaya" para ver algunos lugares de los que me sorprendieron unas fotos que encontré.

'Ultimo día de viaje y hasta el final nos hemos estado moviendo a la caza de ver lugares con interés y "Putrajaya" capital administrativa de "Malasia" es otra de esas nuevas ciudades construidas para impresionar al resto de los mortales exhibiendo la riqueza del país. Pero no todos lo consiguen: "Astana" en Kazajistán" y "Putrajaya" en "Malasia" se quedan en el intento, y sin embargo otros como "Shanghai" en "China" o "Dubai" en los "Emiratos Árabes" lo han hecho francamente bien y marcan metas difíciles de imitar para el resto de potencias económicas por su alto coste.

"Putrajaya" lo que tiene de bueno es que la orografía le ayuda y sus lagos le dan una apertura de paisaje muy interesante, aunque los edificios construidos no parecen estar a la misma altura. Las imágenes que había visto y por las que nos decidimos hacer la visita, estaban sacadas de noche y con luces, y ya se sabe, como el refrán dice ¡¡¡ de noche rodios los gatos son pardos !!! y algo parecido pasa aquí.

Justo cuando terminábamos con las visitas ha comenzado a llover de forma torrencial y a la vista de que después de una hora continuaba al mismo ritmo, nos hemos ido al aeropuerto para entregar el coche y esperar la salida del avión

Este último diario de este viaje lo estoy escribiendo mientras esperamos a que abran los mostradores para hacer el check-in y con la esperanza de poder dormir algún rato en el avión, para que se nos hagan un poco más cortas las 13 horas que tardaremos en llegar a "Frankfurt".

"Kuala Lumpur" suele ser un punto muy importante para nosotros porque lo utilizamos como base desde donde realizamos visitas al resto del "Sudeste Asiático". El que la compañía aérea "Airasia", pivote desde esta ciudad a un amplísimo cartel de destinos nos lleva a realizar en muchas ocasiones visitas de pocos días de duración a otros países cercanos. Hasta ahora estábamos obligados a trasladarnos desde el aeropuerto hasta la capital de "Malasia" muchas veces sólo para pasar una noche y volver a coger un avión al día siguiente, lo que te llevaba una hora por viaje y en vuelos tempranos se hacía un poco duro. En la actualidad se dispone de una alternativa cómoda y más barata al poder pernoctar en el hotel "Tune" del aeropuerto "Klia2" y que a un precio muy razonable nos ahorra esos largos desplazamientos y su coste, quedándonos en el propio aeropuerto a pasar la noche muy confortablemente.

Por ello, en este viaje no hemos llegado a visitar "Kuala Lumpur" y sin embargo el aeropuerto "Klia2" ha sido una parte esencial en nuestros desplazamientos. No obstante, si hemos visitado dos zonas de "Malasia" hasta ahora desconocidas para nosotros, como son: la isla de Penang y la zona de Malaca en el suroeste.

La isla de "Penang" junto con "Langkawi" que ya conocíamos de un viaje anterior, son los grandes destinos turísticos de "Malasia" y si bien "Langkawi" nos gustó, esta vez la isla de "Penang" no nos pareció que mereciese la pena una visita. Buenos hoteles en formato de resorts, donde estar metido disfrutando de sus servicios es la opción más usada, pero la isla en sí, poco tiene que ofrecer salvo algunos templos chinos e hindúes que con dedicarles un día es más que suficiente.

La otra visita fue a la ciudad de "Malaca" que es otro punto estrella para los malasios, que al estar a unos 120 km. de "Kuala Lumpur" es un destino de fin de semana y sigue la misma política turística de otros países asiáticos que crean pequeñas ciudades y pueblos reconvertidos principalmente destinados al turismo interno. Casi todos los países dan mucha importancia a promocionar el sector económico del turismo, a la vez de ofrecer una pequeña vía de escape los viernes a la clase media, que llenan estas ciudades artificialmente dotadas de unos atractivos que les inculquen a consumir lo que muchas veces son simples actividades lúdicas de poca monta.

No todos los países han sido tocados por la varita mágica de la naturaleza que ayuda enormemente con este objetivo y "Malasia" es uno de ellos. No hay grandes atractivos naturales y las playas son bastante mediocres por lo que como sustitutos hay enormes hoteles con buenas instalaciones que suplen esas carencias, y para el resto de necesidades intentan a base de imaginación ofrecer alternativas lúdicas: paseos en motoras por el río, en bicicletas con música y luces, mercadillos, etc.

En definitiva, lo mejor de "Malasia" peninsular es su nudo de comunicaciones aéreas. La otra "Malasia", la de la isla de "Borneo", es otra cosa y la naturaleza ha sido mucho más generosa. El monte "Kinabalu", los monos narigudos" y el Parque Nacional "Gunung Mulu" son una buena muestra de ello.