Siguiendo nuestro itinerario hemos continuado bajando por la costa oeste hacia el sur, buscando el buen tiempo y mejores playas. Lo primero si lo hemos conseguido pero en lo relativo a las playas poco han mejorado.

Toda la noche oyendo llover nos ha dispuesto a salir temprano para abandonar "Aguadilla" donde por la mañana estaba muy nublado y amenazaba lluvia de nuevo. Conforme íbamos bajando por la costa el sol ha comenzado a brillar y ya no nos ha abandonado en todo el día. Con paradas en varias playas de la zona de "Boquerón" y buscando algo de interés, lo que veíamos no cumplía los mínimos como para una visita más profunda y simplemente echábamos un vistazo y nos marchábamos. Sólo cuando hemos llegado al "Cabo Rojo" en el extremo suroeste, hemos encontrado algo de interés, en donde una visita a su faro nos ha enseñado una zona de costa bonita y que merecía ser visitada con más detenimiento. Unos acantilados le daban un toque distinto al resto de costa plana y sin gracia que habíamos visto y durante un buen rato hemos estado paseando y disfrutando de una vista agradable.

El resto del camino hasta "Ponce" donde teníamos reservado el hotel, no ha tenido ningún interés, pero la ciudad nos ha resultado agradable principalmente en su plaza "Las Delicias", con edificios coloniales muy cuidados y el "Parque de las Bombas", una estación de bomberos que data de 1822 y situada anexa a la catedral.

Poco que contar en un día que ha transcurrido por la zona oeste y sur de la isla, que no es la más turística, ya que los principales centros residenciales y playas están en la zona este, a la que mañana iremos y donde esperamos encontrar rincones más acordes con la imagen que todos tenemos del Caribe.

Conforme pasan los días cada vez vemos menos lugares atrayentes en esta isla de Puerto Rico, que comenzó muy bien con su capital "San Juan", pero que según rodeamos la costa cada vez nos gusta menos.

Hoy pensábamos que íbamos a encontrar una zona atractiva por la cantidad de hoteles que aparecen en el mapa, pero ha sido todo un fiasco y hasta el tiempo ha colaborado porque en esta zona noroeste los nubarrones cubrían el sol y el paisaje ya de por sí bastante pobre todavía lo parecía más. En un par de horas hemos cubierto la distancia entre "Ponce" y "Fajardo" por una autopista de pago y llegábamos al hotel "Fajardo Inn" que es un resort de ¡¡¡ quiero y no puedo !!! y que estaba de rebajas, supongo porque hoy era lunes.

El motivo de venir a "Fajardo" ha sido porque de aquí se cogen los ferries a la isla "Culebra" famosa por tener según dicen la playa más bonita del "Caribe". Lo cual de entrada dudo un poco porque vistas las playas de aquí, cualquiera les parecerá sublime. No obstante, mañana iremos a pasar el día, para lo que nos hemos acercado al puerto para enterarnos un poco de precios y horarios. La siguiente foto es el mejor paisaje que hemos encontrado, por lo que no sabemos bien lo que nos deparará mañana.

Como yo tenía referenciada la playa "Luquillo" porque había leído ¡¡¡ sus bondades !!! a pesar del mal tiempo nos hemos acercado a echar un vistazo y he aquí con lo que nos hemos encontrado.

Una auténtica cutrez, sucia y sin ningún atractivo que nos ha dejado atónitos sobre todo porque hemos contado más de treinta chiringuitos que servían comidas con muchísimos coches aparcados y donde hemos visto cantidad de turistas deambulando. Está claro que no tenemos el mismo gusto en cuanto a belleza y atractivo, porque si éstas son las playas que tanto se valoran en "Puerto Rico" mañana mismo nos volveríamos a la "Península de Samaná" en la República Dominicana, a pesar de retroceder dos o tres décadas en muchos aspectos de desarrollo cultural, social y económico.

Así que veremos si mañana nos encontramos en la isla Culebra y su playa "Flamenco" con la ¡¡¡ Joya de la Corona !!! de la que todos nos han hablado y por lo menos disfrutamos de un día de playa caribeño que es a lo que hemos venido, eso si el tiempo lo permite que también parece estar en contra nuestra.

Tal como nos imaginábamos la playa "Flamenco" en la "Isla Culebra" etiquetada como una de la mejores playas del Caribe, no pasa de mediocre y no hay más que ver las imágenes que no tienen ni trampa ni cartón.

Y es que suponemos que para dar vida a esta isla que no tiene otros recursos que el turismo, se ha creado una imagen de playa paradisíaca a donde hay que ir como sea. Y lo han conseguido porque cientos de personas abarrotan el ferry que tres veces cada día va a "Isla Culebra" donde te esperan decenas de vehículos en el puerto para llevarte por $3 a "Playa Flamenco". Aunque la isla tiene varias playas más, el turismo se concentra en ésta en la que hay algunos chiringuitos con comidas y bebidas. Posiblemente sea la mejor playa de "Puerto Rico" porque las que hemos vistos eran realmente feas y desde luego mucho peor que cualquiera de las que conocemos del Caribe: Playa Pilar en Cuba, Cayo Levantado en Rep. Dominicana y Anse Salines en Martinica. Por lo que esta joya de playa no es más que un ¡¡¡ tinglado publicitario !!! para dar recursos económicos a la isla.

Cuando hemos desembarcado hemos visto las distintas opciones que teníamos inclinándonos por alquilar un cochecillo eléctrico con el que ir a varios lugares de la isla, pensando que como somos bastante inquietos no íbamos a aguantar varias horas en la misma playa por muy buena que fuera. Pero no hemos tenido más remedio que hacerlo porque a la hora de ir a recoger el cochecito nos han pedido una tarjeta de crédito que yo había dejado queriendo en el hotel por seguridad, de forma que no hemos podido alquilarlo y nos hemos limitado a permanecer de manera bastante incómoda en playa "Flamenco" todo el tiempo hasta coger el ferry de vuelta.

Cansados de tanta playa nos hemos acercado antes de tiempo al pueblo de "Dewey" para dar una vuelta y ver si encontrábamos algo interesante, pero no ha sido así, limitándonos a esperar leyendo la salida del barco de vuelta a "Fajardo" donde tenemos el hotel.

Otro día mediocre en el que por lo menos el tiempo ha colaborado un poco, pero sin encontrar lo que ¡¡¡ nos habían vendido de Isla Culebra !!!.

Mañana de camino a "San Juan" entraremos en el "Parque Forestal Nacional El Yunque" para quemar la última oportunidad de ver algo que valga la pena, porque salvo el "Centro Colonial de San Juan" con su fortaleza "El Morro" no pensamos que "Puerto Rico" tenga los atractivos necesarios para una visita.

La última y tan recomendada atracción de "El Yunque" que es un Parque Forestal Nacional tampoco ha resultado del nivel esperado, ya que lo que hemos visto era bastante corriente incluidas las cascadas. Tal vez para los autóctonos este parque tenga algún valor, ya que les permite cambiar de entorno pasando de la calurosa costa y del mar, a la montaña y su frescor, no estando acostumbrados a disfrutar del agua dulce. El pequeño pozo que se formaba al pie de la cascada estaba a rebosar de bañistas chapoteando, pero para nosotros era una simple cascada que después de andar veinte minutos por el calor húmedo y sofocante de la selva y encontrarnos con ella, nos ha parecido hasta insignificante y no digna de una visita.

Después hemos continuado recorriendo el parque pero lo único que había eran paseos por los densos bosques y sin vistas ni paisajes, y como ya habíamos andado un poco para ir a la cascada de "La Mina", nos hemos aburrido del parque tomando dirección a "San Juan" que es realmente lo único bonito que tiene "Puerto Rico".

Hemos llegado al hotel "Borinquen Beach Inn" a la hora de comer acercándonos a un restaurante llamado "Mi Casita" para probar un plato típico de la isla llamado "Mofongo" que no estaba mal del todo, pero que para nosotros tanto plátano ya nos aburre.

Media tarde la hemos dedicado a reservar hoteles en las próximas isla que por tener mayor flexibilidad lo habíamos pospuesto para última hora, pero nos hemos dado cuenta que cada vez hay menos opciones de elegir y más caras, por lo que mantendremos rígidamente el itinerario que traíamos, porque además vemos que se ajusta a las fechas de los barcos para cambiar de islas.

Al atardecer una última visita a la zona vieja de "San Juan" nos ha vuelto a encantar, confirmando que pasear por esta ciudad en la zona de "La fortaleza del Morro" es lo mejor de toda la isla.

Mañana cambiaremos de isla y de país, para lo que cogeremos un pequeño avión que tras hacer escala en "La Antigua" nos llevará al departamento francés de ultramar "Isla de Guadalupe", un pequeño archipiélago de "Las Antillas".

Los seis días que hemos pasado visitando la isla de "Puerto Rico" han sido más que suficientes para recorrerla en su totalidad y darnos cuenta que salvo "San Juan" el resto no tiene ningún interés.

Cuando llegamos en ferry procedentes de la República Dominicana, la primera impresión fue que en una noche de navegar habíamos avanzado dos o tres décadas de desarrollo en todos los aspectos y eso fue porque entramos en el país por un puerto llenos de grandes cruceros que indicaban el nivel turístico del que goza "Puerto Rico".

Pero en el "Viejo San Juan" acaba todo lo interesante, con una zona colonial en la que preciosas casas recientemente restauradas y pintadas y la fortaleza "El Morro" ubicada en un sitio espectacular, te hacen pensar que el resto de la isla va a ser así y después te llevas la sorpresa de que ha sido como un espejismo.

Alquilamos un coche y recorrimos la costa norte hacia el oeste, adentrándonos en el interior para ver el curioso "Radio-telescopio de Arecibo" que según dicen es el más sensible del mundo. Posteriormente una visita a las recomendadas y mediocres "Cavernas del Río Camuy" nos fueron abriendo los ojos de lo que nos esperaba en la isla. Sólo el "Cabo Rojo" en el extremo suroeste mereció una visita de poco más de media hora. "Ponce" en el sur con su agradable plaza es muy poco para compensar su visita y "Fajardo" no cumplió las mínimas expectativas que habíamos puesto en la zona este, incluyendo la visita a la famosa y poco agraciada "Playa Flamenco" en "Isla Culebra". Por último, y ya de vuelta a "San Juan" nos desviamos para visitar el Parque Forestal Nacional de "El Yunque" y éste, tampoco estuvo a la altura de lo esperado.

Este ha sido el resumen de un poco recomendable destino turístico, del que sólo se libra la preciosa "Fortaleza de El Morro" y el "Viejo San Juan".

