Inicio de una nueva etapa de viajes, esta vez a las islas del Caribe: República Dominicana, Puerto Rico y las islas de barlovento: Guadalupe, Dominica, Martinica, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, Barbados y Antigua, que cubriremos durante más de mes y medio de desplazamientos en aviones y ferries.

El viaje desde casa a Santo Domingo ha sido muy pesado. El buscar precios reducidos en las tarifas nos ha llevado a realizarlo con "Delta" y a un periplo en el que ya de entrada, al hacer el chek-in en Bilbao hemos tenido un '''overbooking" resuelto una vez cerrado el vuelo. Pero el principal coñazo ha sido ir vía "Estados Unidos" porque a pesar de que el equipaje estaba facturado hasta el destino final, hemos tenido que pasar "Inmigración" en "Nueva York" con todo un proceso de identificaciones y retirar el equipaje, para después hacer un ¡¡¡recheck-in!!! y volver a pasar los controles de entrada. Vamos que no se debe utilizar "Estados Unidos" como un lugar de tránsito porque se requiere mucho tiempo para estos trámites y aunque no ha sido nuestro caso, muy bien puedes perder el siguiente avión que debes coger.

Después de muchas horas llegábamos al hotel reservado "Casa del Sol" situado en la "Zona Colonial" de "Santo Domingo", justo para darnos una ducha y derrumbarnos en la cama, cansados de estar sentados tantas horas en aviones y en zonas de embarque, esperando terminar este primer día de viaje que generalmente suele ser el peor de todos.

Descansados del largo viaje y después de un estupendo desayuno servido en la azotea del hotel con vistas al mar, en el que hemos coincidido con un matrimonio asturiano, salíamos a buscar la "Oficina de Turismo" situada en la plaza de la Catedral, en donde nos han suministrado la información que les hemos pedido y su opinión respecto a una información que nos habían dado sobre la no conveniencia de atravesar la isla por una zona montañosa por riesgo a que nos parasen y robasen. En dicha oficina nos han dicho que la información era errónea y que podíamos circular sin riesgo. Tampoco nos importa mucho el dato porque al final no creo que tengamos tiempo de llegar hasta allí, ya que dependemos de un ferry que cogeremos para ir a "Puerto Rico" y no presta servicio todos los días, lo que nos limita el tiempo a dedicar a este país.

Seguido nos hemos dirigido al puerto para ver de dónde parte el barco y corroborar fechas y precios, quedando en dejar hasta el último día la compra de billetes, ya que no hay problemas de que se llene y tener mayor flexibilidad.

La siguiente tarea ha sido recorrer la "Zona Colonial" visitando numerosas casas coloniales que si bien no tenían espectacularidad de forma individual, el conjunto global del área me ha parecido muy agradable, mientras que a Carmen no le ha gustado tanto.

Tal vez sea por las expectativas que cada uno tenemos y yo por lo que había oído hablar, salvo la zona de Punta Cana donde se concentran los resorts y el turismo, el resto era pobre, por lo que esperaba encontrar una extensión de la isla de Cuba que tan cerca está de aquí. Pues bien, lo que he visto es que esto se parece sólo en el físico de los caribeños, porque al menos "Santo Domingo" se equipara a cualquiera de las ciudades de América Latina, con algún moderno centro comercial y hasta dos líneas de "Metro" muy nuevas con modernas estaciones y los clásicos ¡¡¡ mega-atascos !!! en las carreteras.

Hemos utilizado una de las líneas de "Metro" para acercarnos a la carretera que bordea el malecón porque queríamos ver dónde tendremos mañana que recoger el coche reservado en "Thrifty" con el que nos desplazaremos por la isla. Al final hemos recorrido 4 Km por el malecón bajo un sol de justicia, dirigiéndonos al hotel para ducharnos y pasar esas horas en las que ¡¡¡ el sol pesa como una losa !!!.

Clásico día ¡¡¡ rompe-piernas !!! de andar con mucho calor por el asfalto de ciudad, comiendo a base de ensaladas y sin grandes cosas que contar. Mañana en coche nos dirigiremos a "Punta Cana" por el sur de la isla y hacia el este para disfrutar del primer día de playa y dormir en "Playa Bávaro".

