Día dedicado a visitar Budapest que realmente no estaba en su mejor momento, debido a que ha salido un tiempo muy tristón, aunque sin lluvia. Por la mañana hemos subido a Buda, desde donde hay una bonita vista de toda la capital y del Danubio a su paso. Andando nos hemos dirigido a la parte baja de Pest y en concreto a una tienda de "QuikSilver", situada en un enorme centro comercial junto a la estación de trenes. Mi hijo Alain, hace colección de camisetas de esta marca de todos los países a los que vamos, aunque en muchos de ellos el producto no indica nada y en ese caso no le interesan, como ha sido esta vez. En el trayecto hemos pasado por el "Parlamento" que realmente es un edificio espectacular y sin duda lo más valioso de Budapest.

Después de comer y en un bonito "Metro" especialmente decorado con temas antiguos al igual que sus estaciones, nos hemos dirigido a "La Plaza de los Héroes", una bonita zona con parques, el famoso balneario "Budapest" característico por su color amarillo y hasta un castillo de Drácula, réplica del de Transilvania.

Hemos repetido la cena pero en otro restaurante, porque pensábamos que el problema era realmente del sitio elegido, más que de la gastronomía en sí, pero de nuevo, aunque el "Gulash" se libraba, la "Paprika de pollo" ha sido muy mala y quizás peor que la de ayer. Así que pensamos que será el plato el que realmente no es recomendable.

En definitiva, una visita rápida a Budapest, con poco atractivo debido al mal tiempo que nos ha tocado los 2 días que hemos pasado aquí. Mañana volveremos a Viena para despedir a nuestros hijos que volverán en avión a Donosti.

Poco más de un par de horas nos ha llevado volver a Viena por una buena autopista y directamente hemos ido a dejar el equipaje al mismo hospedaje en el que estuvimos la vez anterior, el hotel "Geblergasse". Un lugar realmente recomendable porque tiene grandes habitaciones que permiten estar junta a una familia y a un precio razonable.

El tiempo continúa poco agradable y el día lo hemos pasado paseando por las zonas comerciales y poco más, porque las principales atracciones ya las teníamos vistas de la vez anterior. Lo que hemos repetido ha sido la cena en el "Biergarten" situado en al parque "Prater" en el que está la famosa noria de la película "El Tercer Hombre". Algo que debe ser muy tradicional aquí porque a pesar de lo grande que es este restaurante al aire libre, nos ha costado bastante encontrar una mesa libre.

Aquí acaba el viaje para mis hijos a quienes llevaremos mañana a primera hora al aeropuerto, y desde donde nosotros tomaremos ruta a "Grossglockner" en los Alpes para conocer este singular lugar, de camino de vuelta por carretera a casa.

Alrededor de 5 horas hemos tardado desde Viena, en un trayecto muy rápido mientras íbamos por autopista y muy lento cuando la hemos abandonado y hemos tenido que coger carreteras normales. Mucho tráfico y bastantes obras con parones de más de 1/2 hora nos han estado importunando, todo ello bajo una capota de cielo gris y lluvias intermitentes.

Sin duda, lo mejor ha sido la ruta de montaña que recorre el Parque Nacional hasta el glaciar de "Grossglockner", el monte más alto de Austria con sus 3.798 m. y sus 36 curvas cerradísimas. Hay que pagar un peaje pero merece la pena por su espectacular recorrido. El punto culminante es el glaciar en donde te encuentras con un parking cubierto y restaurantes acondicionados para albergar a los miles de turistas que todos los días visitan "Grossglockner". Motos, coches, autobuses y sufridos ciclistas llegan inundándolo todo y complicando el poder disfrutar la quietud que la montaña ofrece.

Al margen de la singular belleza de este entorno y después de haber estado en "Interlaken" (Suiza), sigo siendo fiel a mi "Valle de Chamonix" (Francia), tanto en la espectacularidad de los picos que lo rodean, como en la sensación de estar inmerso en un auténtico medio montañero y no sobre unas terrazas panorámicas viendo de lejos la montaña como un escaparate.

Como casi todos los días ha comenzado a llover cuando estábamos en el glaciar y hemos bajado a "Heiligenblut" un precioso pueblo alpino en el que hay una iglesia de estilizadas líneas que parece un dibujo con un valle al fondo y en el que también podría aparecer "Heidi".

Al atardecer cruzábamos la frontera italiana y al poco tiempo ha surgido una terrible tormenta que hacía imposible continuar el viaje, por lo que hemos parado en el primer hotel que hemos visto y que ha resultado ser una agradabilísima sorpresa. El hotel se llamaba "Rosengarten" y está situado en Dobbiaco/Toblach y si alguien tiene la oportunidad de pasar por esa zona, se lo recomiendo efusivamente.

