Lo que ha comenzado como una excursión de un par de días en un barco que más parecía un viejo cascarón, ha terminado en una auténtica aventura por el "Mar de Flores", en una improvisada vuelta de noche de "Komodo" a "Labuan Bajo" en la que nuestro capitán "Thomas" se ha convertido en el protagonista desbancando al dragón como personaje principal. Seguro que "Emilio Salgari" que escribía muchas novelas sobre estos parajes, hubiese sacado un buen partido del argumento que nos ha tocado vivir.

Esta mañana, con cerca de una hora de retraso partíamos del puerto de "Labuan Bajo" a bordo de un pequeño y viejo barco, que de entrada nos ha parecido poco adecuado para la travesía de dos días que íbamos a realizar. Tenía sólo un pequeñito camarote con dos estrechas literas que en cuanto lo hemos visto, hemos decidido que a la noche y de alguna forma, dormiríamos los tres en cubierta. La tripulación la componía: el capitán "Thomas" que es un auténtico indonesio de las islas de tez muy oscura y otros dos jóvenes ayudantes.

Primero, nos hemos trasladado con un cadencioso y lento ritmo a la isla de "Rinca", que estaba a dos horas de navegación y que forma parte del "Parque Nacional de Komodo". En esta isla parece ser que existen más posibilidades de ver los "dragones de Komodo" porque es más pequeña que la isla de "Komodo". Después de los correspondientes trámites y pago de entradas al parque, nos íbamos a realizar un recorrido andando de una hora y media para intentar ver los a los famosos varanos.

En la imagen se reflejan los dos protagonistas del día: el viejo cascarón y su capitán"Thomas".

Allí hemos cambiado de guía, sustituyendo a "Thomas" por un joven del parque, con mucho desparpajo que hablaba muy bien inglés y se llamaba "Oscar". Aquí también existe una gran parte de la población que es cristiana y se nota en los nombres. Armado de la habitual estaca para defendernos de los dragones, nos encontrábamos enseguida con una pareja de animales. Como siempre ocurre: en todos los países del mundo y con todos los diferentes tipos de animales, la mejor forma de avistarlos es en los aparcamientos o zonas habitadas en donde ellos tienen posibilidades de encontrar comida fácilmente y "Komodo" no es ninguna excepción.

El resto del paseo ha sido inútil, salvo algún búfalo de agua en su ambiente de poza con barro y algún pájaro, no hemos visto nada más digno de mención, incluida la propia isla que no presentaba un paisaje muy interesante. Al final de la excursión y en el mismo lugar de la entrada, nos hemos cruzado con algunos ejemplares más, incluido un cachorro de un par de años, recién bajado del árbol que durante los primeros años de su existencia, es su entorno más seguro y donde pasa todo su tiempo.

La visita no ha sido todo lo espectacular que esperábamos, ni se han cumplido las expectativas que traíamos, a pesar de haber visto algunos ejemplares. Al tener mañana otro día más de visita al parque, esta vez en la isla de "Komodo", hemos confiado en que mejoraría nuestra apreciación final.

De vuelta al barco, los jóvenes tripulantes nos habían preparado una comida bastante buena a base de ensalada, pescado rebozado y frescos zumos de piña, por lo que en una buena siesta tirados en la borda del barco y acompañados de un vaivén que a veces nos refrescaba con el agua que saltaba, hemos atravesado el mar hasta la isla de "Komodo", para dormir allí en una ensenada y estar mañana a primera hora en la entrada del parque, pudiendo iniciar el recorrido en el mejor momento de avistamiento de los dragones.

Pero cuando estábamos disfrutando de una relajada puesta de sol, le ha sonado el teléfono a nuestro capitán "Thomas" y le han dado un disgusto. Su madre habia sido ingresada de urgencia en el hospital, con alguna enfermedad que no sabemos si ya la tenía de antes, pero ¡¡¡ la cosa pintaba muy mal !!!. Nos ha pedido disculpas diciéndonos que nos íbamos a acercar al pueblo de "Komodo" para buscar algún medio de transporte para él y poder regresar a "Labuan Bajo", mientras que nosotros seguiríamos nuestro itinerario con el segundo de a bordo que haría de capitán.