La primera tarea de hoy ha sido ir a recoger el coche que teníamos alquilado a "Thrifty", lo cual parece una tontería, pero aquí ha sido toda una proeza, el salir conduciendo. Una señorita de color sin ponerse nerviosa ni despeinarse, ha tenido que lidiar con cuatro clientes a los que atendía a la vez ¡¡¡ entre respuestas de la pantalla!!!, el sistema informático que se negaba a imprimir los contratos y con el datáfono que tampoco quería colaborar cogiendo línea cuando le apetecía. Pero ha podido con todo y después de hora y media salía con un coche mejor que el reservado y al mismo precio porque no le quedaban ya de los económicos.

El siguiente reto ha sido llegar hasta el hotel para recoger a Carmen y cargar el equipaje, con cantidad de calles cortadas por obras, metiéndome por direcciones contrarias y topándome hasta con la policía, que ha pensado que me había equivocado de dirección y a quien le he aclarado que el problema era que no conseguía llegar al hotel por calles de mi dirección porque estaban cerradas. El policía me ha sonreído y me ha dejado continuar a mi aire.

Otro buen rato nos ha llevado entender el GPS que venía con el coche de alquiler para poder salir de "Santo Domingo" y coger dirección a "Punta Cana". Un GPS muy pobre de funcionalidad y datos pero de agradecer al no ofrecer Tom Tom mapas del Caribe. Dos horas y media después y por una buena autopista de peaje, llegábamos a "Playa Bávaro" y a nuestro hotel "Next Nivel" reservado ayer mismo. Decir que este hotel es una cutrez es quedarse corto, las engañosas fotografías que ofrecen en "Booking.com" nada tienen que ver con la realidad, incluso las buenas referencias que aparecen en los comentarios deben de ser amigos pagados por el propietario, porque lo demás no se explica que nadie se pueda sentir a gusto en este hotel que por lo que hemos visto no habían ni limpiado la habitación que hemos ocupado. Pero como ya está pagado, casi todos los hoteles están llenos y por una noche que estaremos aquí, lo soportaremos como podamos.

Dejado el equipaje, nos hemos dirigido a una playa cercana llamada "El Cortecito". ¡¡¡ Otra cutrez !!!, en la que no hemos estado ni dos minutos. En nuestro afán de no darnos por vencidos hemos probado con otra playa cercana a "Punta Cana" llamada "Blanca", que parecía sacada de esas películas en las que los partidos de voleibol, con un ritmo de música disco a todo volumen y el ¡¡¡ postureo !!! de numerosos jóvenes horteras, son el reclamo. Pero apartándote del ruido encontrabas zonas de playa bastantes tranquilas en donde hemos disfrutado de un par de horas.

Un día bastante nefasto en cuanto a lo que hemos visto de esta isla y mañana mismo y sin más demora nos marcharemos temprano hacia la península de "Samaná" en nuestro intento de encontrar algo interesante, lo que hasta el momento se nos resiste.

Después de una noche sin pegar ¡¡¡ casi ojo !!!, nos escabullíamos de "Punta Cana" con el pleno convencimiento de no volver jamás y poníamos rumbo a la "Península de Samaná" en el este de la isla. A toda la cutrez comentada ayer del hotel, hemos tenido que añadir los ladridos de los perros durante toda la noche, al igual de que cada cinco minutos una bomba de agua se ponía en funcionamiento con un ruido de cañerías espantoso, porque parecían estar adosadas a nuestra cabecera de la cama.

Un viaje de 370 Km retrocediendo por la misma autopista de ayer y volviendo casi hasta "Santo Domingo" para coger otra también de pago que atraviesa la isla por el "Parque Nacional de Haitises", que hemos pasado de largo porque no parece tener nada de nuestro interés. La intención que traíamos era la de continuar por la costa de "Playa Bávaro" hacia el norte y después al oeste, pero el tener tramos de carretera sin asfaltar y la poca gracia de esta costa, nos ha hecho modificar el itinerario haciendo más kilómetros de desplazamiento pero más rápido.