El día lo hemos dedicado a viajar para cambiar de isla y de país. Pero aún nos ha dado tiempo por la mañana para dar un paseo por la playa de "Isla Verde" haciendo tiempo para ir al aeropuerto. El vuelo era con la compañía aérea "Liat" que se dedica a los vuelos interislas y va saltando de una en una de forma que puedes llegar a hacer hasta cinco escalas. En nuestro caso sólo hemos hecho una en "Antigua" llegando ya de noche a "Guadalupe", que es un departamento de ultramar de "Francia", al igual que "Martinica", a donde también pensamos ir con posterioridad.

En el aeropuerto hemos cogido el coche reservado en "Avis" de cambio manual, lo que me ha costado un rato acostumbrarme, porque los dos anteriores eran automáticos y ya había perdido la costumbre de pisar el embrague para cambiar. Así que en alguna ocasión casi se me cala.

Nada más llegar al hotel "Karaibes" hemos salido a cenar disfrutando de una cena típicamente francesa (Moules / Mejillones de roca) ya olvidada desde hace un tiempo, rodeados de multitud de franceses que como es natural son los principales turistas aquí.

No ha dado el día más de sí y mañana comenzaremos con nuestro plan de visitas a la isla.

El día se ha complicado a la hora de comprar los billetes del barco que nos llevará por algunas islas y lo hemos tenido que dedicar a labores de logística. Este viaje lo había planificado dejándolo bastante abierto para poder adaptarnos a los lugares, de forma que si alguna isla nos gustaba mucho nos quedábamos más tiempo, o nos marchábamos antes en caso contrario. Pero esto en el Caribe no es posible, porque los países ¡¡¡ bananeros !!! exigen que tengas un billete de salida para dejarte entrar. Vamos, como si pudiéramos tener algún interés en quedarnos en países en los que difícilmente puedes soportar estar más de una semana, tanto por su cultura como por sus hábitos y ritmo de vida.

Nuestra primera tarea ha sido ir de nuevo a "Avis" con el coche, porque ayer mismo nada más cogerlo se nos encendió una luz de aviso en el cuadro de instrumentos. Ha resultado ser que las presiones de los neumáticos estaban descompensadas, indicándonos el manual del coche que lo lleváramos a un taller.

Resuelto este tema, nos hemos acercado al puerto de los ferries para confirmar precios y fechas de salida, los cuales estaban de acuerdo con lo que yo tenía, pero la señorita de la ventanilla con su carácter bastante adusto, al igual que la mayoría de los caribeños, nos ha dicho que no nos vendía los billetes si no teníamos un billete de salida de la "Isla de Santa Lucía", que pensábamos cogerlo allí, porque era otra naviera la que da servicio a la siguiente isla de nuestro itinerario "San Vicente y Grenadinas".

Ayer mismo estuve intentando entrar en la página de "bedytravel.com" que era de donde yo había sacado el ferry a esas islas y a la siguiente de "Barbados", puesto que parece ser la única naviera de precio asequible que daba el servicio. Pero esa página ha dejado de funcionar por lo que pienso que han dejado de ofrecerlo. Así que no tenemos más remedio que hacer esa parte del viaje en avión, con la misma compañía aérea "Liat" en la que vinimos ayer, por lo que teniendo fijas ya las fechas de entrada y salida de cada isla, y los billetes comprados, hemos aprovechado para reservar hoteles y demás.

Por la tarde y con los deberes hechos, hemos vuelto al puerto en donde al poder demostrar con los billetes de avión, que no nos íbamos a quedar en "Santa Lucía" nos han dado billetes para los ferries a "Dominica", "Martinica" y "Santa Lucía".

Con los billetes en la mano, sólo nos ha dado tiempo de dar una vuelta por "Pointe-a-Pitre y meternos en los tremendos atascos que hay en esta isla francesa, que es muy cara en todos los sentidos, desde los hoteles hasta el "Carrefour" de turno, ya que parece ser que en el precio de los productos está incluido el coste del transporte desde Francia, incrementándose en una vez y media lo que cuesta en el país de origen, ya de por sí caro.

Esperemos que mañana tengamos algo más de suerte y poder empezar a ver la isla que es a lo que hemos venido.

Hoy por fin hemos podido visitar una parte de la isla y aunque las playas no valían nada, la costa denominada "Pointe de la Grande Vigie" tenía una vista espléndida.

Como hoy es sábado y ayer por la tarde ya vimos la marea de coches que salía de "Pointe-a-Pitre" principalmente hacia la zona "Basse Terre" en la costa oeste, hemos preferido dejar esa costa que debe ser la mejor, para después del fin de semana y poder verla con más tranquilidad. Así que bastante temprano salíamos hacia "Grande Terre" como se denomina a la costa este, pasando por "Port-Louis" que no ha requerido más que un vistazo para ver que no tenía nada interesante y dirigiéndonos a "Anse-Bertrand" que ha sido la población más agradable por la que hemos pasado.

Cerca de allí se sitúa la punta norte de la isla en donde los acantilados sustituyen a las pocas y poco agraciadas playas que hay, creando un precioso paisaje en el que el color azul añil del mar y la elevación del terreno tienen gran importancia. El cabo es llamado "Pointe de la Grande Vigie" y siguiendo la costa te encuentras con "La Puerta del Infierno", una linea de paredes en donde el Caribe rompe sus aguas, al menos hoy, con pequeñas olas.

Después en el camino de vuelta, nos hemos desviado hacia "Le Moule" donde en un mirador hemos comido los bocadillos que llevábamos. De vuelta al hotel hemos parado en un hipermercado para comprar comida, porque hoy hemos decidido permanecer hasta el final de nuestra estancia en "Guadalupe" en el mismo hotel "Karaibes", que tiene buena relación precio/calidad para lo cara que es esta isla y además hemos podido alquilar un pequeño frigorífico con la habitación y tener a nuestra disposición un microondas, lo que nos permitirá comer más a nuestro estilo ¡¡¡ dentro de un orden !!! pero no tendremos que recurrir a las pizzas ni comida rápida. Normalmente cogemos los hoteles para un par de días y si nos gusta prorrogamos la estancia, como cuando en este caso la pequeña dimensión de la isla no aconseja desplazarse con el equipaje a otras áreas, visitando las partes de la isla en el día y volviendo cada noche al hotel.

Mañana como es domingo, visitaremos la otra parte de "Grande Terre", la del sureste, a la espera de las jornadas laborales de la semana que despejarán un poco de gente "Basse Terre".

Un día parecido al de ayer en cuanto al tipo de visitas que hemos realizado, pero con peor tiempo. Ya a primera hora de la mañana ha llovido con fuerza y pensábamos que la climatología se iba a arreglar y en parte así ha sido durante un buen rato, pero después las nubes negras dominaban el cielo de nuevo con riesgo de volver a llover.

Como llovía cuando nos hemos despertado hemos aprovechado para realizar gestiones por Internet, que gracias a él y de que muchas operaciones de todo tipo ya están puestas en la red, podemos viajar y resolverlas desde cualquier parte del mundo. También hemos aprovechado para hablar por Skipe con casa y enterarnos cómo van nuestros hijos con los estudios y otras cosas. Para cuando hemos terminado todas las tareas, salía el sol y nos hemos animado a coger el coche y dirigirnos a la punta sureste de "Grande Terre" llamada "Pointe des Colibris" que al igual que en la parte norte de ayer, unos acantilados y grandes peñascos separados de la orilla daban un precioso paisaje al entorno.

Se veía gente en las playas de alrededor y nos hemos desplazado para comer en la llamada "Raisins Clairs" en "Saint-Francoix", considerada una de las mejores de la isla. Como no nos ha gustado en cuanto hemos terminado de comer, hemos seguido hasta la playa de "Sainte-Anne" que era algo mejor y en donde nos hemos bañado y estado tumbados en la dura arena durante un buen rato, hasta que los nubarrones nos han hecho vestirnos y obligado a marcharnos.

Otro día sin grandes descubrimientos pero viendo al menos una zona muy agradable con preciosos paisajes de costa.

Mañana iremos hacia "Base Terre" en la zona oeste de "Guadalupe" en donde parece que se concentran los mayores atractivos de la isla, con bosques lluviosos, un volcán que dicen activo y algunas cascadas.

Seguimos buscando cosas de interés pero no encontramos más que pequeños atractivos que dan para muy poco.

De nuevo esta mañana a primera hora ha caído un buen chaparrón para dar la bienvenida a otro día insulso en el que nos hemos movido por el oeste de "Guadalupe", la denominada "Base Terre". Nosotros que pensábamos que era la mejor zona de la isla, estábamos equivocados, porque es una costa con la mayoría de las playas de cantos rodados, sin arena, y los paisajes son bastante corrientes. Como pasábamos cerca de la entrada de uno de los atractivos turísticos: las "Chutes de Carbet" nos hemos desviado con la intención de verlas, pero no contábamos con los ¡¡¡ impresionantes controles a superar!!! por llamarlo de algún modo, porque cuando vas a acceder al sendero, la encargada con un vistazo, te dice si vas perfectamente equipado y si puedes o no puedes ir a las cascadas.

En nuestro caso, a la señora le ha parecido que Carmen no llevaba el calzado apropiado. Tampoco llevábamos los dos litros de agua que dicen que hay que llevar, ni la correspondiente comida energética, ni otras muchas cosas más que recomiendan. Y alguien puede pensar ¡¡¡ pues donde estaban las cascadas, en lo alto del Kilimanjaro !!!, pues no, estaba la más lejana a hora y media andando. Vamos un simple paseo, pero como estamos en una sociedad tan desarrollada que nos hemos convertido en borregos, hay que cuidar mucho de que no te pierdas por el camino, ni desfallezcas de hambre y sed en el empeño de alcanzar la gran meta de las "Chutes du Carbet" que por otro lado, de las fotos vistas son unas simples cascadas, pero parece que para esta isla son el no va más.

Así que nos hemos vuelto a la costa y seguido buscando lo inexistente en esta zona de "Guadalupe", algo interesante en donde pasar un rato a gusto. Hemos llegado a la capital de la isla, que se llama cómo no, "Base Terre" donde nos hemos comprado unos bocadillos para salvar la situación de nuestros estómagos que nos pedían una ayuda.

En lugar de retornar por la misma carretera, hemos continuado para coger la "Ruta de Traversé" que cruza por la montaña retornando a "Pointe-a-Pitre y parando en otra cascada llamada "Ecrevisés" en las que no nos han puesto ningún impedimento por nuestro calzados para verlas.