Hemos cenado atracados en el puerto, esperando a su vuelta para conocer si había solucionado el tema del transporte, pero cuando ha vuelto nos ha dicho que ni hoy ni mañana tenía posibilidad de moverse de allí, porque no salía ninguna embarcación para "Labuan Bajo". Ha seguido hablando por teléfono con sus familiares y como la cosa se iba complicando hemos decidido que mañana en cuanto termináramos la visita al parque, volveríamos directamente a "Labuan Bajo", aparcando el resto de actividades que teníamos programadas. Seguían las conversaciones por teléfono y ante el cariz que tomaba el tema, cada vez más preocupante, hemos hablado entre nosotros decidiendo dar por terminado el viaje, ya que no nos apetecía estar en una situación tan angustiosa para "Thomas", al que se le veía totalmente abatido. Le he ido a decir que nos marcharíamos de inmediato todos de vuelta, cuando le han comunicado que su madre acababa de fallecer en ese momento.

Si quedaba alguna duda sobre la importancia de la situación la noticia la ha aclarado, y cuando se ha repuesto del trance y agradeciéndonos infinitamente nuestra decisión, iniciábamos la vuelta ya de noche cerrada y sin luna.

Hasta aquí una situación no deseada que nos ha tocado vivir, pero ha sido el comienzo de una aventura que no olvidaremos jamás, difícil de explicar porque gracias a Dios no ha ocurrido nada malo, pero sobre todo ahora ¡¡¡ a tiro pasado !!!, nos ha hecho recapacitar sobre algunas decisiones tomadas que pareciendo lógicas en el momento que se han tomado, podrían haber tenido unas consecuencias mucho más trágicas que la ya ocurrida.

Iniciar una travesía de este tipo, de noche y sin ningún foco de ayuda que nos permitiera ver mínimamente tres metros más allá de la proa parece una temeridad, y así ha sido. No pensábamos que el viaje lo íbamos a realizar a oscuras, y es cierto que no nos hemos atrevido en cuanto nos hemos dado cuenta de la realidad, en obligarle a "Thomas" a esperar hasta que amaneciera, porque se le veía que lo estaba pasando muy mal. No podíamos encender ni las linternas que habitualmente usamos para leer, porque era necesario estar a oscuras para que "Thomas" totalmente descompuesto por el dolor, pudiera más que ver, entrever lo que había delante y no chocar con los innumerables islotes que habíamos visto en el camino durante el día. Con una confianza total en la habilidad del capitán, nos hemos puesto en sus manos con la esperanza de no tener ningún incidente.

El viaje estaba previsto que duraría unas tres horas o algo más, pero en realidad han sido más de cinco horas, dando tumbos por el "Mar de Flores", en el que suponemos que un largo tiempo hemos estado perdidos, lo que no es de extrañar. Incluso se ha llegado a parar el motor de la embarcación, momento en el que hemos sentido de pronto una sensación de angustia.

Pasadas la 1 de la madrugada, llegábamos cerca del embarcadero del hotel. Digo cerca, porque nos lo hemos pasado de largo y que gracias a que nos estaban esperando varios empleados entre los que figuraba nuestra amiga recepcionista "Victoria", nos han ido a buscar en una motora para trasladarnos hasta el hotel, donde ya nos habían preparado una habitación con el equipaje que habíamos dejado por la mañana al marcharnos.

Toda una aventura con final feliz para nosotros. No así para "Thomas" que la pérdida de su madre le había afectado tanto que seguía descompuesto cuando nos despedíamos y nos agradecía una vez más la decisión que habíamos tomado y nuestro comportamiento para con él.

Esto es lo que ha dado de sí nuestra excursión para ver los "Dragones de Komodo", cambiando las sensaciones de los dragones, por la del riesgo de cruzar el indonesio y lejano "Mar de flores", de noche y sin luces. Viajar tiene estos impactantes cambios que nos acompañarán siempre y principalmente a mi hijo "Manez", que en su primer día de estancia ya ha tenido una nueva e importante experiencia para toda la vida.

Como después de la tempestad viene la calma, hoy lo hemos dedicado a: dormir, tomar el sol, bañarnos en la piscina del hotel y visitar al atardecer el pueblo de "Labuan Bajo", donde hemos vuelto a ver otra bonita puesta de sol.

Todavía comentando entre nosotros la experiencia vivida ayer, hemos dejado pasar el día sin plantearnos ir hasta Komodo para ver más dragones. Con lo poco visto ayer en la isla de "Rinca"nos damos por satisfechos, ya que consideramos que las dos horas necesarias de viaje en lancha rápida para llegar a la isla de "Komodo", nos iba a retrasar la entrada al parque perdiendo la oportunidad de ver los dragones en la primera hora de la mañana que es cuando salen de caza. Pensamos que la visita al parque en la forma que la habíamos planteado es la idónea y que forzar una nueva visita de otra manera no nos iba a aportar lo que andábamos buscando de poder ver gran cantidad de dragones en su elemento natural.

