Otro día más y a propuesta de "Manez" hemos vuelto a desayunar a "El Cardenal", para disfrutar de su chocolate y de su nata entre otros platos más. Después "Alain" nos ha llevado en coche a "Mixquic", un pueblo a unos 60 Km. famoso por la forma tradicional de celebrar estas fiestas "De Muertos". Hora y media después, llegábamos al centro del pueblo en el que ya tenían instaladas varias calles con puestos de venta de comidas, chucherías y artesanía local. Hemos entrado en el cementerio porque es el punto más importante según la propaganda, en el que a la noche se ilumina por dentro y las tumbas relucen con las flores. El caso es que lo que hemos visto sobre las tumbas no daba la sensación de que fuera a ofrecer el más mínimo interés en la noche, porque no se veía actividad de colocación de flores, salvo en unas pocas tumbas.

Nada que ver con la experiencia que tuvimos una de las veces que vinimos a México hace 16 años en estas fiestas, yendo a la isla de Janitzio cerca de Patzcuaró, en la que el cementerio mostraba una imagen espectacular y a la vez de una cultura de este tema tradicional y en su pura esencia. Por lo que después de varias vueltas y picar en los puestos, hemos vuelto a la Ciudad de México, porque ya se estaba llenando "Mixquic" de visitantes, haciendo difícil el moverte por las calles abarrotadas de puestos, que en definitiva ofrecían lo mismo que cualquier día de mercadillo.

Entrando en la ciudad nos hemos dirigido al barrio de Coyoacán, que dentro de la Ciudad de México es el que tiene fama de tratar mejor estas fiestas, y así hemos podido comprobar un gran ambiente en la calle. Visitantes disfrazados y mucha gente deambulaba por la plaza llena de puestos de venta de mucho más nivel que los de "Mixquic". Lógicamente el dinero dedicado a estas fiestas en la capital de país respecto a las posibilidades de un simple pueblo no son comparables, pero como siempre ocurre se busca lo mejor y en este caso ya quedan pocas personas de viejas generaciones que expongan en los cementerios, su forma de recordar a sus seres queridos, engalanando las tumbas y llevando los alimentos y bebidas que más les gustaban a los fallecidos y que era la esencia que se mostraba en la "Noche de Muertos", evolucionando esta cultura tan peculiar hacia el ¡¡¡merchandising!!! de los turistas y la fiesta popular.

Hoy segundo día "De Muertos", era fiesta y cuando esto sucede, desayunar en los sitios que tienen cierta fama resulta casi imposible, con colas de más de media hora de espera para una mesa, y como es un día sin prisas, todo se eterniza. Nosotros hemos optado por comprar unos hojaldres de manzana y de guayaba en una buena panadería y con un café, nos hemos ido a un parque cercano para desayunar tranquilamente en un banco.

A continuación nos hemos acercado al parque de "Chapultepec" para dar una vuelta y llegar hasta el castillo, un pequeño paseo por un entorno muy cuidado y muy concurrido, lleno de puestos de venta.

Como se acercaba la hora de comer y Carmen vio ayer que en un restaurante de la plaza de "Coyacoán" servían "chile en nogada", del que teníamos un gran recuerdo de cuando estuvimos en "San Miguel de Allende", nos hemos dirigido allí en coche, encontrándonos con multitud de gente que se acercaba al mismo barrio para disfrutar de las fiestas que tienen la mayor ffama en la capital.

La comida ha estado muy bien en el restaurante "Ave María", con unos copiosos platos de "Chile en nogada" que picaban muy poco e incluso el de Carmen nada, como a ella le gusta.

En el mismo "Coyacoán", por la tarde hemos estado viendo bail es regionales del estado de "Oaxaca", recordándonos en cierta medida a algunos de nuestros bailes vascos.

Mañana volaremos a Cancún con nuestros hijos Alain y Manez, para cumplir la última etapa de nuestro viaje a México. Unos pocos días en el Caribe para tranquilizarnos de la ajetreada "Ciudad de México".