Tras cinco horas llegábamos al hotel reservado ayer mismo llamado "Villa la Plantación" en "Las Galeras", cuyo propietario es un francés de "Dijon" que conoce Donosti y a quien le faltaba la falange de un dedo de la mano que sonriendo nos ha comentado que lo perdió en "San Juan de Luz". Un lugar todo lo contrario al de "Punta Cana", con bonitas habitaciones, jardines muy cuidados y mucha limpieza.

Descargado el equipaje y como era ya hora de comer, nos hemos acercado a "Playa Rincón" que estaba a rebosar de lugareños por ser domingo, hasta el punto de tener problemas para encontrar una mesa donde comer el pescado y el pollo ¡¡¡ bucanero!!! típico del Caribe.

Una tarde de lectura en una tumbona de esta agradable playa nos ha quitado un poco el desánimo que traíamos de "Punta Cana", porque por el camino ya hemos podido apreciar que esta zona es mucho más bonita, y la comodidad del hotel también ha contribuido a levantarnos la moral.

Mañana tenemos previsto realizar alguna excursión en barca a "Cayo Levantado" del que vi unas fotos en Internet y me encantaron. Es un cayo muy pequeño acaparado por un resort pero esperamos que las playas estén abiertas al público.

Al fin hemos tenido un día muy agradable en la República Dominicana. Desconozco si los turistas que vienen en paquetes organizados visitan la península de Samaná, pero de no ser así se pierden lo más bonito de esta isla.

Sin preocuparnos por el tiempo porque todos los días tenemos sol, hoy salíamos bastante temprano con destino al pueblo de "Samaná" por el que ayer pasamos al venir y donde vimos unos puentes que enlazaban unos cayos. Así que aprovechando que todavía no hacía mucho calor nos hemos acercado paseando para contemplar una infraestructura que no sabemos que sentido tiene o ha tenido antes, porque en la actualidad está bastante destartalada. Unos puentes peatonales que te van llevando a unos cayos que no tienen nada de particular salvo la vista del pueblo con una perspectiva de como si llegaras en barco a "Samaná".

Después del paseo nos hemos acercado al puerto de embarcaciones para negociar el que nos llevaran a "Cayo Levantado". Después de hablar con varios operadores y no satisfacerme el precio de ninguno, se nos ha acercado un chaval que nos ha dicho que por el precio que yo estaba dispuesto a pagar un primo suyo me llevaría, pero que teníamos que desplazarnos en coche hasta un pueblo llamado "Carenero" que ya lo habíamos visto a la entrada de "Samaná". El tema es que al estar el cayo más cerca de este pueblo el recorrido en barca es más corto y el precio se abarata considerablemente. Así que le hemos llevado en coche y allí nos hemos encontrado con una perfecta organización de motoras que principalmente utilizan los lugareños. De hecho hemos ido con un matrimonio que tenían un chiringuito en la playa a la que íbamos y en donde hemos comido pescado y ensalada a precios de clientes dominicanos.

"Cayo Levantado" nos ha parecido una maravilla y a pesar de no tener la perspectiva tan llamativa desde el aire como la había visto en Internet, no nos ha defraudado nada. Una preciosa playa con hamacas entre las sombras de los cocoteros nos ha hecho sentir que realmente estábamos en ese Caribe de las películas e "idílico" que no es tan fácil de encontrar y desde luego no en donde se sitúan los importantes resorts que requieren grandes espacios, por lo que fuera de ellos no tienen nada que ofrecer.

