He vuelto al sur, a la ciudad de Punta Arenas que se asienta casi al final del continente americano. He bordeado una parte del estrecho de Magallanes por la misma ruta que hice hace 2 días, pero a la inversa. El viento continúa soplando con gran intensidad, salvo que ahora me empujaba, lo que ha hecho que tardase en el viaje bastante menos que a la ida. 60 Km antes de Punta Arenas, me he desviado hacia la pingüinera de Otway, donde he realizado un pequeño recorrido con miradores para ver en acción a los pingüinos sin molestarles.

Había uno en especial que parecía un espía, estaba escondido debajo de un tronco horadado que le servía de refugio y daba la sensación de que te vigilaba con la seguridad de no ser visto. Debía sentirse muy protegido y a salvo de miradas indiscretas. Pero no debía saber que yo acabo de operarme de la vista y lo he descubierto. Aunque ésta no es la mayor pingüinera de la zona, sí es la más cómoda de acceder y me ha parecido suficiente para lo que yo quería ver.

He llegado a la ciudad, y he ido directamente al Hostal Amanecer Austral, que me ha parecido el mejor de los que he estado aquí y sobre todo por la relación calidad/precio. Está regentado por una joven pareja muy amable que me ha dado toda serie de informaciones para moverme por aquí.

He salido a comer a un sitio que me han recomendado y he encontrado en la carta "congrio a la vasca", por lo que no he podido resistirme a conocer este plato. El congrio debía de ser enorme porque los lomos que me han servido no tenían ninguna espina y la salsa que lo acompañaba era a base de besamel suave con pimiento rojo. El congrio que yo recuerde, lo usamos para dar sabor a la sopa, pero no sé si en Bizkaia existirá este plato. De todas formas, aunque estaba bien era bastante ordinario.

Por la tarde, he estado dando algunas vueltas por la ciudad pero todo estaba cerrado por ser domingo y si bien la temperatura todavía no es muy baja, la sensación térmica por el viento hace muy desagradable pasear. He tenido que usar el sombrero de lluvia porque no llevaba gorro, porque de lo contrario me lo hubiese puesto, cosa que no hago ni cuando voy a esquiar. Se nota que llevo mal lo del viento aquí, todos los días hago alguna mención.

Mañana probablemente me vaya 200 Km al noreste, para visitar el Parque Nacional de Pali Aike en la frontera argentina y que según he leído tiene un paisaje lunar.

Hoy parece que he visitado otro planeta. Tenían razón cuando decían que el Parque Nacional de Pali Aike tenía paisajes lunares, porque estaba lleno de preciosos cráteres y piedra de basalto por todos lados y hasta contaba con una laguna muy bella.

Parece raro que sea tan poco conocido y que las agencias de excursiones no lo oferten, porque realmente merece la pena hacer una visita y contemplar la llamada "Morada del Diablo". Rocas de basalto que la erosión ha dibujado extrañas formas en las que sobresale el color verde del azufre.

He pasado todo el día solo recorriendo las diferentes rutas que hay para ver las zonas, que distan unas de otras de entre 1,5 y 2 Km Lo cual hace, que como son varias, te pases varias horas andando por un camino que me ha destrozado el calzado y eso que era bastante nuevo. Las piedras me han cortado las zapatillas y aunque resultaba bastante incómodo el andar, he disfrutado muchísimo en este misterioso entorno.

Pensaba dirigirme después hacia el sur de Punta Arenas hasta llegar al final del continente, pero como me ha gustado tanto el parque me he liado a andar de un lado para otro y se me ha hecho tarde, quedándome hoy sin comer.

Como he sacado muchas fotografías, nada más llegar al hostal me he tenido que poner a trabajar y ahora estoy bastante cansado por lo que voy a terminar aquí y me voy a la cama. Mañana tengo que coger otro avión para ir a Puerto Montt.

Hoy he vuelto a trasladarme cerca de 1.500 Km al norte, si bien continúo estando al sur de Santiago. He cambiado la región de la Patagonia por la de Los Lagos, y con ello he vuelto al calor.

He aterrizado en Puerto Montt pero poco antes de llegar, hemos sobrevolado de nuevo el volcán de el Chaitén, que cada vez tiene erupciones mayores, aunque ya no se habla de traslados forzosos. He cogido el coche que tenía reservado y automáticamente me he puesto en camino hacia Pucón, que dista unos 400 Km. Durante el viaje que lo he hecho casi todo por autopista de peaje, he podido admirar la naturaleza tan distinta de lo que había visto en Chile. Primero desierto al norte, después estepa en el sur y ahora valles de un verde intenso con muchos lagos. Me ha parecido estar en la zona del lago Como de Italia.

He llegado a Pucón al atardecer y conforme me acercaba he visto el volcán Villarrica que tenía el cono tapado por nubes. Éste es la máxima atracción de la zona y lo peor es que la radio en el parte meteorológico para mañana daba nublado y pasado lluvia, así que no sé si podré ver algo.

Esta ciudad es preciosa, está en el borde del lago también llamado Villarrica con playa de arena un poco oscura incluida, por lo que es el principal centro de turismo de montaña de Chile. Tiene muy buenas infraestructuras hoteleras y se nota que es el destino de la gente acomodada. Toda la orilla de lago está llena de mansiones del mismo nivel que las del lago de Zurich.

De cualquier forma, he encontrado hospedaje barato en el hostal Ecoleen y también he cenado por poco precio, por lo que parece que la temporada alta ha pasado y la gran oferta de hoteles ha hecho ya bajar los precios.

Mañana a la espera de que el tiempo me lo permita, visitaré el Parque Nacional de Villarrica y me gustaría hacer también el Parque Nacional Huerquehue, porque tiene varios lagos, cascadas y algunos paseos bonitos. Veremos que pasa con el tiempo.

Por una vez los pronósticos del tiempo se han equivocado y ha hecho un día realmente precioso, por lo que me he planteado aprovecharlo al máximo, ya que de mañana no pasa el cambio meteorológico.

Lo primero que he hecho ha sido subir al volcán Villarrica, bueno subir hasta arriba no, porque hay que ir con guía y con las expectativas de ayer por el tiempo, no me atreví a apuntarme en ninguna subida. Ésta debe durar entre 4 y 5 horas y no debe ser especialmente dura, así que he subido hasta donde el coche ha podido, que ha sido bastante. Era el único turismo porque por estos caminos todos subían en 4x4, pero como es alquilado y ya me cobran lo suficiente, creo que hay que darle un poquito de caña y ponerlo a prueba no sólo en carretera.

He podido sacar algunas fotografías y a continuación me he dirigido al Parque Nacional Huerquehue, que está a 34 Km de Pucón y también la mayoría de ellos por caminos de tierra, así que los amortiguadores del coche hoy han trabajado mucho.

La principal atracción de este parque es subir a los 3 lagos: Chico, Toro y Verde con un desnivel de más de 1.200 m en los 7 Km que tiene el sendero, con una duración aproximada de 5 horas ida y vuelta, o eso es lo que me ha dicho el guarda forestal.

He comenzado a subir a buen ritmo porque ya era un poco tarde y he entrado en un refugio para comprar agua. Cuando ya llevaba más de 1/2 hora subiendo, me he dado cuenta de que se me habían olvidado las gafas de sol en el refugio, pero lo he dejado para la vuelta confiando en que me las guardaran, como así ha sido. En cualquier caso la subida aunque dura transcurría bajo árboles con mucha sombra, lo que ha hecho mucho más llevadera la ascensión. La verdad es que como además me paraba a sacar fotos, pensaba que estaba tardando más del tiempo establecido, por lo que he debido subir como una bala. Cuando he vuelto al refugio no se creían que había subido hasta arriba por el tiempo empleado, pero como hacía fresco y el camino era bueno he cogido un ritmo muy bueno.

He llegado a los lagos en 1 y 3/4 h. Me han parecido preciosos dándome la sensación de estar en el Pirineo francés. Después de sacar las consabidas fotos me he lanzado cuesta abajo llegando a la base en 1 y 1/4 h.

Ahora estoy un poco cansado y mañana cogeré el coche aprovechando el mal tiempo para trasladarme a la isla de Chiloé al sur de Puerto Montt.

Esta vez sí han acertado con el tiempo, al menos en la zona de Pucón y he salido en coche lloviendo, con la intención de ir a la isla de Chiloé. Pero conforme me acercaba a Osorno, el tiempo ha ido mejorando y he visto en la lejanía el majestuoso volcán. Así que antes de llegar a Puerto Montt he tomado dirección a Puerto Varas, que está a la orilla del precioso lago Chanquihue, sobre el que se eleva este volcán, que me ha impresionado más que el de Villarrica, a pesar de ser algo más bajo con 2.652 m de altitud.

Puerto Varas se está convirtiendo en algo parecido a Pucón de donde venía. Un centro turístico y de fin de semana, porque cuenta con un precioso lago donde practicar actividades acuáticas, un volcán en el que también se esquía en invierno y la zona Petrohué del parque Nacional Vicente Pérez Rosales, en el que también hay otro precioso lago llamado "Todos los Santos", donde hay motoras y puedes realizar excursiones.

