Un día agradable en el Parque Nacional de Litchfield. En un grupo en el que todos eran australianos hemos visitado otro de los muchos parques nacionales que hay en este país. Y no sabemos las razones por las que confieren esta característica a una zona, porque según nuestros criterios, muy pocos de los que hemos visto merecen este honor.

En este caso, el Parque Nacional de Litchfield puede que se lo merezca porque al menos tiene una serie de cascadas muy bonitas, grandes termiteros y hasta murciélagos colgados de los árboles a plena luz del día.

La primera visita ha sido a los cocodrilos que estaban en un río desbordado que llegaba a inundar parte de la carretera, por los que hemos pasado directamente de la furgoneta en la que íbamos, al bote sin tocar suelo. Lo de los cocodrilos es un ¡¡¡ espectáculo para turistas !!! porque parece que todo está programado, y eso que según nos han dicho al estar el río crecido y por lo tanto más ancho de lo normal, los animales se dispersan y es más difícil encontrarlos. El caso es que cuando veían el bote se acercaban rápidamente, porque estoy seguro que pensaban ¡¡¡ ya llega el desayuno !!! Sujeto un hueso a una caña, el guía se lo ofrecía y le obligaba a saltar para cogerlo. Al final se lo daba y todos tan contentos.

A continuación ha sido un circuito de 3 preciosas cascadas en las que habitualmente uno se puede bañar, pero el exceso de agua y la fuerte corriente que había lo prohibía. En donde sí hemos podido bañarnos ha sido en el río previo a una de las cascadas y lo que más nos ha extrañado así la elevada temperatura del agua, cosa extraña para nosotros tratándose de un río.

Para finalizar el día y de regreso a Cairns, nos hemos dirigido al "East Point" donde acompañados de una fuente de langostinos y cava australiano, hemos visto un bonito atardecer.

Aunque carente de la espectacularidad que esperábamos de este parque, el día ha estado muy bien y el tour muy relajado. Los australianos incluido el guía "Ben" se han portado muy amables con nosotros contribuyendo a una agradable experiencia.

Los datos de la empresa organizadora son:

Wallardo Tours

Tfno 8983 2699

info@litchfielddaytours.com

Con la esperanza de mejorar nuestras visitas a Australia, hemos cambiado de zona volando al sudoeste del país y concretamente a Perth. Hemos alargado nuestra estancia en esta área porque pensamos que tiene más lugares y sobre todo mejor tiempo en esta época. Y así lo hemos podido comprobar de entrada nada más bajar del avión. El primer día totalmente despejado que hemos visto desde que comenzamos nuestro viaje hace casi ya 2 meses.

Sin entrar tan siquiera en la ciudad de Perth hemos cogido un pequeño coche de alquiler en el aeropuerto que teníamos ya reservado y hemos tomado dirección hacia el interior, ya que mañana queremos visitar un lugar que nos impresionó cuando vimos fotografías de él y que se llama "Wave Rock", una muralla de piedra con 15 m. de altura y con forma de ola rompiendo.

Este lugar está a 300 Km. de Perth por lo que hemos querido hacer parte del viaje hoy mismo, para mañana poderlo disfrutar con tiempo. El problema ha sido que solo hay 3 pueblos en esos 300 Km., distantes 100 km. entre ellos, por lo que nos hemos quedado a dormir en el primero ya que anochecía y mañana a primera hora saldremos para hacer los 200 Km. restantes.

Por lo que hemos podido ver esta tarde, esto es lo que esperábamos de Australia: carreteras desiertas y con una puesta de sol espectacular sobre un valle de color amarillo donde pastaban cantidad de ovejas y un pueblo con un par de hoteles/pensiones donde dormir, cenando con los amables lugareños como si fuésemos de aquí de toda la vida.