De vuelta hacia el hotel hemos pinchado y enseguida ha aparecido un joven dispuesto a cambiarme la rueda por la voluntad, en la que me he pasado porque le he dado de propina más de lo que me han cobrado después por arreglarme el pinchazo. Un trabajo que lo ha realizado un chaval que no tendría más de doce años convertido en ¡¡¡ gomero !!! como se les llama aquí y que regentaba en ese momento y a falta supongo de su padre, un taller de reparación de gomas (neumáticos). Como me parecía injusto lo que me cobraba le he pagado casi el doble, aunque tampoco ha demostrado una gran alegría por la importante propina. Y es que debe ser una cuestión cultural, porque los dominicanos no se caracterizan por una excesiva amabilidad, si bien, son educados y muchas jóvenes son de risa fácil, muy agradables y dicharacheras.

La cena la hemos realizado en un restaurante vasco: Dorado (Mahi Mahi) y ensalada, siendo sin duda el mejor pescado que he comido en este viaje y el que mejor cocinado estaba, aunque no creo que lo haya preparado un vasco porque el dueño si debía serlo, pero todo el personal que hemos visto allí era caribeño cerrado.

Hoy el día no ha sido tan bueno como el de ayer, aunque en principio el programa era mejor. Habíamos contratado un tour en el mismo hotel para ir a ver la estrella de las atracciones que ofrecen aquí: Las Ballenas Jorobadas, puesto que estamos en la época en la que se acercan a estas costas. Pues bien, debieran cambiar el nombre del tour por el de ¡¡¡ Persiguiendo a las Ballenas !!! porque durante dos horas hemos estado detrás de ellas, viéndolas en la lejanía y corriendo como locos con las motoras fuera-borda, de forma que para cuando llegabas ya se habían sumergido asustadas por el ruido de los motores y no se sabía dónde iban a volver a salir. Al final han intentado acorralar entre varias motoras a una pareja, que justo han enseñado el lomo y poco más. Los saltos espectaculares que dan en el aire los deben de reservar para cuando saben que se tienen que editar nuevos folletos.

Después nos han llevado a "Playa Frontón" que sólo tiene acceso por mar, ya que está situada entre acantilados y no hay caminos. Una preciosa playa muy salvaje y natural ocupada sólo por los clientes de estos tours.

Un par de horas después volvíamos a "Las Galeras" para aprovecharnos de la piscina del hotel, que hasta hoy no lo habíamos hecho. A los cinco minutos de estar leyendo ha comenzado a llover con fuerza poniendo fin a la tranquila tarde de tumbona. También teníamos previsto ir a cenar a un restaurante en lo alto de la montaña y desde el que se deben tener unas fabulosas vistas de la "Península de Samaná", pero con la cantidad de agua que ha caído nos han dicho que era imposible llegar. Así que hemos vuelto a cenar a la "Taberna Vasca" de ayer, repitiendo los mismos platos y donde hemos conocido a su propietario, un paisano nuestro de "Donosti" que lleva más de veinte años en "Las Galeras".

Hoy hemos cambiado de lugar dentro de la "Península de Samaná" tal como teníamos previsto, si bien al final hemos tenido un cambio de planes ante un incidente con el hotel "Residence Playa Ballenas" que teníamos reservado en "Las Terrenas".

Después de despedirnos de Remy, el amable propietario del hotel en "Las Galeras" quien nos ha dado una recomendación de acceder a la cascada "Limón" a la que queríamos ir, por la puerta n. 5, puesto que conocía a las personas que prestan el servicio de guía, nos dirigíamos a la entrada de la cascada, situada en la carretera de "Samaná" a "Las Terrenas". La forma de acceder a la cascada es muy curiosa porque existen cerca de veinte familias que por diferentes caminos te llevan hasta ella, con servicio de guía, transporte en caballo si quieres, incluso te preparan comida al regreso. Pero como este es un país tocado por ¡¡¡ el turismo de masas !!! la mentira y el suplante está a la orden del día, de forma que cuando hemos preguntado por la puerta n. 5 que nos habían recomendado, nos han dicho que allí era. Enseguida han empezado las presiones para que contratáramos el máximo de servicios lo que nos ha puesto en contra, decidiendo olvidarnos de la visita a la cascada y continuar viaje. A pocos cientos de metros hemos visto un cartel que decía puerta n. 5, parando y comprobando que realmente era el sitio porque nos han preguntado si nos enviaba "Remy". .