Mañana cogeremos un avión hasta "Ende" donde nos espera "Agus", un chófer de la isla de "Flores" que habla inglés y que nos llevará hasta "Moni" para dormir allí y subir al volcán "Kelimutu" pasado mañana muy temprano, cuando parece ser que se pueden ver los lagos.

Para cumplir nuestro segundo objetivo en esta "Isla de Flores", hemos volado con "Wings Air" filial de "Lion Air" hasta "Ende", donde nos estaba esperando "Agus" el chófer/guía que nos acompañará los próximos días. En media hora de avión nos hemos desplazado lo que por carretera estaba programado en casi tres días, y es que como después hemos podido comprobar son muy complicados y lentos los viajes por carreteras de esta isla.

Del aeropuerto hemos tomado dirección a "Moni" que es donde estamos pasando la noche para de madrugada subir al volcán "Kelimutu" y ver el amanecer desde la cima. Cerca de tres horas para hacer escasos 50 Km con paradas por obras en la carretera de una hora y es que es una orografía tan dura que los desmontes están a la orden del día.

La sorpresa la hemos tenido al pasar por unas preciosas terrazas de arroz como espejos, que no esperábamos ver todavía y que nos ha hecho pensar que la mala suerte tenida en Komodo se había acabado y que en esta zona de la isla de Flores, las cosas nos iban a salir mejor, empezando por creer que mañana vamos a tener buen tiempo porque ahora el cielo está despejado y estrellado.

Y como nos tenemos que meter rápidamente en la cama para darnos el madrugón, dejo aquí el diario para mañana completarlo con la visita al "Kelimutu".

Se suele decir que lo que cuesta mucho conseguir tiene un premio excepcional y así ha sido en la visita al volcán "Kelimutu". En ambos sentidos, porque lo que se dice costar ha sido indecible la perseverancia que ha tenido nuestro guía "Agus" en por lo menos hacernos llegar hasta el punto desde el que a partir de allí, se accede a la cumbre andando. Su fuerte optimismo, su profesionalidad y buen hacer al volante han conseguido lo que nosotros dudábamos mucho, que era llegar a ver los lagos del "Kelimutu" hoy. Sin duda "Agus" ha sido el protagonista del día.

A las 4 y media de la mañana y lloviendo, iniciábamos el recorrido por carretera con destino al parking del "Kelimutu". Queríamos llegar pronto para ver el amanecer, pero en una curva muy cerrada había habido un desprendimiento de tierra y el paso estaba cortado. Nos hemos situado en la cola de media de docena de coches parados y "Agus" se ha bajado a ver la situación cómo estaba. Algunos turistas subían de paquete en moto, que es otra de las formas que hay de acercarse a la cima, y en esta ocasión con bastantes apuros algunos conseguían atravesar la zona de derrumbe.

Ha vuelto "Agus" y se ha puesto a adelantar a los coches por un estrecho paso para intentar cruzar la conflictiva zona. Yo pensaba que los demás conductores se iban a enfadar porque nosotros lo íbamos a intentar mientras los demás o ya lo habían hecho sin éxito o no se atrevían. El caso es que "Agus" se ha puesto muy serio, cosa poco corriente en él y se ha metido en el barro patinando y quedándose atascado. Durante cerca de un cuarto de hora ha estado intentándolo sin ganar un metro, retrocediendo y acelerando, aprovechando la pequeña inercia del tirón del motor, hasta que centímetro a centímetro ha avanzado entre el barro y muy cercano a un barranco que se había formado, ha conseguido que el coche se asentara finalmente de nuevo sobre el asfalto.

Entonces han explotado sus nervios y le hemos aplaudido porque realmente se lo merecía. Seguía lloviendo y la sensación que teníamos todos era mala, salvo "Agus" que nos animaba diciendo que cuando amaneciera el sol saldría y quitaría las nubes. Hemos llegado al parking final y claro, salvo cuatro motos, nosotros éramos el único coche que lo había conseguido, por lo que nuestro chófer estaba pletórico de humor. Llegada la hora idónea nos hemos puesto en camino llegando en 20 minutos al primer mirador del volcán, con una niebla y lluvia que no dejaba ver nada. ¡¡¡ Los lagos del "Kelimutu" no existían hoy para nosotros !!!

Lo hemos intentando en el siguiente mirador y aún ha sido peor. La lluvia arreciaba cada vez más y bastante cabreados con nuestra suerte hemos descendido al parking, llegando calados.