Una bonita habitación en un chalet alpino, con buenas vistas y sobre todo una cena realmente impresionante de comida tirolesa que todavía no me lo creo, y amenizada además por un joven con acordeón que nos ha cantado todo un repertorio de canciones tirolesas, ha sido un ¡¡¡ regalo de los dioses !!! Estas situaciones de encontrar algo tan sorprendente y agradable no suelen ser muy habituales, pero es una de las cosas que más me gustan de viajar a nuestro aire. Hemos pasado de estar en el coche en plena tormenta preguntándonos que hacer, a estar sentados en una mesa rodeada de madera por todos los sitios y degustando un buenísima espalda de cordero, después de los otros 3 platos anteriores y el postre especial de la casa.

¡¡¡ Estamos seguros de que esto se repetirá en algún otro momento de nuevo, por lo que continuaremos la búsqueda!!!

Una segunda sorpresa agradable nos tenía preparado este maravilloso hotel, el desayuno. A nosotros que tenemos la costumbre habitual de desayunar fuerte, teníamos un bufete repleto de cosas y lo hemos aprovechado no tanto como hubiésemos querido, porque todavía teníamos la abundante cena de ayer muy cercana.

Con tranquilidad hemos tomado carretera hacia la autopista cerca de "Bolzano", disfrutando de preciosas vistas de los pueblos tiroleses con un tiempo espléndido a pesar de las malas previsiones para hoy. Trento, Verona, Milán y Turín han sido las grandes poblaciones por las que hemos pasado en nuestra ruta a Chamonix, ya que quería evitar la ruta por la "Costa Azul" ante las fechas en las que estamos. No obstante, también hemos tenido algunas retenciones y mucho tráfico hasta coger el "Valle de Aosta" y volver a meternos en los Alpes.

Siempre que pasamos por aquí paramos en "Courmayeur" último pueblo italiano justo antes de entrar en el "Túnel del Montblanc", donde compramos pasta en una tienda artesanal que la preparan ellos y que nos encanta. A "Courmayeur" generalmente hemos venido en invierno, ya que tiene una bonita estación de esquí, llamada "Val Beny" justo detrás del "Montblanc"

Después hemos llegado a Chamonix, yendo a la Oficina de Turismo donde una amabilísima señorita nos ha realizado una reserva en un hotel cercano. La tarde la hemos pasado paseando por esta ciudad que cada vez nos gusta más, por su ambiente montañero y el espectacular entorno. Hoy al atardecer se veía completamente limpio el "Montblanc" y como mañana por la mañana se espera buen tiempo, subiremos una vez más a "Le Brevent", Aiguille du Midi" y al "Grand Montets" en Argentier.

A pesar de las buenas predicciones, hoy ha amanecido con muchas nubes en la montaña lo que a mi entender eliminaba la posibilidad de ver con nitidez los paisajes alpinos. Así que, hemos optado por adelantar en unas horas el regreso a casa, pensando que la época en la que estamos no es la mejor para viajar por carretera y que tampoco íbamos a poder disfrutar de la montaña en toda su plenitud.

Aquí termino los diarios correspondientes a este viaje.

Recorrido en coche por varios países de Europa en la que hemos combinado una visita rápida a los Alpes para conocer puntos específicos como: Interlaken (Suiza) y Grossglockner (Austria), con más profundidad la costa adriática y una breve visita a grandes ciudades como: Viena, Zagreb y Budapest.

El principal destino era Croacia, por segunda vez en mi caso y considero que prácticamente la hemos recorrido en su totalidad o al menos en sus puntos más interesantes. La valoración que hago de este país es que la zona costera noroeste, incluida la isla de Krk no tiene gran interés. La bonita Croacia de pueblos antiguos comienza en Zadar y desciende por la línea costera con: Sibenik, Trogir, Split y Dubrovnik. En cuanto a las islas: Brac y Korçula considero las mejores y como no, el Parque Nacional de Plivitce como principal referencia para la visita a este país. También existen otros lugares interesantes como los Parques Nacionales de Krka y Paklenica que merece la pena visitar, de estar por allí.

El tiempo que hemos tenido no ha sido del todo bueno aunque nos ha dado una tregua cuando teníamos que visitar los puntos más importantes. Por otra parte, la enorme afluencia de turistas en esta época, es otro de los aspectos a tener en cuenta para ¡¡¡ saborear !!! este país sin agobios.

En general, un itinerario variado que les ha permitido principalmente a mi familia y a su espíritu viajero, conocer países cercanos y ciudades míticas en unos pocos días, completando aún más si cabe su bagaje de ver mundo, en esta ocasión más cercano a nuestra casa.