Otro día sin nada especial, pero mañana de nuevo lo intentaremos, hasta que demos con algo que merezca la pena.

Hoy por lo menos hemos encontrado una playa agradable en la costa más bonita de la isla y donde pensamos que se concentran las mejores playas de "Guadalupe".

Otra noche de fuertes chaparrones nos ha hecho desistir de levantarnos temprano para ir al puerto de "Pointe-a-Pitre" y tratar de coger un barco con destino a las cercanas islas de "Les Saintes" para pasar el día y que es una excursión obligada según dicen, por lo bonitas que deben ser las islas. Así que lo hemos dejado para mañana y después de desayunar nos dirigíamos en coche a la costa norte de "Base Terre" para echar un vistazo a la recomendada playa de "Grande Anse" cerca de "Deshaies".

Casi una hora nos ha llevado el llegar y mientras íbamos por la carretera pegados a la costa ya hemos apreciado que por lo menos las playas eran algo más que las estrechas franjas de arena de otras partes de la isla, hasta que hemos llegado a la playa de "Grande Anse" que sin ser una maravilla, si estamos de acuerdo en que es la mejor de todo "Guadalupe". Su ubicación protegida en una bahía la hace muy apta para bañarse, cosa no muy habitual en el resto de playas por las corrientes. Hoy mismo ya hemos visto en alguna playa anterior, como pequeñas olas conseguían zarandear a una turista al salir del agua.

Las estrechísimas playas del Caribe suelen tener habitualmente arena poco profunda y mojada, lo que hace incómodo el estar tumbado leyendo. Por ello nos hemos provisto de una simples colchonetas de aire que por lo menos te dan algo de comodidad, aunque hoy precisamente esta playa tenía abundante arena.

Después de comer y cansados de tanto sol y baños nos hemos acercado al pueblo de "Deshaies", para dar una vuelta y conocerlo.

No es que fuera nada especial pero nos esperaba una sorpresa curiosa, un desfile de carnaval infantil a ritmo caribeño en el que los únicos instrumentos que tocaban eran tambores y bombos, suficiente música para hacerles bailar a los niños.

En sentido contrapuesto a esa alegría, en el siguiente pueblo nos impedía el paso un entierro a la vieja usanza de desfilar detrás del féretro hasta el cementerio, lo que nos ha hecho cambiar de calle y buscar otra salida.

Una jornada agradable que deseamos se repita en el par de días que nos quedan en esta isla, la tercera de las nueve que completan este viaje.

Al fin hemos encontrado una preciosa isla y la hemos disfrutado pasando un bonito día en el que hasta el tiempo ha acompañado. Hemos andado como a nosotros nos gusta cuando las dimensiones de la isla lo permiten, en moto, o mejor dicho ¡¡¡ motillo!!!, porque era tan pequeña que casi no entrábamos los dos y como además llevábamos algunas bolsas, entre que casi no podía con las cuestas, las malas carreteras de la isla y el poco espacio, desplazarnos ha sido casi una tortura, pero contentos de andar a nuestro aire.

Como es natural ya habíamos visto fotografías de estas islas llamadas "Les Saintes" que están compuestas por dos pequeñas islas separadas: "Terre-de-Bas" y "Terre-de-Haut" a la que hemos ido porque nos parecía la más bonita. Pero aunque no siempre las fotografías reflejan la realidad, en esta ocasión sí han cumplido las expectativas que nos habíamos formado en cuanto al precioso paisaje de bahías que tienen. También habíamos leído opiniones de todo tipo respecto a estas islas y ahora entendemos porqué. Depende como plantees la visita se te puede convertir en un suplicio y llegarlas a odiar. "Terre-de-Aut" tiene varias playas distantes pocos kilómetros entre sí, pero la orografía es de muchas colinas. Si vas andando a una playa y no te gusta porque tampoco son una maravilla, todo hay que decirlo, y quieres cambiar a otra, con el ¡¡¡ solazo que pega por estas latitudes !!! puedes acabar muerto de cansancio. Y así hemos visto a bastantes personas, muchas con niños, con cara de pocos amigos, andando por la carretera.

Es cierto que si vienes a estas islas acabas en alguna playa bañándote, pero no creo que la playa deba ser el objetivo de la visita, porque para eso es mejor y más barato quedarse en la isla grande de "Guadalupe". Hay que alquilar algún tipo de vehículo para desplazarte o bien apuntarte a algún tour que también los hay y que te facilitan el moverte por la isla.

Hemos comenzado la visita subiendo al fuerte de "Napoleón", pero como querían cobrarnos por entrar, nos hemos marchado. Ya hemos visto al ¡¡¡ Rey de las fortalezas "El Morro" en "San Juan" de Puerto Rico y después de ése, todos los demás se quedan en garitas para pequeñas guarniciones.

Después hemos comenzado la excursión por la isla para encontrar la mejor playa. Nos ha gustado la llamada "Pain de Sucre" que es una pequeña cala llena de franceses. Otro consejo en relación al turismo francés: no venir a estas islas en el mes de Febrero, porque como son las llamadas vacaciones blancas en Francia que se reparten por departamentos y los chavales no tienen colegio, estas islas están insoportablemente llenas en todas las atracciones y actividades turísticas. Al final hemos vuelto para darnos un último baño en la primera playa que hemos estado llamada "Le Pompierre" porque era cómoda, un entorno agradable, tenía duchas, algo insólito aquí, lo que nos ha permitido volver frescos al barco.

Una travesía de media hora nos ha devuelto a la isla grande y una hora después con atascos incluidos llegábamos al hotel cansados pero contentos de haber hecho algo diferente..

Mañana, último día, iremos al interior de "Base Terre" donde se ubica el volcán activo "Le Soufriere" para ver hasta dónde podemos subir.

Último día de nuestra estancia en la isla de "Guadalupe" y queríamos terminar haciendo una visita a dos atracciones que no tuvieran que ver con la playa y el mar: El volcán activo de "La Soufriere" y en función del tiempo que nos quedara acercarnos a las cascadas de "Carbet". Pero en ambas visitas hemos tenido contratiempos y sólo hemos podido hacerlas a medias.

Estos destinos se encuentran ubicados al sur de "Base Terre" lo que nos ha obligado a desplazarnos durante más de una hora en coche, hasta llegar a donde comienza el sendero de subida al volcán. Pues bien, en mi diario de ayer comentaba que no se debe venir este mes de Febrero a las islas caribeñas francesas, porque están llenas de turistas franceses de vacaciones disfrutando de la semana blanca que celebran en todo el país. Y hoy ha sido el no va más, varios kilómetros antes de acceder al punto hasta el que puedes llegar por carretera, ya veíamos cientos de coches aparcados de mala manera en los arcenes, de forma que cuando hemos conseguido llegar al final, aquello era un caos, con coches parados esperando que alguien volviera del volcán para ocupar su plaza de aparcamiento. Ante la incertidumbre de saber cuándo podríamos aparcar y comenzar a subir andando, me he cabreado y después de discutir con algunos conductores para que me dejaran dar la vuelta hemos escapado del caos. Además como a veces se metía la niebla y no dejaba ver el volcán no hemos tardado mucho en decidirnos a olvidarnos de "La Soufriere" y probar suerte con las cascadas de Carbet.

Cerca de 45 minutos nos ha llevado cambiar de destino, llegando hasta el final de la carretera de acceso y no teniendo allí ningún problema para aparcar, tal vez, porque estaba ya avanzada la mañana. Hoy para que no nos ocurriera lo del otro día en la entrada, íbamos bien calzados y provistos de bocadillos y agua porque pensábamos comer en alguna de las cascadas. Hemos comenzado a subir a la más cercana que teníamos, la denominada "segunda cascada" puesto que el río "Carbet" tiene tres. El camino era bueno y muy bien preparado, pero cuando hemos continuado hacia la "primera cascada" que estaba a hora y media de camino, la cosa ha empezado a complicarse. El suelo estaba bastante húmedo lo que propiciaba los patinazos, teniendo que subir por grandes piedras, zonas con barro y muchos tramos trepando agarrados a cuerdas, lo que después de unos cincuenta minutos nos hemos parado a decidir si merecía la pena continuar en esas condiciones. También teníamos un problema de tiempo puesto que debíamos devolver el coche esta misma tarde y la vuelta nos iba a llevar más tiempo que la subida, después de ver por donde debíamos de bajar. Buena decisión la que hemos tomado porque después hemos podido ver la cascada a la que íbamos, comprobando que traía muy poca agua, por lo que a pesar de tener la caída desde gran altura, el pequeño caudal se dispersaba y quedaba como un hilillo. En la imagen inferior de la izquierda, se ven las dos cascadas: la de abajo es a la que hemos llegado y la de arriba a la que íbamos y que nos hemos dado la vuelta.

Una vez entregado el coche sin complicaciones, hemos vuelto al hotel para darnos una ducha y salir a cenar para celebrar el cumpleaños de Carmen que es hoy. Mañana por la mañana cogeremos el ferry que nos llevará a la isla de "Dominica" que es una nación independiente y veremos lo que nos depara ese destino.

La visita a la isla de Guadalupe se ha caracterizado por volver a nuestra identidad europea en pocos días después de pasar por la personalidad y cultura dominicana y la descafeinada norteamericana en Puerto Rico. Como "Guadalupe" no tiene grandes atractivos que justifiquen una visita, salvo el sol y playa, y aún esto último con reparos porque realmente su costa no es bonita, por lo menos hemos disfrutado de unas buenas infraestructuras y de unos buenos servicios que también son de agradecer.

Pero para nosotros que tenemos tan cerca Francia, venir hasta aquí y encontrarnos con miles de franceses que están disfrutando de sus vacaciones blancas de invierno y que como normalmente se mueven mucho visitando todo lo que merece la pena, inundan los lugares creando colas y copando todo lo disponible, nos ha parecido que podíamos habernos saltado esta isla y haberla dejado para otra ocasión.

El día que disfrutamos realmente fue cuando hicimos una excursión a la bonita isla de "Les Saintes" que tenía unos paisajes realmente espectaculares. Otro par de puntos que nos gustaron fueron: "Pointe de la Grande Vigie" y "Pointe des Colibris" donde la costa se levanta en acantilados cambiando el paisaje. Poco bagaje para considerar justificable estar seis días en "Guadalupe".

Con nuestro cambio de isla de hoy hemos perdido mucha calidad, pasando de un departamento francés aunque sea de ultramar con sus particularidades, a una auténtica ¡¡¡ República Bananera !!! que ya la entrada en el país nos ha supuesto un fuerte choque, porque pensábamos que esta isla estaba mucho más desarrollada, y eso que sólo hemos visto su capital "Roseau", así que no sabemos que veremos a partir de mañana cuando visitemos otras partes de "Dominica".