Con tiempo maravilloso y sin una nube, muy temprano por la mañana hemos hecho los 200 Km. que nos faltaban hasta "Hyden", donde está situada la "Wave Rock" (Ola de Piedra). Gracias a la carretera que era bastante buena de piso, muchas rectas y con límite de velocidad de 110 Km. hora, el trayecto lo hemos realizado en 2 horas.

Cuando hemos llegado, una legión de moscas primas/hermanas de las de "Ayers Rock-Uluru" nos estaban esperando, por lo que nos hemos tenido que poner la malla por la cabeza para poder andar tranquilos. Hemos visto a un grupo de japoneses intentando comer en unas mesas que había en un área de picnic y les era imposible preparar los bocadillos. Cada señora tenía detrás a su marido aireando un periódico, y uno de ellos hasta ha metido la cabeza en una bolsa de plástico, harto ya de aguantar. Aunque no sé que era mejor si el remedio o la enfermedad, porque con el calor que hacía tenía que estar asfixiado, aparte de no poder ver nada, pero el hombre parecía llevarlo muy mal lo de las moscas.

La "Wave Rock" en sí misma no pasa de simple curiosidad, porque las fotografías son muy agradecidas y engañan las dimensiones. Parece que una mole de piedra te va a engullir, pero cuando estás allí ¡¡¡ in situ !!! la cosa cambia, la ola es mucho más baja y la sensación que tienes es muy diferente. Otra visita que no ha cumplido las expectativas, a pesar de lo espectacular que puedan parecer las imágenes de abajo. Y si tenemos en cuenta que a este destino hay que ir expresamente, porque no está de paso, ni hay nada especial en las cercanías, te deja una sensación de cierto engaño visual y piensas en los engañosos folletos.

A media mañana ya habíamos terminado la visita y me he pegado la paliza de conducir otros 400 Km. para acercarnos a nuestro destino de mañana en Cervantes al norte de Perth. Un parque Nacional donde según parece, estar viendo unas formaciones puntiagudas de piedra llamadas pináculos a la puesta de sol, debe ser ¡¡¡ el no va más !!! según nos han contado.

Mañana veremos si es verdad dicha fama, porque ya van varias decepciones y es que por ahora exceptuando Sídney y la "Gran Barrera de Arrecifes", esperábamos mucho más de Australia.

Lo que si es una gozada es conducir por estas zonas con carreteras desiertas en buen estado y con un paisaje de extensas planicies moteadas de árboles eucaliptos, pero de esto no se habla en las guías y no deja de ser digno de experimentarlo.

Cubiertos los 120 Km. que nos quedaron ayer para llegar a Cervantes en la costa oeste, nos hemos dirigido al Visitor Centre para recoger información de la zona, principalmente del Parque Nacional de Nambung, donde están los curiosos pináculos y reservar un motel porque hoy es viernes y nos han dicho que el pueblo se llena de visitantes. También hemos aprovechado para buscar un lugar donde conectarnos a Internet para actualizar el web y ver el correo.

Todavía no había hablado del tema de Internet tanto en Australia como en Nueva Zelanda. Es totalmente abusivo que la cantidad mínima que te cobren en un cibercafé sea de 3 € la media hora, y recurres a estos establecimientos porque en los hoteles es mucho más caro todavía y contra más nivel tiene éste, mayor precio la conexión. Incompresible esta política comercial en un país que se dice muy desarrollado cuando en el resto del mundo, salvo Brasil, la conexión a Internet está comprendida entre los servicios básicos. Incluso estos últimos días que hemos andado por el interior ni había posibilidad de conectarse.

Durante la mañana hemos estado visitando los alrededores de Cervantes acercándonos hasta el pequeño lago "Thetis", muy interesante y nada espectacular, pero contenía "stromatolites", los fósiles más antiguos conocidos de nuestro planeta y que están íntimamente relacionados con el origen de la vida.

Después nos hemos acercado a una playa de arena blanquísima con la intención de darnos un baño, pero a pesar del calor que hacía, la aparición de montones de grandes gusanos marinos tipo oruga blanca nos ha quitado las ganas de meternos en el agua.