Con toda esta oferta no me extraña que Puerto Varas esté creciendo a toda velocidad, pero a mí lo que más me ha impresionado es la vista del Volcán Osorno. Parecía que la cima estaba colgada del cielo, por el efecto óptico de las nubes a media altura y mucho más alto de lo que en realidad es. Creo que las fotografías dan una idea de este espectacular volcán que me ha regalado unas vistas que desde luego no me esperaba, sobre todo después de haber salido lloviendo esta mañana.

Me he hospedado en el económico hostal Ellenhouse y he salido a rodear el lago Llanquihue, pero un derrumbamiento en la carretera no me ha dejado llegar hasta "Las Cascadas" porque estaba cortada. Lo que sí he hecho es llegar hasta el Parque Nacional, aunque hoy no he realizado ningún recorrido por falta de tiempo. Principalmente, se trataba de excursiones en barco por el lago, por lo que he estado paseando por la orilla un buen rato.

Mañana iré a Chiloé, porque me quedan un par de días sólo en esta zona y me gustaría ver las casas típicas que hay en Castro y que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Hoy al fin he venido a las islas de Chiloé. He pasado en el ferry con el coche y he puesto rumbo a Castro que es la principal ciudad de las islas. Cuando iba por la carretera me han parado en un control de carabineros. al igual que otras veces me han pedido la documentación y he pensado que sería pura rutina, pero el policía me ha dicho que llevaba un faro apagado y eso era una infracción de tráfico. La verdad es que como no ando de noche no me había dado cuenta de que lo tenía estropeado y aquí en Chile, en carretera, hay que llevar siempre las luces encendidas.

Yo le he dicho que el automóvil era alquilado y que si quería poner una multa que a mí me daba igual, pero que yo no la iba a pagar y que se la mandase al titular del coche, porque su obligación era dármelo en condiciones. Ha estado refunfuñando un rato y en ese momento en la otra dirección venía otro coche con el mismo problema, con un solo faro encendido. Le he dicho que mirase porque continuamente había estado viendo situaciones similares y es normal, que llevando todo el día las luces encendidas se estropeen.

No le ha gustado mucho la observación y ante un posible empeoramiento de la situación, rápidamente le he dicho que en cuanto llegase a Castro establecería contacto con la Casa Álamo, para solucionar el problema.

Esto ya le ha gustado y ha cambiado su actitud, volviéndose mucho más amable y hablándome como no, del dichoso fútbol español que mueve fronteras.

Cuando he llegado a la ciudad he ido directamente a dejar el equipaje al Hospedaje Mirador, que por 8 €, me han dado habitación con Wi-Fi, desayuno y garaje para el coche. Un auténtico chollo.

He salido a ver las famosas casas que están construidas sobre estacas de madera en el agua y que las llaman "palafitos", las cuales, han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Yo ya había visto este tipo de edificaciones en Tailandia, aunque éstas parece que se pueden derrumbar en cualquier momento. Aquí las fachadas de todas las casas son de uralita y la pintura no aguanta mucho, por lo que muchas tienen pinta de chabolas.

He pasado por el mercado y había mucha gente comiendo erizos de mar crudos con limón y hierbas, por lo que como eran muy baratos los he probado. Me ha sorprendido que tuviesen tanta comida siendo sólo un poco mayores que los de nuestra zona, pero eran bastantes ordinarios y no me han gustado mucho.

A la hora de cenar y como soy muy cabezón he vuelto a probar marisco y pescado. Primero, los famosos "locos" que es un molusco ordinario, hasta decir basta. Yo creo que son como lapas grandes y los he comido cocidos con limón. Y de segundo, "Paila de mariscos". Una especie de sopa que ya probé en Puerto Natales, pero que como aquí es la especialidad he vuelto a caer. Pues bien, no tengo claro cual de los 2 platos era peor, porque la "paila" tenía mucha cebolla, muchos mejillones enormes como burros, almejas que no tenían casi sabor, congrio y otros pescados a cual peor. En definitiva, el marisco que yo he probado es muy malo, y basta decir, que aquí se come con especias, por lo que ya te puedes imaginar su calidad. Lo único bueno ha sido el precio, todo por 8 € cerveza incluida.

Mañana será el último día en esta zona por lo que volveré a Puerto Montt.

Me he levantado temprano y he coincidido desayunando con una pareja de uruguayos, con quienes he estado hablando acerca de su país y de los lugares dignos de visitar. Me han comentado que el 90% de los uruguayos son descendientes de españoles e italianos y que el coste de vida viene a ser similar a Chile. A tener en cuenta para una posible visita desde Argentina. Desde Buenos Aires puedes ir en un ferry a pasar el día a Colonia.

Tenía que regresar por la misma carretera que tomé ayer, por lo que al salir me he acordado del incidente con el carabinero y claro, igual hoy le tocaba cambiar de lado y me volvía a parar y como no había hecho nada respecto a las luces, no quería volver a tener nada con él. He comprobado que las luces largas funcionaban y con sol se nota poco la diferencia con las luces cortas, por lo que cuando me iba acercando al control, he encendido las largas por si acaso. Le he visto al carabinero pero seguía en el mismo carril que ayer, por lo que no me ha visto y nada más pasar, he vuelto a poner las cortas. Más vale prevenir porque nunca se sabe con que te pueden salir y al final te amargan el día.

En el ferry he vuelto a coincidir con los uruguayos quienes han venido a avisarme que tenía la rueda trasera muy baja de presión y parecía pinchada, aunque no del todo. Hemos continuado hablando durante el trayecto sobre el tema de seguridad en los países de Colombia y Brasil, y me han asegurado que no hay nada especial ni se diferencian a otros países en nada, porque la droga ahora ya está en todos los sitios y por lo tanto no hay diferencias de riesgo. Con las medidas habituales de procurar no andar de noche y vigilar en donde te metes, no se tienen problemas.

Les he pedido que contesten en el foro de ViendoMundo una consulta sobre como ir al famoso mar de sal de Yuyuni en Colombia, porque conocían muy bien el tema, a lo que se han comprometido.

Cuando he bajado del ferry he empezado la peregrinación de encontrar unos "vulcanizados" para que me mirasen la rueda. La verdad es que había talleres por la carretera como churros, pero claro, siempre pasan las cosas cuando más joden, en sábado. En los 7 primeros talleres no estaba el "maestro", como le han llamado en todos los sitios en los que he preguntado. Hasta que después de 40 Km he encontrado a mi salvador. Me ha mirado el neumático y perdía aire, por lo que mañana hubiese estado tirado, para ir al aeropuerto y entregar el coche.

Al final con tantas paradas en busca del ¡¡¡maestro vulcanizador!!! he tardado bastante en llegar a Puerto Montt y he ido directamente al Hospedaje Rocco, que aparecía en Lonely Planet como algo bastante digno. He dejado las cosas y he salido a conocer la ciudad, la cual, no me ha gustado mucho, a pesar de tener una amplia bahía y playas. Me ha parecido la ciudad más sucia de las que he visto en Chile, con bastante gente pidiendo por la calle. Incluso he leído en la guía, que hay que tener cuidado por el paseo de la playa. La verdad es que había bastante gente con pinta rara tumbados en el suelo y pidiéndote dinero al pasar.

Después de venir de las otras ciudades recientes, Puerto Montt no merece la pena, más vale desplazarse 10 Km al norte y disfrutar de Puerto Varas y del volcán Osorno, pero como mañana salgo temprano en avión con dirección a Santiago, he preferido quedarme cerca.

Hoy me he trasladado hacia el centro del país, para iniciar la última etapa de mi estancia en Chile. Estaré una semana recorriendo la zona de Los Andes y en concreto el Aconcagua para después dirigirme hacia la costa, subiendo hasta La Serena y bajando después a Valparaíso, que me han asegurado es la ciudad más bonita de Chile y quiero poner un gran broche final, a la visita que estoy haciendo a un país que me ha sorprendido muy gratamente.

He salido de Puerto Montt con retraso debido a una densa niebla que había cuando he llegado, por lo que el aeropuerto estaba cerrado . Último de los vuelos con Lan y puedo decir que estoy muy contento con la experiencia con esta compañía y por supuesto con el precio que he pagado.

En el propio aeropuerto de Santiago, he cogido otro coche y sin entrar en la capital me he dirigido directamente a Los Andes, que es un pueblo casi en la montaña, de camino a la famosa estación de esquí de Portillo, que suele ser empleada para batir las pruebas de velocidad del "kilómetro lanzado". Me he quedado en un pueblo llamado Los Andes sólo por el precio del hospedaje, que aunque no es nada barato es mucho menor que en Portillo.

Mañana tengo intención de acercarme a la zona del mayor monte de América, aunque después de estar en la altiplanicie a más de 5.000 m de altitud, los 6.959 m no parecen gran cosa. Aquí a los montes los llaman cerros, y a mí ese nombre me suena a poco más que una colina, por lo que me suele resultar curioso oír "Cerro Aconcagua".

Por lo demás, este pueblo llamado Los Andes no tiene nada especial, salvo que es el mejor hotel en el que he estado en Chile y he aprovechado para hacerme "la toilette": afeitarme, cortarme el pelo, lavar un poco de ropa , etc.

Hoy también el tiempo es bueno y espero que continúe los días que me quedan.