A las ocho de la mañana salíamos del hotel en un taxi que nos ha costado encontrar libre y eso que desde el propio hotel se han ocupado de la gestión por teléfono. A las 10:20 h. salíamos del puerto en un catamarán de la naviera "Express des Iles" después de pasar un par de horas esperando para hacer el check-in junto a una muchedumbre, pasar Inmigración de salida, esperar a que abrieran el acceso al barco, etc.. Con el clásico estilo caribeño salíamos tarde, pero ha recuperado parte del tiempo en la travesía, que por lo demás ha sido bastante cómoda.

Pero cuando hemos llegado a "Dominica" la muchedumbre se ha ¡¡¡ desbocado !!! y ha comenzado a correr en cuanto han salido del barco, saltando vallas para colarse y estar antes en la cola de los puestos de "Inmigración" de entrada en el país. Y como nosotros llevamos el lema de adaptarnos a las circunstancias y en el dicho de ¡¡¡ haz lo que vieras... !!! pues también hemos saltado la valla cogiendo un lugar bastante bueno, pero eso sí, con un tufo a sudor de los cientos de personas apretujadas en su mayoría de color, que casi nos tumba. Pero hemos aguantado firmemente las inclemencias incluso a una señora bocazas que nos chillaba diciendo que no éramos de allí, e ignorándola hemos conseguido pasar varios controles. Ya le he comentado a Carmen que en ese momento era una auténtica viajera, mezclada con la gente, viviendo con ella como una más y pasando por lo que los turistas no pasan.

Al salir a la calle me he encontrado que un joven que llevaba un cartel con mi nombre y era el empleado de la agencia de alquiler de coches "Islandcar" a los que en la reserva les pregunté si podían ir a buscarnos al puerto, pero como no había recibido contestación, pensaba que no irían.

Media hora después salía conduciendo por la izquierda y confundiendo los limpiaparabrisas con los intermitentes constantemente por el efecto reflejo, ya que tenía el volante a la derecha y los mandos cambiados. Por lo menos, el pequeño coche es automático y eso ayuda para no tener que utilizar la palanca de cambios con la izquierda. Aunque como siempre digo el auténtico peligro está en la distancia cambiada que tienes a tu izquierda que hace que te llegues a subir a la acera del sentido por el que circulas o te arrimes demasiado a coches aparcados.

En esta país tan pequeño no hay GPS que te ayude, si bien, yo venía preparado con algunos mapas georeferenciados y coordenadas de las direcciones que necesito, como la del hotel "Seaworld" por lo que hemos llegado rápidamente, llevándonos otra sorpresa parecida a la del país. Un lugar bastante destartalado, con obras en una amplia zona y caro, aunque la habitación estaba bien.

Poco a poco nos hemos ido haciendo a la idea de que tenemos que pasar cinco noches aquí, y adaptándonos a las situaciones, hasta no nos parecía tan mal.

Por la tarde, hemos ido a un supermercado para comprar cosas para cenar y desayunar, porque lo que hemos visto en los restaurantes no era muy apetecible, y desde luego no nos extraña, porque en el supermercado tampoco había cosas. Nos acordábamos de la República Dominicana en la que nos quejábamos de poca variedad en las comidas y hoy quisiéramos haber estado allí, porque no sabemos como subsistiremos cuatro días más completos.

Al final, hasta nos hemos permitido ver la puesta de sol desde la terraza del hotel, que está situado literalmente sobre el mar.

Después de una noche de maldormir por las camas del hotel y con la moral un poco decaída por lo que vimos ayer de "Dominica", salíamos esta mañana con destino al norte de la isla con un plan de visitas preparado y dispuestos a soportar las malas carreteras y sin esperanza de encontrar algo de interés. Pero conforme avanzábamos por la costa el paisaje nos ha parecido muy bonito y en algunos puntos hasta espectacular, lo que nos ha animado mucho llegando a la conclusión de que "Dominica" al menos en su parte noreste, era la más bonita de las islas vistas hasta el momento en el Caribe.

Bastante temprano nos poníamos en marcha parando enseguida a comprar pan para los bocadillos de la comida en una panadería que estaba llena de gente, que se llevaban panes de diez y hasta veinte unidades, no sabemos bien si para toda la comunidad, para mañana que es domingo o porque se alimentan a base de pan, porque aparte de esto poco tienen en los supermercados. Después de esperar un buen rato a que tocara nuestro turno y viendo como iban desapareciendo las existencias, nos ha tocado cuando justo traían otro cesto con panes recién horneados, por lo que hemos podido comprar un par.

Con la intendencia asegurada porque nunca se sabe dónde te va a pillar la hora de comer y si encontrarás algún sitio al que ir, nos marchábamos hacia el "Parque Nacional Cabrits" que no entendemos tal denominación porque era un simple fuerte reconstruido y con muy poco interés.

Aquí cobran la entrada en todos las atracciones turísticas, por lo que hemos cogido por un poco más de precio un pase semanal que nos permite entrar en todos lugares con algún interés, aunque si el resto de atractivos son como el fuerte aún habremos pagado demasiado.

Poco tiempo hemos estado dentro y enseguida poníamos rumbo por la costa este, hacia el atlántico, donde hemos comenzado a ver unos preciosos paisajes, hasta llegar a la playa llamada "Batibou" que teníamos como destino, ya que está considerada como la mejor de la isla y después de estar allí bañándonos casi en solitario en un agua cristalina y comiendo a la sombra de cocoteros, no nos extraña el calificativo. Con las imágenes sobran las descripciones.

A continuación hemos continuado bajando por la misma costa, parando en muchos miradores y disfrutando de maravillosas vistas, hasta cruzar por el interior de la isla de vuelta a "Roseau" donde tenemos el hotel.

Un bonito día mucho mejor de lo esperado que nos ha dado nuevas esperanzas para seguir mañana recorriendo la isla, esta vez por la zona sur con el único problema de la carretera que es muy estrecha, con muchas curvas y con grandes y profundas acequias en los arcenes para que corra el agua cuando diluvia, lo que circulando por la izquierda para mí es muy cansado porque tienes que llevar permanentemente todos los sentidos alerta.

Un día muy diferente al de ayer, porque hemos cambiado las visitas de la costa por los atractivos del interior. Y hay que decir que también nos han gustado, aunque los accesos han sido un poco duros.

En primer lugar hemos tomado la carretera dirección sur por el oeste de la isla, bajando desde "Roseau" y cruzando hacia el Atlántico por una carretera increíblemente mala, muy estrecha con subidas espeluznantes que el coche muy justo ha conseguido superar. El asfalto por llamarle algo estaba en línea con el resto y ha habido un momento en el que hemos dudado de si íbamos bien, porque durante un buen rato no nos hemos cruzado con nadie y no me extraña, ¡¡¡ quien coño iba a ir por allí salvo nosotros !!!, pero como casi no hay carreteras en esta isla nos hemos convencido de que no nos podíamos perder y que nos llevaría algún sitio habitado. Después de mucho subir y bajar cuestas y superar infinidad de curvas muy cerradas, llegábamos al otro lado de la isla que es muy montañosa con bahías escarpadas, costa de cantos rodados y el mar golpeaba con más fuerza que en el lado oeste que da al Caribe.

En cuanto hemos visto a una persona hemos preguntado por el camino a las cascadas llamadas "Victoria", pero no ha sido suficiente y hemos tenido que repetir varias veces la pregunta para conseguir llegar hasta un punto, en el que nos han dicho que debíamos pagar una entrada, pedir permiso para sacar fotos, suponemos que previo pago y además contratar un guía. Como es natural nos hemos negado y como ya habíamos visto imágenes de como eran las cascadas, hemos considerado que no merecía la pena entrar en el juego del tinglado montado como muchos de los que hay aquí, en los que el lugar es privado y crean una parafernalia de requisitos que consiguen que al final te lleves un mal recuerdo, porque el lugar no vale todo lo que pagas.

Así que hemos cogido el coche he ido a otra cascada de nombre "Sari Sari" y que teníamos entre nuestras visitas a hacer hoy. Esta no era privada y aunque ha intentado algún chaval hacer de guía, hemos ido solos por un camino muy duro dentro de la jungla, en el que después de atravesar varias veces el río teniendo que meternos con el calzado en el agua, porque no había otra forma de cruzarlo, llegábamos en 45 minutos hasta la base de la cascada. Un bonito salto de agua con bastante caudal, eso sí, muy incómodo en su acercamiento, en el que nos hemos mojado bastante, pero con la agradable sensación de haber descubierto por nosotros mismos un lugar poco accesible y duro de alcanzar.

De vuelta a la costa, la carretera ha mejorado y después de comer los bocadillos en una playa de piedras, tomábamos dirección hacia otro destino programado, "Emerald Pool" que es parte del "Parque Nacional de Morne Troix Pitons", patrimonio de la Unesco, lo cual supone que todo está mucho mejor cuidado y es garantía de que el lugar merece el calificativo de interesante. Y desde luego así ha sido. El acceso y los caminos estaban señalizados y "Emerald Pool" era un precioso entorno de: pequeña cascada, poza en la que bañarse y caverna incorporada a un lado con piedra erosionada, que todo en conjunto constituía una preciosa imagen.

Después de esta visita hemos vuelto hacia el hotel para disfrutar como cada día de la puesta de sol, que ya se está constituyendo en un hábito, si bien cuando no hay algunas nubes que recorten la caída del sol al mar, como hoy, el atardecer es un poco soso.

Un completo y variado día muy intenso que ha sido el mejor de este viaje, por cuanto hemos tenido muchas y agradables sensaciones desde hora muy temprana.

Al salir del hotel nos hemos acercado a la "Oficina de Turismo" para enterarnos de los horarios de los festejos, porque hoy empezaba el carnaval y tiene fama dentro del Caribe. A esa hora ya empezaba algún desfile, pero después de esperar un rato, hemos visto que iba para largo y el tema del carnaval ha quedado para el atardecer, porque de otro modo nos iba a hacer perder todo el día. Así que hemos tomado dirección al primer destino a visitar que era una garganta llamada "Titou" y al llegar allí, en ese momento salían del agua una pareja y su guía a quien le hemos preguntado el camino para visitar el cañón, respondiéndonos que la visita era por el agua y se debía nadar unos cinco minutos hasta llegar a una pequeña cascada, remontarla, y enseguida te encontrabas con otra más grande y peligrosa por la fuerza del agua. Una persona muy amable y simpática que nos ha dicho que si queríamos que podía hacer de guía pero que no era necesario. Nos ha facilitado un pequeño cinturón de corcho para prevenir la fuerte corriente de algún tramo y hemos vuelto al coche a cambiarnos de ropa. No sabíamos, porque en ningún sitio lo decía ni tampoco en las guías, que la visita a esta garganta era por el agua nadando y gracias a que llevábamos en el coche los trajes de baño hemos podido realizar la visita.