Por la tarde, hemos ido al "Parque Nacional Nambung" para ver la puesta de sol en "Pinnacles Desert". Una enorme cantidad de rocas puntiagudas emergían de la arena creado un impresionante paisaje lunar. La orientación de la luz al atardecer resaltaba el color oro de la arena y la altura de algunas piedras rebasaban los 3 metros.

Finalmente una cena de aniversario de boda, en la que hemos probado la famosa langosta roja de la zona a un precio reducido, oferta del hotel en el que estamos hospedados, ha sido el broche final a un bonito día, en el que hemos encontrado un lugar digno de una visita y como bien nos habían dicho, en el que la puesta de sol es un momento muy especial. Hasta hemos visto corretear un par de canguros dando saltos entre las rocas, completando unas imágenes muy originales.

El desayuno de hoy aparte de estar muy bueno, porque estaba preparado por la dueña de la casa donde nos hemos hospedado, ha sido una fuente de información muy buena para los próximos días. Hemos compartido mesa con un matrimonio australiano de Perth que nos ha explicado lo que podíamos hacer en la zona sur a donde nos vamos a marchar en los últimos días de estancia en Australia. Nos han recomendado visitar la ruta de los "Grandes Árboles" donde los eucaliptos crecen más que en otros lugares. También nos han dado otros consejos referentes a lugares famosos, caros y que no merecen la pena de ir y que nosotros teníamos previsto hacerlo.

Después de un buen rato de conversación hemos salido de Cervantes con dirección a Perth, por una carretera nueva terminada hace 3 meses y que todavía no figura en los mapas ni en el TomTom que tenemos. El caso es que se acorta muchos kilómetros y nos ha dado tiempo de hacer varias cosas más.

Como el "Parque Nacional de Yanchep" se encontraba de camino, hemos parado para ver una reserva de koalas que viven en semilibertad encaramados a los árboles. Junto con otras muchas familias que habían ido a este parque a pasar el día, hemos comido unos bocadillos en una área de picnic, vigilados muy de cerca por unos patos que esperaban a que se nos cayera algo para comérselo rápidamente.

Continuando viaje hemos llegado a Perth dejando el equipaje en el céntrico hotel "Criterion" que teníamos reservado. El atardecer lo hemos pasado en una playa de las afueras llamada "Cottesloe" donde las puestas de sol sobre el océano Índico deben ser estupendas, aunque hoy una densa barrera de nubes en el horizonte lo impedía.

Mañana siguiendo el consejo del matrimonio australiano iremos a pasar el día a "Fremantle", distante a unos pocos kilómetros y el viaje de ida lo haremos en tren y el de vuelta en barco, que parece ser lo mejor.

Con otro día precioso hemos cogido el Metro de superficie hasta Fremantle. Este pueblo en la costa se ha puesto de moda y muchos residentes en Perth se acercan los fines de semana para pasar el día. Visitar un mercado que abre los fines de semana y tomar cervezas sentados en las terrazas son las actividades que se hacen habitualmente, pero falta la principal: ir al puerto a comer "Fish & Chips". Es curioso que un país con mar por los ¡¡¡ 4 costados !!! el comer pescado sea un plato algo especial a realizar en establecimientos especializados, ya que en la dieta habitual de los australianos el pescado no forma parte habitual de ella, al igual que en muchos países con mar que hemos visitado. Excepto Japón no conozco ninguna zona en la que el pescado sea tan apreciado como en Donosti y se coma tanto en los platos de cada día. Pero todo hay que decirlo y el " Fish&Chips" de aquí es el mejor que hemos comido nunca.

