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REPORTAJE
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PERIGORD
- Sarlat (Ciudad medieval)
Périgord en las edades medias El siglo XI marcó el
principio de la popularidad del Périgord. Fue dividido en
dos, hasta el final de las edades medias: político, durante
los cientos a�os de guerras entre franceses e ingleses y de la religión
entre los católicos y protestantes. Esto explica porqué
hay tantos castillos, iglesias y aldeas que todavía hoy se
pueden visitar, muchas de ellas fortificadas y en condiciones casi
perfectas, conservadas relativamente sin tocar por los per�odos
que siguieron. Périgord formó la parte de la dote
que Eleanor de Aquitaine aportó en su unión a Louis
VII en 1137, el rey futuro de Francia. Aquitaine acogió bien
al francés, satisfaciendo un viejo sueño, el cual
fue roto quince años más tarde, cuando la unión
fue disuelta. Eleanor consigui� su dote as� como su libertad. Dos
meses más tarde, se casó con Henri Plantagenet, conde
de Anjou y se�or de Maine, Touraine y de Normand�a, quien poco después
heredó el trono de Inglaterra. Francia no consiguió
recuperar Aquitania hasta después de cientos de años
de guerrear en 1453.
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Recorre
un país con múltiples facetas
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Extensiones
onduladas de su relieve, región vinícola creadora
de vinos con cualidades divinas. Las mesetas calcáreas
donde se han edificado unas de las más bellas ciudades
de la región, hasta la profundidad de sus bosques donde
nació la humanidad.
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Una
naturaleza generosa
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Los
amantes de los grandes espacios no se verán defraudados.
Se practica todo tipo de actividades al aire libre en el Périgord:
paseos (pedestres, en bici o ecuestres) irrepetibles en esta
región rica de llanos y perfiles. La canoa que ofrece
a la vez un agradable paseo y una visión grandiosa
de múltiples castillos a lo largo del recorrido. Paseos
en gabarra para los amantes del pasado . El golf y otros entretenimientos.
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Magníficas
trazas de nuestro pasado
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La
historia del Périgord se remonta a los albores de la
humanidad. Gran parte de las grutas descubiertas en Francia
se encuentran aquí, en Périgord, testigos de
una intensa vida prehistórica. Se descubre, maravillado,
todos estos tesoros y riquezas pictóricas y arqueológicas
impresionantes.
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Una
rica arquitectura
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La
visita no se para aquí. Se dice que más de mil
castillos jalonan el suelo perigordiano con sus torres y torretas
dando a la región un número incalculable de
monumentos históricos. Sus muros les contarán
su historia desde la Edad Media al Renacimiento, llena de
leyendas y misterios.....
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Una
gastronomía abundante y sabrosa
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Descubrir
la cocina del Périgord es absolutamente inolvidable.
Los restaurantes rivalizan en iniciativa para acondicionar
el foi-gras, magret, confit, tripas y setas. Todo esto acompañado,
naturalmente con los mejores caldos de la tierra.
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Los
vinos de Bergerac
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Resultado
de 2000 años de tradición vinícola, los
viñedos de Bergerac se extienden hoy por más
de 13000 ha. Un clima suave asociado a un sol generoso y un
suelo favorable a la producción vinícola, contribuyen
a dar a Bergerac las condiciones de un gran viñedo.
Entre las más célebres de sus 12 apelaciones
se encuentran los AOC Bergerac, Pécharmant, Monzabillac,
Saussignac.... Un regalo para los entendidos que sabrán
acompañar con estos caldos las otras maravillas culinarias
de esta tierra.
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