Nos hemos echado al agua que estaba algo fría y metido por la garganta, luchando un poco contra la corriente que nos empujaba hacia las paredes de roca, hasta que hemos llegado al punto en que debíamos remontar una pequeña caída de agua. El cañón estaba casi a oscuras y nos encontrábamos solos, aunque no había ningún riesgo. Remontar la caída del agua nos ha costado un poco pero ha merecido la pena el esfuerzo. La cascada más grande era muy bonita y traía mucho caudal de agua. Espero poder editar un vídeo que he sacado cuando volvamos a casa, porque es más fiel a lo que te encuentras dentro y del curioso entorno en el que nos hemos movido.

Una preciosa e inesperada experiencia que ha tenido un final de lo más agradable, porque justo en la salida de la garganta, un chorro de agua termal caliente y natural, te duchaba y calentaba del prolongado baño en la garganta. Una visita perfecta en la que hasta el amable responsable del lugar se ha ganado con su educado comportamiento que le compráramos una máscara tallada por el mismo, a partir de la madera del tronco de un "Tree Fern", especie de "helecho gigante" muy bonito que solemos encontrar en la selva.

A continuación retrocediendo el camino nos hemos desviado hacia otras cascadas denominadas "Trafalgar" y que están dentro del Parque Nacional. Dos cascadas que caían formando un bonito paisaje de: rocas, árboles y agua en el que predominaba un verde intenso.

Terminadas las visitas al interior de la isla, y como nos quedaba por conocer el extremo sur de la costa denominada "Scotts Head", hemos decidido llegar hasta allí y comer en alguna playa, que no hemos encontrado, pero el paisaje y unos preciosos pueblos costeros lo han compensado.

Al atardecer "Roseau" echaba chispas. Miles de vatios montados en camiones amenizaban con ritmo constante y repetitivo a los caribeños que no paraban de bailar. Al principio nos ha parecido que el evento tenía escaso interés porque se veían pocos disfraces y además burdamente elaborados, hasta que ha llegado un gran grupo que llevaba el ritmo dentro. Igualmente sin disfraces pero desde lo alto de un camión, cantantes y músicos, auténticos profesionales, conseguían que la masa se contorneara sin parar, haciéndonos ver que este es un carnaval cuyo objetivo es la diversión de la propia gente y no del que mira. Hay que ser caribeño para llegar a sentir el ritmo por dentro tal como veíamos que la gente lo sentía, sin límites de edad ni kilos, que aquí los hay en cantidad.

Mañana continuará el carnaval y al atardecer volveremos a disfrutar de esa música y alegría que inundaba las calles, además de la mucha cerveza y ron con los que la aderezan.

Hoy el día ha sido peor que el de ayer, tanto en la climatología como en lo que hemos visitado, salvo en el tema del carnaval, que si bien ayer era muy popular con pocos trajes y mucho ritmo, hoy era al revés, mucha pluma y colorido, aunque pienso que menos ritmo que el de ayer.

Como en nuestra zona de la isla ha estado lloviendo a primera hora de la mañana, hemos decidido ir a la costa atlántica para terminar de ver un pequeño trozo que nos quedó pendiente y si nos daba tiempo disfrutar de la preciosa playa de "Batibou" en la que estuvimos hace unos días.

Pero el mal tiempo se extendía a toda la isla y llegados al punto al que queríamos ir llamado "Escalier Tete Chien" y tal vez por el mal tiempo, no parecía tener nada especial.

Cuando circulábamos por mitad de la isla, dos jóvenes nos han hecho auto-stop y han resultado ser un americano y un alemán que habían acabado un trail por la montaña y volvían a su hospedaje en la costa. El americano hablaba un poco de español por haber estado en México y en el tiempo que ha durado el viaje, el coche parecía un aula de idiomas: Carmen hablando en alemán con uno al que le ha sorprendido la soltura que tenía con el idioma y yo en inglés y español con el otro, que quería practicar idiomas y mezclaba todo, igual que yo, resultando que el chico alemán conocía Donosti y Zarauz.

Por casi todos los diferentes poblados que atravesábamos, se veía que estaban de celebración, cada uno a su nivel, pero todos con botellas en la mano.

Viendo que el tiempo no estaba mejor en ese lado de la isla en el que frecuentes chaparrones caían con fuerza, nos hemos olvidado de la playa y vuelto de nuevo al lado del Caribe, en donde ya había mejorado algo el tiempo. En "Roseau" habían atracado tres enormes cruceros y la ciudad se había inundado de turistas blancos, lo que en otros días se contaban con los dedos de la mano.

Pero al atardecer que es cuando ¡¡¡ ruge la marabunta !!! y las calles se llenan de gente bailando, los turistas ya habían vuelto a sus cruceros y desaparecido de la ciudad. Esto de quedarte unos poquitos ¡¡¡ blancos!!! entre tanta gente de color tiene su importancia, porque no percibes las mismas sensaciones que siendo uno más de los miles de turistas que deambulaban durante el día. Aunque no te puedes considerar autóctono ni participar como lo hacen ellos, porque para ello hay que ser caribeño y llevar el ritmo en los genes, al menos te sientes después de cuatro días como más familiar, incluso parece que ya te conozcan de verte por allí.

Hoy los grupos eran más sofisticados en sus disfraces pero algo menos ¡¡¡ marchosos !!! y parecía todo como más organizado, porque hasta había un grupo de la "Tercera Edad" que iban a su ritmo mucho más cadencioso y de quienes podía aprender el "Insalud" para incorporar en sus actividades este tipo de bailes que por lo menos mueven las articulaciones.

Mañana cogeremos el ferry para ir a la "Martinica", siguiente isla de nuestro itinerario por el Caribe y que ya conocemos de un viaje anterior que hicimos hace varios años.

Pequeña pero bonita la isla de Dominica. Cinco días no son muchos ni pensamos que sean necesarios más para verla. Otro tema es que se quiera hacer trekking por los numerosos trails que hay, pero para ver los denominados atractivos turísticos son suficientes. Además hemos tenido la suerte de coincidir con los carnavales, evento especialmente famoso de los organizados en el Caribe y al que acuden numerosos cruceros.

Nos hospedamos en "Roseau" que se sitúa en el suroeste de la isla y desde luego si tu objetivo es visitar los lugares interesantes que se reparten por toda la isla, necesitas alquilar un coche. No hay muchas compañías donde elegir y nosotros por no haber tenido ningún problema recomendamos "Islandcar" porque es una de las pocas que tienen coches económicos y precio adecuado.

Nos repartimos los días visitando el primero la parte norte, con el reconstruido fuerte situado en el Parque Nacional "Cabrits" que no tenía ningún interés. Seguimos por la costa pasando a la parte atlántica por una carretera que cada vez se volvía más estrecha y con más curvas, llegando a la playa "Batibou", sin duda la mejor playa de Dominica y aunque había que pagar el equivalente de 1,5 euros por persona, merecía la pena.

La zona montañosa concentra numerosas cascadas unas mejores que otras en cuanto a su accesibilidad y algunos atractivos como "Titou Gorges" que nos encantó porque entrar en un cañón nadando y encontrarte dentro con un par de caídas de agua no lo haces todos los días, siendo una experiencia muy agradable y sin riesgo.

Y luego están los carnavales que nos impresionaron porque pensábamos que eran más al estilo carioca y de carrozas adornadas con preciosas señoritas. El primer día fue impresionante ver como una riada de personas luciendo el distintivo simple de una camiseta regalada por una marca de cervezas, iban bailando cada uno a su ritmo, sin un paso definido, pero formando un conjunto homogéneo de movimiento que sólo si eres caribeño y lo llevas en la sangre eres capaz de integrarte en esa corriente.

Sin embargo el segundo día, las comparsas más vistosas por los trajes y menos espontáneas en sus bailes, parecían más dirigidas a los turistas de los cruceros que llegaban.

Jornada dedicada a viajar, que aunque apenas ha durado dos horas la travesía por mar, hemos perdido prácticamente todo el día en tareas inherentes al viaje: entregar coche, esperar el barco, la travesía con la naviera "Express des Iles", la entrada a un nuevo país, desplazamiento al aeropuerto para coger el nuevo coche alquilado, conducir al hotel situado a varios kilómetros, hacer el chek-in teniendo que buscar al encargado porque la recepción estaba cerrada, etc., etc.... .

La salida de la isla de "Dominica" no ha sido como fue la entrada con carreras para coger buen sitio en las colas de "Inmigración". La mayoría de los pasajeros éramos blancos, y sin confundir con temas racistas, la educación y respeto al prójimo se ha notado y todo ha transcurrido con la normalidad de casi un aeropuerto. Gracias a que somos prevenidos y habíamos tomado la pastilla antimareo el viaje lo hemos hecho bien, pero el barco se movía mucho y la tripulación no daba abasto de limpiar y facilitar bolsas de plástico. La llegada a "Fort de France" capital de "Martinica" ha sido igual de correcta y muy rápidamente hemos pasado "Inmigración" al ser europeos. Un taxi nos ha llevado al aeropuerto para recoger el coche que tenía reservado, porque hoy es fiesta en "Martinica" y las agencias en la ciudad estaban cerradas. Además el aeropuerto estaba de camino al Aparthotel "Les Hautes de Caritan " situado en "Sainte Anne" en el sur de la isla. Cuando ya estaba acostumbrándome a circular por la izquierda, volante a la derecha y mandos cambiados, hoy de nuevo he vuelto a conducir por la derecha y con el volante a la izquierda, pero dentro de cuatro días volveré a hacerlo por la izquierda. Vamos que no pierdo la tensión al volante y espero que tanto cambio, no me juegue una mala pasada con los reflejos.