Alguien dirá que es una pena utilizar el pescado de esa forma, pero hay una auténtica competición para ser considerado el mejor restaurante en estos platos, para lo que existe una votación que puedes realizar puntuando al que consideres el mejor. Y esta competencia consigue una calidad excepcional en la elaboración de este plato. En el restaurante que hemos comido tenían hasta un helado con sabor a "Fish&Chips", que como es natural hemos probado y era mucho mejor de lo que pensábamos, porque realmente no sabía mucho a pescado, pero la imitación era muy buena incluida una capa de pan rayado del mismo color, algo dulce pero muy rica. También hay que decir que dichos platos tenían unos precios muy bajos para lo que se estila pagar por la comida aquí, pero los volúmenes de los pedidos que se servían seguro que conseguían hacer ¡¡¡ cajas muy buenas !!!

La vuelta tal como nos habían aconsejado la hemos realizado en barco, con un ferry que nos ha devuelto a Perth por el río Swan, navegando algo más de 1 hora.

Todavía nos ha dado tiempo de subir al "Kings Park" para sacar unas fotografías panorámicas de la ciudad, porque ayer cuando estuvimos allí no pudimos ni apearnos del coche, debido a un festival de música que estaba programado para la noche y ya estaba la gente llegando para ocupar los espacios disponibles.

Mañana si continúa el buen tiempo, tenemos previsto ir a la isla de "Rottnest" a recorrerla en bicicleta, que es el único medio de locomoción autorizado y ver si al fin nos bañamos en el Índico.

Al final del viaje estamos descubriendo la Australia que teníamos en mente y que no parecíamos encontrar en nuestros destinos anteriores de Cairns y Darwin.

Si ayer vivimos un clásico fin de semana en la forma que lo hacen los australianos, hoy lunes y como era fiesta aquí, hemos vuelto a experimentar otra forma de como disfrutan de las fiestas. Con otro espléndido día, a primera hora de la mañana hemos ido en coche hasta "Fremantle", donde un ferry rapidísimo nos ha llevado en media hora hasta la isla de Rottnest. En el mismo muelle hemos cogido unas bicicletas y unidos a otros cientos de visitantes hemos tomado el itinerario para dar la vuelta a la isla que tenía 22 Km de perímetro.

Preciosas calas para hacer buceo en un mar azul turquesa con arrecifes, impresionantes playas de arena blanca y bastante solitarias algunas de ellas, junto a un continuo subir y bajar pequeñas lomas en una bicicleta muy ¡¡¡ baqueteada !!! y que cambiaba de piñones cuando quería y nunca de plato, ha sido lo que hemos hecho hoy, terminando el día bastante cansados.

Recorrer la isla en bicicleta lleva un tiempo que te resta para disfrutar de las playas, por lo que hemos decidido avanzar en la ruta y darnos un baño en una playa situada en el tramo final. Había otra opción que era coger un autobús gratuito que está recorriendo la isla continuamente pudiendo subirte y bajar en las paradas que se quieran, pero hemos preferido ¡¡¡ machacarnos físicamente !!! y mantenernos en forma.

Magnífico día, de los que ojalá se repitiera más a menudo y en el que hemos vuelto a disfrutar de esta parte oeste de Australia. Sin duda la que más nos está gustando y posiblemente el magnífico tiempo tiene mucha importancia en esta valoración.

De vuelta a "Fremantle" hemos cogido el coche en dirección sur y rodeando Perth, hemos avanzado en nuestro camino acercándonos a la "Ruta de los Grandes árboles" que realizaremos mañana.

El día de hoy ha ido de árboles. Altísimos eucaliptos inundan el sudoeste de Australia en bosques con gran atractivo turístico, creándose la ruta "Tree Top" que recorre las principales concentraciones de grandes árboles y los parques nacionales donde residen. Desde "Bridgetown" ya se empiezan a ver a los lados de la carretera, enormes árboles que parecen protegerla y conforme se va bajando hacia el sur, cada vez son más altos.

Como simple referencia decir que las principales variedades de árboles que hay aquí se dividen en: "Blackbutt" la de árboles más pequeños, "Jarrah" hasta 40 metros de altura, "Marri" hasta 60 metros y "Karri" hasta más de 90 metros.