Tal como tenía previsto, he salido después de desayunar por el valle del Aconcagua con destino a Portillo, con la intención de ver el monte o cerro Aconcagua aproximadamente a 60 Km del pueblo donde he dormido. La carretera transcurre por unos parajes preciosos hasta que empieza a subir por un serpenteante puerto que pasa por la estación de esquí.

Esperaba encontrar una gran ciudad con hoteles y demás, pero sólo había 1 hotel y alguna que otra casita, sin nada más. En cuanto a instalaciones sólo he visto un par de sillas y 1 miniarrastre, pero es posible que sólo fueran como subida a otras zonas con más servicios. El caso es que allí no se veía por ningún lado el Aconcagua. He preguntado a unos obreros que estaban trabajando y me han dicho que para verlo debía continuar hasta la otra parte del valle, así que me he puesto al volante y a los 200 m me he dado de narices con la frontera.

He vuelto a preguntar a la mujer policía si para ver el cerro debía pasar a Argentina y me ha dicho que sí, por lo que se me ha chafado la visita. El coche alquilado no creo que puedo sacarlo del país, además ya había visto anuncios sobre la necesidad de contratar un seguro de coche especial si se atravesaba la frontera, por lo que he pensado que no merecía la pena todo el tinglado, para una simple vista del Aconcagua, ni por coste ni por los problemas que me pudiera acarrear pasar el coche.

En definitiva, he decidido adelantar un día mi viaje a la costa y de seguido he conducido hasta Los Vilos, un pueblo situado a medio camino entre Viña del Mar y La Serena. He visto que no lejos de aquí y en la misma dirección que llevaré mañana, está el curioso Parque Nacional llamado Fray Jorge, que en mitad de un árido entorno de casi semidesierto, presenta un exuberante bosque húmedo.

Me he hospedado en el Hostal "El Conquistador", que está muy bien de servicios y de precio, regentado por una familia muy agradable con quienes he estado hablando de Donosti, porque lo conocía. Al atardecer he salido a conocer un poco la línea costera de este pueblo, donde hay un destartalado puerto y un tramo protegido de pantano costero y dunas.

He cenado por recomendación del Sr. Joaquín, propietario del hostal, corvina con salsa de camarones y champiñones, en un restaurante cercano y debo decir que ha estado realmente exquisita. No hay como saber dónde ir.

Esta mañana en el desayuno he continuado mis conversaciones con el Sr. Joaquín y su hijo, quien me ha contado, que durante el régimen de Pinochet, fue detenido en una manifestación estudiantil y encarcelado por más de 1 año, siendo posteriormente deportado, por lo que lleva viviendo en París 17 años, aunque viene muy a menudo a Chile. Calculo que tendrá unos 40 años y me ha dicho que cobra una pensión por torturas. Está intentando integrarse de nuevo en Chile, pero me ha dado la sensación que se siente muy francés y que no está muy de acuerdo con el comportamiento de Chile con Pinochet, porque no le ha hecho pagar todo el daño que causó.

Hemos estado hablando de muchas cosas porque el padre conoce a fondo Asturias y Galicia e incluso la parte francesa del Perigord, Sarlat y Rocamadour, que tanto me gustan a mí. No conseguíamos finalizar la conversación y me ha aconsejado no ir al Parque Nacional que tenía pensado porque no merecía la pena. Me ha recomendado ir por las carreteras del interior y así lo he hecho.

He visto el fenómeno de la niebla que se forma en esta costa cuando me he puesto en marcha, porque aunque no parecía densa la carga de humedad que lleva es muy grande y tenía que dar al limpiaparabrisas cada cierto tiempo, viendo como corría el agua por el cristal. Aquí usan las mallas llamadas "atrapanieblas" y consiguen que la niebla al pasar entre las mallas deje la humedad y se consiga agua de muy buena calidad. Como nunca llueve es la única forma que tienen de obtener el rico elemento.

He parado en un valle que se llama El Encanto y que es un yacimiento arqueológico con pictogramas y petroglifos. He dado un paseo y lo que más me ha gustado ha sido el entorno en sí mismo, porque lo demás en general no me dice mucho.

He continuado viaje hasta la Serena y me he hospedado en el hostal Punto, que lo regentan unas jóvenes alemanas. Está cerca de la Plaza de Armas y he salido a visitar esta ciudad. Como ahora soy un fiel seguidor de los jardines japoneses y sabía que aquí había uno, no he podido resistir la tentación de entrar y echar un vistazo, aunque ya me imaginaba que el nivel no era como es lógico, de los de Japón. Se puede decir que era digno, que ya es bastante para tenerlo aquí.

La Serena me ha parecido muy agradable, porque tiene unos edificios neocoloniales y se aprecia un buen nivel de vida con zonas peatonales muy comerciales. También me he acercado a la playa y he visto otra puesta de sol sobre el mar.

Mañana tengo intención si el mar lo permite, de ir a visitar la reserva de Humboldt que está en una isla de naturaleza virgen, con delfines trompeta, pingüinos y leones marinos.

Maravilloso día cargado de fauna en un entorno virgen y realmente espectacular. Aunque yo no valoro demasiado las visitas a las reservas marinas, porque me parece que hay reportajes muy logrados y con imágenes difícilmente mejorables, la verdad es que hoy me he sentido en parte como un imitador de uno de esos profesionales de National Geographics que tanto admiramos por la calidad de su trabajo.

Ayer ya comenté que la visita a la reserva dependía del mar. En principio hemos salido de La Serena con buen augurio, pero a medio camino nos han comunicado que probablemente no podríamos ir porque había entrado mala mar. Cuando hemos llegado, otra vez se había calmado y hemos podido embarcar. A partir de ahí el día ha sido excepcional en todos los sentidos, como lo han reconocido los guías.

Generalmente suele estar nublado por esa niebla característica de aquí que llaman "Camanchaca", provocada por la diferencia de temperaturas entre el mar 14º, (consecuencia de la corriente de Humboldt) y el calor de tierra. Pues bien, hoy ha estado el cielo limpio todo el día. Cuando hemos llegado después de 1 hora de navegación al extremo de la isla de Choros, los delfines han parecido que se alegraban de nuestra llegada, dando espectaculares saltos, que nada tienen que ver con los de los delfinarios y sus atracciones. Según nos han dicho lo normal es que te acompañen junto a la barca, pero lo de dar saltos es excepcional y ha debido ser porque "me han visto a mí" y han querido salir bien en las fotos.

La isla estaba cargada de leones marinos, pingüinos, cormoranes, etc, incluso había una pareja de elefantes marinos que estaban con una cría y a éstos creo que no les ha hecho gracia nuestra visita, porque rugían como locos y nos enseñaban hasta la campanilla.

Cuando en el grupo han visto que había conseguido captar imágenes con los delfines en el aire, me han pedido que les envíe las fotos vía email. ¡¡¡ vamos, casi como todo un profesional !!!

Un día estupendo en un escenario único en el que todo ha salido mejor de lo que suele ser habitual según me han dicho.

Hoy ha sido día de carretera, aunque como casi todo el viaje ha sido por autopista, he tardado menos de lo previsto. A la hora de comer ya llegaba a Valparaíso y he ido a buscar el hostal que tenía previsto en uno de los numeroso cerros que tiene esta ciudad. Era uno de los recomendados por Lonely Planet pero estaba lleno, así que me he metido en el de enfrente que estaba vacío y con precio y prestaciones similares. El caso es que aparecer en esta guía es prácticamente tener asegurado un gran número de clientes, al menos extranjeros.

Cuando he llegado, todavía persistía la niebla que he tenido durante todo el camino, así que hasta la tarde no ha empezado a despejar. En la primera vuelta que he dado por Valparaíso para ir a comer, no me ha parecido una ciudad nada especial. Eso sí, he visto cómo le robaban el collar a una chica, pero me ha cogido tan de sopetón que para cuando he querido reaccionar el ladrón ya había echado a correr, y como tampoco ha parecido importarle mucho a la chica robada, porque el collar sería malo, no ha trascendido más el tema.

En cualquier caso, siempre te deja un mal sabor de boca y automáticamente echas el candado a la mochila y aseguras todo lo que llevas encima, que en mi caso son bastantes cosas. Por mucho que quieras, terminas relajándote y bajando la guardia cuando llevas tiempo sin ver un incidente, por lo que viene bien presenciar estas cosas, sobre todo, para que se te encienda el chip de seguridad y tengas cuidado.

Después de hablar con mi familia, he salido de nuevo para ver si podía aprovechar la mejor hora del día sacando fotografías y la impresión de Valparaíso ha mejorado mucho. El sol brillaba en un bonito atardecer y he encontrado algunos miradores con casas típicas de colores. Incluso me ha dado tiempo para montarme en un par de los ascensores que suben a los cerros.

Hasta la cena ha sido bastante buena. He entrado en un pequeño restaurante y he pedido conejo al no sé qué...., porque resulta que era un sitio de buena cocina, aunque por el precio no lo parecía. Me han preguntado de dónde era y cuando les he dicho que de Donosti, me han mirado muy serios y me han dicho que ya sabían de nuestra gran calidad en la gastronomía y que probablemente ellos no estarían a la altura. Riéndome y para darles ánimos, les he respondido que hoy no me tocaba ir de examinador y que sólo quería cenar. La verdad es que el conejo estaba muy rico y así se lo he comentado, quedando todos contentos por 9 €.