Cuando terminábamos de instalarnos ya estaba cayendo la tarde y sólo nos ha dado tiempo de salir a dar una vuelta por "Santa Luce", lo que nos ha costado también lo suyo llegar. Muchas carreteras estaban cerradas y con desvíos, debido a grupos que recorrían las calles de casi todos los pueblos celebrando todavía los carnavales, porque aquí duran un día más que en el resto del Caribe. Y no nos extraña que duren más porque con el ritmo tan soso que tienen pueden llegar a estar una semana sin que se les mueva un pelo y sin cansarse de tocar los tambores que es lo único que hacen. Nos acordábamos de estos dos días anteriores en "Dominica" y comentábamos que los de "Martinica" no son caribeños y suena muy extraño, por no decir horrible, cuando aderezan el movimiento cantando las canciones del carnaval en francés. Vamos que el arte de la fiesta frenética no es lo suyo. Serán muy buenos jugando a la "LOTO" y a la "PETANCA" pero los carnavales no son su fuerte.

Con el cambio hemos ganado en comodidad, servicios, comida y todo lo relacionado con las ventajas de un país desarrollado, pero hemos perdido la esencia del Caribe.

Primer día en "La Martinica" y ya la hemos atravesado de punta a punta. Nos acordábamos de nuestra visita anterior hace más de ocho años de una playa de arena negra llamada "Anse Ceron" situada en el norte de la isla y nos hemos ido hasta allí por una ruta denominada panorámica que discurre por su parte interior.

Ayer cuando llegamos ya nos pareció que "Martinica" había cambiado mucho, pero hoy casi no reconocíamos "Fort de France" que cuando estuvimos por primera vez en el año 2006, era casi un pueblo grande y ahora es una auténtica ciudad con miles de coches atascados en carreteras de dos carriles por dirección.

Hemos tardado más de hora y media rebasar la capital que apenas dista 45 Km de "Sainte Anne" donde nos hospedamos, porque queríamos hacer la ruta denominada "La Trace" que discurre por la columna vertebral de la la isla y desde la que puedes ver la zona montañosa y la "Montaña Pelée", famoso volcán que a principios del siglo pasado, en unos pocos minutos borró de la faz de la tierra a la entonces capital "Saint Pierre" y que ya no volvió a ser la misma.

Al llegar a la playa de "Anse Ceron" enseguida nos hemos acordado de nuestra visita anterior con varios años menos, como se puede apreciar en la imagen, aunque para algunos no parecen haber pasado tantos.

Año 2.006	Año 2.015

Cuando nos estábamos instalando un señor caribeño con pinta de autóctono estaba gritando y amenazando con tirar un pedrusco de considerables dimensiones a un grupo familiar con niños que estaban en una mesa de picnic. No paraba de gritarles y se ha ido al coche de donde ha sacado un fusil de pesca submarina y aunque estaba descargado ha seguido amenazándoles. Desconocemos el motivo del enfado y si estaba en sus cabales porque durante cerca de media hora ha estado gritando. Una familia con niños pequeños que estaban al lado nuestro y cerca del señor, han dejado la comida en la mesa y han salido pitando de allí, llamando por teléfono a la policía que han tardado otra media hora en llegar, por lo que si el gritón hubiera sido un peligro real, habría tenido tiempo de sobra para hacer lo que le apeteciera. La policía ha hablado con todos ellos y con el gritón, pero no lo han detenido. Nosotros después de comer nos hemos marchado y no sabemos el desenlace final.

La vuelta la hemos realizado por la costa, pasando por "Saint Pierre" que continúa igual que antes, una ciudad poco restaurada y con pinta de abandono o como en algún lugar daba a entender, "un recuerdo de la fuerza de la naturaleza". El caso es que no se ha desarrollado al ritmo del resto de la isla.

Realizada la compra en un hipermercado, al fin hemos podido comprar ensalada que tanto echábamos en falta y algunos platos, que en la anterior isla "Dominica" no había y además con el carnaval, todavía se acrecentaba el problema de comidas porque ningún comercio ni restaurante abría. El tema de la comida fue una penosa cruz durante los días que estuvimos allí.

Nos hemos resarcido con una estupenda cena a base de: ensalada, tomates rellenos, vieras gratinadas y piña colada de postre en la terraza de la habitación del hotel con una preciosa puesta de sol como telón de fondo, ha puesto fin a un bonito día.

Fiel al dicho ¡¡¡ segundas partes nunca fueron buenas !!! el día de hoy ha transcurrido sin pena ni gloria, recorriendo los lugares que conocíamos de la costa sur que da al Caribe y percibiendo los cambios que en este tiempo se han dado.

Como el tiempo ha sido muy variable durante todo el día y lo mismo caían fuertes chaparrones como salía el sol, nos hemos ido por los pueblos de los que nos acordábamos por algún motivo. La circulación estaba mejor que otros días y hemos tomado dirección a "Le Diamant" porque la vez anterior residimos allí. Este gran peñasco cercano a la costa que por su forma recibió ese nombre, es un icono de " Martinica" y se puede ver desde diferentes partes del sur de la isla, siendo zona protegida y especialmente dedicada al buceo.

Siguiendo la carretera nos acercábamos a "Anse Dufour" un pueblecito de pescadores donde recuerdo que comí el mejor pollo con una salsa criolla que jamás he probado y con la intención de repetir la experiencia y darnos un baño en las cristalinas aguas de su playa, hemos conseguido aparcar entre cientos de coches en una colina. Esa saturación de vehículos ya nos ha puesto sobre aviso de lo que nos íbamos a encontrar abajo en el pueblo y nuestra sospecha se ha confirmado: la playa llena de franceses y el chiringuito en el que comí el maravilloso pollo había sido sustituido por uno de los varios restaurante que ahora bordean la playa. No nos hemos desanimado y hemos conseguido la última mesa que quedaba libre en el restaurante que pensábamos era el que buscábamos.

Lo que en principio nos ha parecido buerna suerte, se ha convertido en una auténtica pesadilla, porque han tardado nada más y nada menos que hora y media en servirnos un pollo que no tenía nada que ver con el que yo recordaba. Cuando por fin hemos terminado de comer ha comenzado a llover de nuevo, con lo que el baño en las cristalinas aguas se ha quedado para otra ocasión si es que se da, cosa que dudo.

Siguiendo con nuestro itinerario de recorrido recordatorio, llegábamos a otro pueblo llamado "Le Trois-Ilets" del que teníamos bonitos recuerdos porque nos solían preparar unos estupendos combinados: "Planter" para mí y "Punch Coco" para Carmen. Pues bien, hemos encontrado el local pero estaba cerrado. ¡¡¡ Otro jarro de agua fría !!! y es que hay días que las cosas no salen como uno espera. Viendo que no merecía la pena insistir en continuar nuestro recorrido por lugares conocidos, lo hemos cambiado por buscar puntos desde los que tener bellas panorámicas ya que esta zona es la más bonita de toda la isla."

Después de ver varios paisajes espectaculares volvíamos a "Sainte Anne" y nos sentábamos en una terraza para tomar nuestros combinados y que desde hace más de ocho años no habíamos vuelto a probarlos y nos han vuelto a encantar. En casa puedes tomarlos pero vienen ya preparados y no tienen nada que ver con los que hacen aquí. La cena en la terraza de la habitación ha sido al igual que ayer lo mejor del día, con comida a nuestro gusto y disfrutando de otra impresionante puesta de sol, con "Le Diamant" al fondo.

Después de la experiencia con la comida de hoy, mañana volveremos a los bocadillos preparados por nosotros que al menos son rápidos de comer y no nos condicionan los sitios que nos apetezca visitar o ir a playas más retiradas y alejadas de las muchedumbres como las de hoy. Tenemos recuerdos de la playa "Grande Anse des Salines" en el extremo sur que da al "Canal de Santa Lucia" e intentaremos visitarla.

El día de hoy tampoco nos ha aportado nada nuevo. Hemos dado una vuelta nada más salir por la mañana en dirección a la costa este que da al Atlántico, pero como ya nos figurábamos de la vez anterior que estuvimos, no hemos encontrado nada de interés, por lo que nos hemos ido a la playa "Grande Anse des Salines" que es la mejor de la isla, aunque esto tampoco quiere decir que sea una de las espectaculares playas del Caribe.

Por lo menos el tiempo ha mejorado respecto a ayer y hemos pasado el día leyendo tumbados en nuestra maravillosa adquisición de colchonetas y escondiéndonos debajo de los árboles al igual que toda la gente que estaba. El sol pega de forma abrasadora y ni aún bañándote puedes aguantarlo. Así que al contrario de las playas a las que estamos acostumbrados donde se cotiza y se busca un hueco en la arena para tomar el sol, aquí lo que se anhela es conseguir un hueco debajo de los arbustos y salir tímidamente cuando estás mojado al sol, para volver rápidamente a esconderte en la sombra.

Nada de interés que resaltar, porque "Martinica" al igual que "Guadalupe" no tienen grandes atractivos naturales y a lo que se viene es a disfrutar de la comodidad de estar en zonas desarrolladas con bastantes servicios y disfrutar de los baños y el sol.

Lo que sí continúa siendo espectacular son las puestas de sol. Todos los días son diferentes aunque estés en el mismo lugar y nunca te aburren o piensas que ya la has visto.

Mañana cambiaremos de isla y de país, volviendo a los integrados en la "Commonwealth". Viajaremos en el ferry "Express des Iles" hasta la isla de "Sainte Lucia", donde pasaremos unos días conociéndola.

Apenas hemos pasado tres días completos, porque ya conocíamos "Martinica" de un viaje anterior hace más de ocho años y simplemente como pasábamos cerca en nuestra ruta, hemos querido recordar viejas experiencias. Tal vez hubiera sido mejor haber pasado de largo y habernos quedado con los bonitos recuerdos que teníamos, porque en esta segunda visita, hemos comprobado la evolución que ha tenido la isla y lo que antes nos parecía una isla caribeña con un sabor francés, ahora es "Francia" con mezcla de gente del viejo continente y otra de color que conduce muy mal, se mueve lentamente y tarda mucho tiempo en lo que hace, lo que consigue desquiciarte.

Se ha desarrollado mucho en sus infraestructuras, pero sin embargo quedan muchas cosas que en "Francia" no se permiten: cierta suciedad en las carreteras, conductores alocados y motoristas que serpentean a toda velocidad entre los atascos, contenedores repletos de basura sin recoger, colas hasta en las farmacias, por la lentitud con la que atienden, etc.. A lo que hay que añadir, que los autóctonos tanto en "Guadalupe" como aquí no son nada amables y parecen querer demostrarte continuamente que están a tu mismo nivel, como si se sintieran menospreciados por ser de color.

Por otra parte, ambas islas francesas no han recibido de la naturaleza muchos lugares espectaculares que atraigan por su belleza y en Martinica se concentran en el sur de la isla: Le Diamant, Le Marin, Sainte Anne, etc, con sus bonitas bahías, dan cobijo a multitud de veleros que llenan los paisajes.