Hemos realizado la excursión andando durante media hora subiendo y bajando por un camino con bastante barro hasta llegar a una bonita cascada a la que llegaban por otros caminos cientos de rusos en excursiones organizadas. Después de un rato de las clásicas fotografías, volvíamos al coche y continuábamos a nuestro destino en "Las Terrenas" en la costa norte.

Una vez en nuestro destino y de esperar para hacer el chek-in en el hotel, hemos tenido el problema de que nos querían cobrar un 10 % más en el precio de la habitación en concepto de "cargo por servicio". Nos hemos enfadado porque ese concepto no aparecía en la reserva de "Booking" y como han insistido en cobrarnos le hemos dicho que nos marchábamos sin alojarnos y que íbamos a escribir a "Booking" explicando el incidente, como así lo hemos hecho, por lo que ni se les ocurriera cargarnos el importe de la habitación a pesar de la reserva.

Como ni "las Terrenas" nos ha gustado y el tiempo era malo, hemos decidido volver a "Santo Domingo" y mañana estar más tranquilos en la capital visitando algunas cosas que nos han quedado pendientes mientras esperamos la salida del barco por la noche que nos llevará a "Puerto Rico".

El último día en la República Dominicana ha tenido dos momentos muy diferentes: el de admirar unos preciosos cenotes en el "Parque Nacional de Los Tres Ojos" en plena ciudad de "Santo Domingo" y el desesperante papeleo con sistemas arcaicos y repetitivos en los que no sabes si vas a conseguir marcharte del país, lo cual consiguen que anheles con auténtico fervor.

Una vez tomado el desayuno que incluyen casi todos los hoteles de "Santo Domingo" en el precio de la habitación con mejor o peor tino, cogíamos el coche para ir a visitar un Parque Nacional llamado "Los Tres Ojos" que está situado dentro de la capital y del que había visto algunas fotos en el web oficial del país, si bien en las guías turísticas no aparecía y no entiendo porqué. Cuando hemos llegado coincidíamos con un grupo numeroso organizado que inundaban el recinto por lo que hemos esperado a que se alejaran y poder estar a nuestro gusto sacando fotos, porque el lugar lo merecía. Así que prácticamente estábamos solos moviéndonos por unos singulares cenotes en los que el sol colaboraba con sus rayos iluminando muchas zonas con luz natural y resaltando los colores. Uno de los cenotes llamado "La Nevera" se podía atravesar en una barcaza porque al otro lado del agua continuaba una cueva hasta llegar al cenote más bonito de todos llamado "Los Zaramagullones", al que curiosamente los tours organizados no llevan a los turistas, porque según nos ha dicho el barquero, los agentes turísticos sólo les dejan tiempo para que compren en las tiendas. El caso es que ha sido una bonita visita por la espectacularidad de los cenotes.

Cerca de la salida estaba el monumento del "Faro a Colón", un auténtico armatoste de cemento sin ninguna gracia en el que pretendían cobrarnos por entrar, a lo que nos hemos negado porque lo que se veía por fuera no invitaba a visitarlo por dentro.

A partir de ahí, la cosa ha empezado a complicarse y gracias a que se nos ha ocurrido acercarnos a las oficinas de la naviera, porque teníamos diferentes versiones de la hora de salida y queríamos andar con tiempo. En esa visita nos han dado por lo menos la confirmación y el camarote asignado, diciéndonos que de 14:00 h. a 16:00 h. era el embarque, cuando ayer nos dijeron que estuviéramos a las 17:00 h. En fin, un desastre organizativo que no era más que el comienzo de otra serie de problemas adicionales, principalmente con los trámites de los visados de entrada en "Puerto Rico" que son los de "Estados Unidos" y que nosotros ya los teníamos con la famosa "ESTA". Después de mil lentas comprobaciones y de justificar de que teníamos billetes para salir de "Puerto Rico", conseguíamos subir al barco para esperar ansiosos a que saliera y abandonar la "Republicana Dominicana", cosa que, hasta este momento en que ya navegamos por mar abierto, no teníamos la total seguridad .