Esta mañana he cogido una especie de "Topo" que me ha llevado por la costa de Valparaíso a Viña del Mar, que está a 8 Km más o menos. Un moderno tren con estaciones algunas subterráneas, que contrasta con los trolebuses que aún quedan circulando y los viejos microbuses que parecen que hacen carreras por la ciudad. Un auténtico peligro ir por la acera pegado a la carretera, porque circulan a gran velocidad y parece además que se van a desmontar por el ruido que hacen.

He estado dando una vuelta por Viña como aquí le llaman y he cogido uno de esos microbuses que he dicho, para ir a Reñaca, que es un pueblo que dista unos 7 Km siguiendo la costa. El tiempo ha estado todo el día con niebla por lo que el paisaje estaba bastante triste. Lo que he hecho después, ha sido retornar por un paseo junto al mar de nuevo a Viña, es decir los 7 Km andando y disfrutando de una temperatura sensacional para andar.

He comido en Viña en un bar, en el que he visto anunciado en la puerta el menú del día y en el aparecían lentejas. Hace tiempo que no como estas cosas y me apetece cambiar cuando puedo, la carne y el pescado, por verduras y legumbres, pero hay pocas posibilidades.

He vuelto a Valparaíso y me he subido a uno de los cerro del extremo sur y por la parte superior y siempre con la vista de la bahía, he ido recorriéndolos hasta llegar a la famosa casa/museo de Pablo Neruda, denominada La Sebastiana. Cuando he llegado ya habían cerrado el museo, aunque no me ha importado nada, porque mi objetivo era ir por los cerros con la perspectiva de ver todo el entorno de Valparaíso. La zona más alta la niebla me ha impedido verla, pero si mañana sale el día limpio, tal vez vuelva por el mismo camino, porque me ha gustado el paseo.

Para cenar he vuelto al mismo sitio de ayer y cuando me han visto casi me aplauden, porque para ellos ha sido un reconocimiento que un vasco repita la visita. Hoy he cenado salmón con no sé cuantas cosas más de acompañamiento, de las que sólo me acuerdo que por encima llevaba té indio y una salsa con tomate caramelizado. Es la tercera vez que como salmón en Chile y para mí, es muchísimo mejor que los que he comido en Noruega y Canadá. Aparte de que lo preparan de forma muy elaborada y con mucho mimo, la propia calidad del salmón es muy superior. Además he tenido el placer de conocer al cocinero, a quien le he felicitado por el plato.

Mañana tengo intención de ir por la costa a Concón que según me han dicho es el sitio donde mejor marisco se come porque quiero probar el piure, que por su sabor especialmente fuerte a yodo, puede tener algo que ver con la lanperna. Ya veremos...

Último día de realizar visitas en este país, porque mañana me trasladaré a Santiago para por la tarde coger el avión con destino a Buenos Aires (Argentina). Así que he cogido el coche temprano y con un precioso día, he salido con dirección a la costa norte de Viña del Mar. Ayer llegué a Reñaca y hoy he querido subir hasta Zapallar e ir retornando parando en los pueblos.

El tiempo no es que haya cambiado, pero con la famosa camanchaca, de pronto te metes en la niebla y no se ve prácticamente nada. Y eso es lo que me ha pasado antes de llegar a mi destino, por lo que he decidido darme la vuelta y disfrutar de los paisajes con el cielo abierto.

Tenía intención de probar el piure, un marisco que dicen que sabe mucho a yodo y que podría parecerse al percebe, pero no es así. He parado en Concón y he preguntado en varios restaurantes y no lo tenían, porque me han dicho que es un marisco que no gusta y que por eso no lo preparan. Hay que cocerlo y entonces amarga y crudo con limón no es posible porque está prohibido consumir marisco crudo. Después de toda la explicación anterior me han mandado a una pescadería. Allí me han enseñado como era y de parecerse al percebe, al menos físicamente, nada de nada. Era como unas lenguas rojizas que se parecían más al erizo que comí crudo en las islas de Chiloé. Lo que no entiendo es si estaba prohibido porqué me lo ofrecieron en el mercado. De todas formas, y como dicen aquí, Chiloé es otro Chile y se rigen por sus propias normas.

Después de todo esto me he quedado sin probar el piure, pero lo que sí he comido ha sido el famoso curanto, que no deja de ser otra cosa que la paila marina, pero en lugar de pescado utilizan marisco con diferentes carnes. En definitiva, que en Chile gastronómicamente lo que tiene más nivel es el salmón y el resto se deja comer.

Al atardecer he vuelto a recorrer algunos cerros más en Valparaíso, hasta llegar al "museo a cielo abierto", donde un grupo de estudiantes de arte, repartieron por el cerro murales de vivos colores. Lo que he visto de esta muestra no me ha gustado, pero lo bueno ha sido cuando he vuelto al hotel, después de cenar. El joven de la recepción me ha preguntado que tal me había ido con las fotos, y que la mejor vista de Valparaíso de noche estaba en la terraza del propio hotel. Me ha acompañado y he comprobado que realmente era así, como se puede apreciar en las fotografías.

Día de transición y de viaje. De Valparaíso he conducido a Santiago y he llevado el coche al aeropuerto para entregarlo y andar más tranquilo por la ciudad. Como ya domino los transportes de autobús y metro he preferido moverme así.

Como hasta la tarde no viajo, he deambulado por Santiago visitando el parque Quinta Normal, que lo tenía referenciado y que antes no pude ir. La verdad es que no valía gran cosa y con el calor que ha hecho no apetecía mucho andar. He comido un bocadillo en la Plaza de Armas, porque aquí en Chile da gusto comer bocatas, el pan siempre lo sacan caliente y tierno por lo que se come muy fácil.

Sólo me queda una cosa a comentar de aquí y me voy de Chile sin descubrir el porqué. En la autopista de la costa, al menos hacia el norte, hay carteles que indican los kilómetros que hay hasta la próxima gasolinera, pero lo curioso es que estos carteles están nada más pasar las gasolineras. Hace un par de días, vi uno a 200 m después de una gasolinera que decía, "Próxima estación de servicio a 140 Km", y como los carriles están vallados no puedes retroceder si te parece lejos. Vamos que parece que te están diciendo ¡¡¡¡ como no has querido parar a echar gasolina en esta estación, ahora te jodes y esperas 140 Km a ver si llegas....!!!! Debe existir algún motivo al margen de la broma para actuar así, porque parece más lógico poner los anuncios antes de la gasolinera, como ocurre en Europa. Me voy sin descubrir si es pura dejadez de quien los ha puesto o tiene algún sentido, porque no ha sido una vez sino en todas en las que lo anunciaban.

De todas formas me marcho con pena de Chile, porque me ha parecido un país estupendo y su gente amabilísima.

Las principales cosas que destacaría de mi visita a Chile, serían: Un país mucho más desarrollado de lo que me imaginaba, con una bellísima naturaleza de diferentes tipos, a cual mejor. Una gente amabilísima dispuesta ayudarte y a entablar conversación, porque muestran un interés muy especial por todo lo que ocurre en nuestro país. Creo haber recorrido los principales lugares de interés y ninguno me ha defraudado, más bien me han sorprendido por su espectacularidad y su magnitud.

Ha sido un viaje muy cómodo porque todo ha funcionado a la perfección: los vuelos interiores, los coches de alquiler, los hostales en los que la limpieza ha sido una de sus características, y todo con una relación precio/calidad difícil de mejorar, en fin, una auténtica gozada.

Si alguien me preguntara cual ha sido la mejor zona para visitar, tendría mis dudas porque ante paisajes tan diferentes no hay posibles comparaciones. Yo si volviera de nuevo, no me perdería el desierto de Atacama, pero es que a mí me encantan esos paisajes desalmados y abrumadores y me siento muy a gusto perdiéndome por ellos.

La región de los Lagos con los volcanes Villarrica y Osorno, es otra de las zonas preciosas aunque tal vez con paisajes más conocidos para nosotros. Y de Patagonia está todo dicho, en mi caso el tiempo en mi visita a las Torres del Paine, no fue el mejor pero no me quejo.

En cuanto a ciudades, sin duda Valparaíso que a pesar de ser ruidosa, caótica, de las más sucias y con cierta pobreza en algunos sitios, tiene algo especial que te cautiva. Los paseos por los cerros sin tener un paisaje espectacular son muy agradables, descubriendo callejuelas y casas con colores cuya mezcla parece un cuadro pintado ¡¡¡ a mala leche !!!

En definitiva, Chile creo que como destino turístico es todavía un desconocido y en el futuro va a dejar de serlo. Un país con muy buenas infraestructuras, muy abierto al exterior, con un desarrollo económico sólido y muy democrático, todo lo cual, se respira en la calle y en la actitud amable de sus gentes.

Mi primer día en tierras argentinas. Nada más salir esta mañana del hotel he empezado a buscar algún cajero automático porque ayer sólo conseguí que me diera 300 pesos, algo más de 60 €, que justo me llegó para el taxi y para el hotel. He comprobado porque he estado en varios bancos diferentes, que en todos está este límite máximo por operación, pero me ha dejado repetir varias veces el sacar dinero, por lo que parece solucionado este tema, claro, a un coste algo mayor.