También hay que decir que esta época es la peor para venir, porque coincide con las vacaciones "blancas" francesas que se reparten por departamentos y los que no van a esquiar se vienen al Caribe, copando todo lo que hay.

Día de un viaje más corto de lo habitual, puesto que en tan sólo hora y media nos plantábamos en Castries, capital de la isla de "St. Lucia" que pertenece a la "Commonwealth", conducen por la izquierda y hablan inglés. Pero la hora de salida del barco era tarde y prácticamente este corto viaje nos ha llevado el día. Además al ser domingo las agencias de alquiler de coches estaban cerradas por lo que hasta mañana no dispondremos de vehículo para desplazarnos.

Por la mañana entregábamos el coche en el aeropuerto de "Fort de France" después de ir a una gasolinera y lavarlo porque era uno de los requisitos a cumplir. Cosa poco habitual y no extraña pensando que estamos en el Caribe y aquí tienen unas conductas un poco especiales. En un taxi nos desplazábamos al puerto del ferry "Express des Iles" y después de una bronca con el taxista que no llevaba catorce euros para devolvernos y que con su agrio carácter, muy común aquí, parecía echarnos la culpa por no llevar el precio exacto, entrábamos en el embarcadero a sufrir la correspondiente cola de pasajeros y sus hábitos de dejar en la cola las maletas, cajas, bolsas y demás, como referente de que están allí, pero realmente están sentados tranquilamente en la sala de espera y cuando comienza el check-in, se levantan y van donde han dejado las cosas. Costumbres un tanto arcaicas, teniendo en cuenta que son franceses y europeos de pleno derecho y que sin duda en el viejo continente, hubiera ocasionado más de una disputa por considerar que se estaban colando.

El viaje hoy también ha sido movido, principalmente cuando hemos atravesado una zona de mar abierto entre las dos islas, pero como habíamos tomado pastilla para el mareo, lo hemos pasado bien.

Puesto que hoy no teníamos coche, hemos cogido un taxi hasta el hotel "JJ'S Paradise" que está situado en la bonita bahía de "Marigot" a las afueras de un amarradero de yates de lujo. Justo hemos salido a dar una vuelta por el pueblo, que está construido para dar servicio a los yates y en donde los precios no son caros sino abusivos. Un lugar muy clasista en el que habían dejado un hueco en el embarcadero para cortar el acceso desde otro embarcadero con restaurantes de menor nivel. No hemos tardado mucho en marcharnos del pueblo porque nos sentíamos fuera de lugar, lo que hemos hecho cogiendo un pequeñito transbordador que salvaba el famoso hueco y te dejaba en el otro embarcadero muy cercano al hotel.

Lo primero que haremos mañana es ir al aeropuerto para recoger el coche alquilado, porque hoy a pesar del poco tiempo que nos ha quedado disponible, ya nos sentíamos encarcelados al no poder movernos con libertad e ir a donde nos apeteciera.

Volvemos a sentirnos en el Caribe y como generalmente hacemos, procuramos visitar los destinos de menor interés a mayor, teniendo en cuenta la incidencia que la climatología puede tener. Aquí esto último sobra porque creo que del mes que llevamos en el Caribe, tal vez un día no ha llovido, el resto sí lo ha hecho y en algún momento de la jornada te cae el chaparrón sin avisar. Y eso que estamos según dicen en la época seca, por lo que ni nos molestamos en mirar las predicciones. Por ahora, se repite todos los días lo mismo: sol y lluvia. De hecho, en la imagen de abajo se puede apreciar una parte de la isla con sol y en la otra lloviendo, sin embargo en las siguientes que apenas son de un par de minutos posteriores, la situación ya había cambiado.

Tal como teníamos previsto y para quitarnos la sensación de estar prisioneros sin poder movernos, hemos ido al aeropuerto a por el coche que teníamos reservado en "Drive-a-Matric" y tomado dirección al norte. Vuelta de nuevo a circular por la izquierda y volante a la derecha. Enseguida llegábamos a "Gros Islet" situado en la "Bahía de Rotney" y durante el camino veíamos continuamente casas de cierto nivel y modernos edificios. Nos ha sorprendido porque habíamos leído que era una isla pobre y esperábamos ver otra "Dominica", pero no ha sido así. Siendo esta isla más pequeña en superficie, tiene dos veces y media más de población y multitud de chalets de nivel muy superior a los de "Dominica". Parece como si en esta isla viviesen muchas personas retiradas con alto poder adquisitivo, en donde han encontrado el lugar ideal y un equilibrio entre disponer de servicios bastante desarrollados a un precio algo caro, a la vez que se disfruta de una tranquilidad que no se da en "Guadalupe" ni en "Martinica", masificadas de turistas franceses en donde pasan sus vacaciones.

Hemos subido a lo más alto de la llamada isla de "Pigeon", que realmente es una pequeña península y desde donde se tiene unos paisajes fantásticos del norte de "Sta. Lucia". Todo lo que hemos visto nos ha gustado, tanto el equilibrio entre desarrollo económico y el turismo tranquilo, como la amabilidad de toda la gente con la que hemos tratado y que en nada se parece a la de las islas francesas.

De vuelta hemos parado en la capital de la isla "Castries", pero a pesar de que la bahía en la que se asienta es bonita, la ciudad no tiene ningún interés y además como hoy también era fiesta, cuando hemos llegado ya habían cerrado las tiendas y estaba casi vacía.

Mañana comenzaremos a dirigirnos hacia el sur, donde parece ser que se concentran los principales atractivos de la isla. Varias playas sensacionales según dicen nos esperan, un volcán con fumarolas, una bella ciudad llamada "Soufriere" y demás puntos de interés, serán los destinos de los próximos días.

Basta que ayer dije que que el tiempo era siempre igual: sol y frecuentes chaparrones, hoy ha cambiado y ha estado lloviendo durante toda la mañana y después se ha estabilizado con un sol precioso. Ello ha originado que nos adaptásemos a la situación, visitando en primer lugar las cascadas "Diamond" dentro de un bonito parque botánico. Lo mejor de todo eran las preciosas plantas de colores fulgurantes que nos han servido de resguardo en uno de los chaparrones. La cascada sin embargo, no valía nada y llevaba muy poca agua. En el Caribe tienen verdadera adoración por las cascadas, porque todas las islas las anuncian como principales atractivos cuando realmente valen muy poco, y aquí en "St. Lucia" ocurre lo mismo.

Estábamos en "Soufriere" donde se ubican los dos peñascos llamados "Pitones" que son emblemáticos de la isla, pero como el tiempo no era bueno y el paisaje en el Caribe se torna muy gris cuando no hace sol, hemos preferido continuar por la costa hasta "Vieux Fort" en el extremo sur, dejando para la vuelta, la visita a esta zona y así verla en todo su esplendor con mejor tiempo.

Ni el paisaje ni "Vieux Fort" nos han gustado. Tampoco la playa "Sandy" ha sido de nuestro agrado, ya que sólo sirve para hacer windsurf o kitesurf por el fuerte viento, por lo que después de comer los bocadillos hemos vuelto a "Soufriere" donde el tiempo ya se había estabilizado, disfrutando de los espectaculares paisajes de la costa con los dos pitones.

Muy cerca, aunque teniendo que circular por un camino de cabras, nos acercábamos a "Anse Chastanet", una apartada playa en la que había un resort, si bien no ponían impedimentos para acceder a ella, ofreciendo disfrutar de sus servicios, previo pago. Un bonito lugar con muy malos accesos, probablemente ideados para que no se llenen de visitantes, de forma que sus clientes del hotel puedan disfrutar con tranquilidad de una de las mejores playas de "St. Lucia".

En la siguiente ensenada, se ubica otra playa de similares características llamada "Anse Mamin" a la que hemos ido paseando por la costa durante diez minutos. Otra preciosa playa en la que también hay un resort y que puedes disfrutar porque en definitiva son públicas, aunque extiendan sus tumbonas, que a su vez también puedes alquilar sin residir en el hotel.

Largo día de recorrer esta pequeña isla, donde cada kilómetro de carretera conlleva que estés subiendo o bajando empinadas cuestas con muchas curvas y que no consigas superar las medias de 20 Km/hora, llegando casi de noche de vuelta al hotel.

Gracias a que estamos en una habitación tipo estudio del hotel "JJ'S Paradise", desayunamos a nuestro antojo: huevos, cantidad de fruta con yogur, pan tostado con mermelada y café, lo que casi se puede considerar un lujo, porque la comida en general en el Caribe no es como para ¡¡¡ tirar cohetes !!! aparte de los caros precios. Siempre decimos que ser del "País Vasco" es un problema para dar valor a la gastronomía fuera de casa, porque normalmente nos parece que pagamos demasiado por la calidad que nos ofrecen. Claro, dentro de los precios razonables en los que nos movemos, porque sólo en un mes entre los dos realizamos 180 comidas, por lo que es un punto a controlar para que no se dispare el presupuesto por este concepto al final del viaje.

Por lo tanto, bien desayunados salíamos en coche con dirección a la costa este de "St. Lucia" que da al "Atlántico". Lo hemos hecho por una buena carretera que cruzaba la isla a lo ancho y con un trazado relativamente recto, lo que nos ha hecho recordar que tanto en "Dominica" como aquí, la zona montañosa está en la costa y cuando piensas que el viaje va a ser un coñazo repleto de curvas y cuestas, te encuentras con que circulas cómodamente por un ancho valle.

Cuando estuvimos hace unos días en "Dominica", al no disponer el coche de GPS, ni el Tom Tom tener mapas de la isla, hicimos pruebas con el "APP" para el teléfono móvil "Maps.me", lo que ha sido todo un descubrimiento, porque tiene mapas de todas estas islas y su sistema de ruteo se puede considerar de suficiente ayuda, como para recomendarlo a todo aquel que viaje a países de los que no tienen cobertura de mapas, los sistemas más desarrollados: Garmin, Tom Tom, etc. Igualmente en "Martinica" y ahora en "St. Lucia" lo usamos a diario y una vez pillados los entresijos de funcionamiento en la preparación de rutas y captura de satélites, nos está aportando estupendas soluciones para movernos con toda tranquilidad por la isla. Y gracias a él hemos encontrado una cascada llamada "Latille", que si bien no valía la pena la visita, el sistema nos ha guiado correctamente.

En el resto de costa sólo un par de bahías merecían una parada y enseguida hemos dado la vuelta de nuevo hacia la costa caribeña de "St. Lucia".