Ver reportaje : Santo Domingo (Rep. Dominicana)

La visita que hemos realizado a la República Dominicana ha sido muy corta y centrada en los aspectos que solemos tener en cuenta para valorar bajo nuestro punto de vista lo que un país ofrece a un viajero que principalmente busca naturaleza y entornos espectaculares, además de otros valores complementarios que contribuyen a que al final te lleves un grato recuerdo de la visita al país.

En este caso podemos decir que su capital "Santo Domingo" cumplió mejor de lo que esperábamos, considerándola como una ciudad grande, con lo que eso conlleva y una más de las que hay en Iberoamérica, sin nada que la infravalore y con una zona colonial agradable de conocer.

No es el caso del área turística de "Punta Cana" y "Playa Bávaro" que serán posiblemente magníficas para un turismo de resort en el que lo mejor que puedes hacer es quedarte dentro y disfrutar de sus servicios porque fuera no los hay y lo que hemos visto es muy cutre. Tampoco puedo profundizar en mis comentarios porque salimos huyendo de esa zona que nos pareció realmente desagradable y en la que el turismo de masas había hecho mella en la población convirtiéndola en buscadores de vida fácil y poco trabajo, cosa muy habitual en países cuya economía se sustenta en el turismo.

Por el contrario, La República Dominicana si tiene una zona digna de ser visitada y en la que disfrutarás del auténtico Caribe con playas espectaculares y si además coincides en fin de semana, puedes mezclarte con los dominicanos y pasar un día como celebran los festivos. "La Península de Samaná" es la mejor zona sin duda del país, con playas como las de: El Rincón, la accesible sólo por mar "Frontón" o la espectacular de "Cayo Levantado", con excursiones adicionales para ver a la "Ballenas Jorobadas" si coincides con la época adecuada.

Por ello, para nosotros hablar de la República Dominicana es recordar la "Península de Samaná" y concretamente "Las Galeras", donde estuvimos en un estupendo hotel regentado por el simpático "Remy" y frecuentamos un restaurante vasco cuyo propietario es un paisano nuestro de Donosti.

Una tranquila travesía de noche aunque en un momento hemos preferido tomar una pastilla para el mareo porque el barco se empezaba a mover más de lo normal, nos ha llevado a "Puerto Rico" en un clásico ferry que tenía casino, discotecas y muchas atracciones, aunque el volumen de pasajeros era muy pequeño. A la llegada la capital "San Juan" nos recibía como se puede apreciar con muy mala cara, pero como hemos tardado más de hora y media en realizar el abandono del barco y cruzar "Inmigración", ha dado tiempo a que descargaran las nubes y que saliera el sol para el resto del día.

Como habíamos dejado abierto el tema de la fecha a llegar a "Puerto Rico" nos hemos encontrado con que no teníamos hotel reservado y nada más coger el coche de alquiler nos hemos dedicado a recorrer los hoteles que yo llevaba como referencia, encontrándolos casi todos ellos completos, hasta que hemos dado con uno tipo motel bastante caro y cutre, pero para una noche suficiente.

Enseguida nos hemos puesto en marcha para realizar las visitas previstas para hoy y que se concentraban en la zona colonial de "San Juan" en la que las principales atracciones son las fortificaciones.

Enseguida se ha notado la gran diferencia en muchos aspectos del país del que veníamos "República Dominicana" con este estado especial de EEUU y es que desde la educación y trato de las personas, a la limpieza de los lugares, etc, ha sido como avanzar de golpe tres o cuatro décadas. La zona colonial es un rosario de edificios preciosos con todas las fachadas recién pintadas incluyendo los fuertes de la costa, entre los que el llamado "El Morro" es la mejor fortificación que hemos visto, incluyendo la de "Cartagena de Indias". Un entorno único tanto desde el punto de vista de belleza del paisaje como estratégicamente en temas militares, históricos y de control marítimo.