Día para olvidar. El vuelo con "VIVA Aerobus" ha sido un desastre. Cuando hemos ido a embarcar, una comprobación rutinaria de mantenimiento ha dado con algún problema que no se ha podido resolver. Nos han cambiado de avión y salíamos con 2 horas de retraso, más otra hora que por el uso horario de Cancún respecto a Ciudad de México, hacía que llegáramos de noche a nuestro destino.

El siguiente problema ha sido con la agencia de alquiler del coche "Mex", que primero no estaba en el aeropuerto la persona encargada de atendernos y cuando al fin ha llegado cerca de media hora más tarde, nos ha dicho que en la oficina de recogida del coche había más de dos horas de espera porque había mucha gente. Ante esta perspectiva hemos estado a punto de cambiar de compañía pero como ya habíamos pagado una parte de la reserva sin retorno, hemos continuado esperando a ver lo que nos encontrábamos en dicha oficina. La realidad era que sólo hemos encontrado un par de personas delante nuestro, y cuando le hemos contado al que nos ha atendido, lo que habia pasado en el aeropuerto y lo que nos había dicho el empleado que allí tienen, se han cabreado mucho por la mala imagen que daban, por lo que no sabemos si lo habrán echado a la calle.

Pero ahí no acaba el tema, porque cuando hemos ido a coger el coche que yo había reservado y pagado, nos han dado uno de inferior tamaño. Vuelta a la oficina para reclamar y con buenas palabras se han disculpado por el error, nos lo han cambiado por otro, eso sí, con la consabida espera para que fueran a buscarlo a otro estacionamiento y su limpieza.

Al final llegábamos al "Hotel Kavia" pasadas las 9 de la noche, y al salir a cenar hemos encontrado una agencia a punto de cerrar en donde hemos reservado un tour en catamarán a "Isla Mujeres" para mañana.

Lo dicho, todo el día para un desplazamiento de 1:50H., el alquiler de un coche y la reserva de una excursión.

La cercanía de "Isla Mujeres" con "Cancún" la convierte en una de las excursiones de día más utilizadas para disfrutar de una bonita isla a precios razonables. Nosotros hemos utilizado un tour en catamarán, con paradas para practicar snorkel, un par de horas para visitar la isla y parada en un complejo para comer y disfrutar de una piscina.

"Manez" no conocía esta isla y tanto a "Alain" como a nosotros nos parecía la mejor opción que podíamos hacer para pasar el único día que teníamos asignado para "Cancún", así que para las 8 de la mañana, ya estábamos en el puerto para embarcar en la catamarán.

La primera parada ha sido para el snorkel, con un fondo marino, poco vistoso que necesita de apoyo para convertirlo en algo atractivo. La comida atrae a los peces y algunas estatuas sumergidas, han intentado mejorar la visita, eso sí, con una temperatura de agua estupenda para pasar un rato mojado.

Después entrábamos la isla con un par de horas para visitarla, alquilando un cochecillo de golf para recorrerla. rodeándola por la costa.

Al atardecer ha comenzado a llover y la vuelta a "Cancún" la hemos hecho dentro de la cabina, en la que corría el alcohol que a algunos no les sentaba demasiado bien, teniendo problemas para salir por el embarcadero sin irse al agua. Vamos lo normal, de estas excursiones, después de tantos años no ha cambiado la forma de diversión para algunos, que esperan el ¡¡¡ barra libre !!! para dar rienda suelta a la bebida.

Mañana nos desplazaremos a "Tulum", a algún cenote cercano y a "Playa del Carmen" que nos parecen las zonas más bonitas de esta costa.

Cuando hemos salido de Cancún rumbo a las ruinas de Tulum, llevábamos el plan de ver el emplazamiento arqueológico, después ir a ver algún cenote y retroceder a "Playa del Carmen" en donde teníamos reservado el hotel. Pero el guía al entrar en Tulum, nos ha explicado cual era la situación actual y forma de visitar el yacimiento, con algunas alternativas posibles. Tulum ya no es lo que era cuando estuvimos hace años, porque ahora la visita es mucho más reducida no pudiendo entrar en los enclaves ni utilizar su playa.