Como teníamos pendiente visitar la playa de la Bahía de "Marigot" donde nos hospedamos, después de comer hemos cogido la pequeña embarcación que te lleva en un par de minutos a la playa, única forma de llegar hasta ella. Y ha resultado ser una bonita cala muy concurrida, ya que entre los barcos amarrados, los resorts de la zona y la multitud de embarcaciones de excursiones en el día que la incluyen en su itinerario, estaba a rebosar de gente. Pero ha llegado la hora de partida de las excursiones y de pronto se ha vaciado quedando la playa para unos cuantos huéspedes de hoteles cercanos. Entonces hemos disfrutado de la coqueta playita para nosotros dándonos repetidos baños.

Un pequeño paraíso tan cerca que nos resistíamos a visitar, porque el día que llegamos y dimos una vuelta por el pueblo, nos pareció un enclave de yates de lujo amarrados, lleno de marineros uniformados y en donde no nos encontrábamos a gusto. Hoy sin embargo, pasando de largo los yates, en la playa había gente de todo tipo.

Mañana será el último día en esta isla y pensamos subir de nuevo hacia el norte, para terminar de ver la costa y disfrutar de alguna de las bonitas playas de la bahía de "Rotney" que ya vimos hace unos días.

Hoy el día ha sido una repetición del de ayer. Hemos subido hacia el norte como el primer día buscando zonas que nos pudieran gustar, pero no las hemos encontrado. Así que de retorno en "Castries" una vista panorámica de la ciudad y una roca horadada con forma de arco han sido los únicos puntos que han merecido una fotografía.

El resto de atractivos anunciados ya los habíamos visto, salvo la subida al "Gros Piton" que es una caminata empinada de un par de horas, y que viéndolo pensamos que no tenía más interés que el decir que has conseguido llegar arriba. Además se debe ir en grupo y con un guía, lo que de no ser un tema importante procuramos obviar. El "Gros Piton" es muy bonito dentro del paisaje y si estás en él lo excluyes del entorno y no tienes la idónea perspectiva.

Así que, como el pequeño paraíso de "Marigot Bay" lo tenemos tan cerca del hotel, hemos repetido la experiencia de ayer de marcharnos en la embarcación hasta su playa, en la que hoy había mucho menos gente y disfrutarla. No solemos repetir las visitas salvo que los lugares lo merezcan, pero "St. Lucia" no da para más, y esta playa ha sido de las más agradables que hemos visto en esta isla.

Mañana cogeremos un pequeño avión que nos llevará con alguna escala por el camino a "St. Vincent & The Grenadines", séptima isla caribeña de nuestro viaje, en la que también hablan inglés, pertenece a la "Commonwealth" y tiene la misma moneda EC$.

St. Lucia es una pequeña isla bastante poblada y con mucho turismo que reside tanto en los resorts como los que llegan en los numerosos cruceros que cada día atracan en "Castries". Le hemos dedicado cuatro días de visita, suficientes para realizar la oferta de atracciones naturales que son las que vamos buscando en nuestros viajes.

Destacaríamos de esta isla: "Rotney Bay" por el paisaje desde "Pigeon Island", La zona de "Soufriere" con los llamados "Pitones", dos picachos que caen al mar formando un bello entorno, las bonitas playas de "Chastanet" y "Mamin", y la bahía de "Marigot". Aparte de estos atractivos poco más tiene que ofrecer, salvo unas buenas infraestructuras hoteleras y los temas relacionados con el mar: pesca, snorkel, etc.. Las actividades son similares en todas las islas y lo que las diferencian son temas basados en la relación de calidad de los servicios.

Pasar una vacaciones enteras en una de estas islas, puede resultar tremendamente aburrido, por lo que generalmente la opción que más se ve es la de alquilar un barco, lo cual es carísimo, o hacer un crucero que vaya atracando por ellas. Este último sistema, el más barato, tiene el inconveniente de que los tiempos dedicados para ver algo de la isla son tan reducidos que prácticamente los pasajeros optan por moverse exclusivamente en la ciudad de atraque.

En definitiva, una pequeña isla que ofrece bastante calidad al turista a los precios caros del Caribe en general, y que ofrece atractivos como para estar tres días máximo.

En todos los viajes surgen días en los que los pequeños problemas se van encadenando y no sabes cuando la cosa se va a estabilizar y hoy ha sido uno de ellos. Tocaba día de viaje, cambio de isla y de país, aunque no de cultura porque la primera impresión ha sido que la gente local se parece muchísimo a la de "St. Lucia", pero con poco turismo en lo que se refiere a la isla grande de St. Vincent".

El viaje lo hemos realizado con la compañía aérea "Liat" con la que ya hemos volado un par de veces antes, cambiando de avión en "Barbados". No quedaban disponibles vuelos directos que tardan escasamente media hora de "St. Lucia" a "St. Vincent", que están tan cerca que incluso en días despejados se pueden ver entre sí. El caso es que como además se ha retrasado uno de los vuelos, nos hemos pasado todo el día ocupados en el viaje. Salíamos a las 8:00 h. del hotel y llegábamos a las 5:30 h. de la tarde al de aquí llamado "Paradise Beach".

Pero la sucesión de incidentes ha comenzado cuando al salir del aeropuerto nos hemos acercado al único agente de alquiler de coches conocido "Avis" que hay en la isla y del que yo tenía noticias de su existencia, pero que no deja de ser una franquicia con sus características caribeñas especiales. Nos han asegurado que sólo les quedaba un coche y hemos pensado que hasta habíamos tenido suerte, por lo que supone para nosotros tener libertad de movimientos. Después de realizar el contrato y de meter las maletas, nos han preguntado si teníamos la licencia de la isla para conducir. En las otras islas, la propia agencia de alquiler tenía facultad para expedir estas licencias locales, pero aquí nos han remitido al servicio de Inmigración del aeropuerto, a donde nos hemos dirigido andando después de cerrar el coche con todo dentro.

En el aeropuerto nos han dicho que lo debíamos hacer en un puesto de policía de la capital "Kingstown" porque ellos no tenían los papeles. Hemos vuelto a la agencia de alquiler dispuestos a cancelar el contrato, pero la joven que nos atendía ha dicho que nos llevaría ella en el coche para sacar el documento. Se ha ido a montar en el coche con la mala fortuna de que cuando ha metido la llave para abrirlo, la ha partido. ¡¡¡ Perfecto y además con el equipaje dentro !!! he pensado. La chica sin inmutarse ha cogido otro coche y nos ha llevado entre grandes atascos porque como nos ha dicho, era viernes y fin de mes, lo que hace que la carretera se pusiera imposible, hasta la comisaría de policía de "Kingstown". Mientras ella conducía yo iba intentando coger satélites con el GPS, lo cual no conseguía y ya no sabía que pensar. Tener que andar por esas calles sin tener muy claro el camino a llevar y la congestión de tráfico, me estaba cabreando mucho.

Después de obtener la licencia de conducir previo pago de $26, de subir por entre un montón de casas de un barrio en una colina y conseguir allí otra llave para nuestro coche, he conseguido coger los satélites cuando ya llegábamos de nuevo a la agencia en donde estaba nuestro coche. Al final se ha solucionado todo pero no teníamos claro hasta dónde podría llegar el encadenamiento de incidencias. Nos ha llevado todo el día cubrir la distancia que en situaciones normales no llevaría más de una hora con el alquiler de coche incluido.

Esperemos haber cubierto el cupo de problemillas y que las cosas mejoren a partir de mañana.

Tras una noche de diluviar y de frecuentes chaparrones por la mañana, nos hemos dirigido a la "Oficina de Turismo" de "Kingstown", para complementar la información que tenemos de la isla y ver las posibilidades de visitar un día la recomendada isla de "Bequia", que se ve bastante cercana a esta ciudad. Pero la oficina estaba cerrada por estar ya en fin de semana y hasta el lunes no la abrirán.

Esperando que se estabilizara el cielo azul, nos hemos acercado al mercado local en el que había un ambiente extraordinario, seguramente por ser sábado. Un mercado para la gente nativa en la que no había más turistas que nosotros y en donde podías contemplar como vive la gente de aquí, la poca variedad de lo que puede comer, puesto que no hay mucha oferta ni en los supermercados y como algunas señoras mayores ataviadas con sus mejores galas de los domingos, sombrero incluido, parecían ir a los servicios religiosos.

Como avanzaba la mañana, hemos decidido hacer una visita al fuerte "Charlotte" que se eleva sobre una colina en la costa y desde la que se tiene una bonita vista de "Kingstown". Por lo demás, el fuerte no tenía ningún interés y por lo menos no cobraban la entrada, cosa rara por estos lares.

Viendo que el tiempo parecía haberse estabilizado y lucía el sol, hemos decidido ir viendo la costa en dirección norte y los pueblos que nos encontráramos, hasta llegar a "Villalabou" un pequeño parque con una aún más pequeña cascada que en otro lugar no merecería ni el nombre, y en donde por lo menos hemos podido comer a la sombra.

Como la carretera era muy mala, estrecha y además con desvíos por varios derrumbes, hemos preferido, dada la hora que ya era, volver hacía el hotel y disfrutar de la playa que por lo que habíamos visto, era la mejor de todas por las que hemos pasado. La verdad es que la vuelta la hemos realizado bastante rápida porque habituado ya a este coche y que las desviaciones eran sólo en la ida, llegábamos al hotel con tiempo suficiente de darnos varios baños y disfrutar del sol sin abrasarnos.

Es curioso los distintos gustos que tenemos las personas. A nosotros nos gusta encontrar playas solitarias o como en el caso de hoy llena de lugareños por ser sábado, aunque tampoco despreciamos las cómodas hamacas del hotel. A otros sin embargo, como a los que están enfrente nuestro en un islote privado de un resort de los caros, no les puede gustar estar solos y se agrupan todos los turistas llenándose las tumbonas de gente blanca, mientras que nosotros éramos los únicos blancos entre todos los de color que: jugaban al futbol, se bañaban o recibían una charla religiosa de un predicador en la propia arena, entre baño y baño.

Por último y como viene siendo habitual, otra espectacular puesta de sol en la que no ha faltado de nada: las rocas, el velero, la bucólica imagen de la madre y el niño de color bañándose, ni hasta el deportista nadando bajo el sol poniente.

Un día que se nos presentaba duro porque no teníamos muy claro lo que íbamos a hacer y que aunque no hemos visto cosas especiales, el contacto con los nativos y la preciosa tarde en la playa ha terminado por arreglarlo. Mañana cambiaremos de orientación y recorreremos la isla hacia el sur y el este.