Seguido me he dirigido a la empresa BuqueBus que hace los trayectos en barco hacia Uruguay. He decidido visitar este país que no tenía previsto, porque si no es estando aquí en Buenos Aires, nunca iré. ¡¡¡¡ Uruguay no existe !!!! podría decirse. Hay muy poca información sobre este país, hasta el punto de que ni Lonely Planet ha editado guía alguna.

Sin embargo, creo que he hecho bien en cambiar de planes. Los sitios de naturaleza a los que iba a ir yo solo en Argentina, prácticamente los he visto en el lado chileno y el resto iré con mi familia cuando venga en Semana Santa. Al final voy a estar 8 días en Uruguay y también he alquilado un coche, porque los precios son mucho mejores que en Argentina. Aquí no creo que llegue a alquilar porque entre el precio y el límite de 200 Km diarios, se encarece demasiado el tema.

He continuado visitando Puerto Madero que es una zona muy cuidada con muchos restaurantes y me he acercado a la plaza de Mayo donde como es habitual, había una manifestación pidiendo trabajo al gobierno. A continuación he ido hasta la Plaza Dorrego, donde he visto unos bailes de tango a la luz del día muy bonitos.

También he cogido el "Metro" o "Subte" como lo llaman aquí, que me ha parecido bastante antiguo y destartalado, en comparación con el de Santiago que era una maravilla.

Después de hablar con casa, he vuelto a salir con la intención de ir al barrio Boca, a la calle Caminito, donde están la casas de zinc de múltiples colores. He cogido el Subte y le he preguntado a un policía cual era la parada más cercana. Se ha puesto un poco serio y me ha dicho que "estaba complicado", pero que me bajara en la estación Constitución y cogiera un bus 64. Yo lo he tomado como que me iba a costar llegar a mi destino, porque había mucha gente a esa hora circulando y todo eran colas. Por eso, cuando he salido de la estación y he visto que el GPS me marcaba la calle Caminito a 2 Km, he echado andar, ya que era imposible coger un bus. Bueno, los sitios por los que pasaba no los había visto en ninguna ciudad del mundo. Cantidad de indigentes borrachos tirados en el suelo, escarbando en las basuras, gritándose, medio peleándose y demás. Es decir, estábamos ellos y yo, por lo que no me he atrevido a continuar tanto trecho en ese entorno. He tenido la suerte de parar un taxi y en cuanto me he montado, el taxista me ha preguntado qué hacía en esa zona, que era la peor de Buenos Aires, y no me ha querido llevar a la famosa calle Caminito porque ya era tarde y peligroso. Entonces me he dado cuenta del concepto "complicado" del policía. Así que me ha convencido para que vuelva mañana por la mañana, cuando todo está tranquilo y me ha devuelto al centro. Como es habitual aquí, hemos ido hablando durante el camino, y claro, el taxista tenía un apellido más euskaldun que el mío, "Saenz de Urturi".

Mañana lo intentaré de nuevo por la mañana y espero tener más suerte, porque la gente que he visto seguro que estará ¡¡¡ fuera de circulación !!!

Hoy a primera hora me he encaminado al barrio de Boca de nuevo. He cogido el Subte y me he bajado una parada antes que ayer, para probar otro camino. La verdad es que la ruta ha mejorado mucho, aunque claro, mejorar lo de ayer no era tan difícil. He atravesado muchas calles normales con viviendas bien conservadas y he llegado al estadio del Boca, para echar un vistazo a la meca del fútbol argentino. Muy cerca de allí se encuentra la famosa calle Caminito, que nada más entrar me ha parecido tan artificial, que parecía haber entrado en el parque temático Port Aventura y encontrarme con una de esas calles que montan de fachadas. Creo que les voy a proponer cuando vuelva, que creen una calle Caminito, con unos cuantos artistas bailando tango y seguro que triunfarían y todo eso sin tener que venir hasta aquí. La verdad es que las casitas lucen mucho para las fotografías por el colorido que tienen, pero realmente me ha parecido un descarado montaje de los comercios de la zona, para atraer al turismo.

Rápidamente he sacado las fotos y he cogido un autobús de vuelta al centro, porque el Subte no llega a muchas zonas y te matas a andar. Después me he dirigido por el barrio de las Recoletas hasta un jardín japonés que estaba un poco lejos, en una zona de jardines y casas de mucho nivel. El jardín me ha parecido muy bonito y muy bien conservado, donde he podido descansar un rato de las caminatas que llevaba de varias horas. He comenzado el retorno pasando por la casa/museo de Eva Perón, pero no he entrado y he seguido hasta el cementerio de Las Recoletas, donde he estado un rato viendo lujosos panteones. Este cementerio está dentro de las atracciones turísticas de Buenos Aires, aunque ver panteones a mí no me parece especialmente interesante, pero como tenía que pasar por allí, he aprovechado la ocasión.

Ésta ha sido la pequeña crónica de un día clásico de ciudad, con kilómetros de asfalto que te rompen las piernas y con la sensación de no haber visto nada realmente especial.

Mañana me marcho a Uruguay por unos días, con la idea de realizar un itinerario por la costa que espero merezca la pena.

Tal como estaba previsto ya estoy en Uruguay. Esta mañana he ido al precioso y moderno terminal de BuqueBus, que en nada envidia al de los aeropuertos y he realizado el check-in.

Hay que resaltar que cuando existe una sintonía y ganas de agilizar los trámites entre países, existen procesos que sin reducir las medidas de seguridad en inmigración, resuelven muy positivamente la burocracia. Éste es el caso de esta compañía, que nada más dejar el equipaje en el mostrador, me he tenido que dirigir a la única frontera existente y compartida entre Argentina y Uruguay. He entregado el pasaporte donde me han visado la salida de Argentina y se lo han pasado al otro funcionario de la mesa vecina, quien me ha visado la entrada en Uruguay. Perfecto el sistema, y en destino ya no he tenido que hacer nada, salvo recoger el equipaje en la cinta transportadora.

Podrían copiar este sistema en muchos países, donde todavía es un coñazo ir por el papeleo que hay que hacer, y no creo que por ello sean más seguros controlando quien entra y sale.

He andado por Colonia del Sacramento buscando un hostal porque los precios que aparecían por Internet me parecían elevados y no tenía reserva, hasta que he dado con uno que sin ser una ganga el precio era más razonable.

Después de comer he salido a visitar la ciudad que tiene un barrio histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, aunque realmente pienso que es un regalo porque todo país debe tener algún lugar histórico reconocido por la Unesco. Realmente lo que he visto no daba para tanto. Sin embargo, para pasear es un pueblo muy tranquilo y apacible donde se ve que la gente va a descansar, porque todos los bancos de los paseos estaban ocupados por personas tumbadas tomando el sol. Y es que el pueblo no daba para mucho y supongo que es lo mejor que se podía hacer, estar "tumbado a la bartola", aunque a mí realmente me cueste hacerlo. Así que me he ido buscando rincones para fotografiar, hasta que diera la hora de la puesta del sol, porque tiene fama de ser espectacular.

Y así ha sido realmente. El sol se ha puesto sobre el Río de la Plata, junto a un islote formando una imagen preciosa.

Mañana cogeré el coche que he reservado y marcharé por la costa en dirección a Montevideo y depende de lo que vea, puede que me quede por el camino.

En el mes y poco más que llevo de viaje, hoy he cogido el 5º coche de alquiler. Esta vez tocaba con Europcar porque lo hice todo a través de BuqueBus y tenía un buen descuento con esta compañía. Me han dado un coche más grande que el contratado y he salido esta mañana rumbo a Montevideo que estaba sólo a 170 Km de Colonia. Lo que me ha costado bastante ha sido encontrar alojamiento económico, porque casi todo estaba ocupado. Al final un hostel que estaba lleno, me ha gestionado mi petición consultando con varios hasta encontrar plaza.

Como suelo hacer habitualmente he salido a ver la capital y la he pateado durante bastantes horas, quedándome una sensación de no encontrar nada especial ni en sus calles ni en sus gentes. Me parecía estar en cualquier ciudad española y con quienes me cruzaban tampoco tenían el prototipo del sudamericano medio indígena. Tenía razón el uruguayo con quien estuve charlando en Chiloé (Chile), que me dijo que el 95% eran descendientes de españoles o italianos.

Lo que sí tienen es un marcadísimo acento al hablar, mucho más que los chilenos y argentinos. El joven del hostel en un momento me ha dicho que era uruguayo y a mí me ha sonado ¡¡¡ sio so uruguasio !!! si lo dices rápido es clavado a como hablan.

Al atardecer he vuelto por un paseo marítimo larguísimo, he andado más de 7 Km y aún continuaba mucho más. Pero tampoco era nada especial, de un lado llevaba el Río de la Plata o el mar, porque aquí prácticamente se juntan. El agua al menos ya era verdosa, porque ayer era más marrón que la del río Colorado. Y del otro lado, una carretera bastante importante con varios carriles, lo que hacía que el paseo no fuese todo lo agradable que podría ser.

Creo que ya he visto suficiente de Montevideo y mañana seguiré mi ruta por la costa, para ver si encuentro lugares más interesantes.