Cuando "Agus" ha vuelto de nuevo, ya que había bajado a ayudar a un amigo que se había quedado medio volcado en el mismo sitio, nos ha dicho de esperar un rato para ver si aclaraba el tiempo. Mientras tanto, hacíamos nuevos planes ajustando nuestro itinerario por la isla para volver a intentar ver los lagos, pero realmente estábamos muy desanimados y no veíamos otra alternativa. O bien, nos centrábamos exclusivamente en ver el "Kelimutu" olvidándonos del resto de la isla, o nos olvidábamos definitivamente del "Kelimutu".

"Agus" seguía insistiendo en que hoy conseguiríamos ver los lagos y que lo mejor que podíamos hacer era bajar a desayunar y ver cómo evolucionaba el tiempo. Nosotros dudábamos de hasta que pudiésemos volver a subir de nuevo, porque tener dos veces la misma suerte y conseguir cruzar el desmonte ya era demasiado difícil.

Pues bien, ya en la bajada nos hemos encontrado con el propio coche del parque y que era un 4W4, atascado en el mismo sitio y sin opciones de poder salir. De nuevo "Agus" se ha puesto serio, ha estudiado la forma de cruzar por un estrechísimo paso y ha conseguido salvarlo por milímetros y continuar la bajada. ¡¡¡ Toda una proeza !!! por segunda vez.

Para contactar con "Agus"

Cuando hemos desayunado, el cielo comenzaba a abrirse y enseguida nuestro optimista amigo con una amplia sonrisa nos ha dicho ¡¡¡ venga para arriba que ahora sí que se van a ver !!! Y así ha sido. El conflictivo tramo ya lo estaba reparando una enorme pala, que desplazaba la tierra y no hemos tenido problemas para llegar al parking superior. Casi corriendo nos hemos puesto en camino, mandando a "Manez" por delante porque bajaba y subía la niebla constantemente y que por lo menos él, que era el más interesado pudiera llegar a tiempo de ver los lagos.

El "Kelimutu" nos ha mostrado sólo por unos momentos pero suficientes, la maravilla natural de sus lagos de diferentes colores, esta vez de: azul cielo, rojo oscuro/marrón y verde, dejándonos una sensación de inmensa alegría porque realmente pensábamos que nos había vedado este espectacular paisaje en los confines del mundo. Cuando comenzábamos el descenso la niebla se ha metido de nuevo y los lagos han desaparecido.

Después hemos continuado el viaje hacia "Riung" en la costa norte donde llegábamos ya de noche para mañana visitar el Parque Marino de las Diecisiete Islas".

Cambio de escenario. De las altura del volcán "Kelimutu" a la costa norte del "Mar de Flores". En el pequeño pueblo pesquero de "Riung" se sitúa el "Parque Marino de las Diecisiete Islas", aunque son varias más las que comprenden el parque.

Con un tiempo espléndido y después de cambiar de hotel porque el de anoche era una auténtica pocilga y no teníamos ni agua, nos acercábamos al puerto de "Riung" para montarnos en una tradicional barca que nos llevaría por un recorrido de diferentes islas.

Apenas una hora de travesía y nos hemos presentado delante de una enorme colonia de "zorros voladores", enormes murciélagos a los que hemos despertado con el ruido del motor y que se han lanzado a volar alrededor nuestro como perdidos y sin saber a dónde ir. Miles de ellos nos sobrevolaban y daba la impresión de que en algún momento se iban a lanzar sobre nosotros. Enseguida te viene a la cabeza los ¡¡¡ vampiros chupasangre !!! porque los teníamos muy cerca y se les distinguía perfectamente esos cuerpos con las formas tan características y que tantas veces se han utilizado en las películas de terror.

Cuando después de un rato se han ido calmando, hemos proseguido el viaje hacia una isla, parando primero en una zona de corales en donde hemos hecho snorkel durante un buen rato, ya que la temperatura del agua y algunos bonitos corales invitaban a quedarse.

En la isla hemos continuado con baños y paseos por la playa mientras el capitán del bote y su ayudante nos preparaban una barbacoa de pescado y pollo.

De estupenda hay que calificar la comida de hoy y desde luego mucho mejor que las realizadas en los restaurantes, porque tanto el pescado como el pollo estaban en su punto, aunque como siempre ocurre aquí, picaban un poco. Por mucho que les digas de que no nos gustan las especias, consideran que algunos acompañamientos cumplen este requisito, pero al final siempre la comida mucho o poco pica.