Nuestra primera parada ha sido en el Centro de Visitantes de "Bridgetown" para recoger información y hacernos un plan de visitas en estos 2 días que nos quedan. Así que hemos decidido ir hoy hasta el punto más lejano que es "Walpole" y que tiene un bosque llamado "Valle de los árboles gigantes".

No obstante, cuando pasábamos por "Manjimup" hemos visto el anuncio de un bosque de árboles "Karri", los más altos, y hemos entrado a echar un vistazo. Se ha dado el caso de que había un árbol de 52 metros con un puesto de observación arriba al que dejaban subir bajo tu propio riesgo. Lo que nos ha sorprendido era que se subía por unos clavos sin protección de un arnés, cuando en cualquier canopy de 5 metros de altura te atan con 2 y en ningún momento estás sin nada. Aquí había sólo una malla que formaba una especie de tubo por el que se subía. Carmen como sufre de vértigo no ha querido subir pero me ha animado a que lo intentase y recordando cuando de chaval iba a ¡¡¡ mangar cerezas !!! me he colgado la máquina de fotos y he empezado a trepar. Cuando iba por la mitad de la subida, he visto abajo a un guarda forestal sentado en el capó de un pick up que me observaba como subía y supongo que estaba valorando si lo hacía con suficiente seguridad como para no tener que llamar a una ambulancia, porque una caída de esa altura tiene que ser terrible. De todas formas, supongo que si ve a alguien indeciso o poco preparado no le dejará ni intentarlo.

La verdad es que he subido porque pensaba que desde arriba podría tener una buena perspectiva del paisaje de árboles y sacar unas fotografías, pero después de llegar hasta arriba con una parada intermedia, en la que te avisan de que a partir de ahí venía lo difícil por lo empinado del tramo final y que te lo pensases bien, no merecía la pena el esfuerzo, salvo por la ¡¡¡ honrilla personal de haber sido capaz de subir a semejante altura sin protección !!!

En el "Valle de los Árboles Gigantes" de "Walpole", hemos subido por una rampa metálica que te situaba a 40 m. del suelo y casi a la altura de las copas de los árboles, de forma mucho más agradable y segura de como lo he hecho yo en "Manjimup", pudiendo pasear por un bonito recorrido y observar la gran altura de los "Karri".

Mañana iremos a otra zona de árboles gigantes situada en "Pemberton", como punto final de visitas a zonas de interés en Australia.

Por falta de intención no ha sido, pero hoy no hemos disfrutado lo que pensábamos y es que 2 días entre árboles por muy altos que sean, llegan a cansarte un poco por lo repetitivo del paisaje.

Hemos comenzado el día cogiendo la ruta en "Pemberton" llamada "Karri Forest Explore Drive", que durante muchos kilómetros atraviesa varios parques nacionales y te lleva a los puntos de interés que existen. El primer punto en el que hemos parado ha sido "Cascades", las cuales estaba cerrado por mantenimiento. La siguiente visita también ha sidon fallida a "Beedelup Falls" pero esta vez por falta de agua, ya que estaban totalmente secas y no corría ni un mísero hilillo del líquido elemento. Seguíamos viendo el mismo tipo de paisaje que ayer y ya nos estábamos aburriendo, por lo que de común acuerdo hemos decidido cambiar de entorno dirigiéndonos a la costa, para ir subiendo dirección Perth por "Margaret River", centro turístico famoso por sus viñedos. Pero como no pensábamos ir de cata de vinos, nos hemos acercado a la playa para comer un bocadillo y ver que tipo de costa tenían, la cual tampoco nos ha gustado mucho.

Con intención de estar lo más cerca posible de Perth para mañana aprovechar mejor el día, hemos continuado por la carretera antigua de la costa hasta llegar a Mandurah, justo en el momento en que se estaba poniendo el sol, por lo que hemos podido disfrutar de uno de los pocos paisajes bonitos del día.