Después hemos ido a otro fuerte pero visto ya el del "Morro", el último quedaba un poco pobre. También una visita a la Oficina de Turismo nos ha aclarado lo que vamos a hacer los próximos días en esta isla, poniéndonos manos a la obra en el hotel para reservar los hoteles, lo que nos ha llevado bastante tiempo y tener que recurrir a algunos webs de reservas que casi ya tenía olvidados, pero la gran ocupación existente en la actualidad en toda la isla, ha hecho que a "Booking.com" le quedara muy poca oferta y no queríamos estar como hoy a expensas de lo que puedas encontrar.

Hoy nos ha gustado lo que hemos visto de "San Juan" y esperamos que esto se vaya repitiendo por el resto de la isla. Algo debe tener "Puerto Rico" porque de barato no tiene nada y sin embargo está lleno a rebosar de turistas.

Aprovechando las previsiones de mal tiempo para hoy a partir del mediodía, nos hemos marchado a donde menos nos podía entorpecer las visitas, empezando por trasladarnos por la autopista del norte de la isla primero a "Arecibo", donde nos hemos desviado hacia el interior hasta el más importante radio-telescopio del mundo, denominado "Observatorio de Arecibo". Un curioso centro establecido en una zona limpia de ruidos que tanto por la arquitectura del receptor en equilibrio y sujetado por cables desde tres enormes pilares de cemento, lo que permite un mayor grado de orientación, así como el enorme plato de 323 m de diámetro que recoge las ondas de radio y las dirige hacia el receptor colgante, bien merece una visita si se está en esta isla.

La gran sensibilidad en la captación de ondas ha dado sus frutos en repetidas ocasiones en cuanto a muchos aspectos astronómicos como en la determinación de los movimientos de los planetas. Pero semejante portento de la tecnología pierde parte de su gran valor cuando un joven te da sobre el terreno las misma explicaciones genéricas y repetitivas que ya las has escuchado, como un ¡¡¡repite-monos !!! dando importancia exclusivamente a las cifras estudiadas y sin saber convertir las medidas que dice al sistema métrico decimal para que te hagas una idea.

Como el tiempo parecía aguantar y quedaba cerca, nos hemos acercado a un parque privado llamado "Las Cavernas del Río Camuy" que nos habían recomendado varias personas. Una mala decisión la de ir porque de entrada ya nos han tenido una hora esperando. La visita era en grupo y guiada, ¡¡¡ vamos, lo que más nos gusta a nosotros: tener que esperar e ir en manada a ritmo de rebaño !!!. Nos hemos enterado del sistema una vez pagada la entrada porque de saberlo ni nos hubiésemos molestado en entrar y eso que hubiésemos ganado, porque la caverna era de lo más corriente y sin interés alguno. Pero lo peor ha sido la nula organización de la guía y de todos los implicados porque a la salida de la caverna ha empezado a llover y nos hemos montado en un trenecito sin cubrir, mojándonos para que nos llevaran hasta la entrada del parque. Pero otro trenecito que teníamos detrás no ha conseguido arrancar y hemos estado esperando como tontos a que repitiera por enésima vez el intento de arranque sin conseguirlo. Nuestro trenecito estaba con el motor encendido y como ya estaba bastante cabreado con la organización, les he preguntado que era lo que estábamos esperando, y si es que teníamos que mojarnos todos por solidaridad, esto no tenía sentido y que lo que debían hacer era llevarnos a nosotros cuanto antes y volver rápidamente con el mismo trenecito a por el resto. No sé si la bronca habrá surtido efecto pero el caso es que nos han llevado hasta la puerta de entrada y supongo que habrán vuelto a por el resto de visitantes.

De allí nos hemos dirigido a "Aguadilla" en la costa noroeste donde había reservado un hotel para mañana seguir recorriendo la costa. Todo el camino ha sido con fuertes chaparrones y ahora mismo continúa lloviendo con gran intensidad, por lo que la carretera parece un río en el que el caudal de agua discurre a bastante velocidad. Esperemos que para mañana amaine el temporal y podamos disfrutar de lo bueno del Caribe: las playas y el sol, porque poco más tiene que ofrecer y si fallan éstos, no encuentras a dónde ir.