Al atardecer hemos vuelto al puerto porque por allí pasan a diario los murciélagos que habíamos visto por la mañana, para acercarse a donde se alimentan de fruta durante toda la noche. De madrugada vuelven a su isla a dormir. Hoy hemos visto pasar algunos, pero como el tiempo se había nublado, distinguirlos contra el gris oscuro de fondo de las nubes, era muy complicado. En definitiva un bonito y tranquilo día de relax con la sorpresa agradable de ver desde muy cerca los enormes zorros voladores.

Mañana volveremos a "Ende" para dormir allí y coger un vuelo con destino a la isla de "Lombok" cerca de "Bali".

Retorno a Ende por carretera, lo que nos ha llevado esta vez menos de cuatro horas. Nos hemos despedido de "Agus" cuando nos ha dejado en el hotel "Grand Wisata " y hemos salido a comer a un restaurante de los recomendados por "Lonely Planet" que no sabemos en qué se habrá basado para hacerlo, porque ni el menú ni la calidad tenían nada especial.

La vuelta al hotel la hemos hecho en un "Bemo" (pequeño microbús) entre gente local que nos miraban extrañados de vernos allí dentro apretujados, pero por una muy módica cantidad nos hemos ahorrado la larga caminata que habíamos hecho a la ida.

La tarde la hemos pasado en la piscina del hotel y trabajando en la cantidad de reportajes fotográficos que me han ido quedado pendientes y que trataré de ir recuperando poco a poco.

Comienzo de la última etapa del viaje por "Indonesia" que terminaremos en esta isla de "Lombok" cercana a "Bali". Una isla que está bastante desarrollada turísticamente y que tiene para nosotros los alicientes de: visitar las islas "Gilis", acercarnos al "Volcán Rinjani" aunque no subiremos a la cima porque se requieren un par de días de dura caminata, dos cascadas originadas por el desagüe del lago que hay en el volcán, terrazas de arroz, algunos pueblos tradicionales y las playas.

En un vuelo que ha tenido una parada en "Labuan Bajo" y un cambio de avión en "Bali", llegábamos al mediodía al hotel "Pasific Beach" situado en "Senggigi Beach", la mejor zona de la isla de "Lombok". En esta etapa nos despediremos de Indonesia mejorando notablemente tanto el hospedaje como la comida, que ya hemos empezado a disfrutarlos hoy mismo. Una preciosa piscina para nosotros solos, porque parece que somos los únicos clientes del hotel y unos restaurantes mucho más cuidadosos con la gastronomía.

También nos hemos ocupado de organizar las excursiones de mañana y pasado, reservando una motora para ir mañana mismo a las "Islas Gilis" y pasado mañana a la zona del volcán. Los precios para nosotros son estupendos por lo que si además te haces el indeciso, empiezan los descuentos para convencerte, por lo que el coste final es casi irrisorio.

El tiempo realmente no nos preocupa porque en la costa aunque no suele estar el cielo totalmente despejado, el calor es más que suficiente como para apetecerte estar metido constantemente en el agua, por lo que esperemos seguir con la buena racha.

Debemos ser bastante raros porque lo que se anuncia como lugar aconsejado por las guías de viajes, a nosotros no nos gusta nada. Eso nos ha ocurrido con las "Islas Gili" paraíso de Indonesia, después de "Bali" y ninguno de los dos sitios nos han parecido interesantes. Son para estar enclaustrados en los resorts y nosotros necesitamos espacio para movernos.

Por la mañana, en un estrecho barquito que se mantenía erguido gracias a los grandes alerones en un mar a ratos crispado, salíamos del puerto de "Senggigi" para hacer un recorrido por las tres islas "Gili": primero a la llamada "Trawangan", que debe ser la más marchosa por las juergas nocturnas, pero que realmente es una simple calle llena de hotelitos unos pegados a otros, dando sensación de agobio. No se circula a motor, pero numerosos carros tirados por pequeños caballos cargados de turistas y maletas, más cientos de bicicletas para ir no sé a dónde, recorrían permanentemente dicha calle de un lado para otro. Una simple visita que enseguida nos ha aburrido, por lo que hemos vuelto al barquito, para proseguir hasta la siguiente isla "Gili" llamada "Meno".

En "Meno" lo que hemos hecho ha sido snorkel, sorprendiéndonos el bonito arrecife y los corales cercanos a la isla. La temperatura del agua era perfecta y hemos estado un buen rato disfrutando del clarísimo fondo marino.