Cuando salía esta mañana de Montevideo con dirección a la costa noreste, he visto una zona muy bonita que seguro que me haría cambiar mi impresión de la capital. Por eso, cuando vuelva pararé un día para recorrerla en profundidad. Creo que se llama El Pocito y es muy animada. Aunque era por la mañana y el verano prácticamente ha terminado, se veía mucha gente paseando. Hay un montón de playitas y en alguna he visto un campo de fútbol de playa y quiero ver si es posible algún partido.

He continuado por la línea de costa subiendo por una carretera que en determinados momentos se introducía un poco en el interior, a través de un paisaje muy verde y con muchísima hierba. Lo raro es que no he visto campos de golf, porque el sitio parece ideal con este tipo de terreno.

Estoy teniendo mucha suerte con el tiempo, porque todos los días luce el sol y con bastante calor. Me han dicho que están sufriendo sequía, pero que la semana anterior había llovido mucho. Algo así ha tenido que ser para que todo esté tan verde. Espero que aguante el sol los días que me quedan, porque estas zonas con mal tiempo tienen que ser para morirse de aburrimiento. Lo único que hay son playas.

Estoy en un hostel en la playa de La Paloma, rodeado de jóvenes surferos, según dicen ellos ser, aunque por el mar que veo aquí no sé que olas cogerán. Lo que sí hay es mucho ritmo de música, que espero que no se alargue demasiado.

Mañana seguiré subiendo hasta la frontera con Brasil para después ir retornando y parar en lugares como Punta del Este, que hoy lo he pasado de largo.

¡¡¡ Vaya noche que me han dado !!! Entre los mosquitos que no paraban de picarme y las "mosquitas" que había en el hostel, que no han parado de gritar y reír hasta las 3 de la madrugada, no he pegado ojo. Lo que me he fijado es que hay muchas más mujeres viajando que hombres. Van en grupo y se les ve muy experimentadas en lo de viajar. Como ocurre en casi todos los países que he estado, aquí también las australianas son las más numerosas.

Así que con bastante sueño y un desayuno también ligero, he salido rumbo al este, hasta llegar a la frontera brasileña y desde allí he cogido la carretera costera y he ido bajando viendo algunas playas. Una de las más importantes era Punta del Diablo y he estado dando una vuelta. La verdad es que las playas no son muy agradables, casi toda la arena estaba mojada y era de un color dorado oscuro. Además, el mar sin tener grandes olas está continuamente con pequeñas rompientes lo que supongo serán originadas por corrientes que hará peligroso el baño. Realmente no hay mucha gente que se meta en el agua.

Después me he acercado a la laguna de Castillos, para ver un bosque de árboles llamados ombúes, que conforme crecen su base se va ahuecando, lo que complica para conocer su edad real en base a los aros internos. Para llegar he tenido que coger una motora con la suerte de que había un grupo de turistas esperando cuando yo he llegado y me han metido en el grupo. Durante 1 hora hemos navegado hasta llegar a la laguna y nos han estado enseñando lo raros que son los árboles. Allí nos hemos cruzado con un lagarto de considerables dimensiones que parecía estar acostumbrado al contacto con humanos.

Cuando hemos vuelto he cogido el coche y como ya se estaba haciendo tarde, he conducido hasta Punta del Este, donde estaré un par de días. Punta del Este es lo que Cancún a México y Benidorm a España, pero aunque he visto muy poco y sólo he dado una vuelta para ir a cenar, la sensación que he sacado ha sido buena. Un bonito entorno con puerto deportivo, paseos marítimos y muchos rascacielos, si bien el entorno parece que tiene calidad y no es nada chabacano.

Hoy ha sido un día muy curioso: he probado el mate, he conocido un lugar con la bandera de Euskadi de los criollos amigos, he conocido a la tía del jugador uruguayo de la Real, he estado con el guía más ¡¡¡ orador !!! y me he oído por la radio. Vamos un día muy completito.

Todo ha comenzado cuando por la mañana me he negado a quedarme en Punta del Este e ir a la playa como tenía previsto y me he acercado por las librerías a indagar guías de Uruguay, porque en las Oficinas de Turismo sólo conocen su zona. En una de ellas, he entablado conversación con la persona que atendía y le he contado lo que quería. Enseguida me ha aconsejado hacer una ruta desde aquí hacia el interior, a un pueblo llamado Minas, porque cambiaba totalmente el paisaje y me iba a encontrar con otro Uruguay.

Así que he cogido el coche y me he metido por una carretera panorámica a recorrer los 90 Km que distaba. Me han adelantado varios coches procedentes por lo que he oído en la radio, del Rally de Uruguay y también he pasado por varios recintos donde había ferias de ganado y romerías, con multitud de fuegos haciendo brasas para los asados. He llegado a Mina y he comido un "Chivito" que es muy común aquí y que es un bocadillo de carne con distintos ingredientes y ensaladas. Lo principal es la carne que se deshace en la boca y no como los pepitos que podemos comer en Donosti.

Después me he dirigido al Salto del Penitente, que es un salto de agua de unos 60 m pero sin gran desnivel por lo que parece un tobogán empinado. Estaba muy concurrido y tras las oportunas fotos me he ido a buscar el cerro de Arequita, que era el otro destino a ir en la zona.

Cuando he llegado, he entrado en el restaurante que había para preguntar por la entrada a la gruta y me he llevado la sorpresa de ver una banderola colgando encima del mostrador con la bandera de Euskadi. Ha salido una señora y hemos estado hablando y me ha contado que hace 3 años estuvo en Donosti y que le había parecido maravilloso y que además era la tía del jugador Abreu de la Real Sociedad, que el otro día metió 3 goles. Así que ya sabéis, Abreu es de Minas (Uruguay). En la conversación y como tenía delante en el mostrador los artefactos del "mate", le he pedido que me preparara uno para probar, porque nunca lo había hecho. Gracias a Dios que ha venido un chico a sacarme del apuro, porque amargaba la leche y no conseguía beberlo. Me ha dicho que a él tampoco le gustaba y que la primera vez es como el tabaco que a nadie gusta, pero se toma por cuestiones culturales, aunque él no es capaz. En Uruguay funciona diferente que en Argentina, aquí llevan un termo con agua caliente y una pipa grande para prepararlo y lo beben por la calle (en el mostrador de la foto se puede apreciar ambos).

Ha llegado la hora de la visita y ha venido el profesor Gustavo, supongo que el marido de la señora de la barra, que es el propietario del complejo www.complejoarequita.com y que nos ha hecho de guía en nuestra visita a la gruta.

¡¡¡ Un auténtico fenómeno de la oratoria ¡¡¡¡ Yo pensaba que los mejores eran los argentinos, pero Gustavo ¡¡¡ los barría sin paliativos !!! La visita ha durado 1 hora y cronológicamente hemos empezado : 1 - Explicación de la orografía de la zona sentados en el exterior, 2 - Explicación geológica de cómo se formó el cerro y la gruta, incluyendo fauna y medidas tomadas para preservarla, 3 - Visita física a la cueva en completo silencio, salvo él, que nos ha dado explicaciones de todo tipo de donde procedía las gotas de agua que caían, de quienes ocuparon la cueva en la antigüedad, de unas formaciones de rocas que había dentro, demostrando que eran una representación a escala de la orografía exterior, que para eso nos lo había explicado. Metafísica pura, diferencia entre el concepto de "casualidad" y "causalidad", centro de chamanes, lugar de reunión de religiosos contrarios al sistema, en fin, de todo lo que uno se pueda imaginar y sin vacilar en ningún momento. Hasta el punto que de pronto ha habido un apagón y nos hemos quedado a oscuras y nos ha dicho sin perder la compostura, ¡¡¡ ni preparado esto hubiera quedado tan bien, ahora podréis desarrollar los sentidos y escuchar cosas que nunca habéis oído ¡¡¡ y allí hemos estado en silencio y a oscuras hasta que nos ha guiado con su linterna hacía la salida diciendo, ¡¡¡ ahora se ve la luz exterior de otra forma !!!

Todo eso en una cueva que no tendría más de 50 metros de largo y que parecía no tener interés, pero Gustavo ha conseguido que saliera pensando que Altamira era una barraca.

He vuelto al hotel para hablar con casa y me han dicho que iban a retransmitir la entrevista que grabé en Radio Euskadi poco antes de marcharme a Chile, por lo que por la diferencia horaria estaba a punto de empezar y la he escuchado.

Un día muy denso y que me ha hecho sentirme cerca de casa por los diferentes motivos comentados. Igual mañana tengo suerte y se repite.

Hoy no he tenido suerte y no he encontrado nada que mereciese la pena, a pesar de que lo he intentado recorriendo la costa hacia el este y después al oeste.

Lo único agradable ha sido un baño en la playa de Punta del Este, en un agua cristalina y con una temperatura fabulosa.

No se ha repetido el día de ayer. Lo que sí he visto ha sido una zona de auténticas mansiones de un nivel excepcional y no parecían hoteles sino lugares privados.

He visitado Punta Ballena que tiene unas bonitas vistas y Piriápolis, que por el nombre parecía que podía ser algo interesante, pero que se queda en eso, sólo en el nombre.

Como me he cansado de recorrer lugares sin esperanza de encontrar algo, me he ido a la playa y me he bañado en este mar, cosa que todavía no había hecho en Uruguay. Lo que sí ha sido estupendo ha sido la puesta de sol de hoy, con unos colores fortísimos y sobre el mar, junto a la isla Gorriti.