Lo que si estamos viendo es el gran nivel de vida en general que hay en Australia y particularmente en Sídney y en Perth. Aquí concretamente en casi todos los garajes de las casitas además del coche tienen aparcado un pequeño yate y en ningún momento hemos visto barriadas ni casas viejas o desconchadas. Aunque este país no tenga historia antigua todo lo que se ve parece recién hecho y muy cuidado, bien porque sea nuevo o porque esté remodelado. Curiosamente no se ven rascacielos feos de cemento como los que estamos acostumbrados a ver en el resto de países y que corresponden a los años 60, por lo que no sé en aquella época como se construía aquí. Lo que si se puede ver es mucha influencia del "Art Deco" en el diseño de muchos edificios.

Mañana lo pasaremos en Perth, debiendo entregar el coche y prepararnos para el largo camino de vuelta a casa vía Singapur, Kuala Lumpur y París.

Desde que llegamos a Perth todos los días han sido preciosos, con mucho sol y una temperatura muy llevadera y hoy no ha sido menos. El último día de estancia en Australia ha querido que nos llevásemos un buen recuerdo y que olvidásemos las lluvias insistentes de Cairns y Darwin.

Procedentes de Mandurah hemos llegado a Perth temprano y después de dejar el equipaje en la consigna del hotel porque todavía no era hora de hacer el check-in, nos hemos dirigido a la playa de "Cottesloe" en la que estuvimos el otro día viendo un atardecer y que nos gustó bastante. Por primera vez en todo el viaje hemos estado más de 1 hora seguida en la playa, leyendo en nuestros e-books con los que cada vez estamos más contentos y dándonos varios baños en un mar muy azul y con la temperatura del agua muy agradable, aunque más fresca que en el Pacífico.

También hemos comido nuestro último "Fish&Chips" que te lo sirven en unas hojas grandes de papel que las extiendes en la mesa y sirven de plato. Como llegaba la hora de tener que entregar el coche lo hemos devuelto sin problemas y cogido un autobús de vuelta al hotel para hacer el check-in.

Dando unas vueltas por la zona peatonal del centro de Perth en el que había buenas tiendas, hemos comprobado que para las 5 y media de la tarde ya cerraban la mayoría quedándose las calles vacías y muy tristes. Como era tan pronto nos hemos sentado en una terraza con la intención de tomar una cerveza y la sorpresa ha sido que en esa cafetería el alcohol no se podía tomar fuera y sí dentro, por lo que había grandes ventanales con gente sentada bebiendo su cerveza como en un escaparate y mirando por la ventana a la calle.

Al final junto al hotel hemos visto una terraza en la que había cervezas en las mesas, por lo que lo hemos intentado de nuevo. Bien, no es tan sencillo como parece, porque nos ha costado lo nuestro entender el sistema que aquí se lleva. El proceso que he seguido ha sido el siguiente.

1 - Ir a la barra a elegir la cerveza

2 - Pagarla

3 - Cuando he ido a cogerlas para llevarlas a la mesa donde me esperaba Carmen, no me las han querido dar, viniendo la camarera detrás mío y llevando las cervezas en una bandeja hasta la mesa. Parece ser que tienes que estar sentado para beber y no se puede hacerlo de pie.

4 - Cuando estábamos sentados hemos observado lo siguiente: los clientes de varias mesas vecinas se han tenido que levantar pero dejando la mesa sin gente y llena de vasos de cerveza casi llenos, porque les apetecía fumar y estaba prohibido hacerlo a menos de 5 metros de la puerta de la cafetería, por lo que se han tenido que retirar fuera de la terraza. Es cierto que mientras tanto, nadie se ha acercado a la mesa vacía y se les ha bebido la cerveza, ni se han sentado tampoco pensando que se había quedado libre, cosa que yo posiblemente lo habría hecho de no haber más lugares vacíos. Beber y fumar no es posible hacerlo en el mismo sitio, si bebes no fumas y viceversa.