En la tercera isla "Gili" y más pequeña llamada "Air", hemos desembarcado para comer de forma rápida una hamburguesa y buscar en la única calle que tenía, una tienda donde vendieran chanclas para "Manez", porque ha roto una de las suyas al desembarcar. Como tampoco nos gustaba la isla, nos hemos alejado un poco de la orilla hasta un arrecife cercano que tenía realmente un precioso fondo coralino, pero la marea había bajado ya demasiado y las olas empezaban a reventar muy cerca con peligro de arrastrarnos hacia los corales con muy poco fondo. En cuanto hemos visto que corríamos riesgo de no poder controlar la corriente, nos hemos subido al barquito y puesto rumbo de vuelta a "Senggigi".

La vuelta suponía ir contra las olas y durante la hora y media que hemos tardado en volver, nos hemos ido mojando por la salpicadura del agua y reconociendo que este tipo de embarcaciones con alerones, además de muy bonitas son perfectas para estos tipos de mares de olas bajas pero muy encrespado por el viento.

Mañana nos iremos hacia el interior de la montaña y del volcán "Rinjani" para ver terrazas de arroz y cascadas en las que según parece también podremos disfrutar de un baño..

El viajar tiene en muchas ocasiones cosas impredecibles. Ayer fuimos a un sitio recomendado y no nos gustó. Hoy sin embargo y casi por no quedarnos en el hotel, hemos ido a visitar una zona de la isla de la que poco habíamos oído hablar y nos ha encantado. Un par de preciosas y caudalosas cascadas nos recibían cerca del volcán "Rinjani". Por estos torrentes el lago del cono del cráter descarga el agua sobrante y que ha sido muy bien canalizada para utilizarla en los campos de arroz en su camino hasta el mar, aprovechando un agua cristalina que inunda las terrazas y permite que cada tres meses una misma parcela cambie su producción de arroz a verduras y cacahuetes.

El coche nos ha venido a buscar al hotel a las 9 de la mañana y tomábamos primero rumbo a un bosque en el que cientos de monos esperaban el paso de los turistas para alimentar con plátanos a sus crías. Nosotros la verdad es que no hemos llevado nada porque no sabíamos esta costumbre, pero desde luego ni los monos ni sus crías se han quedado de hambre por nuestra culpa.

Un par de horas más tarde llegábamos a la zona desde la que iniciábamos un paseo andando de 25 minutos bordeando una caudalosa acequia para llegar a la primera cascada llamada "Air Terjun Sindang Gila"

y otros 30 minutos cruzando algunos riachuelos para la segunda cascada llamada "Air Terjun Tiu Kelep", que lanzaba con furia enorme cantidades de agua desde una considerable altura.

Desde allí hemos retornado al restaurante donde se había quedado el coche y una comida con vistas a un paisaje de arrozales, ha culminado el agradable paseo.

La vuelta al hotel nos ha llevado otro par de horas y es que desplazarte por estos lugares más lo temprano en que oscurece, hace que el día de poco de sí.

Mañana nos desplazaremos a las playas del sur y de nuevo tendremos otras cuatro horas de coche entre ida y vuelta, pero la alternativa es quedarnos a vegetar en la tumbona y eso lo dejaremos para pasado mañana que será nuestro último día en "Indonesia".

Hoy el día no nos ha deparado ninguna sorpresa. Hemos ido a las playas del sur de la isla de "Lombok" recomendadas por su blanca arena, pero no tenían nada de especial y además bañarse tenía hasta cierto peligro por las fuertes corrientes. Eran playas idóneas para el surf, pero no para bañarse y nadar.

Cerca de dos horas nos ha llevado llegar en coche desde el hotel en "Senggigi", hasta la primera playa a la que hemos ido, llamada "Kuta" y parece ser la más famosa de la zona. Una playa muy amplia y desangelada en la que lo único que hemos hecho ha sido, dar una vuelta por la orilla y en 15 minutos ya nos marchábamos. Esta parte de la isla tenía muy pocos servicios hoteleros y los clientes eran jóvenes surfistas occidentales.

En coche nos hemos dirigido a la segunda playa llamada "Mawan" y en donde nos hemos dado unos chapuzones contra las olas y la resaca, llevándonos cantidad de arena en los bolsillos del bañador por los revolcones.

Hacia la hora de comer nos hemos dirigido a la tercera playa llamada "Senon Blanak" que sin duda era la más bonita, aunque allí el baño era todavía más complicado. Hemos entrado en un restaurante y nada más pedir la comida hemos visto salir al camarero que nos había tomado nota en una motocicleta llevando una bombona de butano, lo que me ha hecho pensar que algo no iba bien. Disimuladamente me he acercado a la cocina y allí estaba tranquilamente la cocinera sin hacer nada, esperando claro está, a la nueva bombona de gas. Se lo he comentado a nuestro joven chófer "Putu" y nos ha llevado a otro restaurante mucho más profesional y sofisticado, pero bien de precio en el que hemos comido de maravilla y hasta con servilletas de tela, algo inédito por estos mundos.