Mañana volveré a Montevideo para ver aquella zona que al salir de la ciudad el otro día me pareció interesante.

Ayer se me olvidó comentar que en la cena, había conocido el superinvento cibernético, el "e-cigarette ". Estábamos 3 mesas bastante juntas y cuando en la mesa de al lado terminaron de cenar, una señora se levantó y salió a fumar. En la otra mesa, otra señora sacó lo que me pareció a mí y al de la mesa de al lado, un cigarrillo. Yo veía humo y la punta rojiza como cogía intensidad cada vez que la señora aspiraba con toda normalidad. En un momento dado el señor ya no pudo resistir más y muy educadamente le comentó a la señora del cigarro, que estaba prohibido fumar y que por eso su mujer había salido fuera. Ella sonriendo le enseñó el cigarro y le comentó que era un e-cigarette y que ése sí podía fumar dentro. Al final nos estuvo explicando cómo le había cambiado su vida, porque estaba intentando dejar de fumar y ahora con este sistema no tenía ninguna presión. El e-cigarette soluciona el mono que produce la nicotina porque la contiene en alguna medida pero sin ser dañina, ya que no la quema y lo que se aspira es vapor. He encontrado este web que trata el tema del "e-cigarette ", para quien le interese. Es curioso con qué situaciones te encuentras viajando y porqué no, de lo que se aprende respecto a todo tipo de temas.

Hoy de nuevo estoy en Montevideo retornando hacia Colonia, porque mañana es mi último día de estancia en Uruguay. He vuelto al mismo hostel que estuve hace unos días y he salido a visitar aquella zona de Montevideo que me gustó cuando salía rumbo a la costa este.

Realmente esta zona costera es la más bonita de la capital, se llama Pocitos y tiene varias playas de arena bastante concurridas de bañistas, a pesar de ya no ser verano aquí. También en esta zona están las mejores residencias y todo está más limpio que en el centro y ciudad antigua.

Por lo demás, tampoco hoy ha sido un día especialmente interesante y mañana lo intentaré de nuevo y por última vez en Uruguay, en las orillas del Río de la Plata, al oeste de Colonia del Sacramento.

Hoy he tenido otro incidente. Cada día presenta algo diferente. Ayer aparqué el coche enfrente del hostel y me fui a dormir. Bueno, dormir por decir algo, porque esta vez había un grupo de brasileñas, que desde luego no eran las que se ven en las fotos de Copacabana, metiendo ruido. Hasta las 4 de la mañana han estado gritando, aunque lo que pretendían era cantar. El caso es que cuando me he levantado he visto el coche enfrente y me he ido a duchar.

Cuando he vuelto, un sexto sentido me ha hecho mirar de nuevo por la ventana y el coche no estaba y me he dicho ¡¡¡ ya me lo han robado y precisamente el último día !!! porque hoy debía devolverlo. Me he fijado y donde estaba el coche he visto una entrada a un jardín muy pequeño con un coche dentro. La verdad es que ayer cuando aparqué, éste no estaba e incluso pensé que la casa estaba deshabitada, ni tampoco había señales de no aparcar, como las había en todas las demás entradas a casas. Así que he pensado que se lo había llevado la grúa. Me he acercado a la casa para averiguar si habían sido ellos quienes habían llamado a la grúa. Después de mucho llamar ha salido una señora que me ha dicho que efectivamente ellos habían sido, por lo que he respirado tranquilo. Por mi acento al hablar, ella se ha dado cuenta de que yo era extranjero y se ha empezado a disculpar, a lo que yo inmediatamente le he pedido perdón por molestarles con mi error. Realmente lo que quería era que me diera la dirección o el teléfono al que habían llamado, para recuperar cuanto antes el coche, ya que tenía que trasladarme a casi 200 Km de Montevideo. Entre disculpas de ambos, me ha facilitado la dirección a la que debía ir, nos hemos despedido amigablemente y he cogido un taxi. En medía hora y pagando unos 50 €, he resuelto el problema, volviendo al hotel para recoger el equipaje y desayunar.

Este tipo de cosas siempre ocurren cuando más te fastidian. El otro día fue un pinchazo en sábado, con búsqueda de un ¡¡¡ maestro vulcanizador trabajando !!! en más de 7 garajes. Hoy ha sido, la grúa cuando te tienes que marchar y debes entregar el coche.

La verdad es que como ya no podía entregarlo en la hora que debía, he pensado que me iban a cobrar un día más y he aprovechado el día, visitando algunos pueblos, por la orilla del Río de la Plata, en la costa oeste de Uruguay, si bien, no he encontrado nada de interés.

Al final el coche lo he entregado a media tarde y no me han cobrado ningún recargo, así que por lo menos algo ha salido bien. El de la casa Europcar me ha augurado una feliz vuelta al mundo, aunque yo no recuerdo habérselo comentado al menos a él.

Aquí termino mi visita a este país y mañana en Buenos Aires, me organizaré los días que tengo, hasta la llegada de mi familia para disfrutar de sus vacaciones.

Uruguay es un país pequeño muy conocido por su costa de playas y principalmente por su capital Montevideo y por el destino vacacional de fama internacional, Punta del Este.

Por lo tanto, hablar de Uruguay es hablar de playas. Sin embargo, el interior del país aunque he visto poco, presenta unos paisajes verdes preciosos y unos cerros de baja altitud que se van elevando conforme te alejas de la costa.

El primer lugar con el que topé fue Colonia del Sacramento, el punto más cercano a Buenos Aires y parece que visita obligada si llegas en barco. Está a orillas del Río de la Plata y tiene un agua marrón que en principio te quita las ganas de bañarte.

Montevideo, aún sin ser grande, tiene zonas muy diferenciadas: la ciudad antigua, es pequeña y con mucha vida en la calle: artesanos y anticuarios, cubren las aceras exponiendo sus artículos. La costa este de la ciudad dominada por Pocito, es sin duda la mejor zona turística por sus playas y la de mayor nivel económico.

El otro punto de interés es sin duda Punta de Este, ciudad de rascacielos pero muy cuidada con un puerto y unos paseos marítimos preciosos, playas de calidad y destino preferido de las masas con viajes organizados.

Después está la costa este hasta la frontera con Brasil, con muchos pueblos de pescadores y turismo ecológico y con bonitos rincones si quieres aislarte y pasar unos días de total tranquilidad. Sin embargo, la costa oeste a orillas del Río de la Plata, yo al menos no he visto nada con un mínimo de interés.

En definitiva, con una semana pienso que es suficiente para conocer por encima este país y disfrutar de los paisajes, el sol y sus playas. Si se está en Buenos Aires, pienso que merece la pena acercarse a visitarlo, mientras que venir expresamente puede resultar un poco corto de lugares interesantes, salvo que lo que busques sea "descanso total".

He vuelto a Buenos Aires en el Buquebús. Si el otro día fue rápido y eficaz el sistema que tienen de inmigración en la frontera de ambos países, hoy todavía ha sido mejor, puesto que al hacer el check-in ya nos han dado confeccionado hasta el documento a presentar en la propia frontera integrada en la fila de embarque. Desde luego hay que felicitarles. Después de pasar yo, ha caído el sistema informático y se han deshecho en disculpas porque los pasajeros tendrían que rellenar a manos los datos de inmigración.

He cogido el mismo hostel que estuve antes y me han recibido de maravilla. Se acordaban de mi anterior estancia y les he prometido hacer constar en el web lo bueno que es y lo bien que me han tratado. Los datos son:

Hostel Suites Obelisco

Av. Corrientes, 830

Tfo (54 11) 4328 - 4040

www.hostelsuites.com

Es más, los 2 simpáticos jóvenes de recepción, uno de ellos venezolano como mi amigo Juan Mari, pero mucho más guapo, me ha pedido que les saque una foto y la ponga aquí, así que como tengo que volver de nuevo, la haré entonces.

Me he acercado a la estación de autobuses de El Retiro, que es de donde parten los omnibuses (como les llaman aquí) de largo recorrido. En función de horarios y tiempos de viaje me he hecho un plan de visitas para los próximos días. En primer lugar mañana saldré con destino a Córdoba, con 10 horas de viaje, para después ir retornando con escalas en Santa Fe y Rosario. Posteriormente ya en Buenos Aires, cogeré otro omnibus para ir al Mar de la Plata.

Hoy he llegado y mañana ya me marcho de nuevo, y es que lo que suelo ver de las grandes ciudades, me suele llevar un par de días. Tiempo más que suficiente para hacerte una idea de cómo es Buenos Aires, por lo que prefiero dedicarme a otras ciudades que me puedan dar otra visión de Argentina.

Hoy he tenido el clásico día coñazo de viaje. Más de 11 horas de autobús para recorrer apenas 700 Km Normalmente en ese tiempo se cruzan océanos o continentes, por lo que ha sido una tortura estar tantas horas para tan poco. El paisaje ha sido monótono y me he leído una novela entera de Grisham por lo que me quedado sin existencias y mañana tendré que comprar algo.

De todas formas ha sido la alternativa viable, porque los precios de los vuelos están desorbitados respecto al resto de cosas y tampoco el alquilar un vehículo era una solución, porque para visitar exclusivamente ciudades es un estorbo, también con un coste excesivo y con kilometraje limitado.