¡¡¡ Así que ojo, beber cerveza en Australia requiere de un Master para no meter la pata !!!.

Última experiencia curiosa al menos para nosotros que continuamente estamos aprendiendo normas nuevas, hasta el punto de que ya nos hemos acostumbrado a cuestionarnos si lo que hacemos en un determinado momento está dentro de la ética del país en el que estamos, no dando por hecho nada.

Como mañana iniciamos el viaje de regreso a casa, este es el último díario correspondiente a la 1ª etapa de viajes programados para 2011.

Resulta obvio que un mes pasado en un país tan grande como Australia no es tiempo suficiente como para hacerse una opinión profunda del mismo, por lo que me referiré exclusivamente a las diferentes ¡¡¡ sensaciones !!! que hemos tenido durante nuestra estancia y que iban cambiando conforme también cambiábamos de destino.

Si debo decir algo de forma general, creo que el término que mejor se ajusta es el de moderada decepción, porque esperábamos encontrar poco más o menos que a ¡¡¡ Cocodrilo Dundee !!! por extraordinarios paisajes de naturaleza y no ha sido así, ni con el personaje ni con los paisajes. Aparecen contabilizados más de 500 parques nacionales, por lo que pensábamos que toda Australia era espectacular y desde luego no es así ni mucho menos. Tampoco la etiqueta de Parque Nacional aquí garantiza algo vistoso.

Conforme hemos realizado las visitas, diré que concretamente "Sídney" superó con creces las expectativas y la considero una de la más bellas grandes ciudades del planeta. Además tuvimos la suerte de coincidir con el "Día de Australia" que es la gran festividad del año y pensábamos que el resto de ciudades iba a ser igual ¡¡¡ profundo error !!!

A la vuelta de Nueva Zelanda fuimos a "Ayers Rock - Uluru" para ver el icono de Australia, la "Gran Piedra Roja" y sin despreciar su belleza ni mucho menos, el ¡¡¡ tinglado !!! turístico que tienen montado, hace que termines harto de lugar. La siguiente ciudad que visitamos fue "Cairns", base de operaciones y ver la auténtica maravilla para mi gusto del país: "La Gran Barrera de Arrecifes", con la suerte de que el único día de buen tiempo de todos los que estuvimos en la zona, lo pasamos allí disfrutando de un fondo marino tan bello y espectacular que no he visto en ningún otro sitio, incluida la costa de Hawaii.

Darwin fue la auténtica decepción, tanto por el tiempo como por el lugar en sí. No tiene ningún interés y yo no recomendaría la visita porque no sabría decir ningún punto de interés. Pero como el mal tiempo reinante en el norte nos había hecho acortar nuestra estancia allí, fueron sólo un par de días monótonos.

La última visita fue a la muy atractiva ciudad de Perth y a sus alrededores, mejorando mucho nuestra opinión de Australia bastante mermada con las estancias en el norte. Han sido 8 bonitos días de un sol radiante con la libertad que da tener un coche y poder visitar lugares que aunque no deslumbrantes si tenían mucha belleza: - Wave Rock, la gran ola de piedra - "Pinnacles Desert", con sus cientos de pináculos emergiendo de la arena - la isla de Rottnest, con sus bellísimas playas de arena blanca y paseos en bicicleta y por último la ruta "Tree Top" de altísimos eucaliptos karris, con el "Valle de los Árboles Gigantes" en "Walpole", cerraban una ronda de lugares bastante agradecidos.

Nos falta por ver la parte sur del país: Adelaida, Melbourne, etc., que puede que sea la más bonita y que tenemos previsto hacerla en un próximo futuro con la esperanza de que mejore un poco más la sensación de no haber visto lo que esperábamos encontrar en Australia, naturaleza virgen y espectacular.