Otras dos horas de vuelta, haciendo comentarios acerca de que hoy nos habíamos confundido en salir del hotel, cuando tenemos una piscina fabulosa y mucho mejor que las playas que habíamos visto. Nada más llegar nos hemos duchado y lanzado a la piscina para desalojar la cantidad de arena que nos habíamos traído de las playas.

Otra preciosa puesta de sol sobre el volcán de la isla de "Bali", tomando una cerveza en un restaurante muy agradable y una cena a base de pescado "Mahi Mahi" en una terraza de la playa, ha puesto fin a otro día en el que hemos vuelto a pasar varias horas en el coche.

Como la isla de "Lombok" ya no presentaba nada interesante que ver al menos para nosotros, hoy lo hemos pasado en las tumbonas y piscina del hotel. Baño tras baño y leyendo han transcurrido las horas, saliendo a "Senggigi" a la hora de comer para hacer alguna compra e ir a un restaurante en el que nos han dado bastante bien de comer.

Por la tarde más piscina y nueva visita a "Senggigi" a la hora de la puesta de sol, a la misma terraza de ayer en la playa y donde de nuevo hemos disfrutado de cómo el sol se escondía detrás del volcán de la isla de "Bali", con un colorido distinto al de ayer por la acción de algunas nubes.

Así que nada especial que contar en un día que lo hemos dejado transcurrir tranquilamente para mañana iniciar el retorno a casa. Primero a "Kuala Lumpur" para seguido ir a "Bangkok" y pasar allí un día. Esperamos encontrar Tailandia sin problemas, porque el mismo día que nos marchamos a Vietnam hace un par de meses, el ejército dio un golpe de estado. Si bien, con posterioridad no hemos oído nada que haga pensar que los vayamos a encontrar.

Día de vuelos con "Air Asia", abandonando Indonesia a media mañana con el pequeño incidente de habernos pasado dos días el vencimiento del visado en este país y resolviéndolo mediante el pago de una pequeña multa. Lo importante era conseguir salir del país porque cuando estás en situación irregular nunca se sabe ¡¡¡ por dónde pueden ir los tiros !!! y en eso no hemos tenido ningún problema, pagando gustosamente la penalización.

El destino era "Kuala Lumpur", en donde hemos tenido que retirar las maletas y hacer chek-in de nuevo con destino a "Bangkok". Esta vez como teníamos suficiente tiempo entre los vuelos, no hemos tenido que recurrir al personal de la compañía como cuando volvimos hace un mes de Camboya, que en una situación similar casi perdemos el avión que después nos llevó a China. No todos los vuelos de "Air Asia" entre ciudades de distintos países, tienen la condición de ¡¡¡ transfer !!! por lo que no te mandan el equipaje al destino final y debes retirarlo, pasar inmigración y volver a tramitar de nuevo todo el proceso.

Ya de noche llegábamos a "Bangkok", yendo al hotel "Twin Towers" que últimamente utilizamos en esta ciudad, sin tiempo para nada más que cenar rápidamente e irnos a dormir.

Siempre nos resulta agradable pasear por "Bangkok" y hoy al igual que otras veces hemos disfrutado de los tranquilos desplazamientos por la ciudad en el "Sky train", el barco por el río, la comida en la zona de los templos y las compras en los centros comerciales de "Siam".

Principalmente mi hijo "Manez" que ya no se acordaba de haberse montado en "Tuc Tuc" en su primera visita a "Bangkok" hace cinco años, y hoy hemos cogido un par de ellos en situaciones un poco especiales. El primero nos ha llevado en volandas por toda la ciudad, adelantando a todo el que se le ponía por delante y casi derrapando, lo que ha hecho las delicias de mi hijo, que me ha prometido comprarme uno para andar por "Donosti". Lo que no hemos averiguado ha sido el motivo de tanta prisa por parte del conductor, que se le veía con gran dominio del vehículo.

La segunda vez ha sido porque llovía y no quedaban taxis cerrados, y ha vuelto a disfrutar mucho más que su madre y yo, que íbamos a los costados mojándonos de lo lindo.

Último día de vacaciones y mañana volveremos a casa con "Lufthansa" vía Frankfurt, para preparar el siguiente viaje de otoño, esta vez a las zonas de "Chiapas" "Aguascalientes" y "Baja California" de "México".