Mañana visitaré Córdoba, que tiene fama de ser una ciudad colonial de las más bellas de Argentina y con muchos puntos de interés.

Ya veremos.............

Lo primero que he hecho esta mañana, ha sido acercarme a la estación de autobuses para organizar mi siguiente destino. He intentado llevar un sistema parecido al que utilicé en Japón con los desplazamientos en tren, de forma que reservaba con un día de antelación y así me aseguraba el billete, desplazándome a primera hora de la mañana.

Aquí esto no se puede hacer igual, los autobuses tienen unos horarios a veces bastante limitados y la duración de cualquier trayecto sube de las 5 horas. Éste ha sido el caso de lo que quería hacer marchándome mañana a San Fe. La hora de salida de las 12 del mediodía me rompe mi esquema de viaje, porque para cuando llegue a mi destino, ya no me quedará tiempo material para ver la ciudad. La opción de quedarme otro día más, me parece demasiado tiempo de estancia para lo que hay que ver, así que he decidido saltarme Santa Fe, e ir a Rosario. Allí tendré que ver de nuevo qué alternativas de viaje tengo y mi próximo destino. Viajar en autobús en este país de grandes distancias, lleva mucho tiempo y se aprovechan poco los días.

Por otro lado, Córdoba me ha parecido una ciudad muy agradable para pasear por su centro, en el que hoy tal vez por ser sábado, estaba lleno de gente. He visto sus principales atracciones turísticas que se basan en edificaciones coloniales, entre las que destacan: La Manzana Jesuítica con algunos templos e iglesias muy bien conservados y algunas plazas y parques. En esta ciudad se respira un ambiente estudiantil porque es la principal del país, con 7 universidades. Como estamos al norte de Buenos Aires, se ha notado en la elevada temperatura que ha hecho, superando los 32º al mediodía, cuando el sol caía a plomo.

Hoy el país está revolucionado con el fútbol, porque hay partido de su selección clasificatorio para el mundial y lo tiene contra Venezuela. El que tenga tantas figuras, incluido su entrenador Maradona, ha hecho que toda la semana se venga oyendo hablar del partido y haya gran expectación.

Aparte hay otros 2 temas bastantes candentes aquí. Uno es la delincuencia en Buenos Aires, que ya la noté en mi experiencia por el barrio de Boca. Hasta la presidenta del país ha salido al paso con un plan de potenciar de manera muy importantes tanto los policías, como modernizar los sistemas de seguridad, porque la situación actual ha dicho ¡¡¡ no puede continuar !!! Y otra, el dengue, porque ya se han detectado más de 3.000 casos y se tiene gran preocupación en el norte del país por controlar la situación. Acabo de terminar la novela" El Testamento", en la que el protagonista lo coge cuando andaba por aquí cerca, en la frontera de Brasil y Bolivia y tal vez estoy un poco sensibilizado con el riesgo que existe. En cualquier caso es el principal tema de los informativos y de la prensa.

Mañana saldré temprano para Rosario en mi periplo en omnibus por Argentina.

En un cómodo autobús me he dirigido a Rosario. Aquí los de largo recorrido llevan como mínimo asientos llamados semicama. Esto quiere decir que dispones de mucho espacio tanto de anchura como a lo largo, ya que puedes inclinar bastante el asiento. A primera hora de la tarde he llegado a mi destino y me he hospedado en un hotel pegado a la estación, para no tener que desplazarme con el equipaje. En este país hay cosas de precios que no entiendo en absoluto. La habitación hoy me ha costado exactamente la mitad que la de ayer, con las mismas condiciones de categoría, servicios y de ubicación cercana a la estación. También se nota en el precio de las comidas y lo que más me extraña es que Rosario a mi entender, es una ciudad más turística y más visitada que Córdoba, sobre todo, por estar más cercana a Buenos Aires.

Como suelo hacer habitualmente he salido a visitarla y la primera impresión ha sido muy buena. He llegado hasta la orilla del río Paraná que le da algo especial a esta ciudad. Es curioso como una ciudad que cuente con mar o un río grande, mejora en toda su arquitectura global con grandes espacios y paisajes abiertos.

Como el hotel quedaba un poco lejos he tenido que andar cerca de 4 Km hasta llegar al principal atractivo de la ciudad: El Monumento a la Bandera, que aunque me ha recordado en principio a las grandes obras de ensalzamiento y patriotismo que todos los países tienen, en este caso y al margen de dichos motivos, el lugar es sin duda algo muy especial para los habitantes de Rosario. Hoy era domingo y la ciudad estaba vacía, pero cuando he llegado a esta zona, se respiraba mucha actividad. Al estar en la costanera junto al río, la gente ocupaba con sus sillas de camping los jardines. Había muchos pescadores con sus cañas e incluso una fiesta con música, que al final ha resultado ser una reunión de protesta por todo: Israel con los Palestinos, EEUU en Irak, el propio gobierno, etc. No se ha librado nadie.

Una agradable tarde paseando y que mañana espero continuar, recorriendo la orilla del río hacia el norte donde se sitúan sus playas y balnearios. Al anochecer cogeré otro omnibus con asiento cama para viajar de noche y llegar por la mañana a Mar de Plata.

Lo primero que he hecho por la mañana ha sido coger el billete del omnibus con asiento cama para asegurarme de poder dormir un poco esta noche. También he alargado la estancia en el hotel hasta las 19 H: y así poder estar tranquilo y duchado. Esto me ha costado 8 € y desde luego, ha merecido la pena. Ahora estoy en la habitación escribiendo mientras llega la hora de salir.

Casi todo el día lo he pasado por la costanera, es decir por la orilla del río Paraná. Después de pasar por la visita obligada de la Casa de "Che" Guevara, me he acercado a una Oficina de Turismo para saber cómo moverme y poder visitar las playas. La costanera de Rosario tiene más de 15 Km por lo que es necesario conocer los números de los omnibuses que cubren la zona. Aunque ya se ha terminado el verano, aquí sigue haciendo un calor de muerte. Cuando he llegado a las playas, marcaba el termómetro de nuevo 37º, lo que hace que esté todo el día sudando y bebiendo. El llevar la botella de agua en la mochila es una de los requisitos más importantes que hay cuando sabes que vas a andar mucho. Además, con el río hay bastante humedad lo que la sensación de calor aumenta.

He comido una ensalada "mediterránea", dejando la lechuga por si acaso, porque ya me estoy cansando de tanta carne, y eso que me encanta y reconozco que es mucho mejor que la nuestra. En estas zonas no se ve pescado y no sé como los argentinos tendrán el tema del colesterol, pero yo he empezado a combinar las comidas, procurando reducir la dieta de carne.

En la playa todavía se veía gente tumbada. El color del agua era marrón, pero la arena era bastante blanca, por lo que estaba muy bien para tomar el sol, pero bañarse es otro cantar y no precisamente por la temperatura del agua.

Un agradable día si no hubiese sido por el tórrido calor que ha hecho.

Ahora sólo me queda esperar a tener un viaje cómodo hasta Mar de la Plata, donde llegaré mañana sobre las 8h.

El viaje de noche ha sido bastante mejor de lo que esperaba, puesto que he dormido prácticamente desde que salí, hasta 1/2 hora antes de llegar. Eso sí, salimos con más de 1 hora de retraso, debido a un corte de carretera por manifestación de los agricultores. En todo los sitios que he estado en Argentina, he coincidido con manifestaciones de todo tipo de colectivos: estudiantes, trabajadores, pro derechos humanos, agricultores, profesores, etc. El caso es que este tipo de actividades están muy extendidas y siempre me ha llamado la atención el gran dominio de la palabra que tienen los encargados de lanzar los mensajes. Aunque no llegan ni de lejos a la altura del profesor uruguayo y amigo de los vascos criollos, Gustavo, responsable de la gruta de Arequita.

He llegado a Mar de la Plata y me he hospedado en el "Gran Hotel", exactamente a 1 minuto de la estación de omnibuses. Y cada vez lo entiendo menos, me ha costado 12 € la habitación y es del mismo nivel que los anteriores, con Wi-Fi y desayuno incluido. Tal vez sea el juego de la oferta y la demanda, y al estar fuera de temporada en estas ciudades turísticas, hay exceso de oferta y por consiguiente caen los precios.

He salido dispuesto a recorrer Mar de Plata y ha sido ¡¡¡ tremendo !!! He recorrido toda la costanera que tiene más de 5 Km por un paseo que todo hay que decirlo, era una gozada, con gente pescando y corriendo, pero no sabía dónde mirar, porque peor no se pueden hacer la cosas. Si mirabas hacia la playa te encontrabas con una ¡¡¡ curiosidad !!! y si mirabas hacia el interior te dabas con las ¡¡¡ otras curiosidades arquitectónicas !!! y que realmente son dignas de verlas.

A la hora de hacer el reportaje no he sido capaz de encuadrar Mar de la Plata, porque los apartados normales que tengo de: Lugares con historia, bellos rincones y maravillas de la naturaleza, escapan al calificativo que puedo darle. En todos los países, hay un destino turístico de masas donde se han hecho barbaridades con el entorno, pero esto de aquí los supera con creces.

Mañana visitaré 2 pueblos costeros que me aseguran que no han sido destrozados por los promotores y espero mejorar el concepto que estoy sacando de esta zona.