Ante esta situación que nos reducía el tiempo de la visita, hemos reservado un tour en motora para ver el yacimiento desde el mar, haciendo snorkel en el arrecife cercano y comer tranquilamente en la playa.

Para entrar hemos tenido que hacer cola para el control sanitario de temperatura, pudiendo estar dentro sin mascarilla, cosa un poco extraña porque estaba lleno de visitantes y no se podía guardar las distancias de seguridad. Parece como si el turismo hubiese confiado en que este destino era el mejor para quitarse de encima el confinamiento de la pandemia, porque se respiraba la alegría de haber terminado con el problema, cuando realmente todavía no es así.

Al terminar la visita, hemos caminado hasta la cercana playa de "Santa Fe". Una preciosa playa de arena blanquísima, un mar azul turquesa libre de sargazos que es el temor de la zona, en donde hemos comido y después tomando la motora nos han llevado a sacar las correspondientes fotos de las ruinas y a darnos un baño con tubo, gafas y aletas en el bonito arrecife de enfrente, en donde hemos visto varias rayas, tortugas y hasta un pez globo. Estaba claro que tanto revolotear las mantas y peces a nuestro alrededor, quería decir que los alimentaban para que acudieran y cuando le he dicho al que nos ha llevado, que les daban buena comida por lo que no se separaban de nosotros, se ha reído y no ha contestado.

Al final no nos ha dado tiempo de ir a ningún cenote, retrocediendo hasta "Playa del Carmen" en donde teníamos el hotel "Hacienda Paradise Boutique Hotel by Xperience Hotels". "Playa del Carmen" nos ha sorprendido porque teníamos un recuerdo muy agradable del atardecer por su llamada "5ª avenida" en la que se paseaba, se cenaba, etc., pero lo de ahora es realmente impresionante. Multitud de tiendas, restaurantes, discotecas, centros comerciales y demás cubren una calle peatonal interminable, extendiéndose a calles paralelas que no existían entonces. Digno de ver, porque ni en Las Vegas hemos visto tanto ambiente, tanta música, ni tanta gente de fiesta.

Mañana nos marcharemos a la isla de "Holbox", como última etapa de este viaje por la "Riviera Maya".

Viendo que la alternativa de los cenotes no nos apetecía demasiado, porque ya llevamos muchos baños encima y los que nos quedan todavía por tomar en la isla de Holbox, hemos decidido pegarnos la pechada, primero de 180 km. hasta las ruinas de Chichenitza y después otros 200 más para llegar a "Chiquilá", punto de embarque para la isla de Holbox.

"Manez" no conocía el yacimiento maya más importante de México y hemos pensado que no podía irse sin verlo, pero lo que no sabíamos era las condiciones de la carretera desde nuestra salida de "Playa de Carmen" hasta el yacimiento, con muchísimos tramos en obras de construcción de la autopista, de forma que ha sido un calvario ir detrás de los camiones de obra sin poder adelantarlos. Al final hemos tardado 2:15H. por una carretera de pago y después de que nos pararan en la entrada de "Yucatán, ganando una hora por uso horario, que la hemos perdido a la vuelta. Pues bien, han intentado timarnos con una parafernalia que parecía oficial, personas con uniforme en la que nos pedían datos personales, nos ofrecían las entradas al yacimiento, contrato de guías, incluso pudiendo pagar con tarjeta Visa, cuando según ellos en "Chichenitza" tendríamos que pagar en efectivo. Todo ello por el módico precio de más del 50% de coste que si lo hacíamos nosotros en las ventanillas del parque.