Por segunda vez hemos visitado Indonesia. Si en el año 2010 nos centramos en las islas de "Java" y "Bali", ahora hemos abierto el viaje a otras islas, repitiendo también "Java" en la ciudad de "Yogyakarta" para contemplar los cercanos templos de "Borobudur" y "Prambanan". El resto de islas han sido: "Borneo", "Sulawesi", "Rinca", "Flores" y "Lombok", lo que nos ha ampliado de forma muy importante la visión y realidad de este país. No obstante, aún nos quedarían las islas situadas más al este, pertenecientes al archipiélago de las "Molucas" y la lejana "Papua". Pero esto es otra guerra a la que no sé todavía si nos apuntaremos, porque son zonas a las que hay que ir con otros objetivos de los nuestros, contactar culturas muy cerradas, muy pocas infraestructuras y mucho tiempo a dedicar en los desplazamientos.

Nada más aterrizar en "Yogyakarta" notamos un cambio importante en el nivel de vida. Entrábamos en Indonesia después de haber estado en "Halong Bay - Vietnam", "Yunnan y Sichuan - China" y "Angkor - Camboya". Zonas desarrolladas con buenos servicios, y si bien, los hoteles continuaron siendo excelentes al principio, conforme nos dirigimos al este la cosa iba decayendo aunque en ningún momento constituyera un problema.

Los templos de "Borobudur" nos encantaron y nos sorprendieron muy agradablemente porque no nos lo esperábamos viniendo de "Angkor". Abandonamos la isla de "Java" para recorrer el sur de la isla de "Borneo" y ver el "Parque Nacional de Tanjung Puting", hábitat de orangutanes y monos proboscis / narigudos. Allí tuvimos una bonita experiencia al dormir en un barco / klotok en el río durante tres noches con una estupenda tripulación que nos hizo olvidar los pobres servicios de que disponías y el gran calor y humedad que reinaba en la jungla. Abandonamos "Borneo" recalando un par de días en "Banjarmasin" todavía en "Borneo" y volando a continuación a "Macasar" en la isla de "Sulawesi", archipiélago de las "Celebes". En esta isla disfrutaríamos de uno de los mejores momentos del viaje, al visitar "Tana Toraja" y tener la suerte de poder asistir a un curioso rito funerario en "Rantepao".

La siguiente isla fue "Flores" en la población de "Labuan Bajo," situada en la costa oeste en donde nos encontramos con nuestro hijo "Manez" que venía expresamente a Indonesia para ver los dragones de Komodo y los lagos del volcán Kelimutu. En esta parte del viaje nos encontramos con algunos problemas, como la muerte de la madre de nuestro capitán de barco, que nos obligó a abandonar a medias la visita a "Komodo" y pudiendo ver los dragones sólo en la isla de "Rinca". Después volamos hacia "Ende" en el interior de la isla para iniciar otro recorrido en coche, subiendo al volcán "Kelimutu" y disfrutar de la maravillosa vista de los lagos que cambian de color y a "Riung" en la costa norte donde se sitúa el "Parque Marítimo de las Diecisiete Islas". La subida al volcán Kelimutu fue toda una sucesión de incidencias climatológicas y de derrumbes pero con final feliz, gracias a la profesionalidad del conductor que llevábamos. En el parque marítimo nos llevamos la sorpresa de despertar a miles de zorros voladores que dormían a la hora en la que pasamos, produciéndose una explosión de aves revoloteando confundidas sobre nuestras cabezas.

Nuestra última isla fue "Lombok" que es el segundo destino turístico de playa en importancia de Indonesia, después de "Bali". Nosotros no somos propensos a este tipo de visitas, pero había oído hablar muy bien de las cercanas "Islas Gilis" lo que nos animó a incluirla en nuestro programa. Salvo una agradable inmersión en bonitos fondos de coral y una excursión a las cascadas de "Air Terjun Sindang Gila" y "Air Terjun Tiu Kelep" en el interior de la isla, el resto no tenía ningún interés para nosotros. El conocido volcán "Rinjani" permaneció oculto los días que estuvimos en "Lombok" por lo que no pudimos verlo.

En definitiva, un viaje muy ameno viendo animales que sólo viven en estas islas y algunos paisajes espectaculares como los del volcán "Kelimutu", todo ello aderezado con mucho calor, algunos riesgos corridos en el Mar de Flores e incidencias variadas que le dan ese punto aún más interesante a nuestra ilusión por viajar.