Lógicamente les hemos dicho que era demasiado caro y que nosotros compraríamos las entradas en destino, sabiendo porque ya habíamos estado antes que podíamos pagar con tarjeta de crédito. Y lo malo es que posiblemente no estén considerados delincuentes, porque tenían una oficina con varios operadores y ordenadores trabajando, pero lo que no se puede es mentir de forma tan directa apoyándose en que el turista valora mucho el no tener que andar cambiando divisas para obtener $mexicanos y pagar en efectivo, cuando se puede hacer directamente con tarjeta. En fin, que esto del turismo de masas como suelo decir cuando me acerco a una atracción como la de hoy, desata un sinfín de vividores con servicios de pacotilla y mentiras para ganarse un sueldo de manera fácil.

Terminada la visita, los otros 200 km. que nos quedaban han sido mejores, aunque parte han sido por la misma carretera de ida, llegando a "Chiquilá" entre profundos baches y socavones, justo a tiempo de la salida del ferry a Holbox. Después de media hora de travesía llegábamos a la isla, encontrándonos los accesos anegados de agua, porque parece ser que llevaba dos días lloviendo a mares, tal de como estaba el pueblo de balsas de agua.

El hotel elegido en la isla ha sido "Loa Boutique" y justo nos ha quedado tiempo para ir a cenar. Mañana recorreremos esta pequeña isla que se ha puesto de moda en "México".

Una mala decisión el incluir en nuestro viaje a México el venir a esta isla de Holbox, a pesar de estar recomendada por las guías de viaje. También hay que decir que hemos debido tener mala suerte, porque un par de días antes de llegar había estado lloviendo. Pero esta situación supongo que no debe ser tan anormal y ver el pueblo de "Holbox" hecho un desastre, como estaba hoy pasados tres días desde la lluvia, no justifica tenerlo en estas condiciones si quieren que prospere turísticamente. No es de recibo tener el pueblo como si hubiera habido tsunami.

Cuando hemos salido por la mañana, pensábamos alquilar un cochecito como hicimos en "Isla Mujeres" para recorrer la isla, pero ni siquiera los alquilaban, porque las agencias decían de tener miedo a que se les mojara el motor en uno se los profundos socavones llenos de agua, que parecían unos cenotes más de los muchos que hay en la zona, y que sólo se concentraban en el centro del pueblo, porque en los accesos a las playas, la arena había absorbido el agua y no había problemas para circular, incluso en bicicleta.

Sin embargo los taxis si circulaban y parece que o bien esos vehículos no tienen motor que se pueda mojar, o los taxistas son más listos y conducen mejor. El caso es que ¡¡¡ han hecho el negocio del día !!!, aunque no con nosotros porque lo que hemos visto en las playas de esta isla, no invitaba a visitarlas ni al baño, con cantidad de algas secas que se amontonaban en la arena, dando una imagen de suciedad, eso sí natural, pero en definitiva suciedad. Este no es el México, de Puerto Vallarta, Huatulco, Puerto Escondido, etc, ni tampoco el del cercano Tulum, en los que se respira limpieza y comodidad en los servicios. La calidad no es lo fuerte de esta isla que parece que busca un elitismo, jugando con las palabras sin aportar nada más, como cuando hemos entrado a un restaurante para ver que podíamos cenar y en lugar de facilitarnos el menú, nos han ido preguntando si queríamos cenar carbohidratos o proteinas, y así profundizando hasta decirnos que como servían lo que había en la lonja de pescado nos podian ofrecer jurel, sin saber que procedíamos de uno de los lugares del mundo donde mejor pescado se come.

"Holbox" nos ha recordado a "Jericoacoara" en "Brasil", pero bastante más cutre. "Jericoacara" con muchos años de experiencia en este tipo de turismo y bajo un prisma de gran diversidad, donde se quiere diferenciar de otros destinos respetando mucho la naturaleza, ha conseguido un equilibrio entre una buena oferta de atracciones y una masificación de visitantes limitada, que no erosiona los principios que se quieren proteger.

Mañana abandonaremos la isla con destino a "Cancún" para coger un vuelo a Ciudad de México, ya que "Manez" volverá a "Ibiza" el día siguiente.